Hace semanas contaba cómo una investigación periodística de vanguardia (los #PanamaPapers) había logrado ocupar todos los reflectores e incluso catalizar protestas sociales como las que ocasionaron la renuncia del primer ministro de Islandia. Esta vez escribo sobre un caso que injustamente parece todo lo contrario: Animal Político –medio nativo digital con amplia experiencia en periodismo de investigación– muestra en una investigación que el gobierno de Veracruz usa empresas fantasmas para desaparecer millones de pesos. La mayoría de los principales medios mexicanos simplemente callan ante semejante revelación. Sospechoso... Podría parecer un asunto menor entre un medio pequeño y un estado de la república que no es central. Pero es todo lo contrario. Animal Político es uno de los medios más críticos, innovadores y centrales en la agenda mediática mexicana contemporánea. Veracruz es el peor lugar para ejercer el periodismo en México y el gobierno de Javier Duarte ha enfrentado todo tipo de críticas simplemente negándolas. Además, no se trata de un caso aislado sino de la norma. Este caso es de Veracruz, pero exhibe la corrupción en México. Este caso es de Animal Político pero exhibe los mecanismos de control gubernamental a la libertad de prensa. La investigación Animal Político publicó esta semana una investigación que muestra cómo el gobierno de Veracruz usa empresas fantasma para adjudicarles millones de pesos. Tales empresas obtienen ese dinero para suministrar productos a poblaciones vulnerables, pero no hay seguimiento que demuestre que realmente se entregaron dichos apoyos. Y por si fuera poco, tras recibir el dinero las empresas desaparecían para nunca más volver. Claro que desaparecer es un decir, porque resulta ser que tales empresas tenían sus supuestas sedes en direcciones inexistentes, predios abandonados, vecindades donde nadie ha escuchado de tal empresa y casas particulares en zonas de pobreza. La investigación está dividida en tres partes principales que pueden leerse en los siguientes enlaces: 1. Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma. 2. Las sedes de la red de empresas de Veracruz son casas, tienditas y lotes baldíos. 3. Los socios de la red empresas de Veracruz en realidad conducen un taxi o venden cosméticos. El reportaje está fundamentado en un análisis de contratos convenidos entre instancias del gobierno de Veracruz y estas empresas que nadie conoce. Esta información fue obtenida a través de solicitudes de transparencia y luego contrastadas con trabajo de campo. Se trata de una forma de investigación que mezcla el reporterismo tradicional de ir al lugar de los hechos, con las técnicas de periodismo de datos propias de la era digital. Lo que en papel puede parecer una empresa más, se puede volver relevante cuando se acude a la sede de las empresas. A nivel de presentación, la investigación de Animal Político también es interesante al estar enfocada a los lectores de la era digital. Aunque el texto es el eje central de la narrativa periodística, la investigación tiene como parte fundamental a las infografías que resumen, explican el contexto, contrastan los contratos con fotografías de las supuestas empresas, etc. Además, la investigación usa mapas interactivos, videos, audios y galerías. Incluso el uso de emojis puede ser destacado como una forma de comunicación empática con la indignación de los lectores. Sin embargo, probablemente el mayor aporte sea el acto de transparentar la investigación poniendo a disposición de todo el público más de 600 MB con los contratos, licitaciones y solicitudes de transparencia. Una gran investigación por donde se le vea. Lo raro: Las respuestas Ante la investigación, el secretario de finanzas y el contralor de Veracruz se reunieron con el director y el reportero de Animal Políticoen el programa de Ciro Gómez Leyva. La postura oficial fue risible de tan simplista: Todo fue legal porque las empresas estaban legalmente constituidas y los procesos de asignación de recursos se cumplieron. Es decir, que como se cumplieron todos los trámites, todo estuvo legal aunque sea evidente que se trata de una trampa. En palabras del director de Animal Político: "Frente a estos datos, la única respuesta del gobierno de Javier Duarte ha sido que todo lo sucedido fue 'legal'. Quizá tienen razón. Pero me queda claro que eso es lo que menos importa. Porque 'legal' es, en este caso, la forma de decir que se cumplieron trámites administrativos, pero que nadie pudo ni quiso investigar si el dinero se estaba gastando bien". Luego vino un vuelco en la historia que aún está por aclararse. Víctor Hugo Arteaga, uno de los autores que originalmente firmaban al reportaje, decidió deslindarse del mismo. Primero lo hizo en voz del contralor de Veracruz y luego en el programa radiofónico de Alejandro Cacho. ¿Lo hizo presionado por el gobierno de Veracruz? ¿Por qué tal deslinde ocurrió hasta después de que se publicara el texto? ¿Por qué el contralor fue quien anunció tal decisión y no el reportero directamente? Después vinieron cuentas de Twitter con amenazas a Animal Político y a su director Daniel Moreno. Algunas incluso hablaron acerca de que se revelarían llamadas telefónicas entre este último y el hijo de Miguel Ángel Yunes (controvertido candidato al gobierno de Veracruz por el PAN). Daniel Moreno aseguró que tales conversaciones no han ocurrido y que se trata de un intento de desprestigiarlo. Por último, la desaparición del tema de los medios tradicionales más importantes del país. Como lo dice el periodista Mario Campos en su análisis diario sobre la agenda mediática: "El tema importa por la difusión que ha tenido, porque muestra un modus operandi que se repite en otros lados del país, y porque pocas veces un trabajo periodístico tiene estos efectos. El tema no está en ninguna primera plana, pero es algo que sin duda tienen que saber en este viernes".
Sobre las diversas respuestas (la oficial, las de los medios) a la investigación de Animal Político que denuncia un entramado de empresas fantasma relacionadas con el gobierno de Veracruz.
Hace semanas contaba cómo una investigación periodística de vanguardia (los #PanamaPapers) había logrado ocupar todos los reflectores e incluso catalizar protestas sociales como las que ocasionaron la renuncia del primer ministro de Islandia. Esta vez escribo sobre un caso que injustamente parece todo lo contrario: Animal Político –medio nativo digital con amplia experiencia en periodismo de investigación– muestra en una investigación que el gobierno de Veracruz usa empresas fantasmas para desaparecer millones de pesos. La mayoría de los principales medios mexicanos simplemente callan ante semejante revelación. Sospechoso... Podría parecer un asunto menor entre un medio pequeño y un estado de la república que no es central. Pero es todo lo contrario. Animal Político es uno de los medios más críticos, innovadores y centrales en la agenda mediática mexicana contemporánea. Veracruz es el peor lugar para ejercer el periodismo en México y el gobierno de Javier Duarte ha enfrentado todo tipo de críticas simplemente negándolas. Además, no se trata de un caso aislado sino de la norma. Este caso es de Veracruz, pero exhibe la corrupción en México. Este caso es de Animal Político pero exhibe los mecanismos de control gubernamental a la libertad de prensa. La investigación Animal Político publicó esta semana una investigación que muestra cómo el gobierno de Veracruz usa empresas fantasma para adjudicarles millones de pesos. Tales empresas obtienen ese dinero para suministrar productos a poblaciones vulnerables, pero no hay seguimiento que demuestre que realmente se entregaron dichos apoyos. Y por si fuera poco, tras recibir el dinero las empresas desaparecían para nunca más volver. Claro que desaparecer es un decir, porque resulta ser que tales empresas tenían sus supuestas sedes en direcciones inexistentes, predios abandonados, vecindades donde nadie ha escuchado de tal empresa y casas particulares en zonas de pobreza. La investigación está dividida en tres partes principales que pueden leerse en los siguientes enlaces: 1. Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma. 2. Las sedes de la red de empresas de Veracruz son casas, tienditas y lotes baldíos. 3. Los socios de la red empresas de Veracruz en realidad conducen un taxi o venden cosméticos. El reportaje está fundamentado en un análisis de contratos convenidos entre instancias del gobierno de Veracruz y estas empresas que nadie conoce. Esta información fue obtenida a través de solicitudes de transparencia y luego contrastadas con trabajo de campo. Se trata de una forma de investigación que mezcla el reporterismo tradicional de ir al lugar de los hechos, con las técnicas de periodismo de datos propias de la era digital. Lo que en papel puede parecer una empresa más, se puede volver relevante cuando se acude a la sede de las empresas. A nivel de presentación, la investigación de Animal Político también es interesante al estar enfocada a los lectores de la era digital. Aunque el texto es el eje central de la narrativa periodística, la investigación tiene como parte fundamental a las infografías que resumen, explican el contexto, contrastan los contratos con fotografías de las supuestas empresas, etc. Además, la investigación usa mapas interactivos, videos, audios y galerías. Incluso el uso de emojis puede ser destacado como una forma de comunicación empática con la indignación de los lectores. Sin embargo, probablemente el mayor aporte sea el acto de transparentar la investigación poniendo a disposición de todo el público más de 600 MB con los contratos, licitaciones y solicitudes de transparencia. Una gran investigación por donde se le vea. Lo raro: Las respuestas Ante la investigación, el secretario de finanzas y el contralor de Veracruz se reunieron con el director y el reportero de Animal Políticoen el programa de Ciro Gómez Leyva. La postura oficial fue risible de tan simplista: Todo fue legal porque las empresas estaban legalmente constituidas y los procesos de asignación de recursos se cumplieron. Es decir, que como se cumplieron todos los trámites, todo estuvo legal aunque sea evidente que se trata de una trampa. En palabras del director de Animal Político: "Frente a estos datos, la única respuesta del gobierno de Javier Duarte ha sido que todo lo sucedido fue 'legal'. Quizá tienen razón. Pero me queda claro que eso es lo que menos importa. Porque 'legal' es, en este caso, la forma de decir que se cumplieron trámites administrativos, pero que nadie pudo ni quiso investigar si el dinero se estaba gastando bien". Luego vino un vuelco en la historia que aún está por aclararse. Víctor Hugo Arteaga, uno de los autores que originalmente firmaban al reportaje, decidió deslindarse del mismo. Primero lo hizo en voz del contralor de Veracruz y luego en el programa radiofónico de Alejandro Cacho. ¿Lo hizo presionado por el gobierno de Veracruz? ¿Por qué tal deslinde ocurrió hasta después de que se publicara el texto? ¿Por qué el contralor fue quien anunció tal decisión y no el reportero directamente? Después vinieron cuentas de Twitter con amenazas a Animal Político y a su director Daniel Moreno. Algunas incluso hablaron acerca de que se revelarían llamadas telefónicas entre este último y el hijo de Miguel Ángel Yunes (controvertido candidato al gobierno de Veracruz por el PAN). Daniel Moreno aseguró que tales conversaciones no han ocurrido y que se trata de un intento de desprestigiarlo. Por último, la desaparición del tema de los medios tradicionales más importantes del país. Como lo dice el periodista Mario Campos en su análisis diario sobre la agenda mediática: "El tema importa por la difusión que ha tenido, porque muestra un modus operandi que se repite en otros lados del país, y porque pocas veces un trabajo periodístico tiene estos efectos. El tema no está en ninguna primera plana, pero es algo que sin duda tienen que saber en este viernes".
