Ford México es punta de lanza a nivel nacional en cuanto a innovación se refiere. De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (impi), la empresa ocupa el quinto lugar de patentes registradas a nivel nacional, aún por encima de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, que suelen estar en los puestos más altos. Solamente en lo que va del año, Ford México ha registrado 26 patentes, lo que la coloca también en el segundo lugar, después de Estados Unidos, en el ranking de países con presencia de la marca. Estas cifras son resultado de un esfuerzo constante por hacer de la innovación la distinción principal del equipo de Ford en nuestro país. Su área de Product Development ha crecido de 200 personas en 2008 a 1 400 en 2017, y estos jóvenes ingenieros, que en su mayoría tienen menos de treinta años, están totalmente comprometidos con la misión.
Cuatro de ellos recibieron a Gatopardo en las oficinas de Ford en Santa Fe para hablar del camino que los llevó hasta allí. Raúl Chávez, gerente de Desarrollo de Producto, cree que parte del secreto está en trabajar con grupos multidisciplinarios donde gente de todas formaciones aporte su punto de vista en la solución de problemas. “Es una estrategia que fomenta la creatividad y la eficiencia, y que resulta en propuestas más valiosas —dice—. Además ha sido muy importante crear mecanismos de motivación y reconocimiento para el equipo cuando aporta ideas de cierto nivel, e invitarlos a ser jueces para seleccionar los mejores proyectos de cada área.”
Junto a su equipo, Alejandro Vázquez Rosas, supervisor del área de Body Interiors está pensando constantemente en formas de mejorar la experiencia del usuario a bordo de un Ford. “La estrategia se llama Design Thinking, y se trata de poner al usuario al centro del diseño y analizar cuáles son, por ejemplo, las partes más difíciles en el proceso de cambiar una llanta, y qué podemos hacer para que sea menos complicado”, explica. Para estas investigaciones, además de sus ingenieros, Ford involucra a instituciones educativas como el Tecnológico de Monterrey, donde alumnos trabajan con ellos durante todo un semestre para encontrar soluciones a estos retos.
“También tenemos una semana de innovación, donde invitamos a otras empresas innovadoras a compartir sus experiencias, y este año se centró en el tema de movilidad”, dice Adán Cortina, coordinador de Innovación en el área de Desarrollo de Producto. “En nuestro segundo Movility Challenge solicitamos ideas que motivaran a compartir el auto y propuestas que permitieran el transporte multimodal, es decir, que un trayecto no tenga que hacerse en auto de principio a fin, sino que considere otros medios de transporte”, agrega.
El esfuerzo de Ford en México para ir un paso adelante se ha contagiado ya a otros países. El área de Desarrollo de Productos emplea a 15 000 ingenieros en Estados Unidos, 4 000 en Alemania y 1 400 en México. El porcentaje de participación de esos ingenieros en generar ideas de innovación apenas llega a un 13 % en Estados Unidos, y a 7 % en Alemania, mientras que en México es de 52 por ciento. Cuando Ford Brasil se enteró de esto, invitó a ingenieros mexicanos a compartir sus experiencias y estrategias para alcanzar esta cifra. Christian Castro estuvo en el grupo que viajó hasta allá para impartir un curso sobre el tema, en junio de este año. A partir de entonces Ford Brasil ha crecido un 125 % en cuanto a generación de ideas y ocupa el séptimo lugar en el rubro dentro del mundo Ford.
“Uno de los pilares del Design Thinking es la empatía, y eso implica pensar que una madre o padre de familia encuentran muy complicado colocar una silla de bebé en el asiento trasero y trabajar para que deje de ser así”, explica Castro. La innovación puede estar en soluciones a problemas sencillos como ese, o bien, en dar varios pasos adelante en cuanto a la implementación de tecnología. “Ford tiene en Detroit varios vehículos instrumentados con cámaras y sensores que prácticamente se manejan solos, pero el reto está en ver cómo estos vehículos van a interactuar con la sociedad”, dice. Para estudiar esto, Ford disfrazó de asiento a un conductor que recorrió algunas calles de la ciudad para monitorear la reacción de la gente al encontrarse con un auto en movimiento sin una persona al volante. “Las reacciones fueron muy diversas, pero esas notas van generando algoritmos que programarán el software de los autos del futuro”, afirma.
Ford registró su primer patente en 1926 y hoy suman 2 234 registros. La empresa no va a detenerse y sus ingenieros mexicanos tampoco.
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