Tras casi cuatro meses de haber sido temporalmente separada de su cargo, Dilma Rousseff, primera mujer presidenta de Brasil ha sido destituida de manera oficial por el Senado de su país. Con 61 votos a favor de su destitución y 21 en contra, termina el proceso de impeachment que la condena a abandonar la presidencia definitivamente a partir de hoy – aunque se le dio un mes para salir de la residencia oficial en Brasilia.
Rousseff negó los cargos durante todo el proceso, que inició a finales del año pasado. "Estamos a un paso de la concretización de un verdadero golpe de Estado", dijo a los senadores durante su deposición el lunes 29 de agosto. Esta decisión pone fin de manera abrupta y tortuosa al segundo mandato de la presidenta, quien llevaba ya casi seis años en el poder. Originalmente, el periodo de Rousseff hubiese concluido el 1 de enero de 2019. El impeachment también cortó 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores, una institución clave de la izquierda en Brasil y América Latina que había sostenido la presidencia desde la elección de Luiz Inácio Lula da Silva en 2003.
El 2 de diciembre de 2015, el presidente del Congreso brasileño aceptó la petición de impugnación del mandato de Dilma Rousseff tras la desautorización del balance contable del gobierno por irregularidades fiscales por parte del Tribunal de Cuentas. En otras palabras: La primera presidenta del país sudamericano era acusada de atentar contra las leyes fiscales en su manejo del presupuesto federal.
Para entonces, la popularidad de la presidenta en su país estaba debajo del diez por ciento. Una crisis golpeó a Brasil al principio del segundo mandato de Dilma Rousseff: Fue descubierta una gigantesca red de corrupción en Petrobras, empresa petrolera de capital mayoritariamente público. Esto derivó en una serie de operativos policiales contra sus directivos y cargos políticos vinculados al gobierno. Además, de 2015 a 2016, la economía brasileña sufrió una caída: el PIB se redujo más de un 3%, el desempleo aumentó a un 11% y la inflación llegó hasta el 7%. En mayo de 2016, Dilma Rousseff fue suspendida de manera indefinida después de que el senado votase a favor de llevarla a juicio.
Michel Temer, presidente interino desde el 12 de mayo, tomó posesión el miércoles por la tarde. Temer, quien fungía como vicepresidente desde 2011, pertenece al partido de centro-derecha Movimiento Democrático Brasileño. La figura de Temer ha resultado igualmente controversial, puesto que entre sus primeras acciones como presidente interino estuvo la disolución de 10 ministerios entre los que se encuentran los dedicados a Ciencia y Tecnología, Cultura, Igualdad Racial y Derechos Humanos, y el Instituto de las Mujeres. Esto, sumado a la ausencia de mujeres y afrodescendientes en su gabinete de gobierno, han sido causa de crítica severa hacia su mandato.
Además, en sus primeros siete días de gobierno Temer colocó en puestos clave de su gabinete a al menos siete ministros involucrados en ilícitos – algunos incluso bajo investigación directa. El rechazo del pueblo brasileño hacia Temer pudo apreciarse durante la ceremonia de inicio de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, al ser abucheado durante su discurso inaugural.
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Con 61 votos a favor y 21 en contra, el Senado brasileño ha destituido definitivamente a Dilma Rousseff, primera presidenta mujer de Brasil.
Tras casi cuatro meses de haber sido temporalmente separada de su cargo, Dilma Rousseff, primera mujer presidenta de Brasil ha sido destituida de manera oficial por el Senado de su país. Con 61 votos a favor de su destitución y 21 en contra, termina el proceso de impeachment que la condena a abandonar la presidencia definitivamente a partir de hoy – aunque se le dio un mes para salir de la residencia oficial en Brasilia.