Sobre las diversas respuestas (la oficial, las de los medios) a la investigación de Animal Político que denuncia un entramado de empresas fantasma relacionadas con el gobierno de Veracruz.
Hace semanas contaba cómo una investigación periodística de vanguardia (los #PanamaPapers) había logrado ocupar todos los reflectores e incluso catalizar protestas sociales como las que ocasionaron la renuncia del primer ministro de Islandia. Esta vez escribo sobre un caso que injustamente parece todo lo contrario: Animal Político –medio nativo digital con amplia experiencia en periodismo de investigación– muestra en una investigación que el gobierno de Veracruz usa empresas fantasmas para desaparecer millones de pesos. La mayoría de los principales medios mexicanos simplemente callan ante semejante revelación. Sospechoso... Podría parecer un asunto menor entre un medio pequeño y un estado de la república que no es central. Pero es todo lo contrario. Animal Político es uno de los medios más críticos, innovadores y centrales en la agenda mediática mexicana contemporánea. Veracruz es el peor lugar para ejercer el periodismo en México y el gobierno de Javier Duarte ha enfrentado todo tipo de críticas simplemente negándolas. Además, no se trata de un caso aislado sino de la norma. Este caso es de Veracruz, pero exhibe la corrupción en México. Este caso es de Animal Político pero exhibe los mecanismos de control gubernamental a la libertad de prensa. La investigación Animal Político publicó esta semana una investigación que muestra cómo el gobierno de Veracruz usa empresas fantasma para adjudicarles millones de pesos. Tales empresas obtienen ese dinero para suministrar productos a poblaciones vulnerables, pero no hay seguimiento que demuestre que realmente se entregaron dichos apoyos. Y por si fuera poco, tras recibir el dinero las empresas desaparecían para nunca más volver. Claro que desaparecer es un decir, porque resulta ser que tales empresas tenían sus supuestas sedes en direcciones inexistentes, predios abandonados, vecindades donde nadie ha escuchado de tal empresa y casas particulares en zonas de pobreza. La investigación está dividida en tres partes principales que pueden leerse en los siguientes enlaces: 1. Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma. 2. Las sedes de la red de empresas de Veracruz son casas, tienditas y lotes baldíos. 3. Los socios de la red empresas de Veracruz en realidad conducen un taxi o venden cosméticos. El reportaje está fundamentado en un análisis de contratos convenidos entre instancias del gobierno de Veracruz y estas empresas que nadie conoce. Esta información fue obtenida a través de solicitudes de transparencia y luego contrastadas con trabajo de campo. Se trata de una forma de investigación que mezcla el reporterismo tradicional de ir al lugar de los hechos, con las técnicas de periodismo de datos propias de la era digital. Lo que en papel puede parecer una empresa más, se puede volver relevante cuando se acude a la sede de las empresas. A nivel de presentación, la investigación de Animal Político también es interesante al estar enfocada a los lectores de la era digital. Aunque el texto es el eje central de la narrativa periodística, la investigación tiene como parte fundamental a las infografías que resumen, explican el contexto, contrastan los contratos con fotografías de las supuestas empresas, etc. Además, la investigación usa mapas interactivos, videos, audios y galerías. Incluso el uso de emojis puede ser destacado como una forma de comunicación empática con la indignación de los lectores. Sin embargo, probablemente el mayor aporte sea el acto de transparentar la investigación poniendo a disposición de todo el público más de 600 MB con los contratos, licitaciones y solicitudes de transparencia. Una gran investigación por donde se le vea. Lo raro: Las respuestas Ante la investigación, el secretario de finanzas y el contralor de Veracruz se reunieron con el director y el reportero de Animal Políticoen el programa de Ciro Gómez Leyva. La postura oficial fue risible de tan simplista: Todo fue legal porque las empresas estaban legalmente constituidas y los procesos de asignación de recursos se cumplieron. Es decir, que como se cumplieron todos los trámites, todo estuvo legal aunque sea evidente que se trata de una trampa. En palabras del director de Animal Político: "Frente a estos datos, la única respuesta del gobierno de Javier Duarte ha sido que todo lo sucedido fue 'legal'. Quizá tienen razón. Pero me queda claro que eso es lo que menos importa. Porque 'legal' es, en este caso, la forma de decir que se cumplieron trámites administrativos, pero que nadie pudo ni quiso investigar si el dinero se estaba gastando bien". Luego vino un vuelco en la historia que aún está por aclararse. Víctor Hugo Arteaga, uno de los autores que originalmente firmaban al reportaje, decidió deslindarse del mismo. Primero lo hizo en voz del contralor de Veracruz y luego en el programa radiofónico de Alejandro Cacho. ¿Lo hizo presionado por el gobierno de Veracruz? ¿Por qué tal deslinde ocurrió hasta después de que se publicara el texto? ¿Por qué el contralor fue quien anunció tal decisión y no el reportero directamente? Después vinieron cuentas de Twitter con amenazas a Animal Político y a su director Daniel Moreno. Algunas incluso hablaron acerca de que se revelarían llamadas telefónicas entre este último y el hijo de Miguel Ángel Yunes (controvertido candidato al gobierno de Veracruz por el PAN). Daniel Moreno aseguró que tales conversaciones no han ocurrido y que se trata de un intento de desprestigiarlo. Por último, la desaparición del tema de los medios tradicionales más importantes del país. Como lo dice el periodista Mario Campos en su análisis diario sobre la agenda mediática: "El tema importa por la difusión que ha tenido, porque muestra un modus operandi que se repite en otros lados del país, y porque pocas veces un trabajo periodístico tiene estos efectos. El tema no está en ninguna primera plana, pero es algo que sin duda tienen que saber en este viernes".
Sobre las diversas respuestas (la oficial, las de los medios) a la investigación de Animal Político que denuncia un entramado de empresas fantasma relacionadas con el gobierno de Veracruz.
