Previo al último informe presidencial de Enrique Peña Nieto, hacemos una revisión de las promesas que firmó durante su campaña electoral bajo el slogan “te lo firmo, te lo cumplo”. Muchas de ellas no se cumplieron. Más y mejores escuelasLa reforma educativa que Enrique Peña Nieto firmó a tan sólo diecinueve días de tomar el poder, prometía hacer una cambio radical en la educación básica de todo el país. No sólo eso, esta reforma se comprometió a poner fin al conflicto que el gobierno tenía con el magisterio y sus sindicatos. Además y quizá lo más importante, es que la reforma impulsaba una fuerte inversión para mejorar la infraestructura escolar. Esto incluía mejorar o proveer servicios básicos como baños dignos, y la instalación de computadoras con acceso a internet en cada uno de los 213 mil 359 planteles de educación básica que existen en el país.
Uno de los últimos censos que publicó el CONEVAL sobre la situación de precariedad en las escuelas, señaló que el 11% ellas–la mayoría localizada en regiones indígenas– aún no cuentan con baño, ni mobiliario básico, a veces ni con profesores que hablen la misma lengua que sus educandos.Durante este sexenio el gasto de gobierno para mejorar estas condiciones, se acercó a los 50 mil millones de pesos –que han ayudado a modificar 34, 829 planteles– según datos del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa. Sin embargo los sismos de septiembre del año pasado, revelaron que esta inversión no llegó a varias escuelas del sur y del centro del país, pues a casi un año de los terremotos, cerca de 19 mil planteles siguen afectados.La reforma educativa, que Andrés Manuel López Obrador anunció sería anulada en su gobierno, fue severamente cuestionada durante el proceso electoral de julio, después de que se diera a conocer el gasto excesivo que hizo la Secretaría de EducaciónPública, a cargo de Aurelio Nuño. La cifra más alarmante es el gasto en comunicación, que rebasó los 1, 681 millones de pesos, más del 2.700% del presupuesto que el congreso había aprobado para este rubro que, pretendía informar a los ciudadanos sobre los avances de este programa.
Menos diputados, más presupuestoEnrique Peña Nieto prometió planear e impulsar, una vez que se sentara en la codiciada silla presidencial, una reforma legislativa para reducir 100 miembros del número establecido de diputados federales. Solamente el año pasado la Cámara de Diputados –que aún tiene 500 miembros– registró un gasto de 971 millones 455 mil pesos, solo en salarios y prestaciones. Otro de los gastos que se reportaron en San Lázaro durante este año, fue la compra de artículos de papelería por más de 8 millones de pesos y más de 4 millones, sólo en agua, café y galletas.En tren de norte a sur De los 266 compromisos que hizo el actual presidente en campaña, 96 tenían que ver con el mejoramiento y construcción de medios y vías de transporte a nivel nacional. Algunas de estas promesas tenían forma de carreteras, líneas de metro y quizá lo más interesante era la construcción de vías férreas, que conectarían a la ciudad de Guadalajara con Aguascalientes, Yucatán con Quintana Roo y el tren que se encuentra en proceso de prueba, que conectará Toluca con la CDMX.Uno de los proyectos más polémicos fue el tren de alta velocidad que prometía reducir tiempos y costos en traslados entre la Ciudad de México y Querétaro. El proyecto se paró cuando se dio a conocer que uno de los constructores del tren –el grupo Higa– era cercano al presidente y estaba involucrado en la compra, el crédito y la construcción de la casa de AngélicaRivera, la esposa del presidente.Este evento calificado como un conflicto de interés, envolvió a la presidencia en un escándalo del que ya no pudo recuperarse. En una entrevista reciente, donde Enrique Peña Nieto habló de sus seis años de gobierno, mencionó que la construcción del tren se canceló por falta de presupuesto y no por el escándalo provocado.
Reducir la pobrezaUna de las promesas que más se repiten en los discursos de campaña es la reducción de la pobreza, que afecta actualmente a 53.4 millones personas. Enrique Peña Nieto no fue la excepción, durante la campaña anunció diversos planes que involucraban acabar, primero con la desnutrición y el analfabetismo, a través de la Secretaría de Desarrollo Social. Esta Secretaría, dirigida por Rosario Robles, impulsó un plan nombrado “Cruzada contra el hambre” que tenía como propósito llevar despensas y alimento a comunidades vulnerables, 400 en una primer etapa. El programa fue denunciado por el Partido Acción Nacional por la utilización de recursos y despensas para condicionar los votos en favor del PRI, durante las elecciones de Veracruz en 2016. Una investigación periodística publicada en 2017 y una auditoría, mostraron que al menos durante 2015, se desviaron más de 1,400 millones de pesos que cobraron empresas fantasmas que simularon la venta de bienes y servicios, en uno de los casos de corrupción más graves del sexenio. El número de mexicanos que viven en extrema pobreza es 53.4 millones, mayor a la presentada por el CONEVAL en diciembre 2012, cuando Felipe Calderón Hinojosa dejó el cargo, con 53.3 millones de habitantes viviendo en situación de pobreza.
Menos corrupciónEnormes escándalos de corrupción rodearon la imagen del presidente que fue portada de la revista Time en 2oo4. Entre gobernadores, líderes sindicales, secretarios de estado, presidentes municipales y hasta empresarios señalados por este crimen, se planteó fundar un organismo autónomo que se dedicara a prevenir, investigar y castigar los casos de corrupción en el gobierno. Este sistema contaría con una fiscalía y un tribunal especializado en esta materia. Sin embargo, la Comisión Nacional Anticorrupción, que inició operaciones el año pasado, no ha logrado consolidarse por falta de recursos económicos y humanos.El Índice de Percepción de la Corrupción, elaborado por la organización Transparencia Internacional, ubicó a México en el número 135 de 180 países en materia anticorrupción, colocándolo como el país peor evaluado del G-20 y del OCDE.Más hospitalesDurante estos seis años, Enrique Peña Nieto ha inaugurado hospitales en varias partes del país: el Estado de México, Yucatán, Sonora, Chiapas y Durango, pero son solo 11 de los 23 que prometió. Parte de la estrategia y los compromisos planteaban no sólo construir centros hospitalarios y clínicas, sino dotarlos de infraestructura y los medicamentos necesarios para tratar las enfermedades que afectan a los mexicanos. Sin embargo, según cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad, sólo el 61% de los pacientes que padecen hipertensión, diabetes o tienen problemas de colesterol, obtienen los medicamentos que necesitan para tratarse en las clínicas u hospitales del Estado. Ese mismo reporte señaló que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se redujo en un 20% el presupuesto que ejerce la Secretaría de Salud anualmente, provocando el desabasto de medicamento y afectando mayormente el bolsillo de los derechohabientes que, si llegan a padecer alguna enfermedad crónica, gastan en promedio 40% de su salario para atenderla.Según un reporte publicado por la OCDE, por cada 1,000 habitantes en México, hay solo 2.4 médicos, en relación con los 3.4, que tienen otros países de la OCDE.
