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La última estrategia electoral

La última estrategia electoral

Texto de
Fotografía de
Realización de
Ilustración de
Traducción de
13
.
01
.
20
AAAA
Tiempo de Lectura: 00 min

En busca de la reelección y ante un juicio político, Donald Trump decidió atacar a Irán

“Soleimani estaba planeando ataques inminentes y siniestros contra diplomáticos estadounidenses y personal militar, pero lo atrapamos en el acto y terminamos con él”, anunció el presidente Donald Trump durante su primera declaración ante los medios luego de que el máximo general de la Fuerza Quds iraní, Qasem Soleimani, fuera asesinado durante un ataque aéreo ordenado por el propio mandatario. El bombardeo tuvo lugar en las cercanías del Aeropuerto Internacional de Bagdad el pasado 3 de enero y desde ese día, la tensión entre Estados Unidos e Irán acaparó la atención mundial.

Desde la muerte de Osama bin Laden en 2011, también durante una acción militar estadounidense, ninguna otra había sido tan polémica en la región hasta la del alto mando militar, que era considerado un héroe en Irán. El gobierno de Estados Unidos evocó legítima defensa para justificar el ataque a Irán y Trump calificó a Soleimani como el “terrorista número uno en cualquier parte del mundo”. Sin embargo, la decisión se dio un contexto en el que Trump se ha convertido en el tercer presidente de la historia estadounidense en enfrentar un juicio político –impeachment– en pleno año electoral.

“Hay que tomar en cuenta que Trump es un personaje que sabe bien cómo manejar los medios. Sabe que la opinión pública está expectante de lo que sucederá en el juicio político y entonces, lo que sucede en Medio Oriente, a pesar de todo, podría beneficiarlo solo a él”, explica en entrevista para Gatopardo Raquel Saed, académica del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana.

Fotografía: Sayyed Shahab / Wikimedia Commons

Soleimani no solo era la figura militar más influyente de Irán, sino que además apoyaba a los regímenes terrorista de la región como la Yihad Islámica Palestina y Hezbolá, lo cual incrementó el deseo de Trump de alardear con su muerte. El presidente quería visibilidad. Sin importarle las consecuencias, en un contexto en donde hasta el momento la sanciones a Irán habían sido económicas, el mandatario se aseguró de que todo el mundo supiera que su administración estuvo detrás de su muerte e incluso dijo que era algo que debía haberse hecho tiempo atrás.

“Bajo mi liderazgo, la política estadounidenses es inequívoca. Para los terroristas que dañan o pretenden dañar a cualquier estadounidense: te encontraremos y te eliminaremos”, dijo Trump. Aseguró que las medidas las había tomado con “el fin de detener una guerra y no para comenzar una”.

Raquel Saed está convencida de que el mandatario de Estados Unidos actuó de manera muy irresponsable. “Envolverse en una situación bélica con Irán es una situación muy peligrosa, pues aunque aún no tienen la capacidad nuclear, representan un gran riesgo”, explica.

La venganza de Irán por la muerte de Qasem Soleimani no tardó en llegar. Cinco días después del ataque en Bagdad, muchos iraníes dejaron de lado sus conflictos internos para ir contra Trump y concretaron una serie de ataques a las bases militares en Irak, utilizadas por soldados estadounidenses. El canciller Mohamed Javd Zarif comunicó que “Irán tomó medidas proporcionales y en defensa propia”, y aseguró que no estaban en busca de una escalada o una guerra.

Fotografía: Mehr News Agency / Wikimedia Commons

La mañana del 8 de enero, en conferencia de prensa, Trump salió acompañado por el vicepresidente Mike Pence ma decir que en el ataque no se había perdido ninguna vida estadounidense. “Nuestras grandes fuerzas están preparadas para cualquier cosa. Irán parece estar retirándose, lo cual es algo bueno para todas las partes interesadas y algo muy bueno para el mundo”, dijo el mandatario.

Es evidente que hay un vínculo entre lo sucedido y temas electorales, específicamente, la necesidad que tiene Trump de reelegirse. Raquel Saed destaca el hecho de que en su mensaje, luego de días de tensión y expectativa mundial, el presidente usó sus cartas más fuertes: la economía del país. Frente a los medios destacó que nunca había estado mejor. El alarde en el tema del petróleo y de la potencia militar que representa Estados Unidos antes el mundo, tampoco pudo faltar.

“No le está hablando a los iraníes, sino a los propios estadounidenses para que voten por él, para que lo vean como el ganador”, detalla Saed.