Hace semanas contaba cómo una investigación periodística de vanguardia (los #PanamaPapers) había logrado ocupar todos los reflectores e incluso catalizar protestas sociales como las que ocasionaron la renuncia del primer ministro de Islandia. Esta vez escribo sobre un caso que injustamente parece todo lo contrario: Animal Político –medio nativo digital con amplia experiencia en periodismo de investigación– muestra en una investigación que el gobierno de Veracruz usa empresas fantasmas para desaparecer millones de pesos. La mayoría de los principales medios mexicanos simplemente callan ante semejante revelación. Sospechoso... Podría parecer un asunto menor entre un medio pequeño y un estado de la república que no es central. Pero es todo lo contrario. Animal Político es uno de los medios más críticos, innovadores y centrales en la agenda mediática mexicana contemporánea. Veracruz es el peor lugar para ejercer el periodismo en México y el gobierno de Javier Duarte ha enfrentado todo tipo de críticas simplemente negándolas. Además, no se trata de un caso aislado sino de la norma. Este caso es de Veracruz, pero exhibe la corrupción en México. Este caso es de Animal Político pero exhibe los mecanismos de control gubernamental a la libertad de prensa. La investigación Animal Político publicó esta semana una investigación que muestra cómo el gobierno de Veracruz usa empresas fantasma para adjudicarles millones de pesos. Tales empresas obtienen ese dinero para suministrar productos a poblaciones vulnerables, pero no hay seguimiento que demuestre que realmente se entregaron dichos apoyos. Y por si fuera poco, tras recibir el dinero las empresas desaparecían para nunca más volver. Claro que desaparecer es un decir, porque resulta ser que tales empresas tenían sus supuestas sedes en direcciones inexistentes, predios abandonados, vecindades donde nadie ha escuchado de tal empresa y casas particulares en zonas de pobreza. La investigación está dividida en tres partes principales que pueden leerse en los siguientes enlaces: 1. Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma. 2. Las sedes de la red de empresas de Veracruz son casas, tienditas y lotes baldíos. 3. Los socios de la red empresas de Veracruz en realidad conducen un taxi o venden cosméticos. El reportaje está fundamentado en un análisis de contratos convenidos entre instancias del gobierno de Veracruz y estas empresas que nadie conoce. Esta información fue obtenida a través de solicitudes de transparencia y luego contrastadas con trabajo de campo. Se trata de una forma de investigación que mezcla el reporterismo tradicional de ir al lugar de los hechos, con las técnicas de periodismo de datos propias de la era digital. Lo que en papel puede parecer una empresa más, se puede volver relevante cuando se acude a la sede de las empresas. A nivel de presentación, la investigación de Animal Político también es interesante al estar enfocada a los lectores de la era digital. Aunque el texto es el eje central de la narrativa periodística, la investigación tiene como parte fundamental a las infografías que resumen, explican el contexto, contrastan los contratos con fotografías de las supuestas empresas, etc. Además, la investigación usa mapas interactivos, videos, audios y galerías. Incluso el uso de emojis puede ser destacado como una forma de comunicación empática con la indignación de los lectores. Sin embargo, probablemente el mayor aporte sea el acto de transparentar la investigación poniendo a disposición de todo el público más de 600 MB con los contratos, licitaciones y solicitudes de transparencia. Una gran investigación por donde se le vea. Lo raro: Las respuestas Ante la investigación, el secretario de finanzas y el contralor de Veracruz se reunieron con el director y el reportero de Animal Políticoen el programa de Ciro Gómez Leyva. La postura oficial fue risible de tan simplista: Todo fue legal porque las empresas estaban legalmente constituidas y los procesos de asignación de recursos se cumplieron. Es decir, que como se cumplieron todos los trámites, todo estuvo legal aunque sea evidente que se trata de una trampa. En palabras del director de Animal Político: "Frente a estos datos, la única respuesta del gobierno de Javier Duarte ha sido que todo lo sucedido fue 'legal'. Quizá tienen razón. Pero me queda claro que eso es lo que menos importa. Porque 'legal' es, en este caso, la forma de decir que se cumplieron trámites administrativos, pero que nadie pudo ni quiso investigar si el dinero se estaba gastando bien". Luego vino un vuelco en la historia que aún está por aclararse. Víctor Hugo Arteaga, uno de los autores que originalmente firmaban al reportaje, decidió deslindarse del mismo. Primero lo hizo en voz del contralor de Veracruz y luego en el programa radiofónico de Alejandro Cacho. ¿Lo hizo presionado por el gobierno de Veracruz? ¿Por qué tal deslinde ocurrió hasta después de que se publicara el texto? ¿Por qué el contralor fue quien anunció tal decisión y no el reportero directamente? Después vinieron cuentas de Twitter con amenazas a Animal Político y a su director Daniel Moreno. Algunas incluso hablaron acerca de que se revelarían llamadas telefónicas entre este último y el hijo de Miguel Ángel Yunes (controvertido candidato al gobierno de Veracruz por el PAN). Daniel Moreno aseguró que tales conversaciones no han ocurrido y que se trata de un intento de desprestigiarlo. Por último, la desaparición del tema de los medios tradicionales más importantes del país. Como lo dice el periodista Mario Campos en su análisis diario sobre la agenda mediática: "El tema importa por la difusión que ha tenido, porque muestra un modus operandi que se repite en otros lados del país, y porque pocas veces un trabajo periodístico tiene estos efectos. El tema no está en ninguna primera plana, pero es algo que sin duda tienen que saber en este viernes".
Hace semanas contaba cómo una investigación periodística de vanguardia (los #PanamaPapers) había logrado ocupar todos los reflectores e incluso catalizar protestas sociales como las que ocasionaron la renuncia del primer ministro de Islandia. Esta vez escribo sobre un caso que injustamente parece todo lo contrario: Animal Político –medio nativo digital con amplia experiencia en periodismo de investigación– muestra en una investigación que el gobierno de Veracruz usa empresas fantasmas para desaparecer millones de pesos. La mayoría de los principales medios mexicanos simplemente callan ante semejante revelación. Sospechoso... Podría parecer un asunto menor entre un medio pequeño y un estado de la república que no es central. Pero es todo lo contrario. Animal Político es uno de los medios más críticos, innovadores y centrales en la agenda mediática mexicana contemporánea. Veracruz es el peor lugar para ejercer el periodismo en México y el gobierno de Javier Duarte ha enfrentado todo tipo de críticas simplemente negándolas. Además, no se trata de un caso aislado sino de la norma. Este caso es de Veracruz, pero exhibe la corrupción en México. Este caso es de Animal Político pero exhibe los mecanismos de control gubernamental a la libertad de prensa. La investigación Animal Político publicó esta semana una investigación que muestra cómo el gobierno de Veracruz usa empresas fantasma para adjudicarles millones de pesos. Tales empresas obtienen ese dinero para suministrar productos a poblaciones vulnerables, pero no hay seguimiento que demuestre que realmente se entregaron dichos apoyos. Y por si fuera poco, tras recibir el dinero las empresas desaparecían para nunca más volver. Claro que desaparecer es un decir, porque resulta ser que tales empresas tenían sus supuestas sedes en direcciones inexistentes, predios abandonados, vecindades donde nadie ha escuchado de tal empresa y casas particulares en zonas de pobreza. La investigación está dividida en tres partes principales que pueden leerse en los siguientes enlaces: 1. Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma. 2. Las sedes de la red de empresas de Veracruz son casas, tienditas y lotes baldíos. 3. Los socios de la red empresas de Veracruz en realidad conducen un taxi o venden cosméticos. El reportaje está fundamentado en un análisis de contratos convenidos entre instancias del gobierno de Veracruz y estas empresas que nadie conoce. Esta información fue obtenida a través de solicitudes de transparencia y luego contrastadas con trabajo de campo. Se trata de una forma de investigación que mezcla el reporterismo tradicional de ir al lugar de los hechos, con las técnicas de periodismo de datos propias de la era digital. Lo que en papel puede parecer una empresa más, se puede volver relevante cuando se acude a la sede de las empresas. A nivel de presentación, la investigación de Animal Político también es interesante al estar enfocada a los lectores de la era digital. Aunque el texto es el eje central de la narrativa periodística, la investigación tiene como parte fundamental a las infografías que resumen, explican el contexto, contrastan los contratos con fotografías de las supuestas empresas, etc. Además, la investigación usa mapas interactivos, videos, audios y galerías. Incluso el uso de emojis puede ser destacado como una forma de comunicación empática con la indignación de los lectores. Sin embargo, probablemente el mayor aporte sea el acto de transparentar la investigación poniendo a disposición de todo el público más de 600 MB con los contratos, licitaciones y solicitudes de transparencia. Una gran investigación por donde se le vea. Lo raro: Las respuestas Ante la investigación, el secretario de finanzas y el contralor de Veracruz se reunieron con el director y el reportero de Animal Políticoen el programa de Ciro Gómez Leyva. La postura oficial fue risible de tan simplista: Todo fue legal porque las empresas estaban legalmente constituidas y los procesos de asignación de recursos se cumplieron. Es decir, que como se cumplieron todos los trámites, todo estuvo legal aunque sea evidente que se trata de una trampa. En palabras del director de Animal Político: "Frente a estos datos, la única respuesta del gobierno de Javier Duarte ha sido que todo lo sucedido fue 'legal'. Quizá tienen razón. Pero me queda claro que eso es lo que menos importa. Porque 'legal' es, en este caso, la forma de decir que se cumplieron trámites administrativos, pero que nadie pudo ni quiso investigar si el dinero se estaba gastando bien". Luego vino un vuelco en la historia que aún está por aclararse. Víctor Hugo Arteaga, uno de los autores que originalmente firmaban al reportaje, decidió deslindarse del mismo. Primero lo hizo en voz del contralor de Veracruz y luego en el programa radiofónico de Alejandro Cacho. ¿Lo hizo presionado por el gobierno de Veracruz? ¿Por qué tal deslinde ocurrió hasta después de que se publicara el texto? ¿Por qué el contralor fue quien anunció tal decisión y no el reportero directamente? Después vinieron cuentas de Twitter con amenazas a Animal Político y a su director Daniel Moreno. Algunas incluso hablaron acerca de que se revelarían llamadas telefónicas entre este último y el hijo de Miguel Ángel Yunes (controvertido candidato al gobierno de Veracruz por el PAN). Daniel Moreno aseguró que tales conversaciones no han ocurrido y que se trata de un intento de desprestigiarlo. Por último, la desaparición del tema de los medios tradicionales más importantes del país. Como lo dice el periodista Mario Campos en su análisis diario sobre la agenda mediática: "El tema importa por la difusión que ha tenido, porque muestra un modus operandi que se repite en otros lados del país, y porque pocas veces un trabajo periodístico tiene estos efectos. El tema no está en ninguna primera plana, pero es algo que sin duda tienen que saber en este viernes".