Más universitarios, más universidadesUna de las promesas que firmó EPN fue la de atender los principales problemas de la juventud mexicana, como la falta de trabajo y salarios mal remunerados. También prometió –ante notario– que aumentaría en 45% la cobertura de la Educación Superior a nivel nacional, sin embargo en México 7 de cada 10 jóvenes siguen sin tener la oportunidad de entrar a una universidad y la mayoría siguen estando ubicadas solamente en las principales ciudades del país. Acapulco: Infraestructura y seguridadPara los nostálgicos, pronunciar Acapulco evoca un tiempo donde Elizabeth Taylor, Rock Hudson y hasta Frank Sinatra nadaban en las playa de Caleta, sin embargo este lugar que alguna vez fue llamado paraíso, ha aparecido en los rankings de las ciudades más violentas del mundo desde el 2008. Ante los guerrerenses, Peña Nieto prometió duplicar esfuerzos para mejorar la seguridad en esta zona costera, sin embargo la recuperación de lo que se conoce como Acapulco Tradicional nunca avanzó. Aún se encuentra en el tercer lugar del ranking de las ciudades más violentas del mundo y los empresarios y el sector turístico continúan lidiando con grupos del crimen organizado.En ese mismo estado, en Iguala, la desaparición de 43 normalistas en 2014, puso en jaque a este gobierno, que se enfrentó como pocas veces, a la presión de una opinión pública que le pedía explicaciones al borde de la desesperación. Organizaciones internacionales continúan demandando la instalación de una comisión de la verdad, después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos señalara diversas irregularidades en la investigación. El sexenio de Enrique Peña Nieto se ha convertido en uno de los más violentos de la historia del país.Infraestructura para todosDe los anuncios más relevantes durante la campaña y el sexenio, fue la inversión que se haría en materia de agua, además de la construcción de infraestructura, como oleoductos, y el acceso universal a internet, entre otros servicios, con un presupuesto de 928 mil 881 millones de pesos.Según cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el 40% de ese dinero, fue destinado únicamente a beneficiar al Estado de México, donde nació Peña Nieto, y donde sigue gobernando el PRI. CDMX VerdeLa Ciudad de México es la sede de los tres poderes y es también una de las ciudades más contaminadas del país. Durante su campaña, el presidente prometió mejorar la calidad de parques y reservas ecológicas de la Zona Metropolitana del Valle de México, para ayudar a reducir este problema. Entre las áreas que serían beneficiadas estaban el Bosque de Chapultepec, el Bosque de Aragón y Xochimilco.Sin embargo, a simple vista, las acciones no llegaron. Se anunció que se construyeron plantas de tratamiento de agua en estas reservas pero entrarán en operación hasta finales del año.
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A tres meses de que acabe el sexenio de Enrique Peña Nieto, no cumplió ni la mitad de los compromisos que firmó en campaña
Previo al último informe presidencial de Enrique Peña Nieto, hacemos una revisión de las promesas que firmó durante su campaña electoral bajo el slogan “te lo firmo, te lo cumplo”. Muchas de ellas no se cumplieron. Más y mejores escuelasLa reforma educativa que Enrique Peña Nieto firmó a tan sólo diecinueve días de tomar el poder, prometía hacer una cambio radical en la educación básica de todo el país. No sólo eso, esta reforma se comprometió a poner fin al conflicto que el gobierno tenía con el magisterio y sus sindicatos. Además y quizá lo más importante, es que la reforma impulsaba una fuerte inversión para mejorar la infraestructura escolar. Esto incluía mejorar o proveer servicios básicos como baños dignos, y la instalación de computadoras con acceso a internet en cada uno de los 213 mil 359 planteles de educación básica que existen en el país.
Uno de los últimos censos que publicó el CONEVAL sobre la situación de precariedad en las escuelas, señaló que el 11% ellas–la mayoría localizada en regiones indígenas– aún no cuentan con baño, ni mobiliario básico, a veces ni con profesores que hablen la misma lengua que sus educandos.Durante este sexenio el gasto de gobierno para mejorar estas condiciones, se acercó a los 50 mil millones de pesos –que han ayudado a modificar 34, 829 planteles– según datos del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa. Sin embargo los sismos de septiembre del año pasado, revelaron que esta inversión no llegó a varias escuelas del sur y del centro del país, pues a casi un año de los terremotos, cerca de 19 mil planteles siguen afectados.La reforma educativa, que Andrés Manuel López Obrador anunció sería anulada en su gobierno, fue severamente cuestionada durante el proceso electoral de julio, después de que se diera a conocer el gasto excesivo que hizo la Secretaría de EducaciónPública, a cargo de Aurelio Nuño. La cifra más alarmante es el gasto en comunicación, que rebasó los 1, 681 millones de pesos, más del 2.700% del presupuesto que el congreso había aprobado para este rubro que, pretendía informar a los ciudadanos sobre los avances de este programa.
Menos diputados, más presupuestoEnrique Peña Nieto prometió planear e impulsar, una vez que se sentara en la codiciada silla presidencial, una reforma legislativa para reducir 100 miembros del número establecido de diputados federales. Solamente el año pasado la Cámara de Diputados –que aún tiene 500 miembros– registró un gasto de 971 millones 455 mil pesos, solo en salarios y prestaciones. Otro de los gastos que se reportaron en San Lázaro durante este año, fue la compra de artículos de papelería por más de 8 millones de pesos y más de 4 millones, sólo en agua, café y galletas.En tren de norte a sur De los 266 compromisos que hizo el actual presidente en campaña, 96 tenían que ver con el mejoramiento y construcción de medios y vías de transporte a nivel nacional. Algunas de estas promesas tenían forma de carreteras, líneas de metro y quizá lo más interesante era la construcción de vías férreas, que conectarían a la ciudad de Guadalajara con Aguascalientes, Yucatán con Quintana Roo y el tren que se encuentra en proceso de prueba, que conectará Toluca con la CDMX.Uno de los proyectos más polémicos fue el tren de alta velocidad que prometía reducir tiempos y costos en traslados entre la Ciudad de México y Querétaro. El proyecto se paró cuando se dio a conocer que uno de los constructores del tren –el grupo Higa– era cercano al presidente y estaba involucrado en la compra, el crédito y la construcción de la casa de AngélicaRivera, la esposa del presidente.Este evento calificado como un conflicto de interés, envolvió a la presidencia en un escándalo del que ya no pudo recuperarse. En una entrevista reciente, donde Enrique Peña Nieto habló de sus seis años de gobierno, mencionó que la construcción del tren se canceló por falta de presupuesto y no por el escándalo provocado.
Reducir la pobrezaUna de las promesas que más se repiten en los discursos de campaña es la reducción de la pobreza, que afecta actualmente a 53.4 millones personas. Enrique Peña Nieto no fue la excepción, durante la campaña anunció diversos planes que involucraban acabar, primero con la desnutrición y el analfabetismo, a través de la Secretaría de Desarrollo Social. Esta Secretaría, dirigida por Rosario Robles, impulsó un plan nombrado “Cruzada contra el hambre” que tenía como propósito llevar despensas y alimento a comunidades vulnerables, 400 en una primer etapa. El programa fue denunciado por el Partido Acción Nacional por la utilización de recursos y despensas para condicionar los votos en favor del PRI, durante las elecciones de Veracruz en 2016. Una investigación periodística publicada en 2017 y una auditoría, mostraron que al menos durante 2015, se desviaron más de 1,400 millones de pesos que cobraron empresas fantasmas que simularon la venta de bienes y servicios, en uno de los casos de corrupción más graves del sexenio. El número de mexicanos que viven en extrema pobreza es 53.4 millones, mayor a la presentada por el CONEVAL en diciembre 2012, cuando Felipe Calderón Hinojosa dejó el cargo, con 53.3 millones de habitantes viviendo en situación de pobreza.
