A los ocho años la llevaron a una playa de Veracruz para ver un ovni que se aparecía los viernes a la madrugada: salía del mar y se metía entre el manglar. Aquello que miraba con asombro, supo después, era un avión de narcos cargado de cocaína. Así comenzó a escribir buscando entender las contrariedades del mundo y se convirtió en una de las voces más prometedoras de las letras mexicanas.
Con sus primeros cuentos ganó concursos que la pusieron en la mira de editores ansiosos por su primera novela. Sin embargo, ella decidió esperar. Llegó a la crónica, donde escribía y reporteaba los temas que le interesaban, publicándolos en medios nacionales y que terminaron en su primer libro, Aquí no es Miami. Pero la ficción siempre la sedujo y sus novelas Falsa liebre y Temporada de huracanes fueron muy bien recibidas, sobre todo la última, que va por su sexta reimpresión y será adaptada al cine en 2020.
“Siempre he querido escribir historias que la gente pueda leer y que vea en su cabeza como películas. He escrito de cosas crudas, sentimientos intensos, tormentosos. Historias donde pueda poner un trozo de mí”, dice Melchor, quien radica en Puebla y en donde ya terminó su tercera novela. “Nunca tuve un plan B, para mí no hubo otra oportunidad que no fuera ser escritora”.
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“Nunca tuve un plan B, para mí no hubo otra oportunidad que no fuera ser escritora”.
A los ocho años la llevaron a una playa de Veracruz para ver un ovni que se aparecía los viernes a la madrugada: salía del mar y se metía entre el manglar. Aquello que miraba con asombro, supo después, era un avión de narcos cargado de cocaína. Así comenzó a escribir buscando entender las contrariedades del mundo y se convirtió en una de las voces más prometedoras de las letras mexicanas.
Con sus primeros cuentos ganó concursos que la pusieron en la mira de editores ansiosos por su primera novela. Sin embargo, ella decidió esperar. Llegó a la crónica, donde escribía y reporteaba los temas que le interesaban, publicándolos en medios nacionales y que terminaron en su primer libro, Aquí no es Miami. Pero la ficción siempre la sedujo y sus novelas Falsa liebre y Temporada de huracanes fueron muy bien recibidas, sobre todo la última, que va por su sexta reimpresión y será adaptada al cine en 2020.
“Siempre he querido escribir historias que la gente pueda leer y que vea en su cabeza como películas. He escrito de cosas crudas, sentimientos intensos, tormentosos. Historias donde pueda poner un trozo de mí”, dice Melchor, quien radica en Puebla y en donde ya terminó su tercera novela. “Nunca tuve un plan B, para mí no hubo otra oportunidad que no fuera ser escritora”.
“Nunca tuve un plan B, para mí no hubo otra oportunidad que no fuera ser escritora”.
A los ocho años la llevaron a una playa de Veracruz para ver un ovni que se aparecía los viernes a la madrugada: salía del mar y se metía entre el manglar. Aquello que miraba con asombro, supo después, era un avión de narcos cargado de cocaína. Así comenzó a escribir buscando entender las contrariedades del mundo y se convirtió en una de las voces más prometedoras de las letras mexicanas.
Con sus primeros cuentos ganó concursos que la pusieron en la mira de editores ansiosos por su primera novela. Sin embargo, ella decidió esperar. Llegó a la crónica, donde escribía y reporteaba los temas que le interesaban, publicándolos en medios nacionales y que terminaron en su primer libro, Aquí no es Miami. Pero la ficción siempre la sedujo y sus novelas Falsa liebre y Temporada de huracanes fueron muy bien recibidas, sobre todo la última, que va por su sexta reimpresión y será adaptada al cine en 2020.
“Siempre he querido escribir historias que la gente pueda leer y que vea en su cabeza como películas. He escrito de cosas crudas, sentimientos intensos, tormentosos. Historias donde pueda poner un trozo de mí”, dice Melchor, quien radica en Puebla y en donde ya terminó su tercera novela. “Nunca tuve un plan B, para mí no hubo otra oportunidad que no fuera ser escritora”.