Sobre las diversas respuestas (la oficial, las de los medios) a la investigación de Animal Político que denuncia un entramado de empresas fantasma relacionadas con el gobierno de Veracruz.
Hace semanas contaba cómo una investigación periodística de vanguardia (los #PanamaPapers) había logrado ocupar todos los reflectores e incluso catalizar protestas sociales como las que ocasionaron la renuncia del primer ministro de Islandia. Esta vez escribo sobre un caso que injustamente parece todo lo contrario: Animal Político –medio nativo digital con amplia experiencia en periodismo de investigación– muestra en una investigación que el gobierno de Veracruz usa empresas fantasmas para desaparecer millones de pesos. La mayoría de los principales medios mexicanos simplemente callan ante semejante revelación. Sospechoso... Podría parecer un asunto menor entre un medio pequeño y un estado de la república que no es central. Pero es todo lo contrario. Animal Político es uno de los medios más críticos, innovadores y centrales en la agenda mediática mexicana contemporánea. Veracruz es el peor lugar para ejercer el periodismo en México y el gobierno de Javier Duarte ha enfrentado todo tipo de críticas simplemente negándolas. Además, no se trata de un caso aislado sino de la norma. Este caso es de Veracruz, pero exhibe la corrupción en México. Este caso es de Animal Político pero exhibe los mecanismos de control gubernamental a la libertad de prensa. La investigación Animal Político publicó esta semana una investigación que muestra cómo el gobierno de Veracruz usa empresas fantasma para adjudicarles millones de pesos. Tales empresas obtienen ese dinero para suministrar productos a poblaciones vulnerables, pero no hay seguimiento que demuestre que realmente se entregaron dichos apoyos. Y por si fuera poco, tras recibir el dinero las empresas desaparecían para nunca más volver. Claro que desaparecer es un decir, porque resulta ser que tales empresas tenían sus supuestas sedes en direcciones inexistentes, predios abandonados, vecindades donde nadie ha escuchado de tal empresa y casas particulares en zonas de pobreza. La investigación está dividida en tres partes principales que pueden leerse en los siguientes enlaces: 1. Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma. 2. Las sedes de la red de empresas de Veracruz son casas, tienditas y lotes baldíos. 3. Los socios de la red empresas de Veracruz en realidad conducen un taxi o venden cosméticos. El reportaje está fundamentado en un análisis de contratos convenidos entre instancias del gobierno de Veracruz y estas empresas que nadie conoce. Esta información fue obtenida a través de solicitudes de transparencia y luego contrastadas con trabajo de campo. Se trata de una forma de investigación que mezcla el reporterismo tradicional de ir al lugar de los hechos, con las técnicas de periodismo de datos propias de la era digital. Lo que en papel puede parecer una empresa más, se puede volver relevante cuando se acude a la sede de las empresas. A nivel de presentación, la investigación de Animal Político también es interesante al estar enfocada a los lectores de la era digital. Aunque el texto es el eje central de la narrativa periodística, la investigación tiene como parte fundamental a las infografías que resumen, explican el contexto, contrastan los contratos con fotografías de las supuestas empresas, etc. Además, la investigación usa mapas interactivos, videos, audios y galerías. Incluso el uso de emojis puede ser destacado como una forma de comunicación empática con la indignación de los lectores. Sin embargo, probablemente el mayor aporte sea el acto de transparentar la investigación poniendo a disposición de todo el público más de 600 MB con los contratos, licitaciones y solicitudes de transparencia. Una gran investigación por donde se le vea. Lo raro: Las respuestas Ante la investigación, el secretario de finanzas y el contralor de Veracruz se reunieron con el director y el reportero de Animal Políticoen el programa de Ciro Gómez Leyva. La postura oficial fue risible de tan simplista: Todo fue legal porque las empresas estaban legalmente constituidas y los procesos de asignación de recursos se cumplieron. Es decir, que como se cumplieron todos los trámites, todo estuvo legal aunque sea evidente que se trata de una trampa. En palabras del director de Animal Político: "Frente a estos datos, la única respuesta del gobierno de Javier Duarte ha sido que todo lo sucedido fue 'legal'. Quizá tienen razón. Pero me queda claro que eso es lo que menos importa. Porque 'legal' es, en este caso, la forma de decir que se cumplieron trámites administrativos, pero que nadie pudo ni quiso investigar si el dinero se estaba gastando bien". Luego vino un vuelco en la historia que aún está por aclararse. Víctor Hugo Arteaga, uno de los autores que originalmente firmaban al reportaje, decidió deslindarse del mismo. Primero lo hizo en voz del contralor de Veracruz y luego en el programa radiofónico de Alejandro Cacho. ¿Lo hizo presionado por el gobierno de Veracruz? ¿Por qué tal deslinde ocurrió hasta después de que se publicara el texto? ¿Por qué el contralor fue quien anunció tal decisión y no el reportero directamente? Después vinieron cuentas de Twitter con amenazas a Animal Político y a su director Daniel Moreno. Algunas incluso hablaron acerca de que se revelarían llamadas telefónicas entre este último y el hijo de Miguel Ángel Yunes (controvertido candidato al gobierno de Veracruz por el PAN). Daniel Moreno aseguró que tales conversaciones no han ocurrido y que se trata de un intento de desprestigiarlo. Por último, la desaparición del tema de los medios tradicionales más importantes del país. Como lo dice el periodista Mario Campos en su análisis diario sobre la agenda mediática: "El tema importa por la difusión que ha tenido, porque muestra un modus operandi que se repite en otros lados del país, y porque pocas veces un trabajo periodístico tiene estos efectos. El tema no está en ninguna primera plana, pero es algo que sin duda tienen que saber en este viernes".
Sobre las diversas respuestas (la oficial, las de los medios) a la investigación de Animal Político que denuncia un entramado de empresas fantasma relacionadas con el gobierno de Veracruz.
Hace semanas contaba cómo una investigación periodística de vanguardia (los #PanamaPapers) había logrado ocupar todos los reflectores e incluso catalizar protestas sociales como las que ocasionaron la renuncia del primer ministro de Islandia. Esta vez escribo sobre un caso que injustamente parece todo lo contrario: Animal Político –medio nativo digital con amplia experiencia en periodismo de investigación– muestra en una investigación que el gobierno de Veracruz usa empresas fantasmas para desaparecer millones de pesos. La mayoría de los principales medios mexicanos simplemente callan ante semejante revelación. Sospechoso... Podría parecer un asunto menor entre un medio pequeño y un estado de la república que no es central. Pero es todo lo contrario. Animal Político es uno de los medios más críticos, innovadores y centrales en la agenda mediática mexicana contemporánea. Veracruz es el peor lugar para ejercer el periodismo en México y el gobierno de Javier Duarte ha enfrentado todo tipo de críticas simplemente negándolas. Además, no se trata de un caso aislado sino de la norma. Este caso es de Veracruz, pero exhibe la corrupción en México. Este caso es de Animal Político pero exhibe los mecanismos de control gubernamental a la libertad de prensa. La investigación Animal Político publicó esta semana una investigación que muestra cómo el gobierno de Veracruz usa empresas fantasma para adjudicarles millones de pesos. Tales empresas obtienen ese dinero para suministrar productos a poblaciones vulnerables, pero no hay seguimiento que demuestre que realmente se entregaron dichos apoyos. Y por si fuera poco, tras recibir el dinero las empresas desaparecían para nunca más volver. Claro que desaparecer es un decir, porque resulta ser que tales empresas tenían sus supuestas sedes en direcciones inexistentes, predios abandonados, vecindades donde nadie ha escuchado de tal empresa y casas particulares en zonas de pobreza. La investigación está dividida en tres partes principales que pueden leerse en los siguientes enlaces: 1. Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma. 2. Las sedes de la red de empresas de Veracruz son casas, tienditas y lotes baldíos. 