Magela Baudoin: El quiebre de la calma
La escritora Magela Baudoin habla sobre “La composición de la sal”, ganador del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez.
Para Magela Baudoin, el cuento es un artefacto de una precisión enorme. En sus manos, este género literario es una fisura desde la que se abren universos con historias silenciosamente estremecedoras. La composición de la sal, su primer libro de cuentos, ganó el Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez. Ahora, este título es editado en México por Editorial Almadía.
“A mí me gusta que el cuento tenga el latigazo eléctrico de una anguila pero que tenga profundidad en esa corta distancia de la lectura”, dice la escritora, quien nació en Bolivia en 1973. Baudoin señala que, al buscar en lo profundo, se puede buscar algo que se está pudriendo muy abajo. “Las resonancias de ese hedor es lo que podemos leer en el presente sin saber bien de qué va, o de dónde viene”.
Es ahí donde radica la columna de La composición de la sal: En una aparente calma, en escenas cotidianas que esconden grietas tanto en temas personales, como sociales, y todo el espectro que conecta a ambos. “Me interesa cuando esa serenidad que hay en lo ‘normal’, se quiebra y pone a temblar a esa estabilidad. También me interesa la irrupción de la memoria en el ahora como un elemento presente, como un elemento disruptor, un elemento perturbador de la calma”.
Baudoin también es periodista y profesora universitaria. Además de La composición de la sal, publicó el libro de entrevistas Mujeres de costado en 2010 y la novela El sonido de la H en 2014. Su movimiento entre géneros no es premeditado, ya que primero piensa en la historia que desea contar. El medio que utiliza surge orgánicamente. “Digamos que no tengo puertas cerradas, sino más bien pasadizos bastante amplios entre una casa y otra, la periodística y la literaria”.
La escritora dice que el periodismo ha contribuido de manera muy importante en su narrativa, y viceversa. “Si es la manera de mirar de un periodista que es presbítera, sin sesgo, que siempre está buscando los laterales”. También apunta que el cuento puede tomar la economía del lenguaje, entre otras cosas. “Los periodistas tienen este músculo escritural que hace que uno tenga que escribir y que la página en blanco no exista, y al revés, la manera en que la narrativa fluyen desde el interior los temas también permea de manera positiva el periodismo”.
Para ella, el proceso creativo funciona por contaminación. “Te contamina el entorno, te contamina la propia historia, los fantasmas que viven en ti, y de ahí surge la potencia de una imagen”. Baudoin dice que su lado que busca narrar recoge esas incomodidades, descubiertas en el proceso del quehacer periodístico y las cuenta. Sin embargo, las historias también surgen desde otros lugares, como una entrevista en radio que escuchó en España, la cual la dejó perturbada. “Más que desde la intención de narrar un espacio geográfico, de la incomodidad, de esta contaminación interior o exterior, que detona cosas”.
Magela Baudoin atribuye al boom del cuento en América Latina al florecimiento de las editoriales independientes, con lo cual se reconoce una larga tradición regional. “Se está manejando una multiplicidad de voces, de literaturas que están contando con una potencia tremenda esto que está moviéndose en la región”.
Sobre las bondades del cuento, Magela Baudoin señala que lo que ama del cuento es la manera en la que en él puede verse un mundo en una fractura. “En una pequeña grieta puede verse un mundo, puede verse un imaginario, puede verse una fuerza psicológica apenas con una imagen que evoca y alude muchas más cosas. Esa potencia poética que cifra la alusión me gusta muchísimo”, concluye.
Recomendaciones Gatopardo
Más historias que podrían interesarte.