Rousseff negó los cargos durante todo el proceso, que inició a finales del año pasado. "Estamos a un paso de la concretización de un verdadero golpe de Estado", dijo a los senadores durante su deposición el lunes 29 de agosto. Esta decisión pone fin de manera abrupta y tortuosa al segundo mandato de la presidenta, quien llevaba ya casi seis años en el poder. Originalmente, el periodo de Rousseff hubiese concluido el 1 de enero de 2019. El impeachment también cortó 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores, una institución clave de la izquierda en Brasil y América Latina que había sostenido la presidencia desde la elección de Luiz Inácio Lula da Silva en 2003.
El 2 de diciembre de 2015, el presidente del Congreso brasileño aceptó la petición de impugnación del mandato de Dilma Rousseff tras la desautorización del balance contable del gobierno por irregularidades fiscales por parte del Tribunal de Cuentas. En otras palabras: La primera presidenta del país sudamericano era acusada de atentar contra las leyes fiscales en su manejo del presupuesto federal.
Para entonces, la popularidad de la presidenta en su país estaba debajo del diez por ciento. Una crisis golpeó a Brasil al principio del segundo mandato de Dilma Rousseff: Fue descubierta una gigantesca red de corrupción en Petrobras, empresa petrolera de capital mayoritariamente público. Esto derivó en una serie de operativos policiales contra sus directivos y cargos políticos vinculados al gobierno. Además, de 2015 a 2016, la economía brasileña sufrió una caída: el PIB se redujo más de un 3%, el desempleo aumentó a un 11% y la inflación llegó hasta el 7%. En mayo de 2016, Dilma Rousseff fue suspendida de manera indefinida después de que el senado votase a favor de llevarla a juicio.
Michel Temer, presidente interino desde el 12 de mayo, tomó posesión el miércoles por la tarde. Temer, quien fungía como vicepresidente desde 2011, pertenece al partido de centro-derecha Movimiento Democrático Brasileño. La figura de Temer ha resultado igualmente controversial, puesto que entre sus primeras acciones como presidente interino estuvo la disolución de 10 ministerios entre los que se encuentran los dedicados a Ciencia y Tecnología, Cultura, Igualdad Racial y Derechos Humanos, y el Instituto de las Mujeres. Esto, sumado a la ausencia de mujeres y afrodescendientes en su gabinete de gobierno, han sido causa de crítica severa hacia su mandato.
Además, en sus primeros siete días de gobierno Temer colocó en puestos clave de su gabinete a al menos siete ministros involucrados en ilícitos – algunos incluso bajo investigación directa. El rechazo del pueblo brasileño hacia Temer pudo apreciarse durante la ceremonia de inicio de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, al ser abucheado durante su discurso inaugural.
Con 61 votos a favor y 21 en contra, el Senado brasileño ha destituido definitivamente a Dilma Rousseff, primera presidenta mujer de Brasil.
Tras casi cuatro meses de haber sido temporalmente separada de su cargo, Dilma Rousseff, primera mujer presidenta de Brasil ha sido destituida de manera oficial por el Senado de su país. Con 61 votos a favor de su destitución y 21 en contra, termina el proceso de impeachment que la condena a abandonar la presidencia definitivamente a partir de hoy – aunque se le dio un mes para salir de la residencia oficial en Brasilia.
Rousseff negó los cargos durante todo el proceso, que inició a finales del año pasado. "Estamos a un paso de la concretización de un verdadero golpe de Estado", dijo a los senadores durante su deposición el lunes 29 de agosto. Esta decisión pone fin de manera abrupta y tortuosa al segundo mandato de la presidenta, quien llevaba ya casi seis años en el poder. Originalmente, el periodo de Rousseff hubiese concluido el 1 de enero de 2019. El impeachment también cortó 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores, una institución clave de la izquierda en Brasil y América Latina que había sostenido la presidencia desde la elección de Luiz Inácio Lula da Silva en 2003.