3. Los socios de la red empresas de Veracruz en realidad conducen un taxi o venden cosméticos. El reportaje está fundamentado en un análisis de contratos convenidos entre instancias del gobierno de Veracruz y estas empresas que nadie conoce. Esta información fue obtenida a través de solicitudes de transparencia y luego contrastadas con trabajo de campo. Se trata de una forma de investigación que mezcla el reporterismo tradicional de ir al lugar de los hechos, con las técnicas de periodismo de datos propias de la era digital. Lo que en papel puede parecer una empresa más, se puede volver relevante cuando se acude a la sede de las empresas. A nivel de presentación, la investigación de Animal Político también es interesante al estar enfocada a los lectores de la era digital. Aunque el texto es el eje central de la narrativa periodística, la investigación tiene como parte fundamental a las infografías que resumen, explican el contexto, contrastan los contratos con fotografías de las supuestas empresas, etc. Además, la investigación usa mapas interactivos, videos, audios y galerías. Incluso el uso de emojis puede ser destacado como una forma de comunicación empática con la indignación de los lectores. Sin embargo, probablemente el mayor aporte sea el acto de transparentar la investigación poniendo a disposición de todo el público más de 600 MB con los contratos, licitaciones y solicitudes de transparencia. Una gran investigación por donde se le vea. Lo raro: Las respuestas Ante la investigación, el secretario de finanzas y el contralor de Veracruz se reunieron con el director y el reportero de Animal Políticoen el programa de Ciro Gómez Leyva. La postura oficial fue risible de tan simplista: Todo fue legal porque las empresas estaban legalmente constituidas y los procesos de asignación de recursos se cumplieron. Es decir, que como se cumplieron todos los trámites, todo estuvo legal aunque sea evidente que se trata de una trampa. En palabras del director de Animal Político: "Frente a estos datos, la única respuesta del gobierno de Javier Duarte ha sido que todo lo sucedido fue 'legal'. Quizá tienen razón. Pero me queda claro que eso es lo que menos importa. Porque 'legal' es, en este caso, la forma de decir que se cumplieron trámites administrativos, pero que nadie pudo ni quiso investigar si el dinero se estaba gastando bien". Luego vino un vuelco en la historia que aún está por aclararse. Víctor Hugo Arteaga, uno de los autores que originalmente firmaban al reportaje, decidió deslindarse del mismo. Primero lo hizo en voz del contralor de Veracruz y luego en el programa radiofónico de Alejandro Cacho. ¿Lo hizo presionado por el gobierno de Veracruz? ¿Por qué tal deslinde ocurrió hasta después de que se publicara el texto? ¿Por qué el contralor fue quien anunció tal decisión y no el reportero directamente? Después vinieron cuentas de Twitter con amenazas a Animal Político y a su director Daniel Moreno. Algunas incluso hablaron acerca de que se revelarían llamadas telefónicas entre este último y el hijo de Miguel Ángel Yunes (controvertido candidato al gobierno de Veracruz por el PAN). Daniel Moreno aseguró que tales conversaciones no han ocurrido y que se trata de un intento de desprestigiarlo. Por último, la desaparición del tema de los medios tradicionales más importantes del país. Como lo dice el periodista Mario Campos en su análisis diario sobre la agenda mediática: "El tema importa por la difusión que ha tenido, porque muestra un modus operandi que se repite en otros lados del país, y porque pocas veces un trabajo periodístico tiene estos efectos. El tema no está en ninguna primera plana, pero es algo que sin duda tienen que saber en este viernes".
Sobre las diversas respuestas (la oficial, las de los medios) a la investigación de Animal Político que denuncia un entramado de empresas fantasma relacionadas con el gobierno de Veracruz.
Hace semanas contaba cómo una investigación periodística de vanguardia (los #PanamaPapers) había logrado ocupar todos los reflectores e incluso catalizar protestas sociales como las que ocasionaron la renuncia del primer ministro de Islandia. Esta vez escribo sobre un caso que injustamente parece todo lo contrario: Animal Político –medio nativo digital con amplia experiencia en periodismo de investigación– muestra en una investigación que el gobierno de Veracruz usa empresas fantasmas para desaparecer millones de pesos. La mayoría de los principales medios mexicanos simplemente callan ante semejante revelación. Sospechoso... Podría parecer un asunto menor entre un medio pequeño y un estado de la república que no es central. Pero es todo lo contrario. Animal Político es uno de los medios más críticos, innovadores y centrales en la agenda mediática mexicana contemporánea. Veracruz es el peor lugar para ejercer el periodismo en México y el gobierno de Javier Duarte ha enfrentado todo tipo de críticas simplemente negándolas. Además, no se trata de un caso aislado sino de la norma. Este caso es de Veracruz, pero exhibe la corrupción en México. Este caso es de Animal Político pero exhibe los mecanismos de control gubernamental a la libertad de prensa. La investigación Animal Político publicó esta semana una investigación que muestra cómo el gobierno de Veracruz usa empresas fantasma para adjudicarles millones de pesos. Tales empresas obtienen ese dinero para suministrar productos a poblaciones vulnerables, pero no hay seguimiento que demuestre que realmente se entregaron dichos apoyos. Y por si fuera poco, tras recibir el dinero las empresas desaparecían para nunca más volver. Claro que desaparecer es un decir, porque resulta ser que tales empresas tenían sus supuestas sedes en direcciones inexistentes, predios abandonados, vecindades donde nadie ha escuchado de tal empresa y casas particulares en zonas de pobreza. La investigación está dividida en tres partes principales que pueden leerse en los siguientes enlaces: 1. Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma. 2. Las sedes de la red de empresas de Veracruz son casas, tienditas y lotes baldíos. 3. Los socios de la red empresas de Veracruz en realidad conducen un taxi o venden cosméticos. El reportaje está fundamentado en un análisis de contratos convenidos entre instancias del gobierno de Veracruz y estas empresas que nadie conoce. Esta información fue obtenida a través de solicitudes de transparencia y luego contrastadas con trabajo de campo. Se trata de una forma de investigación que mezcla el reporterismo tradicional de ir al lugar de los hechos, con las técnicas de periodismo de datos propias de la era digital. Lo que en papel puede parecer una empresa más, se puede volver relevante cuando se acude a la sede de las empresas. A nivel de presentación, la investigación de Animal Político también es interesante al estar enfocada a los lectores de la era digital. Aunque el texto es el eje central de la narrativa periodística, la investigación tiene como parte fundamental a las infografías que resumen, explican el contexto, contrastan los contratos con fotografías de las supuestas empresas, etc. Además, la investigación usa mapas interactivos, videos, audios y galerías. Incluso el uso de emojis puede ser destacado como una forma de comunicación empática con la indignación de los lectores. Sin embargo, probablemente el mayor aporte sea el acto de transparentar la investigación poniendo a disposición de todo el público más de 600 MB con los contratos, licitaciones y solicitudes de transparencia. Una gran investigación por donde se le vea. Lo raro: Las respuestas Ante la investigación, el secretario de finanzas y el contralor de Veracruz se reunieron con el director y el reportero de Animal Políticoen el programa de Ciro Gómez Leyva. La postura oficial fue risible de tan simplista: Todo fue legal porque las empresas estaban legalmente constituidas y los procesos de asignación de recursos se cumplieron. Es decir, que como se cumplieron todos los trámites, todo estuvo legal aunque sea evidente que se trata de una trampa. En palabras del director de Animal Político: "Frente a estos datos, la única respuesta del gobierno de Javier Duarte ha sido que todo lo sucedido fue 'legal'. Quizá tienen razón. Pero me queda claro que eso es lo que menos importa. Porque 'legal' es, en este caso, la forma de decir que se cumplieron trámites administrativos, pero que nadie pudo ni quiso investigar si el dinero se estaba gastando bien". Luego vino un vuelco en la historia que aún está por aclararse. Víctor Hugo Arteaga, uno de los autores que originalmente firmaban al reportaje, decidió deslindarse del mismo. Primero lo hizo en voz del contralor de Veracruz y luego en el programa radiofónico de Alejandro Cacho. ¿Lo hizo presionado por el gobierno de Veracruz? ¿Por qué tal deslinde ocurrió hasta después de que se publicara el texto? ¿Por qué el contralor fue quien anunció tal decisión y no el reportero directamente? Después vinieron cuentas de Twitter con amenazas a Animal Político y a su director Daniel Moreno. Algunas incluso hablaron acerca de que se revelarían llamadas telefónicas entre este último y el hijo de Miguel Ángel Yunes (controvertido candidato al gobierno de Veracruz por el PAN). Daniel Moreno aseguró que tales conversaciones no han ocurrido y que se trata de un intento de desprestigiarlo. Por último, la desaparición del tema de los medios tradicionales más importantes del país. Como lo dice el periodista Mario Campos en su análisis diario sobre la agenda mediática: "El tema importa por la difusión que ha tenido, porque muestra un modus operandi que se repite en otros lados del país, y porque pocas veces un trabajo periodístico tiene estos efectos. El tema no está en ninguna primera plana, pero es algo que sin duda tienen que saber en este viernes".
Sobre las diversas respuestas (la oficial, las de los medios) a la investigación de Animal Político que denuncia un entramado de empresas fantasma relacionadas con el gobierno de Veracruz.