Menos corrupciónEnormes escándalos de corrupción rodearon la imagen del presidente que fue portada de la revista Time en 2oo4. Entre gobernadores, líderes sindicales, secretarios de estado, presidentes municipales y hasta empresarios señalados por este crimen, se planteó fundar un organismo autónomo que se dedicara a prevenir, investigar y castigar los casos de corrupción en el gobierno. Este sistema contaría con una fiscalía y un tribunal especializado en esta materia. Sin embargo, la Comisión Nacional Anticorrupción, que inició operaciones el año pasado, no ha logrado consolidarse por falta de recursos económicos y humanos.El Índice de Percepción de la Corrupción, elaborado por la organización Transparencia Internacional, ubicó a México en el número 135 de 180 países en materia anticorrupción, colocándolo como el país peor evaluado del G-20 y del OCDE.Más hospitalesDurante estos seis años, Enrique Peña Nieto ha inaugurado hospitales en varias partes del país: el Estado de México, Yucatán, Sonora, Chiapas y Durango, pero son solo 11 de los 23 que prometió. Parte de la estrategia y los compromisos planteaban no sólo construir centros hospitalarios y clínicas, sino dotarlos de infraestructura y los medicamentos necesarios para tratar las enfermedades que afectan a los mexicanos. Sin embargo, según cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad, sólo el 61% de los pacientes que padecen hipertensión, diabetes o tienen problemas de colesterol, obtienen los medicamentos que necesitan para tratarse en las clínicas u hospitales del Estado. Ese mismo reporte señaló que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se redujo en un 20% el presupuesto que ejerce la Secretaría de Salud anualmente, provocando el desabasto de medicamento y afectando mayormente el bolsillo de los derechohabientes que, si llegan a padecer alguna enfermedad crónica, gastan en promedio 40% de su salario para atenderla.Según un reporte publicado por la OCDE, por cada 1,000 habitantes en México, hay solo 2.4 médicos, en relación con los 3.4, que tienen otros países de la OCDE.
Más universitarios, más universidadesUna de las promesas que firmó EPN fue la de atender los principales problemas de la juventud mexicana, como la falta de trabajo y salarios mal remunerados. También prometió –ante notario– que aumentaría en 45% la cobertura de la Educación Superior a nivel nacional, sin embargo en México 7 de cada 10 jóvenes siguen sin tener la oportunidad de entrar a una universidad y la mayoría siguen estando ubicadas solamente en las principales ciudades del país. Acapulco: Infraestructura y seguridadPara los nostálgicos, pronunciar Acapulco evoca un tiempo donde Elizabeth Taylor, Rock Hudson y hasta Frank Sinatra nadaban en las playa de Caleta, sin embargo este lugar que alguna vez fue llamado paraíso, ha aparecido en los rankings de las ciudades más violentas del mundo desde el 2008. Ante los guerrerenses, Peña Nieto prometió duplicar esfuerzos para mejorar la seguridad en esta zona costera, sin embargo la recuperación de lo que se conoce como Acapulco Tradicional nunca avanzó. Aún se encuentra en el tercer lugar del ranking de las ciudades más violentas del mundo y los empresarios y el sector turístico continúan lidiando con grupos del crimen organizado.En ese mismo estado, en Iguala, la desaparición de 43 normalistas en 2014, puso en jaque a este gobierno, que se enfrentó como pocas veces, a la presión de una opinión pública que le pedía explicaciones al borde de la desesperación. Organizaciones internacionales continúan demandando la instalación de una comisión de la verdad, después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos señalara diversas irregularidades en la investigación. El sexenio de Enrique Peña Nieto se ha convertido en uno de los más violentos de la historia del país.Infraestructura para todosDe los anuncios más relevantes durante la campaña y el sexenio, fue la inversión que se haría en materia de agua, además de la construcción de infraestructura, como oleoductos, y el acceso universal a internet, entre otros servicios, con un presupuesto de 928 mil 881 millones de pesos.Según cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el 40% de ese dinero, fue destinado únicamente a beneficiar al Estado de México, donde nació Peña Nieto, y donde sigue gobernando el PRI. CDMX VerdeLa Ciudad de México es la sede de los tres poderes y es también una de las ciudades más contaminadas del país. Durante su campaña, el presidente prometió mejorar la calidad de parques y reservas ecológicas de la Zona Metropolitana del Valle de México, para ayudar a reducir este problema. Entre las áreas que serían beneficiadas estaban el Bosque de Chapultepec, el Bosque de Aragón y Xochimilco.Sin embargo, a simple vista, las acciones no llegaron. Se anunció que se construyeron plantas de tratamiento de agua en estas reservas pero entrarán en operación hasta finales del año.
A tres meses de que acabe el sexenio de Enrique Peña Nieto, no cumplió ni la mitad de los compromisos que firmó en campaña
Previo al último informe presidencial de Enrique Peña Nieto, hacemos una revisión de las promesas que firmó durante su campaña electoral bajo el slogan “te lo firmo, te lo cumplo”. Muchas de ellas no se cumplieron. Más y mejores escuelasLa reforma educativa que Enrique Peña Nieto firmó a tan sólo diecinueve días de tomar el poder, prometía hacer una cambio radical en la educación básica de todo el país. No sólo eso, esta reforma se comprometió a poner fin al conflicto que el gobierno tenía con el magisterio y sus sindicatos. Además y quizá lo más importante, es que la reforma impulsaba una fuerte inversión para mejorar la infraestructura escolar. Esto incluía mejorar o proveer servicios básicos como baños dignos, y la instalación de computadoras con acceso a internet en cada uno de los 213 mil 359 planteles de educación básica que existen en el país.
Uno de los últimos censos que publicó el CONEVAL sobre la situación de precariedad en las escuelas, señaló que el 11% ellas–la mayoría localizada en regiones indígenas– aún no cuentan con baño, ni mobiliario básico, a veces ni con profesores que hablen la misma lengua que sus educandos.Durante este sexenio el gasto de gobierno para mejorar estas condiciones, se acercó a los 50 mil millones de pesos –que han ayudado a modificar 34, 829 planteles– según datos del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa. Sin embargo los sismos de septiembre del año pasado, revelaron que esta inversión no llegó a varias escuelas del sur y del centro del país, pues a casi un año de los terremotos, cerca de 19 mil planteles siguen afectados.La reforma educativa, que Andrés Manuel López Obrador anunció sería anulada en su gobierno, fue severamente cuestionada durante el proceso electoral de julio, después de que se diera a conocer el gasto excesivo que hizo la Secretaría de EducaciónPública, a cargo de Aurelio Nuño. La cifra más alarmante es el gasto en comunicación, que rebasó los 1, 681 millones de pesos, más del 2.700% del presupuesto que el congreso había aprobado para este rubro que, pretendía informar a los ciudadanos sobre los avances de este programa.