El 2 de diciembre de 2015, el presidente del Congreso brasileño aceptó la petición de impugnación del mandato de Dilma Rousseff tras la desautorización del balance contable del gobierno por irregularidades fiscales por parte del Tribunal de Cuentas. En otras palabras: La primera presidenta del país sudamericano era acusada de atentar contra las leyes fiscales en su manejo del presupuesto federal.
Para entonces, la popularidad de la presidenta en su país estaba debajo del diez por ciento. Una crisis golpeó a Brasil al principio del segundo mandato de Dilma Rousseff: Fue descubierta una gigantesca red de corrupción en Petrobras, empresa petrolera de capital mayoritariamente público. Esto derivó en una serie de operativos policiales contra sus directivos y cargos políticos vinculados al gobierno. Además, de 2015 a 2016, la economía brasileña sufrió una caída: el PIB se redujo más de un 3%, el desempleo aumentó a un 11% y la inflación llegó hasta el 7%. En mayo de 2016, Dilma Rousseff fue suspendida de manera indefinida después de que el senado votase a favor de llevarla a juicio.
Michel Temer, presidente interino desde el 12 de mayo, tomó posesión el miércoles por la tarde. Temer, quien fungía como vicepresidente desde 2011, pertenece al partido de centro-derecha Movimiento Democrático Brasileño. La figura de Temer ha resultado igualmente controversial, puesto que entre sus primeras acciones como presidente interino estuvo la disolución de 10 ministerios entre los que se encuentran los dedicados a Ciencia y Tecnología, Cultura, Igualdad Racial y Derechos Humanos, y el Instituto de las Mujeres. Esto, sumado a la ausencia de mujeres y afrodescendientes en su gabinete de gobierno, han sido causa de crítica severa hacia su mandato.
Además, en sus primeros siete días de gobierno Temer colocó en puestos clave de su gabinete a al menos siete ministros involucrados en ilícitos – algunos incluso bajo investigación directa. El rechazo del pueblo brasileño hacia Temer pudo apreciarse durante la ceremonia de inicio de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, al ser abucheado durante su discurso inaugural.
Con 61 votos a favor y 21 en contra, el Senado brasileño ha destituido definitivamente a Dilma Rousseff, primera presidenta mujer de Brasil.
Tras casi cuatro meses de haber sido temporalmente separada de su cargo, Dilma Rousseff, primera mujer presidenta de Brasil ha sido destituida de manera oficial por el Senado de su país. Con 61 votos a favor de su destitución y 21 en contra, termina el proceso de impeachment que la condena a abandonar la presidencia definitivamente a partir de hoy – aunque se le dio un mes para salir de la residencia oficial en Brasilia.
Rousseff negó los cargos durante todo el proceso, que inició a finales del año pasado. "Estamos a un paso de la concretización de un verdadero golpe de Estado", dijo a los senadores durante su deposición el lunes 29 de agosto. Esta decisión pone fin de manera abrupta y tortuosa al segundo mandato de la presidenta, quien llevaba ya casi seis años en el poder. Originalmente, el periodo de Rousseff hubiese concluido el 1 de enero de 2019. El impeachment también cortó 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores, una institución clave de la izquierda en Brasil y América Latina que había sostenido la presidencia desde la elección de Luiz Inácio Lula da Silva en 2003.
El 2 de diciembre de 2015, el presidente del Congreso brasileño aceptó la petición de impugnación del mandato de Dilma Rousseff tras la desautorización del balance contable del gobierno por irregularidades fiscales por parte del Tribunal de Cuentas. En otras palabras: La primera presidenta del país sudamericano era acusada de atentar contra las leyes fiscales en su manejo del presupuesto federal.
Para entonces, la popularidad de la presidenta en su país estaba debajo del diez por ciento. Una crisis golpeó a Brasil al principio del segundo mandato de Dilma Rousseff: Fue descubierta una gigantesca red de corrupción en Petrobras, empresa petrolera de capital mayoritariamente público. Esto derivó en una serie de operativos policiales contra sus directivos y cargos políticos vinculados al gobierno. Además, de 2015 a 2016, la economía brasileña sufrió una caída: el PIB se redujo más de un 3%, el desempleo aumentó a un 11% y la inflación llegó hasta el 7%. En mayo de 2016, Dilma Rousseff fue suspendida de manera indefinida después de que el senado votase a favor de llevarla a juicio.