Hace semanas contaba cómo una investigación periodística de vanguardia (los #PanamaPapers) había logrado ocupar todos los reflectores e incluso catalizar protestas sociales como las que ocasionaron la renuncia del primer ministro de Islandia. Esta vez escribo sobre un caso que injustamente parece todo lo contrario: Animal Político –medio nativo digital con amplia experiencia en periodismo de investigación– muestra en una investigación que el gobierno de Veracruz usa empresas fantasmas para desaparecer millones de pesos. La mayoría de los principales medios mexicanos simplemente callan ante semejante revelación. Sospechoso... Podría parecer un asunto menor entre un medio pequeño y un estado de la república que no es central. Pero es todo lo contrario. Animal Político es uno de los medios más críticos, innovadores y centrales en la agenda mediática mexicana contemporánea. Veracruz es el peor lugar para ejercer el periodismo en México y el gobierno de Javier Duarte ha enfrentado todo tipo de críticas simplemente negándolas. Además, no se trata de un caso aislado sino de la norma. Este caso es de Veracruz, pero exhibe la corrupción en México. Este caso es de Animal Político pero exhibe los mecanismos de control gubernamental a la libertad de prensa. La investigación Animal Político publicó esta semana una investigación que muestra cómo el gobierno de Veracruz usa empresas fantasma para adjudicarles millones de pesos. Tales empresas obtienen ese dinero para suministrar productos a poblaciones vulnerables, pero no hay seguimiento que demuestre que realmente se entregaron dichos apoyos. Y por si fuera poco, tras recibir el dinero las empresas desaparecían para nunca más volver. Claro que desaparecer es un decir, porque resulta ser que tales empresas tenían sus supuestas sedes en direcciones inexistentes, predios abandonados, vecindades donde nadie ha escuchado de tal empresa y casas particulares en zonas de pobreza. La investigación está dividida en tres partes principales que pueden leerse en los siguientes enlaces: 1. Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma. 2. Las sedes de la red de empresas de Veracruz son casas, tienditas y lotes baldíos. 3. Los socios de la red empresas de Veracruz en realidad conducen un taxi o venden cosméticos. El reportaje está fundamentado en un análisis de contratos convenidos entre instancias del gobierno de Veracruz y estas empresas que nadie conoce. Esta información fue obtenida a través de solicitudes de transparencia y luego contrastadas con trabajo de campo. Se trata de una forma de investigación que mezcla el reporterismo tradicional de ir al lugar de los hechos, con las técnicas de periodismo de datos propias de la era digital. Lo que en papel puede parecer una empresa más, se puede volver relevante cuando se acude a la sede de las empresas. A nivel de presentación, la investigación de Animal Político también es interesante al estar enfocada a los lectores de la era digital. Aunque el texto es el eje central de la narrativa periodística, la investigación tiene como parte fundamental a las infografías que resumen, explican el contexto, contrastan los contratos con fotografías de las supuestas empresas, etc. Además, la investigación usa mapas interactivos, videos, audios y galerías. Incluso el uso de emojis puede ser destacado como una forma de comunicación empática con la indignación de los lectores. Sin embargo, probablemente el mayor aporte sea el acto de transparentar la investigación poniendo a disposición de todo el público más de 600 MB con los contratos, licitaciones y solicitudes de transparencia. Una gran investigación por donde se le vea. Lo raro: Las respuestas Ante la investigación, el secretario de finanzas y el contralor de Veracruz se reunieron con el director y el reportero de Animal Políticoen el programa de Ciro Gómez Leyva. La postura oficial fue risible de tan simplista: Todo fue legal porque las empresas estaban legalmente constituidas y los procesos de asignación de recursos se cumplieron. Es decir, que como se cumplieron todos los trámites, todo estuvo legal aunque sea evidente que se trata de una trampa. En palabras del director de Animal Político: "Frente a estos datos, la única respuesta del gobierno de Javier Duarte ha sido que todo lo sucedido fue 'legal'. Quizá tienen razón. Pero me queda claro que eso es lo que menos importa. Porque 'legal' es, en este caso, la forma de decir que se cumplieron trámites administrativos, pero que nadie pudo ni quiso investigar si el dinero se estaba gastando bien". Luego vino un vuelco en la historia que aún está por aclararse. Víctor Hugo Arteaga, uno de los autores que originalmente firmaban al reportaje, decidió deslindarse del mismo. Primero lo hizo en voz del contralor de Veracruz y luego en el programa radiofónico de Alejandro Cacho. ¿Lo hizo presionado por el gobierno de Veracruz? ¿Por qué tal deslinde ocurrió hasta después de que se publicara el texto? ¿Por qué el contralor fue quien anunció tal decisión y no el reportero directamente? Después vinieron cuentas de Twitter con amenazas a Animal Político y a su director Daniel Moreno. Algunas incluso hablaron acerca de que se revelarían llamadas telefónicas entre este último y el hijo de Miguel Ángel Yunes (controvertido candidato al gobierno de Veracruz por el PAN). Daniel Moreno aseguró que tales conversaciones no han ocurrido y que se trata de un intento de desprestigiarlo. Por último, la desaparición del tema de los medios tradicionales más importantes del país. Como lo dice el periodista Mario Campos en su análisis diario sobre la agenda mediática: "El tema importa por la difusión que ha tenido, porque muestra un modus operandi que se repite en otros lados del país, y porque pocas veces un trabajo periodístico tiene estos efectos. El tema no está en ninguna primera plana, pero es algo que sin duda tienen que saber en este viernes".
Sobre las diversas respuestas (la oficial, las de los medios) a la investigación de Animal Político que denuncia un entramado de empresas fantasma relacionadas con el gobierno de Veracruz.
Hace semanas contaba cómo una investigación periodística de vanguardia (los #PanamaPapers) había logrado ocupar todos los reflectores e incluso catalizar protestas sociales como las que ocasionaron la renuncia del primer ministro de Islandia. Esta vez escribo sobre un caso que injustamente parece todo lo contrario: Animal Político –medio nativo digital con amplia experiencia en periodismo de investigación– muestra en una investigación que el gobierno de Veracruz usa empresas fantasmas para desaparecer millones de pesos. La mayoría de los principales medios mexicanos simplemente callan ante semejante revelación. Sospechoso... Podría parecer un asunto menor entre un medio pequeño y un estado de la república que no es central. Pero es todo lo contrario. Animal Político es uno de los medios más críticos, innovadores y centrales en la agenda mediática mexicana contemporánea. Veracruz es el peor lugar para ejercer el periodismo en México y el gobierno de Javier Duarte ha enfrentado todo tipo de críticas simplemente negándolas. Además, no se trata de un caso aislado sino de la norma. Este caso es de Veracruz, pero exhibe la corrupción en México. Este caso es de Animal Político pero exhibe los mecanismos de control gubernamental a la libertad de prensa. La investigación Animal Político publicó esta semana una investigación que muestra cómo el gobierno de Veracruz usa empresas fantasma para adjudicarles millones de pesos. Tales empresas obtienen ese dinero para suministrar productos a poblaciones vulnerables, pero no hay seguimiento que demuestre que realmente se entregaron dichos apoyos. Y por si fuera poco, tras recibir el dinero las empresas desaparecían para nunca más volver. Claro que desaparecer es un decir, porque resulta ser que tales empresas tenían sus supuestas sedes en direcciones inexistentes, predios abandonados, vecindades donde nadie ha escuchado de tal empresa y casas particulares en zonas de pobreza. La investigación está dividida en tres partes principales que pueden leerse en los siguientes enlaces: 1. Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma. 2. Las sedes de la red de empresas de Veracruz son casas, tienditas y lotes baldíos. 3. Los socios de la red empresas de Veracruz en realidad conducen un taxi o venden cosméticos. El reportaje está fundamentado en un análisis de contratos convenidos entre instancias del gobierno de Veracruz y estas empresas que nadie conoce. Esta información fue obtenida a través de solicitudes de transparencia y luego contrastadas con trabajo de campo. Se trata de una forma de investigación que mezcla el reporterismo tradicional de ir al lugar de los hechos, con las técnicas de periodismo de datos propias de la era digital. Lo que en papel puede parecer una empresa más, se puede volver relevante cuando se acude a la sede de las empresas. A nivel de presentación, la investigación de Animal Político también es interesante al estar enfocada a los lectores de la era digital. Aunque el texto es el eje central de la narrativa periodística, la investigación tiene como parte fundamental a las infografías que resumen, explican el contexto, contrastan los contratos con fotografías de las supuestas empresas, etc. Además, la investigación usa mapas interactivos, videos, audios y galerías. Incluso el uso de emojis puede ser destacado como una forma de comunicación empática con la indignación de los lectores. Sin embargo, probablemente el mayor aporte sea el acto de transparentar la investigación poniendo a disposición de todo el público más de 600 MB con los contratos, licitaciones y solicitudes de transparencia. Una gran investigación por donde se le vea. Lo raro: Las respuestas Ante la investigación, el secretario de finanzas y el contralor de Veracruz se reunieron con el director y el reportero de Animal Políticoen el programa de Ciro Gómez Leyva. La postura oficial fue risible de tan simplista: Todo fue legal porque las empresas estaban legalmente constituidas y los procesos de asignación de recursos se cumplieron. Es decir, que como se cumplieron todos los trámites, todo estuvo legal aunque sea evidente que se trata de una trampa. En palabras del director de Animal Político: "Frente a estos datos, la única respuesta del gobierno de Javier Duarte ha sido que todo lo sucedido fue 'legal'. Quizá tienen razón. Pero me queda claro que eso es lo que menos importa. Porque 'legal' es, en este caso, la forma de decir que se cumplieron trámites administrativos, pero que nadie pudo ni quiso investigar si el dinero se estaba gastando bien". Luego vino un vuelco en la historia que aún está por aclararse. Víctor Hugo Arteaga, uno de los autores que originalmente firmaban al reportaje, decidió deslindarse del mismo. Primero lo hizo en voz del contralor de Veracruz y luego en el programa radiofónico de Alejandro Cacho. ¿Lo hizo presionado por el gobierno de Veracruz? ¿Por qué tal deslinde ocurrió hasta después de que se publicara el texto? ¿Por qué el contralor fue quien anunció tal decisión y no el reportero directamente? Después vinieron cuentas de Twitter con amenazas a Animal Político y a su director Daniel Moreno. Algunas incluso hablaron acerca de que se revelarían llamadas telefónicas entre este último y el hijo de Miguel Ángel Yunes (controvertido candidato al gobierno de Veracruz por el PAN). Daniel Moreno aseguró que tales conversaciones no han ocurrido y que se trata de un intento de desprestigiarlo. Por último, la desaparición del tema de los medios tradicionales más importantes del país. Como lo dice el periodista Mario Campos en su análisis diario sobre la agenda mediática: "El tema importa por la difusión que ha tenido, porque muestra un modus operandi que se repite en otros lados del país, y porque pocas veces un trabajo periodístico tiene estos efectos. El tema no está en ninguna primera plana, pero es algo que sin duda tienen que saber en este viernes".