Si algo ha logrado Trump en su paso por la presidencia de Estados Unidos es la polarización de la sociedad estadounidense. La académica explica que la cuestión política divide incluso a las familias. “Los grupos de derecha y de izquierda, van a querer jalar a los del centro a su lado y son ellos quienes van a decidir si Trump gana o no las elecciones”, explica.

Fotografía de portada White House

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En busca de la reelección y ante un juicio político, Donald Trump decidió atacar a Irán

“Soleimani estaba planeando ataques inminentes y siniestros contra diplomáticos estadounidenses y personal militar, pero lo atrapamos en el acto y terminamos con él”, anunció el presidente Donald Trump durante su primera declaración ante los medios luego de que el máximo general de la Fuerza Quds iraní, Qasem Soleimani, fuera asesinado durante un ataque aéreo ordenado por el propio mandatario. El bombardeo tuvo lugar en las cercanías del Aeropuerto Internacional de Bagdad el pasado 3 de enero y desde ese día, la tensión entre Estados Unidos e Irán acaparó la atención mundial.

Desde la muerte de Osama bin Laden en 2011, también durante una acción militar estadounidense, ninguna otra había sido tan polémica en la región hasta la del alto mando militar, que era considerado un héroe en Irán. El gobierno de Estados Unidos evocó legítima defensa para justificar el ataque a Irán y Trump calificó a Soleimani como el “terrorista número uno en cualquier parte del mundo”. Sin embargo, la decisión se dio un contexto en el que Trump se ha convertido en el tercer presidente de la historia estadounidense en enfrentar un juicio político –impeachment– en pleno año electoral.

“Hay que tomar en cuenta que Trump es un personaje que sabe bien cómo manejar los medios. Sabe que la opinión pública está expectante de lo que sucederá en el juicio político y entonces, lo que sucede en Medio Oriente, a pesar de todo, podría beneficiarlo solo a él”, explica en entrevista para Gatopardo Raquel Saed, académica del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana.

Fotografía: Sayyed Shahab / Wikimedia Commons

Soleimani no solo era la figura militar más influyente de Irán, sino que además apoyaba a los regímenes terrorista de la región como la Yihad Islámica Palestina y Hezbolá, lo cual incrementó el deseo de Trump de alardear con su muerte. El presidente quería visibilidad. Sin importarle las consecuencias, en un contexto en donde hasta el momento la sanciones a Irán habían sido económicas, el mandatario se aseguró de que todo el mundo supiera que su administración estuvo detrás de su muerte e incluso dijo que era algo que debía haberse hecho tiempo atrás.

“Bajo mi liderazgo, la política estadounidenses es inequívoca. Para los terroristas que dañan o pretenden dañar a cualquier estadounidense: te encontraremos y te eliminaremos”, dijo Trump. Aseguró que las medidas las había tomado con “el fin de detener una guerra y no para comenzar una”.

Raquel Saed está convencida de que el mandatario de Estados Unidos actuó de manera muy irresponsable. “Envolverse en una situación bélica con Irán es una situación muy peligrosa, pues aunque aún no tienen la capacidad nuclear, representan un gran riesgo”, explica.

La venganza de Irán por la muerte de Qasem Soleimani no tardó en llegar. Cinco días después del ataque en Bagdad, muchos iraníes dejaron de lado sus conflictos internos para ir contra Trump y concretaron una serie de ataques a las bases militares en Irak, utilizadas por soldados estadounidenses. El canciller Mohamed Javd Zarif comunicó que “Irán tomó medidas proporcionales y en defensa propia”, y aseguró que no estaban en busca de una escalada o una guerra.

Fotografía: Mehr News Agency / Wikimedia Commons

La mañana del 8 de enero, en conferencia de prensa, Trump salió acompañado por el vicepresidente Mike Pence ma decir que en el ataque no se había perdido ninguna vida estadounidense. “Nuestras grandes fuerzas están preparadas para cualquier cosa. Irán parece estar retirándose, lo cual es algo bueno para todas las partes interesadas y algo muy bueno para el mundo”, dijo el mandatario.

Es evidente que hay un vínculo entre lo sucedido y temas electorales, específicamente, la necesidad que tiene Trump de reelegirse. Raquel Saed destaca el hecho de que en su mensaje, luego de días de tensión y expectativa mundial, el presidente usó sus cartas más fuertes: la economía del país. Frente a los medios destacó que nunca había estado mejor. El alarde en el tema del petróleo y de la potencia militar que representa Estados Unidos antes el mundo, tampoco pudo faltar.