“Nunca tuve un plan B, para mí no hubo otra oportunidad que no fuera ser escritora”.
A los ocho años la llevaron a una playa de Veracruz para ver un ovni que se aparecía los viernes a la madrugada: salía del mar y se metía entre el manglar. Aquello que miraba con asombro, supo después, era un avión de narcos cargado de cocaína. Así comenzó a escribir buscando entender las contrariedades del mundo y se convirtió en una de las voces más prometedoras de las letras mexicanas.
Con sus primeros cuentos ganó concursos que la pusieron en la mira de editores ansiosos por su primera novela. Sin embargo, ella decidió esperar. Llegó a la crónica, donde escribía y reporteaba los temas que le interesaban, publicándolos en medios nacionales y que terminaron en su primer libro, Aquí no es Miami. Pero la ficción siempre la sedujo y sus novelas Falsa liebre y Temporada de huracanes fueron muy bien recibidas, sobre todo la última, que va por su sexta reimpresión y será adaptada al cine en 2020.
“Siempre he querido escribir historias que la gente pueda leer y que vea en su cabeza como películas. He escrito de cosas crudas, sentimientos intensos, tormentosos. Historias donde pueda poner un trozo de mí”, dice Melchor, quien radica en Puebla y en donde ya terminó su tercera novela. “Nunca tuve un plan B, para mí no hubo otra oportunidad que no fuera ser escritora”.
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A los ocho años la llevaron a una playa de Veracruz para ver un ovni que se aparecía los viernes a la madrugada: salía del mar y se metía entre el manglar. Aquello que miraba con asombro, supo después, era un avión de narcos cargado de cocaína. Así comenzó a escribir buscando entender las contrariedades del mundo y se convirtió en una de las voces más prometedoras de las letras mexicanas.
Con sus primeros cuentos ganó concursos que la pusieron en la mira de editores ansiosos por su primera novela. Sin embargo, ella decidió esperar. Llegó a la crónica, donde escribía y reporteaba los temas que le interesaban, publicándolos en medios nacionales y que terminaron en su primer libro, Aquí no es Miami. Pero la ficción siempre la sedujo y sus novelas Falsa liebre y Temporada de huracanes fueron muy bien recibidas, sobre todo la última, que va por su sexta reimpresión y será adaptada al cine en 2020.
“Siempre he querido escribir historias que la gente pueda leer y que vea en su cabeza como películas. He escrito de cosas crudas, sentimientos intensos, tormentosos. Historias donde pueda poner un trozo de mí”, dice Melchor, quien radica en Puebla y en donde ya terminó su tercera novela. “Nunca tuve un plan B, para mí no hubo otra oportunidad que no fuera ser escritora”.
A los ocho años la llevaron a una playa de Veracruz para ver un ovni que se aparecía los viernes a la madrugada: salía del mar y se metía entre el manglar. Aquello que miraba con asombro, supo después, era un avión de narcos cargado de cocaína. Así comenzó a escribir buscando entender las contrariedades del mundo y se convirtió en una de las voces más prometedoras de las letras mexicanas.
Con sus primeros cuentos ganó concursos que la pusieron en la mira de editores ansiosos por su primera novela. Sin embargo, ella decidió esperar. Llegó a la crónica, donde escribía y reporteaba los temas que le interesaban, publicándolos en medios nacionales y que terminaron en su primer libro, Aquí no es Miami. Pero la ficción siempre la sedujo y sus novelas Falsa liebre y Temporada de huracanes fueron muy bien recibidas, sobre todo la última, que va por su sexta reimpresión y será adaptada al cine en 2020.
“Siempre he querido escribir historias que la gente pueda leer y que vea en su cabeza como películas. He escrito de cosas crudas, sentimientos intensos, tormentosos. Historias donde pueda poner un trozo de mí”, dice Melchor, quien radica en Puebla y en donde ya terminó su tercera novela. “Nunca tuve un plan B, para mí no hubo otra oportunidad que no fuera ser escritora”.
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