Sobre las diversas respuestas (la oficial, las de los medios) a la investigación de Animal Político que denuncia un entramado de empresas fantasma relacionadas con el gobierno de Veracruz.
Hace semanas contaba cómo una investigación periodística de vanguardia (los #PanamaPapers) había logrado ocupar todos los reflectores e incluso catalizar protestas sociales como las que ocasionaron la renuncia del primer ministro de Islandia. Esta vez escribo sobre un caso que injustamente parece todo lo contrario: Animal Político –medio nativo digital con amplia experiencia en periodismo de investigación– muestra en una investigación que el gobierno de Veracruz usa empresas fantasmas para desaparecer millones de pesos. La mayoría de los principales medios mexicanos simplemente callan ante semejante revelación. Sospechoso... Podría parecer un asunto menor entre un medio pequeño y un estado de la república que no es central. Pero es todo lo contrario. Animal Político es uno de los medios más críticos, innovadores y centrales en la agenda mediática mexicana contemporánea. Veracruz es el peor lugar para ejercer el periodismo en México y el gobierno de Javier Duarte ha enfrentado todo tipo de críticas simplemente negándolas. Además, no se trata de un caso aislado sino de la norma. Este caso es de Veracruz, pero exhibe la corrupción en México. Este caso es de Animal Político pero exhibe los mecanismos de control gubernamental a la libertad de prensa. La investigación Animal Político publicó esta semana una investigación que muestra cómo el gobierno de Veracruz usa empresas fantasma para adjudicarles millones de pesos. Tales empresas obtienen ese dinero para suministrar productos a poblaciones vulnerables, pero no hay seguimiento que demuestre que realmente se entregaron dichos apoyos. Y por si fuera poco, tras recibir el dinero las empresas desaparecían para nunca más volver. Claro que desaparecer es un decir, porque resulta ser que tales empresas tenían sus supuestas sedes en direcciones inexistentes, predios abandonados, vecindades donde nadie ha escuchado de tal empresa y casas particulares en zonas de pobreza. La investigación está dividida en tres partes principales que pueden leerse en los siguientes enlaces: 1. Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma. 2. Las sedes de la red de empresas de Veracruz son casas, tienditas y lotes baldíos. 3. Los socios de la red empresas de Veracruz en realidad conducen un taxi o venden cosméticos. El reportaje está fundamentado en un análisis de contratos convenidos entre instancias del gobierno de Veracruz y estas empresas que nadie conoce. Esta información fue obtenida a través de solicitudes de transparencia y luego contrastadas con trabajo de campo. Se trata de una forma de investigación que mezcla el reporterismo tradicional de ir al lugar de los hechos, con las técnicas de periodismo de datos propias de la era digital. Lo que en papel puede parecer una empresa más, se puede volver relevante cuando se acude a la sede de las empresas. A nivel de presentación, la investigación de Animal Político también es interesante al estar enfocada a los lectores de la era digital. Aunque el texto es el eje central de la narrativa periodística, la investigación tiene como parte fundamental a las infografías que resumen, explican el contexto, contrastan los contratos con fotografías de las supuestas empresas, etc. Además, la investigación usa mapas interactivos, videos, audios y galerías. Incluso el uso de emojis puede ser destacado como una forma de comunicación empática con la indignación de los lectores. Sin embargo, probablemente el mayor aporte sea el acto de transparentar la investigación poniendo a disposición de todo el público más de 600 MB con los contratos, licitaciones y solicitudes de transparencia. Una gran investigación por donde se le vea. Lo raro: Las respuestas Ante la investigación, el secretario de finanzas y el contralor de Veracruz se reunieron con el director y el reportero de Animal Políticoen el programa de Ciro Gómez Leyva. La postura oficial fue risible de tan simplista: Todo fue legal porque las empresas estaban legalmente constituidas y los procesos de asignación de recursos se cumplieron. Es decir, que como se cumplieron todos los trámites, todo estuvo legal aunque sea evidente que se trata de una trampa. En palabras del director de Animal Político: "Frente a estos datos, la única respuesta del gobierno de Javier Duarte ha sido que todo lo sucedido fue 'legal'. Quizá tienen razón. Pero me queda claro que eso es lo que menos importa. Porque 'legal' es, en este caso, la forma de decir que se cumplieron trámites administrativos, pero que nadie pudo ni quiso investigar si el dinero se estaba gastando bien". Luego vino un vuelco en la historia que aún está por aclararse. Víctor Hugo Arteaga, uno de los autores que originalmente firmaban al reportaje, decidió deslindarse del mismo. Primero lo hizo en voz del contralor de Veracruz y luego en el programa radiofónico de Alejandro Cacho. ¿Lo hizo presionado por el gobierno de Veracruz? ¿Por qué tal deslinde ocurrió hasta después de que se publicara el texto? ¿Por qué el contralor fue quien anunció tal decisión y no el reportero directamente? Después vinieron cuentas de Twitter con amenazas a Animal Político y a su director Daniel Moreno. Algunas incluso hablaron acerca de que se revelarían llamadas telefónicas entre este último y el hijo de Miguel Ángel Yunes (controvertido candidato al gobierno de Veracruz por el PAN). Daniel Moreno aseguró que tales conversaciones no han ocurrido y que se trata de un intento de desprestigiarlo. Por último, la desaparición del tema de los medios tradicionales más importantes del país. Como lo dice el periodista Mario Campos en su análisis diario sobre la agenda mediática: "El tema importa por la difusión que ha tenido, porque muestra un modus operandi que se repite en otros lados del país, y porque pocas veces un trabajo periodístico tiene estos efectos. El tema no está en ninguna primera plana, pero es algo que sin duda tienen que saber en este viernes".
Sobre las diversas respuestas (la oficial, las de los medios) a la investigación de Animal Político que denuncia un entramado de empresas fantasma relacionadas con el gobierno de Veracruz.