Menos diputados, más presupuestoEnrique Peña Nieto prometió planear e impulsar, una vez que se sentara en la codiciada silla presidencial, una reforma legislativa para reducir 100 miembros del número establecido de diputados federales. Solamente el año pasado la Cámara de Diputados –que aún tiene 500 miembros– registró un gasto de 971 millones 455 mil pesos, solo en salarios y prestaciones. Otro de los gastos que se reportaron en San Lázaro durante este año, fue la compra de artículos de papelería por más de 8 millones de pesos y más de 4 millones, sólo en agua, café y galletas.En tren de norte a sur De los 266 compromisos que hizo el actual presidente en campaña, 96 tenían que ver con el mejoramiento y construcción de medios y vías de transporte a nivel nacional. Algunas de estas promesas tenían forma de carreteras, líneas de metro y quizá lo más interesante era la construcción de vías férreas, que conectarían a la ciudad de Guadalajara con Aguascalientes, Yucatán con Quintana Roo y el tren que se encuentra en proceso de prueba, que conectará Toluca con la CDMX.Uno de los proyectos más polémicos fue el tren de alta velocidad que prometía reducir tiempos y costos en traslados entre la Ciudad de México y Querétaro. El proyecto se paró cuando se dio a conocer que uno de los constructores del tren –el grupo Higa– era cercano al presidente y estaba involucrado en la compra, el crédito y la construcción de la casa de AngélicaRivera, la esposa del presidente.Este evento calificado como un conflicto de interés, envolvió a la presidencia en un escándalo del que ya no pudo recuperarse. En una entrevista reciente, donde Enrique Peña Nieto habló de sus seis años de gobierno, mencionó que la construcción del tren se canceló por falta de presupuesto y no por el escándalo provocado.
Reducir la pobrezaUna de las promesas que más se repiten en los discursos de campaña es la reducción de la pobreza, que afecta actualmente a 53.4 millones personas. Enrique Peña Nieto no fue la excepción, durante la campaña anunció diversos planes que involucraban acabar, primero con la desnutrición y el analfabetismo, a través de la Secretaría de Desarrollo Social. Esta Secretaría, dirigida por Rosario Robles, impulsó un plan nombrado “Cruzada contra el hambre” que tenía como propósito llevar despensas y alimento a comunidades vulnerables, 400 en una primer etapa. El programa fue denunciado por el Partido Acción Nacional por la utilización de recursos y despensas para condicionar los votos en favor del PRI, durante las elecciones de Veracruz en 2016. Una investigación periodística publicada en 2017 y una auditoría, mostraron que al menos durante 2015, se desviaron más de 1,400 millones de pesos que cobraron empresas fantasmas que simularon la venta de bienes y servicios, en uno de los casos de corrupción más graves del sexenio. El número de mexicanos que viven en extrema pobreza es 53.4 millones, mayor a la presentada por el CONEVAL en diciembre 2012, cuando Felipe Calderón Hinojosa dejó el cargo, con 53.3 millones de habitantes viviendo en situación de pobreza.
Menos corrupciónEnormes escándalos de corrupción rodearon la imagen del presidente que fue portada de la revista Time en 2oo4. Entre gobernadores, líderes sindicales, secretarios de estado, presidentes municipales y hasta empresarios señalados por este crimen, se planteó fundar un organismo autónomo que se dedicara a prevenir, investigar y castigar los casos de corrupción en el gobierno. Este sistema contaría con una fiscalía y un tribunal especializado en esta materia. Sin embargo, la Comisión Nacional Anticorrupción, que inició operaciones el año pasado, no ha logrado consolidarse por falta de recursos económicos y humanos.El Índice de Percepción de la Corrupción, elaborado por la organización Transparencia Internacional, ubicó a México en el número 135 de 180 países en materia anticorrupción, colocándolo como el país peor evaluado del G-20 y del OCDE.Más hospitalesDurante estos seis años, Enrique Peña Nieto ha inaugurado hospitales en varias partes del país: el Estado de México, Yucatán, Sonora, Chiapas y Durango, pero son solo 11 de los 23 que prometió. Parte de la estrategia y los compromisos planteaban no sólo construir centros hospitalarios y clínicas, sino dotarlos de infraestructura y los medicamentos necesarios para tratar las enfermedades que afectan a los mexicanos. Sin embargo, según cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad, sólo el 61% de los pacientes que padecen hipertensión, diabetes o tienen problemas de colesterol, obtienen los medicamentos que necesitan para tratarse en las clínicas u hospitales del Estado. Ese mismo reporte señaló que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se redujo en un 20% el presupuesto que ejerce la Secretaría de Salud anualmente, provocando el desabasto de medicamento y afectando mayormente el bolsillo de los derechohabientes que, si llegan a padecer alguna enfermedad crónica, gastan en promedio 40% de su salario para atenderla.Según un reporte publicado por la OCDE, por cada 1,000 habitantes en México, hay solo 2.4 médicos, en relación con los 3.4, que tienen otros países de la OCDE.
Más universitarios, más universidadesUna de las promesas que firmó EPN fue la de atender los principales problemas de la juventud mexicana, como la falta de trabajo y salarios mal remunerados. También prometió –ante notario– que aumentaría en 45% la cobertura de la Educación Superior a nivel nacional, sin embargo en México 7 de cada 10 jóvenes siguen sin tener la oportunidad de entrar a una universidad y la mayoría siguen estando ubicadas solamente en las principales ciudades del país. Acapulco: Infraestructura y seguridadPara los nostálgicos, pronunciar Acapulco evoca un tiempo donde Elizabeth Taylor, Rock Hudson y hasta Frank Sinatra nadaban en las playa de Caleta, sin embargo este lugar que alguna vez fue llamado paraíso, ha aparecido en los rankings de las ciudades más violentas del mundo desde el 2008. Ante los guerrerenses, Peña Nieto prometió duplicar esfuerzos para mejorar la seguridad en esta zona costera, sin embargo la recuperación de lo que se conoce como Acapulco Tradicional nunca avanzó. Aún se encuentra en el tercer lugar del ranking de las ciudades más violentas del mundo y los empresarios y el sector turístico continúan lidiando con grupos del crimen organizado.En ese mismo estado, en Iguala, la desaparición de 43 normalistas en 2014, puso en jaque a este gobierno, que se enfrentó como pocas veces, a la presión de una opinión pública que le pedía explicaciones al borde de la desesperación. Organizaciones internacionales continúan demandando la instalación de una comisión de la verdad, después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos señalara diversas irregularidades en la investigación. El sexenio de Enrique Peña Nieto se ha convertido en uno de los más violentos de la historia del país.Infraestructura para todosDe los anuncios más relevantes durante la campaña y el sexenio, fue la inversión que se haría en materia de agua, además de la construcción de infraestructura, como oleoductos, y el acceso universal a internet, entre otros servicios, con un presupuesto de 928 mil 881 millones de pesos.Según cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el 40% de ese dinero, fue destinado únicamente a beneficiar al Estado de México, donde nació Peña Nieto, y donde sigue gobernando el PRI. CDMX VerdeLa Ciudad de México es la sede de los tres poderes y es también una de las ciudades más contaminadas del país. Durante su campaña, el presidente prometió mejorar la calidad de parques y reservas ecológicas de la Zona Metropolitana del Valle de México, para ayudar a reducir este problema. Entre las áreas que serían beneficiadas estaban el Bosque de Chapultepec, el Bosque de Aragón y Xochimilco.Sin embargo, a simple vista, las acciones no llegaron. Se anunció que se construyeron plantas de tratamiento de agua en estas reservas pero entrarán en operación hasta finales del año.