“No le está hablando a los iraníes, sino a los propios estadounidenses para que voten por él, para que lo vean como el ganador”, detalla Saed.

Si algo ha logrado Trump en su paso por la presidencia de Estados Unidos es la polarización de la sociedad estadounidense. La académica explica que la cuestión política divide incluso a las familias. “Los grupos de derecha y de izquierda, van a querer jalar a los del centro a su lado y son ellos quienes van a decidir si Trump gana o no las elecciones”, explica.

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“Soleimani estaba planeando ataques inminentes y siniestros contra diplomáticos estadounidenses y personal militar, pero lo atrapamos en el acto y terminamos con él”, anunció el presidente Donald Trump durante su primera declaración ante los medios luego de que el máximo general de la Fuerza Quds iraní, Qasem Soleimani, fuera asesinado durante un ataque aéreo ordenado por el propio mandatario. El bombardeo tuvo lugar en las cercanías del Aeropuerto Internacional de Bagdad el pasado 3 de enero y desde ese día, la tensión entre Estados Unidos e Irán acaparó la atención mundial.

Desde la muerte de Osama bin Laden en 2011, también durante una acción militar estadounidense, ninguna otra había sido tan polémica en la región hasta la del alto mando militar, que era considerado un héroe en Irán. El gobierno de Estados Unidos evocó legítima defensa para justificar el ataque a Irán y Trump calificó a Soleimani como el “terrorista número uno en cualquier parte del mundo”. Sin embargo, la decisión se dio un contexto en el que Trump se ha convertido en el tercer presidente de la historia estadounidense en enfrentar un juicio político –impeachment– en pleno año electoral.

“Hay que tomar en cuenta que Trump es un personaje que sabe bien cómo manejar los medios. Sabe que la opinión pública está expectante de lo que sucederá en el juicio político y entonces, lo que sucede en Medio Oriente, a pesar de todo, podría beneficiarlo solo a él”, explica en entrevista para Gatopardo Raquel Saed, académica del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana.

Fotografía: Sayyed Shahab / Wikimedia Commons

Soleimani no solo era la figura militar más influyente de Irán, sino que además apoyaba a los regímenes terrorista de la región como la Yihad Islámica Palestina y Hezbolá, lo cual incrementó el deseo de Trump de alardear con su muerte. El presidente quería visibilidad. Sin importarle las consecuencias, en un contexto en donde hasta el momento la sanciones a Irán habían sido económicas, el mandatario se aseguró de que todo el mundo supiera que su administración estuvo detrás de su muerte e incluso dijo que era algo que debía haberse hecho tiempo atrás.

“Bajo mi liderazgo, la política estadounidenses es inequívoca. Para los terroristas que dañan o pretenden dañar a cualquier estadounidense: te encontraremos y te eliminaremos”, dijo Trump. Aseguró que las medidas las había tomado con “el fin de detener una guerra y no para comenzar una”.

Raquel Saed está convencida de que el mandatario de Estados Unidos actuó de manera muy irresponsable. “Envolverse en una situación bélica con Irán es una situación muy peligrosa, pues aunque aún no tienen la capacidad nuclear, representan un gran riesgo”, explica.

La venganza de Irán por la muerte de Qasem Soleimani no tardó en llegar. Cinco días después del ataque en Bagdad, muchos iraníes dejaron de lado sus conflictos internos para ir contra Trump y concretaron una serie de ataques a las bases militares en Irak, utilizadas por soldados estadounidenses. El canciller Mohamed Javd Zarif comunicó que “Irán tomó medidas proporcionales y en defensa propia”, y aseguró que no estaban en busca de una escalada o una guerra.

Fotografía: Mehr News Agency / Wikimedia Commons

La mañana del 8 de enero, en conferencia de prensa, Trump salió acompañado por el vicepresidente Mike Pence ma decir que en el ataque no se había perdido ninguna vida estadounidense. “Nuestras grandes fuerzas están preparadas para cualquier cosa. Irán parece estar retirándose, lo cual es algo bueno para todas las partes interesadas y algo muy bueno para el mundo”, dijo el mandatario.

Es evidente que hay un vínculo entre lo sucedido y temas electorales, específicamente, la necesidad que tiene Trump de reelegirse. Raquel Saed destaca el hecho de que en su mensaje, luego de días de tensión y expectativa mundial, el presidente usó sus cartas más fuertes: la economía del país. Frente a los medios destacó que nunca había estado mejor. El alarde en el tema del petróleo y de la potencia militar que representa Estados Unidos antes el mundo, tampoco pudo faltar.

