Javier Cercas y «El monarca de las sombras»
El escritor Javier Cercas presentó su más reciente novela, en la que explora la huella del pasado y la Guerra Civil española.
Javier Cercas habla de manera pausada, entorna los ojos y voltea hacia otro lado mientras piensa un poco en las palabras con las que responde esta entrevista. Está sentado en el jardín del hotel Camino Real, en la Ciudad de México, en una banca bajo el amparo de un árbol. Ha venido para presentar su más reciente novela, El monarca de las sombras (Literatura Random House, 2016), un “relato real” —como él califica sus novelas— en el que cuenta la historia de su tío-abuelo Manuel Mena, un adolescente que se unió a las tropas de Francisco Franco, el militar que se alzó en contra de la República española para implantar una dictadura que duró cuarenta años: “Cuarenta y tres”, precisa el autor, “pues también hay que contar los tres años de guerra”.
Cercas ya había publicado un par de novelas cuando llegó el éxito con Soldados de Salamina en 2001. Por esa novela, el también columnista de El País, ganó casi todos los premios existentes en España y alcanzó ventas por un millón de ejemplares; además, ésta fue adaptada al cine por David Trueba en 2003, donde participa el actor mexicano Diego Luna. El éxito volvió en 2014 con su novela anterior, El impostor, sobre un personaje llamado Enric Marco, quien, entre otras cosas, se hace pasar por un sobreviviente del Holocausto de la Segunda Guerra Mundial. “Recibió el premio a la mejor novela europea, la mejor novela en China, en Italia, un montón de premios más, pero en España provocó reacciones brutales.” Éstas surgieron porque el escritor hacía ahí una crítica muy certera a lo que en España llaman la “recuperación de la memoria histórica”; es decir, tratar de reconciliarse con el pasado y con la Guerra Civil.
En su obra, Cercas explora cómo sus personajes pueden ser, según el ojo con que se miren, héroes o antihéroes. Tal como sucede con El monarca de las sombras, que cuenta la historia de un muchacho que para su familia fue un héroe, pues durante la Guerra Civil luchó y murió junto a los franquistas, los vencedores, que con el paso del tiempo quedaron como los villanos dada la dictadura que implantaron.
Cercas llama a sus novelas “relatos reales” porque son una mezcla de realidad, ficción y autobiografía. De manera que Mena le sirve de pretexto para contar también la historia de su familia y la del pueblo de donde viene, Ibahernando, en Cáceres, España. “El peor pasado es el de la propia familia. Muy poca gente lo conoce. Si tú conoces esa herencia, puedes manejarla, pero si no la conoces, ella te maneja a ti, te usa”, explica sobre la memoria histórica.
Uno de sus abuelos, también franquista, le salvó la vida a un hombre de este pueblo que era socialista. De manera que podría decirse, como cantaba David Bowie, que fue héroe por un día. “Sí, pero se lo calló”, dice Cercas y luego abunda: “La virtud es secreta o no es. En cuanto un acto valeroso sale a la luz y se exhibe, deja de ser valioso. Miralles [convertido en personaje en Soldados de Salamina] es el único héroe puro que he creado, no sólo por el hecho de salvarle la vida a un hombre, sino que nunca habló de su pasado, obviamente heroico y noble y valeroso. El heroísmo es anónimo; si alguien lo confiesa, ese héroe se desmorona”.
El otro protagonista de El monarca de las sombras es el pueblo natal de Javier Cercas, Ibahernando, en Extremadura. “Sabemos qué pasó en España, pero no sabemos, o al menos yo no sabía, cómo se había vivido la guerra en un pueblo olvidado de la mano de Dios como el mío”, comenta. Así, la gran historia de la Guerra Civil española se traslada a un pueblo con pocos habitantes, cerca de la frontera con Portugal.
“La gente cuenta leyendas. Los literatos fantasean. Sólo la muerte es segura”, cita a lo largo de esta novela un cuento del escritor serbio Danilo Kiš. Justo eso hace Javier Cercas: escuchar las leyendas que cuenta la gente sobre la familia y la guerra.
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