A tres meses de que acabe el sexenio de Enrique Peña Nieto, no cumplió ni la mitad de los compromisos que firmó en campaña
Previo al último informe presidencial de Enrique Peña Nieto, hacemos una revisión de las promesas que firmó durante su campaña electoral bajo el slogan “te lo firmo, te lo cumplo”. Muchas de ellas no se cumplieron. Más y mejores escuelasLa reforma educativa que Enrique Peña Nieto firmó a tan sólo diecinueve días de tomar el poder, prometía hacer una cambio radical en la educación básica de todo el país. No sólo eso, esta reforma se comprometió a poner fin al conflicto que el gobierno tenía con el magisterio y sus sindicatos. Además y quizá lo más importante, es que la reforma impulsaba una fuerte inversión para mejorar la infraestructura escolar. Esto incluía mejorar o proveer servicios básicos como baños dignos, y la instalación de computadoras con acceso a internet en cada uno de los 213 mil 359 planteles de educación básica que existen en el país.
Uno de los últimos censos que publicó el CONEVAL sobre la situación de precariedad en las escuelas, señaló que el 11% ellas–la mayoría localizada en regiones indígenas– aún no cuentan con baño, ni mobiliario básico, a veces ni con profesores que hablen la misma lengua que sus educandos.Durante este sexenio el gasto de gobierno para mejorar estas condiciones, se acercó a los 50 mil millones de pesos –que han ayudado a modificar 34, 829 planteles– según datos del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa. Sin embargo los sismos de septiembre del año pasado, revelaron que esta inversión no llegó a varias escuelas del sur y del centro del país, pues a casi un año de los terremotos, cerca de 19 mil planteles siguen afectados.La reforma educativa, que Andrés Manuel López Obrador anunció sería anulada en su gobierno, fue severamente cuestionada durante el proceso electoral de julio, después de que se diera a conocer el gasto excesivo que hizo la Secretaría de EducaciónPública, a cargo de Aurelio Nuño. La cifra más alarmante es el gasto en comunicación, que rebasó los 1, 681 millones de pesos, más del 2.700% del presupuesto que el congreso había aprobado para este rubro que, pretendía informar a los ciudadanos sobre los avances de este programa.
Menos diputados, más presupuestoEnrique Peña Nieto prometió planear e impulsar, una vez que se sentara en la codiciada silla presidencial, una reforma legislativa para reducir 100 miembros del número establecido de diputados federales. Solamente el año pasado la Cámara de Diputados –que aún tiene 500 miembros– registró un gasto de 971 millones 455 mil pesos, solo en salarios y prestaciones. Otro de los gastos que se reportaron en San Lázaro durante este año, fue la compra de artículos de papelería por más de 8 millones de pesos y más de 4 millones, sólo en agua, café y galletas.En tren de norte a sur De los 266 compromisos que hizo el actual presidente en campaña, 96 tenían que ver con el mejoramiento y construcción de medios y vías de transporte a nivel nacional. Algunas de estas promesas tenían forma de carreteras, líneas de metro y quizá lo más interesante era la construcción de vías férreas, que conectarían a la ciudad de Guadalajara con Aguascalientes, Yucatán con Quintana Roo y el tren que se encuentra en proceso de prueba, que conectará Toluca con la CDMX.Uno de los proyectos más polémicos fue el tren de alta velocidad que prometía reducir tiempos y costos en traslados entre la Ciudad de México y Querétaro. El proyecto se paró cuando se dio a conocer que uno de los constructores del tren –el grupo Higa– era cercano al presidente y estaba involucrado en la compra, el crédito y la construcción de la casa de AngélicaRivera, la esposa del presidente.Este evento calificado como un conflicto de interés, envolvió a la presidencia en un escándalo del que ya no pudo recuperarse. En una entrevista reciente, donde Enrique Peña Nieto habló de sus seis años de gobierno, mencionó que la construcción del tren se canceló por falta de presupuesto y no por el escándalo provocado.
Reducir la pobrezaUna de las promesas que más se repiten en los discursos de campaña es la reducción de la pobreza, que afecta actualmente a 53.4 millones personas. Enrique Peña Nieto no fue la excepción, durante la campaña anunció diversos planes que involucraban acabar, primero con la desnutrición y el analfabetismo, a través de la Secretaría de Desarrollo Social. Esta Secretaría, dirigida por Rosario Robles, impulsó un plan nombrado “Cruzada contra el hambre” que tenía como propósito llevar despensas y alimento a comunidades vulnerables, 400 en una primer etapa. El programa fue denunciado por el Partido Acción Nacional por la utilización de recursos y despensas para condicionar los votos en favor del PRI, durante las elecciones de Veracruz en 2016. Una investigación periodística publicada en 2017 y una auditoría, mostraron que al menos durante 2015, se desviaron más de 1,400 millones de pesos que cobraron empresas fantasmas que simularon la venta de bienes y servicios, en uno de los casos de corrupción más graves del sexenio. El número de mexicanos que viven en extrema pobreza es 53.4 millones, mayor a la presentada por el CONEVAL en diciembre 2012, cuando Felipe Calderón Hinojosa dejó el cargo, con 53.3 millones de habitantes viviendo en situación de pobreza.
Menos corrupciónEnormes escándalos de corrupción rodearon la imagen del presidente que fue portada de la revista Time en 2oo4. Entre gobernadores, líderes sindicales, secretarios de estado, presidentes municipales y hasta empresarios señalados por este crimen, se planteó fundar un organismo autónomo que se dedicara a prevenir, investigar y castigar los casos de corrupción en el gobierno. Este sistema contaría con una fiscalía y un tribunal especializado en esta materia. Sin embargo, la Comisión Nacional Anticorrupción, que inició operaciones el año pasado, no ha logrado consolidarse por falta de recursos económicos y humanos.El Índice de Percepción de la Corrupción, elaborado por la organización Transparencia Internacional, ubicó a México en el número 135 de 180 países en materia anticorrupción, colocándolo como el país peor evaluado del G-20 y del OCDE.Más hospitalesDurante estos seis años, Enrique Peña Nieto ha inaugurado hospitales en varias partes del país: el Estado de México, Yucatán, Sonora, Chiapas y Durango, pero son solo 11 de los 23 que prometió. Parte de la estrategia y los compromisos planteaban no sólo construir centros hospitalarios y clínicas, sino dotarlos de infraestructura y los medicamentos necesarios para tratar las enfermedades que afectan a los mexicanos. Sin embargo, según cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad, sólo el 61% de los pacientes que padecen hipertensión, diabetes o tienen problemas de colesterol, obtienen los medicamentos que necesitan para tratarse en las clínicas u hospitales del Estado. Ese mismo reporte señaló que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se redujo en un 20% el presupuesto que ejerce la Secretaría de Salud anualmente, provocando el desabasto de medicamento y afectando mayormente el bolsillo de los derechohabientes que, si llegan a padecer alguna enfermedad crónica, gastan en promedio 40% de su salario para atenderla.Según un reporte publicado por la OCDE, por cada 1,000 habitantes en México, hay solo 2.4 médicos, en relación con los 3.4, que tienen otros países de la OCDE.