Michel Temer, presidente interino desde el 12 de mayo, tomó posesión el miércoles por la tarde. Temer, quien fungía como vicepresidente desde 2011, pertenece al partido de centro-derecha Movimiento Democrático Brasileño. La figura de Temer ha resultado igualmente controversial, puesto que entre sus primeras acciones como presidente interino estuvo la disolución de 10 ministerios entre los que se encuentran los dedicados a Ciencia y Tecnología, Cultura, Igualdad Racial y Derechos Humanos, y el Instituto de las Mujeres. Esto, sumado a la ausencia de mujeres y afrodescendientes en su gabinete de gobierno, han sido causa de crítica severa hacia su mandato.
Además, en sus primeros siete días de gobierno Temer colocó en puestos clave de su gabinete a al menos siete ministros involucrados en ilícitos – algunos incluso bajo investigación directa. El rechazo del pueblo brasileño hacia Temer pudo apreciarse durante la ceremonia de inicio de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, al ser abucheado durante su discurso inaugural.
Con 61 votos a favor y 21 en contra, el Senado brasileño ha destituido definitivamente a Dilma Rousseff, primera presidenta mujer de Brasil.
Tras casi cuatro meses de haber sido temporalmente separada de su cargo, Dilma Rousseff, primera mujer presidenta de Brasil ha sido destituida de manera oficial por el Senado de su país. Con 61 votos a favor de su destitución y 21 en contra, termina el proceso de impeachment que la condena a abandonar la presidencia definitivamente a partir de hoy – aunque se le dio un mes para salir de la residencia oficial en Brasilia.
Rousseff negó los cargos durante todo el proceso, que inició a finales del año pasado. "Estamos a un paso de la concretización de un verdadero golpe de Estado", dijo a los senadores durante su deposición el lunes 29 de agosto. Esta decisión pone fin de manera abrupta y tortuosa al segundo mandato de la presidenta, quien llevaba ya casi seis años en el poder. Originalmente, el periodo de Rousseff hubiese concluido el 1 de enero de 2019. El impeachment también cortó 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores, una institución clave de la izquierda en Brasil y América Latina que había sostenido la presidencia desde la elección de Luiz Inácio Lula da Silva en 2003.
El 2 de diciembre de 2015, el presidente del Congreso brasileño aceptó la petición de impugnación del mandato de Dilma Rousseff tras la desautorización del balance contable del gobierno por irregularidades fiscales por parte del Tribunal de Cuentas. En otras palabras: La primera presidenta del país sudamericano era acusada de atentar contra las leyes fiscales en su manejo del presupuesto federal.
Para entonces, la popularidad de la presidenta en su país estaba debajo del diez por ciento. Una crisis golpeó a Brasil al principio del segundo mandato de Dilma Rousseff: Fue descubierta una gigantesca red de corrupción en Petrobras, empresa petrolera de capital mayoritariamente público. Esto derivó en una serie de operativos policiales contra sus directivos y cargos políticos vinculados al gobierno. Además, de 2015 a 2016, la economía brasileña sufrió una caída: el PIB se redujo más de un 3%, el desempleo aumentó a un 11% y la inflación llegó hasta el 7%. En mayo de 2016, Dilma Rousseff fue suspendida de manera indefinida después de que el senado votase a favor de llevarla a juicio.