Hace semanas contaba cómo una investigación periodística de vanguardia (los #PanamaPapers) había logrado ocupar todos los reflectores e incluso catalizar protestas sociales como las que ocasionaron la renuncia del primer ministro de Islandia. Esta vez escribo sobre un caso que injustamente parece todo lo contrario: Animal Político –medio nativo digital con amplia experiencia en periodismo de investigación– muestra en una investigación que el gobierno de Veracruz usa empresas fantasmas para desaparecer millones de pesos. La mayoría de los principales medios mexicanos simplemente callan ante semejante revelación. Sospechoso... Podría parecer un asunto menor entre un medio pequeño y un estado de la república que no es central. Pero es todo lo contrario. Animal Político es uno de los medios más críticos, innovadores y centrales en la agenda mediática mexicana contemporánea. Veracruz es el peor lugar para ejercer el periodismo en México y el gobierno de Javier Duarte ha enfrentado todo tipo de críticas simplemente negándolas. Además, no se trata de un caso aislado sino de la norma. Este caso es de Veracruz, pero exhibe la corrupción en México. Este caso es de Animal Político pero exhibe los mecanismos de control gubernamental a la libertad de prensa. La investigación Animal Político publicó esta semana una investigación que muestra cómo el gobierno de Veracruz usa empresas fantasma para adjudicarles millones de pesos. Tales empresas obtienen ese dinero para suministrar productos a poblaciones vulnerables, pero no hay seguimiento que demuestre que realmente se entregaron dichos apoyos. Y por si fuera poco, tras recibir el dinero las empresas desaparecían para nunca más volver. Claro que desaparecer es un decir, porque resulta ser que tales empresas tenían sus supuestas sedes en direcciones inexistentes, predios abandonados, vecindades donde nadie ha escuchado de tal empresa y casas particulares en zonas de pobreza. La investigación está dividida en tres partes principales que pueden leerse en los siguientes enlaces: 1. Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma. 2. Las sedes de la red de empresas de Veracruz son casas, tienditas y lotes baldíos. 3. Los socios de la red empresas de Veracruz en realidad conducen un taxi o venden cosméticos. El reportaje está fundamentado en un análisis de contratos convenidos entre instancias del gobierno de Veracruz y estas empresas que nadie conoce. Esta información fue obtenida a través de solicitudes de transparencia y luego contrastadas con trabajo de campo. Se trata de una forma de investigación que mezcla el reporterismo tradicional de ir al lugar de los hechos, con las técnicas de periodismo de datos propias de la era digital. Lo que en papel puede parecer una empresa más, se puede volver relevante cuando se acude a la sede de las empresas. A nivel de presentación, la investigación de Animal Político también es interesante al estar enfocada a los lectores de la era digital. Aunque el texto es el eje central de la narrativa periodística, la investigación tiene como parte fundamental a las infografías que resumen, explican el contexto, contrastan los contratos con fotografías de las supuestas empresas, etc. Además, la investigación usa mapas interactivos, videos, audios y galerías. Incluso el uso de emojis puede ser destacado como una forma de comunicación empática con la indignación de los lectores. Sin embargo, probablemente el mayor aporte sea el acto de transparentar la investigación poniendo a disposición de todo el público más de 600 MB con los contratos, licitaciones y solicitudes de transparencia. Una gran investigación por donde se le vea. Lo raro: Las respuestas Ante la investigación, el secretario de finanzas y el contralor de Veracruz se reunieron con el director y el reportero de Animal Políticoen el programa de Ciro Gómez Leyva. La postura oficial fue risible de tan simplista: Todo fue legal porque las empresas estaban legalmente constituidas y los procesos de asignación de recursos se cumplieron. Es decir, que como se cumplieron todos los trámites, todo estuvo legal aunque sea evidente que se trata de una trampa. En palabras del director de Animal Político: "Frente a estos datos, la única respuesta del gobierno de Javier Duarte ha sido que todo lo sucedido fue 'legal'. Quizá tienen razón. Pero me queda claro que eso es lo que menos importa. Porque 'legal' es, en este caso, la forma de decir que se cumplieron trámites administrativos, pero que nadie pudo ni quiso investigar si el dinero se estaba gastando bien". Luego vino un vuelco en la historia que aún está por aclararse. Víctor Hugo Arteaga, uno de los autores que originalmente firmaban al reportaje, decidió deslindarse del mismo. Primero lo hizo en voz del contralor de Veracruz y luego en el programa radiofónico de Alejandro Cacho. ¿Lo hizo presionado por el gobierno de Veracruz? ¿Por qué tal deslinde ocurrió hasta después de que se publicara el texto? ¿Por qué el contralor fue quien anunció tal decisión y no el reportero directamente? Después vinieron cuentas de Twitter con amenazas a Animal Político y a su director Daniel Moreno. Algunas incluso hablaron acerca de que se revelarían llamadas telefónicas entre este último y el hijo de Miguel Ángel Yunes (controvertido candidato al gobierno de Veracruz por el PAN). Daniel Moreno aseguró que tales conversaciones no han ocurrido y que se trata de un intento de desprestigiarlo. Por último, la desaparición del tema de los medios tradicionales más importantes del país. Como lo dice el periodista Mario Campos en su análisis diario sobre la agenda mediática: "El tema importa por la difusión que ha tenido, porque muestra un modus operandi que se repite en otros lados del país, y porque pocas veces un trabajo periodístico tiene estos efectos. El tema no está en ninguna primera plana, pero es algo que sin duda tienen que saber en este viernes".
Hace semanas contaba cómo una investigación periodística de vanguardia (los #PanamaPapers) había logrado ocupar todos los reflectores e incluso catalizar protestas sociales como las que ocasionaron la renuncia del primer ministro de Islandia. Esta vez escribo sobre un caso que injustamente parece todo lo contrario: Animal Político –medio nativo digital con amplia experiencia en periodismo de investigación– muestra en una investigación que el gobierno de Veracruz usa empresas fantasmas para desaparecer millones de pesos. La mayoría de los principales medios mexicanos simplemente callan ante semejante revelación. Sospechoso... Podría parecer un asunto menor entre un medio pequeño y un estado de la república que no es central. Pero es todo lo contrario. Animal Político es uno de los medios más críticos, innovadores y centrales en la agenda mediática mexicana contemporánea. Veracruz es el peor lugar para ejercer el periodismo en México y el gobierno de Javier Duarte ha enfrentado todo tipo de críticas simplemente negándolas. Además, no se trata de un caso aislado sino de la norma. Este caso es de Veracruz, pero exhibe la corrupción en México. Este caso es de Animal Político pero exhibe los mecanismos de control gubernamental a la libertad de prensa. La investigación Animal Político publicó esta semana una investigación que muestra cómo el gobierno de Veracruz usa empresas fantasma para adjudicarles millones de pesos. Tales empresas obtienen ese dinero para suministrar productos a poblaciones vulnerables, pero no hay seguimiento que demuestre que realmente se entregaron dichos apoyos. Y por si fuera poco, tras recibir el dinero las empresas desaparecían para nunca más volver. Claro que desaparecer es un decir, porque resulta ser que tales empresas tenían sus supuestas sedes en direcciones inexistentes, predios abandonados, vecindades donde nadie ha escuchado de tal empresa y casas particulares en zonas de pobreza. La investigación está dividida en tres partes principales que pueden leerse en los siguientes enlaces: 1. Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma. 2. Las sedes de la red de empresas de Veracruz son casas, tienditas y lotes baldíos. 3. Los socios de la red empresas de Veracruz en realidad conducen un taxi o venden cosméticos. El reportaje está fundamentado en un análisis de contratos convenidos entre instancias del gobierno de Veracruz y estas empresas que nadie conoce. Esta información fue obtenida a través de solicitudes de transparencia y luego contrastadas con trabajo de campo. Se trata de una forma de investigación que mezcla el reporterismo tradicional de ir al lugar de los hechos, con las técnicas de periodismo de datos propias de la era digital. Lo que en papel puede parecer una empresa más, se puede volver relevante cuando se acude a la sede de las empresas. A nivel de presentación, la investigación de Animal Político también es interesante al estar enfocada a los lectores de la era digital. Aunque el texto es el eje central de la narrativa periodística, la investigación tiene como parte fundamental a las infografías que resumen, explican el contexto, contrastan los contratos con fotografías de las supuestas empresas, etc. Además, la investigación usa mapas interactivos, videos, audios y galerías. Incluso el uso de emojis puede ser destacado como una forma de comunicación empática con la indignación de los lectores. Sin embargo, probablemente el mayor aporte sea el acto de transparentar la investigación poniendo a disposición de todo el público más de 600 MB con los contratos, licitaciones y solicitudes de transparencia. Una gran investigación por donde se le vea. Lo raro: Las respuestas Ante la investigación, el secretario de finanzas y el contralor de Veracruz se reunieron con el director y el reportero de Animal Políticoen el programa de Ciro Gómez Leyva. La postura oficial fue risible de tan simplista: Todo fue legal porque las empresas estaban legalmente constituidas y los procesos de asignación de recursos se cumplieron. Es decir, que como se cumplieron todos los trámites, todo estuvo legal aunque sea evidente que se trata de una trampa. En palabras del director de Animal Político: "Frente a estos datos, la única respuesta del gobierno de Javier Duarte ha sido que todo lo sucedido fue 'legal'. Quizá tienen razón. Pero me queda claro que eso es lo que menos importa. Porque 'legal' es, en este caso, la forma de decir que se cumplieron trámites administrativos, pero que nadie pudo ni quiso investigar si el dinero se estaba gastando bien". Luego vino un vuelco en la historia que aún está por aclararse. Víctor Hugo Arteaga, uno de los autores que originalmente firmaban al reportaje, decidió deslindarse del mismo. Primero lo hizo en voz del contralor de Veracruz y luego en el programa radiofónico de Alejandro Cacho. ¿Lo hizo presionado por el gobierno de Veracruz? ¿Por qué tal deslinde ocurrió hasta después de que se publicara el texto? ¿Por qué el contralor fue quien anunció tal decisión y no el reportero directamente? Después vinieron cuentas de Twitter con amenazas a Animal Político y a su director Daniel Moreno. Algunas incluso hablaron acerca de que se revelarían llamadas telefónicas entre este último y el hijo de Miguel Ángel Yunes (controvertido candidato al gobierno de Veracruz por el PAN). Daniel Moreno aseguró que tales conversaciones no han ocurrido y que se trata de un intento de desprestigiarlo. Por último, la desaparición del tema de los medios tradicionales más importantes del país. Como lo dice el periodista Mario Campos en su análisis diario sobre la agenda mediática: "El tema importa por la difusión que ha tenido, porque muestra un modus operandi que se repite en otros lados del país, y porque pocas veces un trabajo periodístico tiene estos efectos. El tema no está en ninguna primera plana, pero es algo que sin duda tienen que saber en este viernes".