Más universitarios, más universidadesUna de las promesas que firmó EPN fue la de atender los principales problemas de la juventud mexicana, como la falta de trabajo y salarios mal remunerados. También prometió –ante notario– que aumentaría en 45% la cobertura de la Educación Superior a nivel nacional, sin embargo en México 7 de cada 10 jóvenes siguen sin tener la oportunidad de entrar a una universidad y la mayoría siguen estando ubicadas solamente en las principales ciudades del país. Acapulco: Infraestructura y seguridadPara los nostálgicos, pronunciar Acapulco evoca un tiempo donde Elizabeth Taylor, Rock Hudson y hasta Frank Sinatra nadaban en las playa de Caleta, sin embargo este lugar que alguna vez fue llamado paraíso, ha aparecido en los rankings de las ciudades más violentas del mundo desde el 2008. Ante los guerrerenses, Peña Nieto prometió duplicar esfuerzos para mejorar la seguridad en esta zona costera, sin embargo la recuperación de lo que se conoce como Acapulco Tradicional nunca avanzó. Aún se encuentra en el tercer lugar del ranking de las ciudades más violentas del mundo y los empresarios y el sector turístico continúan lidiando con grupos del crimen organizado.En ese mismo estado, en Iguala, la desaparición de 43 normalistas en 2014, puso en jaque a este gobierno, que se enfrentó como pocas veces, a la presión de una opinión pública que le pedía explicaciones al borde de la desesperación. Organizaciones internacionales continúan demandando la instalación de una comisión de la verdad, después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos señalara diversas irregularidades en la investigación. El sexenio de Enrique Peña Nieto se ha convertido en uno de los más violentos de la historia del país.Infraestructura para todosDe los anuncios más relevantes durante la campaña y el sexenio, fue la inversión que se haría en materia de agua, además de la construcción de infraestructura, como oleoductos, y el acceso universal a internet, entre otros servicios, con un presupuesto de 928 mil 881 millones de pesos.Según cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el 40% de ese dinero, fue destinado únicamente a beneficiar al Estado de México, donde nació Peña Nieto, y donde sigue gobernando el PRI. CDMX VerdeLa Ciudad de México es la sede de los tres poderes y es también una de las ciudades más contaminadas del país. Durante su campaña, el presidente prometió mejorar la calidad de parques y reservas ecológicas de la Zona Metropolitana del Valle de México, para ayudar a reducir este problema. Entre las áreas que serían beneficiadas estaban el Bosque de Chapultepec, el Bosque de Aragón y Xochimilco.Sin embargo, a simple vista, las acciones no llegaron. Se anunció que se construyeron plantas de tratamiento de agua en estas reservas pero entrarán en operación hasta finales del año.
A tres meses de que acabe el sexenio de Enrique Peña Nieto, no cumplió ni la mitad de los compromisos que firmó en campaña
Previo al último informe presidencial de Enrique Peña Nieto, hacemos una revisión de las promesas que firmó durante su campaña electoral bajo el slogan “te lo firmo, te lo cumplo”. Muchas de ellas no se cumplieron. Más y mejores escuelasLa reforma educativa que Enrique Peña Nieto firmó a tan sólo diecinueve días de tomar el poder, prometía hacer una cambio radical en la educación básica de todo el país. No sólo eso, esta reforma se comprometió a poner fin al conflicto que el gobierno tenía con el magisterio y sus sindicatos. Además y quizá lo más importante, es que la reforma impulsaba una fuerte inversión para mejorar la infraestructura escolar. Esto incluía mejorar o proveer servicios básicos como baños dignos, y la instalación de computadoras con acceso a internet en cada uno de los 213 mil 359 planteles de educación básica que existen en el país.
Uno de los últimos censos que publicó el CONEVAL sobre la situación de precariedad en las escuelas, señaló que el 11% ellas–la mayoría localizada en regiones indígenas– aún no cuentan con baño, ni mobiliario básico, a veces ni con profesores que hablen la misma lengua que sus educandos.Durante este sexenio el gasto de gobierno para mejorar estas condiciones, se acercó a los 50 mil millones de pesos –que han ayudado a modificar 34, 829 planteles– según datos del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa. Sin embargo los sismos de septiembre del año pasado, revelaron que esta inversión no llegó a varias escuelas del sur y del centro del país, pues a casi un año de los terremotos, cerca de 19 mil planteles siguen afectados.La reforma educativa, que Andrés Manuel López Obrador anunció sería anulada en su gobierno, fue severamente cuestionada durante el proceso electoral de julio, después de que se diera a conocer el gasto excesivo que hizo la Secretaría de EducaciónPública, a cargo de Aurelio Nuño. La cifra más alarmante es el gasto en comunicación, que rebasó los 1, 681 millones de pesos, más del 2.700% del presupuesto que el congreso había aprobado para este rubro que, pretendía informar a los ciudadanos sobre los avances de este programa.
Menos diputados, más presupuestoEnrique Peña Nieto prometió planear e impulsar, una vez que se sentara en la codiciada silla presidencial, una reforma legislativa para reducir 100 miembros del número establecido de diputados federales. Solamente el año pasado la Cámara de Diputados –que aún tiene 500 miembros– registró un gasto de 971 millones 455 mil pesos, solo en salarios y prestaciones. Otro de los gastos que se reportaron en San Lázaro durante este año, fue la compra de artículos de papelería por más de 8 millones de pesos y más de 4 millones, sólo en agua, café y galletas.En tren de norte a sur De los 266 compromisos que hizo el actual presidente en campaña, 96 tenían que ver con el mejoramiento y construcción de medios y vías de transporte a nivel nacional. Algunas de estas promesas tenían forma de carreteras, líneas de metro y quizá lo más interesante era la construcción de vías férreas, que conectarían a la ciudad de Guadalajara con Aguascalientes, Yucatán con Quintana Roo y el tren que se encuentra en proceso de prueba, que conectará Toluca con la CDMX.Uno de los proyectos más polémicos fue el tren de alta velocidad que prometía reducir tiempos y costos en traslados entre la Ciudad de México y Querétaro. El proyecto se paró cuando se dio a conocer que uno de los constructores del tren –el grupo Higa– era cercano al presidente y estaba involucrado en la compra, el crédito y la construcción de la casa de AngélicaRivera, la esposa del presidente.Este evento calificado como un conflicto de interés, envolvió a la presidencia en un escándalo del que ya no pudo recuperarse. En una entrevista reciente, donde Enrique Peña Nieto habló de sus seis años de gobierno, mencionó que la construcción del tren se canceló por falta de presupuesto y no por el escándalo provocado.
Reducir la pobrezaUna de las promesas que más se repiten en los discursos de campaña es la reducción de la pobreza, que afecta actualmente a 53.4 millones personas. Enrique Peña Nieto no fue la excepción, durante la campaña anunció diversos planes que involucraban acabar, primero con la desnutrición y el analfabetismo, a través de la Secretaría de Desarrollo Social. Esta Secretaría, dirigida por Rosario Robles, impulsó un plan nombrado “Cruzada contra el hambre” que tenía como propósito llevar despensas y alimento a comunidades vulnerables, 400 en una primer etapa. El programa fue denunciado por el Partido Acción Nacional por la utilización de recursos y despensas para condicionar los votos en favor del PRI, durante las elecciones de Veracruz en 2016. Una investigación periodística publicada en 2017 y una auditoría, mostraron que al menos durante 2015, se desviaron más de 1,400 millones de pesos que cobraron empresas fantasmas que simularon la venta de bienes y servicios, en uno de los casos de corrupción más graves del sexenio. El número de mexicanos que viven en extrema pobreza es 53.4 millones, mayor a la presentada por el CONEVAL en diciembre 2012, cuando Felipe Calderón Hinojosa dejó el cargo, con 53.3 millones de habitantes viviendo en situación de pobreza.