“No le está hablando a los iraníes, sino a los propios estadounidenses para que voten por él, para que lo vean como el ganador”, detalla Saed.

Si algo ha logrado Trump en su paso por la presidencia de Estados Unidos es la polarización de la sociedad estadounidense. La académica explica que la cuestión política divide incluso a las familias. “Los grupos de derecha y de izquierda, van a querer jalar a los del centro a su lado y son ellos quienes van a decidir si Trump gana o no las elecciones”, explica.

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“Soleimani estaba planeando ataques inminentes y siniestros contra diplomáticos estadounidenses y personal militar, pero lo atrapamos en el acto y terminamos con él”, anunció el presidente Donald Trump durante su primera declaración ante los medios luego de que el máximo general de la Fuerza Quds iraní, Qasem Soleimani, fuera asesinado durante un ataque aéreo ordenado por el propio mandatario. El bombardeo tuvo lugar en las cercanías del Aeropuerto Internacional de Bagdad el pasado 3 de enero y desde ese día, la tensión entre Estados Unidos e Irán acaparó la atención mundial.

Desde la muerte de Osama bin Laden en 2011, también durante una acción militar estadounidense, ninguna otra había sido tan polémica en la región hasta la del alto mando militar, que era considerado un héroe en Irán. El gobierno de Estados Unidos evocó legítima defensa para justificar el ataque a Irán y Trump calificó a Soleimani como el “terrorista número uno en cualquier parte del mundo”. Sin embargo, la decisión se dio un contexto en el que Trump se ha convertido en el tercer presidente de la historia estadounidense en enfrentar un juicio político –impeachment– en pleno año electoral.

“Hay que tomar en cuenta que Trump es un personaje que sabe bien cómo manejar los medios. Sabe que la opinión pública está expectante de lo que sucederá en el juicio político y entonces, lo que sucede en Medio Oriente, a pesar de todo, podría beneficiarlo solo a él”, explica en entrevista para Gatopardo Raquel Saed, académica del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana.

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Soleimani no solo era la figura militar más influyente de Irán, sino que además apoyaba a los regímenes terrorista de la región como la Yihad Islámica Palestina y Hezbolá, lo cual incrementó el deseo de Trump de alardear con su muerte. El presidente quería visibilidad. Sin importarle las consecuencias, en un contexto en donde hasta el momento la sanciones a Irán habían sido económicas, el mandatario se aseguró de que todo el mundo supiera que su administración estuvo detrás de su muerte e incluso dijo que era algo que debía haberse hecho tiempo atrás.

“Bajo mi liderazgo, la política estadounidenses es inequívoca. Para los terroristas que dañan o pretenden dañar a cualquier estadounidense: te encontraremos y te eliminaremos”, dijo Trump. Aseguró que las medidas las había tomado con “el fin de detener una guerra y no para comenzar una”.

Raquel Saed está convencida de que el mandatario de Estados Unidos actuó de manera muy irresponsable. “Envolverse en una situación bélica con Irán es una situación muy peligrosa, pues aunque aún no tienen la capacidad nuclear, representan un gran riesgo”, explica.

La venganza de Irán por la muerte de Qasem Soleimani no tardó en llegar. Cinco días después del ataque en Bagdad, muchos iraníes dejaron de lado sus conflictos internos para ir contra Trump y concretaron una serie de ataques a las bases militares en Irak, utilizadas por soldados estadounidenses. El canciller Mohamed Javd Zarif comunicó que “Irán tomó medidas proporcionales y en defensa propia”, y aseguró que no estaban en busca de una escalada o una guerra.

Fotografía: Mehr News Agency / Wikimedia Commons

La mañana del 8 de enero, en conferencia de prensa, Trump salió acompañado por el vicepresidente Mike Pence ma decir que en el ataque no se había perdido ninguna vida estadounidense. “Nuestras grandes fuerzas están preparadas para cualquier cosa. Irán parece estar retirándose, lo cual es algo bueno para todas las partes interesadas y algo muy bueno para el mundo”, dijo el mandatario.

Es evidente que hay un vínculo entre lo sucedido y temas electorales, específicamente, la necesidad que tiene Trump de reelegirse. Raquel Saed destaca el hecho de que en su mensaje, luego de días de tensión y expectativa mundial, el presidente usó sus cartas más fuertes: la economía del país. Frente a los medios destacó que nunca había estado mejor. El alarde en el tema del petróleo y de la potencia militar que representa Estados Unidos antes el mundo, tampoco pudo faltar.