Michel Temer, presidente interino desde el 12 de mayo, tomó posesión el miércoles por la tarde. Temer, quien fungía como vicepresidente desde 2011, pertenece al partido de centro-derecha Movimiento Democrático Brasileño. La figura de Temer ha resultado igualmente controversial, puesto que entre sus primeras acciones como presidente interino estuvo la disolución de 10 ministerios entre los que se encuentran los dedicados a Ciencia y Tecnología, Cultura, Igualdad Racial y Derechos Humanos, y el Instituto de las Mujeres. Esto, sumado a la ausencia de mujeres y afrodescendientes en su gabinete de gobierno, han sido causa de crítica severa hacia su mandato.
Además, en sus primeros siete días de gobierno Temer colocó en puestos clave de su gabinete a al menos siete ministros involucrados en ilícitos – algunos incluso bajo investigación directa. El rechazo del pueblo brasileño hacia Temer pudo apreciarse durante la ceremonia de inicio de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, al ser abucheado durante su discurso inaugural.
Tras casi cuatro meses de haber sido temporalmente separada de su cargo, Dilma Rousseff, primera mujer presidenta de Brasil ha sido destituida de manera oficial por el Senado de su país. Con 61 votos a favor de su destitución y 21 en contra, termina el proceso de impeachment que la condena a abandonar la presidencia definitivamente a partir de hoy – aunque se le dio un mes para salir de la residencia oficial en Brasilia.
Rousseff negó los cargos durante todo el proceso, que inició a finales del año pasado. "Estamos a un paso de la concretización de un verdadero golpe de Estado", dijo a los senadores durante su deposición el lunes 29 de agosto. Esta decisión pone fin de manera abrupta y tortuosa al segundo mandato de la presidenta, quien llevaba ya casi seis años en el poder. Originalmente, el periodo de Rousseff hubiese concluido el 1 de enero de 2019. El impeachment también cortó 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores, una institución clave de la izquierda en Brasil y América Latina que había sostenido la presidencia desde la elección de Luiz Inácio Lula da Silva en 2003.
El 2 de diciembre de 2015, el presidente del Congreso brasileño aceptó la petición de impugnación del mandato de Dilma Rousseff tras la desautorización del balance contable del gobierno por irregularidades fiscales por parte del Tribunal de Cuentas. En otras palabras: La primera presidenta del país sudamericano era acusada de atentar contra las leyes fiscales en su manejo del presupuesto federal.
Para entonces, la popularidad de la presidenta en su país estaba debajo del diez por ciento. Una crisis golpeó a Brasil al principio del segundo mandato de Dilma Rousseff: Fue descubierta una gigantesca red de corrupción en Petrobras, empresa petrolera de capital mayoritariamente público. Esto derivó en una serie de operativos policiales contra sus directivos y cargos políticos vinculados al gobierno. Además, de 2015 a 2016, la economía brasileña sufrió una caída: el PIB se redujo más de un 3%, el desempleo aumentó a un 11% y la inflación llegó hasta el 7%. En mayo de 2016, Dilma Rousseff fue suspendida de manera indefinida después de que el senado votase a favor de llevarla a juicio.
Michel Temer, presidente interino desde el 12 de mayo, tomó posesión el miércoles por la tarde. Temer, quien fungía como vicepresidente desde 2011, pertenece al partido de centro-derecha Movimiento Democrático Brasileño. La figura de Temer ha resultado igualmente controversial, puesto que entre sus primeras acciones como presidente interino estuvo la disolución de 10 ministerios entre los que se encuentran los dedicados a Ciencia y Tecnología, Cultura, Igualdad Racial y Derechos Humanos, y el Instituto de las Mujeres. Esto, sumado a la ausencia de mujeres y afrodescendientes en su gabinete de gobierno, han sido causa de crítica severa hacia su mandato.
Además, en sus primeros siete días de gobierno Temer colocó en puestos clave de su gabinete a al menos siete ministros involucrados en ilícitos – algunos incluso bajo investigación directa. El rechazo del pueblo brasileño hacia Temer pudo apreciarse durante la ceremonia de inicio de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, al ser abucheado durante su discurso inaugural.
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