Menos corrupciónEnormes escándalos de corrupción rodearon la imagen del presidente que fue portada de la revista Time en 2oo4. Entre gobernadores, líderes sindicales, secretarios de estado, presidentes municipales y hasta empresarios señalados por este crimen, se planteó fundar un organismo autónomo que se dedicara a prevenir, investigar y castigar los casos de corrupción en el gobierno. Este sistema contaría con una fiscalía y un tribunal especializado en esta materia. Sin embargo, la Comisión Nacional Anticorrupción, que inició operaciones el año pasado, no ha logrado consolidarse por falta de recursos económicos y humanos.El Índice de Percepción de la Corrupción, elaborado por la organización Transparencia Internacional, ubicó a México en el número 135 de 180 países en materia anticorrupción, colocándolo como el país peor evaluado del G-20 y del OCDE.Más hospitalesDurante estos seis años, Enrique Peña Nieto ha inaugurado hospitales en varias partes del país: el Estado de México, Yucatán, Sonora, Chiapas y Durango, pero son solo 11 de los 23 que prometió. Parte de la estrategia y los compromisos planteaban no sólo construir centros hospitalarios y clínicas, sino dotarlos de infraestructura y los medicamentos necesarios para tratar las enfermedades que afectan a los mexicanos. Sin embargo, según cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad, sólo el 61% de los pacientes que padecen hipertensión, diabetes o tienen problemas de colesterol, obtienen los medicamentos que necesitan para tratarse en las clínicas u hospitales del Estado. Ese mismo reporte señaló que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se redujo en un 20% el presupuesto que ejerce la Secretaría de Salud anualmente, provocando el desabasto de medicamento y afectando mayormente el bolsillo de los derechohabientes que, si llegan a padecer alguna enfermedad crónica, gastan en promedio 40% de su salario para atenderla.Según un reporte publicado por la OCDE, por cada 1,000 habitantes en México, hay solo 2.4 médicos, en relación con los 3.4, que tienen otros países de la OCDE.
Más universitarios, más universidadesUna de las promesas que firmó EPN fue la de atender los principales problemas de la juventud mexicana, como la falta de trabajo y salarios mal remunerados. También prometió –ante notario– que aumentaría en 45% la cobertura de la Educación Superior a nivel nacional, sin embargo en México 7 de cada 10 jóvenes siguen sin tener la oportunidad de entrar a una universidad y la mayoría siguen estando ubicadas solamente en las principales ciudades del país. Acapulco: Infraestructura y seguridadPara los nostálgicos, pronunciar Acapulco evoca un tiempo donde Elizabeth Taylor, Rock Hudson y hasta Frank Sinatra nadaban en las playa de Caleta, sin embargo este lugar que alguna vez fue llamado paraíso, ha aparecido en los rankings de las ciudades más violentas del mundo desde el 2008. Ante los guerrerenses, Peña Nieto prometió duplicar esfuerzos para mejorar la seguridad en esta zona costera, sin embargo la recuperación de lo que se conoce como Acapulco Tradicional nunca avanzó. Aún se encuentra en el tercer lugar del ranking de las ciudades más violentas del mundo y los empresarios y el sector turístico continúan lidiando con grupos del crimen organizado.En ese mismo estado, en Iguala, la desaparición de 43 normalistas en 2014, puso en jaque a este gobierno, que se enfrentó como pocas veces, a la presión de una opinión pública que le pedía explicaciones al borde de la desesperación. Organizaciones internacionales continúan demandando la instalación de una comisión de la verdad, después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos señalara diversas irregularidades en la investigación. El sexenio de Enrique Peña Nieto se ha convertido en uno de los más violentos de la historia del país.Infraestructura para todosDe los anuncios más relevantes durante la campaña y el sexenio, fue la inversión que se haría en materia de agua, además de la construcción de infraestructura, como oleoductos, y el acceso universal a internet, entre otros servicios, con un presupuesto de 928 mil 881 millones de pesos.Según cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el 40% de ese dinero, fue destinado únicamente a beneficiar al Estado de México, donde nació Peña Nieto, y donde sigue gobernando el PRI. CDMX VerdeLa Ciudad de México es la sede de los tres poderes y es también una de las ciudades más contaminadas del país. Durante su campaña, el presidente prometió mejorar la calidad de parques y reservas ecológicas de la Zona Metropolitana del Valle de México, para ayudar a reducir este problema. Entre las áreas que serían beneficiadas estaban el Bosque de Chapultepec, el Bosque de Aragón y Xochimilco.Sin embargo, a simple vista, las acciones no llegaron. Se anunció que se construyeron plantas de tratamiento de agua en estas reservas pero entrarán en operación hasta finales del año.
Previo al último informe presidencial de Enrique Peña Nieto, hacemos una revisión de las promesas que firmó durante su campaña electoral bajo el slogan “te lo firmo, te lo cumplo”. Muchas de ellas no se cumplieron. Más y mejores escuelasLa reforma educativa que Enrique Peña Nieto firmó a tan sólo diecinueve días de tomar el poder, prometía hacer una cambio radical en la educación básica de todo el país. No sólo eso, esta reforma se comprometió a poner fin al conflicto que el gobierno tenía con el magisterio y sus sindicatos. Además y quizá lo más importante, es que la reforma impulsaba una fuerte inversión para mejorar la infraestructura escolar. Esto incluía mejorar o proveer servicios básicos como baños dignos, y la instalación de computadoras con acceso a internet en cada uno de los 213 mil 359 planteles de educación básica que existen en el país.
Uno de los últimos censos que publicó el CONEVAL sobre la situación de precariedad en las escuelas, señaló que el 11% ellas–la mayoría localizada en regiones indígenas– aún no cuentan con baño, ni mobiliario básico, a veces ni con profesores que hablen la misma lengua que sus educandos.Durante este sexenio el gasto de gobierno para mejorar estas condiciones, se acercó a los 50 mil millones de pesos –que han ayudado a modificar 34, 829 planteles– según datos del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa. Sin embargo los sismos de septiembre del año pasado, revelaron que esta inversión no llegó a varias escuelas del sur y del centro del país, pues a casi un año de los terremotos, cerca de 19 mil planteles siguen afectados.La reforma educativa, que Andrés Manuel López Obrador anunció sería anulada en su gobierno, fue severamente cuestionada durante el proceso electoral de julio, después de que se diera a conocer el gasto excesivo que hizo la Secretaría de EducaciónPública, a cargo de Aurelio Nuño. La cifra más alarmante es el gasto en comunicación, que rebasó los 1, 681 millones de pesos, más del 2.700% del presupuesto que el congreso había aprobado para este rubro que, pretendía informar a los ciudadanos sobre los avances de este programa.