“No le está hablando a los iraníes, sino a los propios estadounidenses para que voten por él, para que lo vean como el ganador”, detalla Saed.

Si algo ha logrado Trump en su paso por la presidencia de Estados Unidos es la polarización de la sociedad estadounidense. La académica explica que la cuestión política divide incluso a las familias. “Los grupos de derecha y de izquierda, van a querer jalar a los del centro a su lado y son ellos quienes van a decidir si Trump gana o no las elecciones”, explica.

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Desde la muerte de Osama bin Laden en 2011, también durante una acción militar estadounidense, ninguna otra había sido tan polémica en la región hasta la del alto mando militar, que era considerado un héroe en Irán. El gobierno de Estados Unidos evocó legítima defensa para justificar el ataque a Irán y Trump calificó a Soleimani como el “terrorista número uno en cualquier parte del mundo”. Sin embargo, la decisión se dio un contexto en el que Trump se ha convertido en el tercer presidente de la historia estadounidense en enfrentar un juicio político –impeachment– en pleno año electoral.

“Hay que tomar en cuenta que Trump es un personaje que sabe bien cómo manejar los medios. Sabe que la opinión pública está expectante de lo que sucederá en el juicio político y entonces, lo que sucede en Medio Oriente, a pesar de todo, podría beneficiarlo solo a él”, explica en entrevista para Gatopardo Raquel Saed, académica del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana.

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Soleimani no solo era la figura militar más influyente de Irán, sino que además apoyaba a los regímenes terrorista de la región como la Yihad Islámica Palestina y Hezbolá, lo cual incrementó el deseo de Trump de alardear con su muerte. El presidente quería visibilidad. Sin importarle las consecuencias, en un contexto en donde hasta el momento la sanciones a Irán habían sido económicas, el mandatario se aseguró de que todo el mundo supiera que su administración estuvo detrás de su muerte e incluso dijo que era algo que debía haberse hecho tiempo atrás.

“Bajo mi liderazgo, la política estadounidenses es inequívoca. Para los terroristas que dañan o pretenden dañar a cualquier estadounidense: te encontraremos y te eliminaremos”, dijo Trump. Aseguró que las medidas las había tomado con “el fin de detener una guerra y no para comenzar una”.

Raquel Saed está convencida de que el mandatario de Estados Unidos actuó de manera muy irresponsable. “Envolverse en una situación bélica con Irán es una situación muy peligrosa, pues aunque aún no tienen la capacidad nuclear, representan un gran riesgo”, explica.

La venganza de Irán por la muerte de Qasem Soleimani no tardó en llegar. Cinco días después del ataque en Bagdad, muchos iraníes dejaron de lado sus conflictos internos para ir contra Trump y concretaron una serie de ataques a las bases militares en Irak, utilizadas por soldados estadounidenses. El canciller Mohamed Javd Zarif comunicó que “Irán tomó medidas proporcionales y en defensa propia”, y aseguró que no estaban en busca de una escalada o una guerra.

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La mañana del 8 de enero, en conferencia de prensa, Trump salió acompañado por el vicepresidente Mike Pence ma decir que en el ataque no se había perdido ninguna vida estadounidense. “Nuestras grandes fuerzas están preparadas para cualquier cosa. Irán parece estar retirándose, lo cual es algo bueno para todas las partes interesadas y algo muy bueno para el mundo”, dijo el mandatario.

Es evidente que hay un vínculo entre lo sucedido y temas electorales, específicamente, la necesidad que tiene Trump de reelegirse. Raquel Saed destaca el hecho de que en su mensaje, luego de días de tensión y expectativa mundial, el presidente usó sus cartas más fuertes: la economía del país. Frente a los medios destacó que nunca había estado mejor. El alarde en el tema del petróleo y de la potencia militar que representa Estados Unidos antes el mundo, tampoco pudo faltar.

“No le está hablando a los iraníes, sino a los propios estadounidenses para que voten por él, para que lo vean como el ganador”, detalla Saed.

Si algo ha logrado Trump en su paso por la presidencia de Estados Unidos es la polarización de la sociedad estadounidense. La académica explica que la cuestión política divide incluso a las familias. “Los grupos de derecha y de izquierda, van a querer jalar a los del centro a su lado y son ellos quienes van a decidir si Trump gana o no las elecciones”, explica.

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