Menos diputados, más presupuestoEnrique Peña Nieto prometió planear e impulsar, una vez que se sentara en la codiciada silla presidencial, una reforma legislativa para reducir 100 miembros del número establecido de diputados federales. Solamente el año pasado la Cámara de Diputados –que aún tiene 500 miembros– registró un gasto de 971 millones 455 mil pesos, solo en salarios y prestaciones. Otro de los gastos que se reportaron en San Lázaro durante este año, fue la compra de artículos de papelería por más de 8 millones de pesos y más de 4 millones, sólo en agua, café y galletas.En tren de norte a sur De los 266 compromisos que hizo el actual presidente en campaña, 96 tenían que ver con el mejoramiento y construcción de medios y vías de transporte a nivel nacional. Algunas de estas promesas tenían forma de carreteras, líneas de metro y quizá lo más interesante era la construcción de vías férreas, que conectarían a la ciudad de Guadalajara con Aguascalientes, Yucatán con Quintana Roo y el tren que se encuentra en proceso de prueba, que conectará Toluca con la CDMX.Uno de los proyectos más polémicos fue el tren de alta velocidad que prometía reducir tiempos y costos en traslados entre la Ciudad de México y Querétaro. El proyecto se paró cuando se dio a conocer que uno de los constructores del tren –el grupo Higa– era cercano al presidente y estaba involucrado en la compra, el crédito y la construcción de la casa de AngélicaRivera, la esposa del presidente.Este evento calificado como un conflicto de interés, envolvió a la presidencia en un escándalo del que ya no pudo recuperarse. En una entrevista reciente, donde Enrique Peña Nieto habló de sus seis años de gobierno, mencionó que la construcción del tren se canceló por falta de presupuesto y no por el escándalo provocado.
Reducir la pobrezaUna de las promesas que más se repiten en los discursos de campaña es la reducción de la pobreza, que afecta actualmente a 53.4 millones personas. Enrique Peña Nieto no fue la excepción, durante la campaña anunció diversos planes que involucraban acabar, primero con la desnutrición y el analfabetismo, a través de la Secretaría de Desarrollo Social. Esta Secretaría, dirigida por Rosario Robles, impulsó un plan nombrado “Cruzada contra el hambre” que tenía como propósito llevar despensas y alimento a comunidades vulnerables, 400 en una primer etapa. El programa fue denunciado por el Partido Acción Nacional por la utilización de recursos y despensas para condicionar los votos en favor del PRI, durante las elecciones de Veracruz en 2016. Una investigación periodística publicada en 2017 y una auditoría, mostraron que al menos durante 2015, se desviaron más de 1,400 millones de pesos que cobraron empresas fantasmas que simularon la venta de bienes y servicios, en uno de los casos de corrupción más graves del sexenio. El número de mexicanos que viven en extrema pobreza es 53.4 millones, mayor a la presentada por el CONEVAL en diciembre 2012, cuando Felipe Calderón Hinojosa dejó el cargo, con 53.3 millones de habitantes viviendo en situación de pobreza.
Menos corrupciónEnormes escándalos de corrupción rodearon la imagen del presidente que fue portada de la revista Time en 2oo4. Entre gobernadores, líderes sindicales, secretarios de estado, presidentes municipales y hasta empresarios señalados por este crimen, se planteó fundar un organismo autónomo que se dedicara a prevenir, investigar y castigar los casos de corrupción en el gobierno. Este sistema contaría con una fiscalía y un tribunal especializado en esta materia. Sin embargo, la Comisión Nacional Anticorrupción, que inició operaciones el año pasado, no ha logrado consolidarse por falta de recursos económicos y humanos.El Índice de Percepción de la Corrupción, elaborado por la organización Transparencia Internacional, ubicó a México en el número 135 de 180 países en materia anticorrupción, colocándolo como el país peor evaluado del G-20 y del OCDE.Más hospitalesDurante estos seis años, Enrique Peña Nieto ha inaugurado hospitales en varias partes del país: el Estado de México, Yucatán, Sonora, Chiapas y Durango, pero son solo 11 de los 23 que prometió. Parte de la estrategia y los compromisos planteaban no sólo construir centros hospitalarios y clínicas, sino dotarlos de infraestructura y los medicamentos necesarios para tratar las enfermedades que afectan a los mexicanos. Sin embargo, según cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad, sólo el 61% de los pacientes que padecen hipertensión, diabetes o tienen problemas de colesterol, obtienen los medicamentos que necesitan para tratarse en las clínicas u hospitales del Estado. Ese mismo reporte señaló que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se redujo en un 20% el presupuesto que ejerce la Secretaría de Salud anualmente, provocando el desabasto de medicamento y afectando mayormente el bolsillo de los derechohabientes que, si llegan a padecer alguna enfermedad crónica, gastan en promedio 40% de su salario para atenderla.Según un reporte publicado por la OCDE, por cada 1,000 habitantes en México, hay solo 2.4 médicos, en relación con los 3.4, que tienen otros países de la OCDE.
Más universitarios, más universidadesUna de las promesas que firmó EPN fue la de atender los principales problemas de la juventud mexicana, como la falta de trabajo y salarios mal remunerados. También prometió –ante notario– que aumentaría en 45% la cobertura de la Educación Superior a nivel nacional, sin embargo en México 7 de cada 10 jóvenes siguen sin tener la oportunidad de entrar a una universidad y la mayoría siguen estando ubicadas solamente en las principales ciudades del país. Acapulco: Infraestructura y seguridadPara los nostálgicos, pronunciar Acapulco evoca un tiempo donde Elizabeth Taylor, Rock Hudson y hasta Frank Sinatra nadaban en las playa de Caleta, sin embargo este lugar que alguna vez fue llamado paraíso, ha aparecido en los rankings de las ciudades más violentas del mundo desde el 2008. Ante los guerrerenses, Peña Nieto prometió duplicar esfuerzos para mejorar la seguridad en esta zona costera, sin embargo la recuperación de lo que se conoce como Acapulco Tradicional nunca avanzó. Aún se encuentra en el tercer lugar del ranking de las ciudades más violentas del mundo y los empresarios y el sector turístico continúan lidiando con grupos del crimen organizado.En ese mismo estado, en Iguala, la desaparición de 43 normalistas en 2014, puso en jaque a este gobierno, que se enfrentó como pocas veces, a la presión de una opinión pública que le pedía explicaciones al borde de la desesperación. Organizaciones internacionales continúan demandando la instalación de una comisión de la verdad, después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos señalara diversas irregularidades en la investigación. El sexenio de Enrique Peña Nieto se ha convertido en uno de los más violentos de la historia del país.Infraestructura para todosDe los anuncios más relevantes durante la campaña y el sexenio, fue la inversión que se haría en materia de agua, además de la construcción de infraestructura, como oleoductos, y el acceso universal a internet, entre otros servicios, con un presupuesto de 928 mil 881 millones de pesos.Según cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el 40% de ese dinero, fue destinado únicamente a beneficiar al Estado de México, donde nació Peña Nieto, y donde sigue gobernando el PRI. CDMX VerdeLa Ciudad de México es la sede de los tres poderes y es también una de las ciudades más contaminadas del país. Durante su campaña, el presidente prometió mejorar la calidad de parques y reservas ecológicas de la Zona Metropolitana del Valle de México, para ayudar a reducir este problema. Entre las áreas que serían beneficiadas estaban el Bosque de Chapultepec, el Bosque de Aragón y Xochimilco.Sin embargo, a simple vista, las acciones no llegaron. Se anunció que se construyeron plantas de tratamiento de agua en estas reservas pero entrarán en operación hasta finales del año.
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