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“Las respuestas al machismo no están en las mujeres”: Nacho Lozano, autor de <i>Macho menos</i>

“Las respuestas al machismo no están en las mujeres”: Nacho Lozano, autor de <i>Macho menos</i>

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Traducción de
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En su libro <i>Macho menos. Ideas para deconstruirse</i> (Grijalbo, 2024) Nacho Lozano reflexiona sobre cómo el lenguaje y las conductas cotidianas refuerzan los estereotipos machistas.

Durante muchos años, en su niñez y adolescencia, el periodista mexicano Nacho Lozano sintió que algo estaba mal. Lo intuía. “Te das cuenta. Algo huele mal, se oye mal, se ve mal. Pero te dicen que es normal y lo dejas pasar”, recuerda el periodista originario de la Ciudad de México en entrevista para Gatopardo. Actitudes que veía en la televisión, en el barrio, en la escuela; las diferencias entre hombres y mujeres. No sabía cómo nombrar eso, pero era consciente de que ellas sufrían violencias que ellos no. “Y ya cuando creces hay una conciencia. Vas platicando con mujeres, lo comprendes mejor”, dice.

Por eso su malestar en 2021, cuando recibió como regalo de cumpleaños un Diccionario de mexicanismos (Academia Mexicana de la Lengua, 2010) y en él encontró que una de las acepciones de “madre” era “cosa insignificante o inútil”: “En el intercambio me dieron una madre que no sirve para nada”; y, en cambio, entre las acepciones de “padre” estaba la siguiente: “Referido a algo bonito, agradable: ‘Qué padre está tu coche’”.

Fue con este recordatorio de que el uso del lenguaje muchas veces es machista, que Nacho Lozano decidió emprender una investigación para entender cómo surgen las violencias misóginas. De esta búsqueda, surgió su nuevo libro Macho menos. Ideas para deconstruirse (Grijalbo, 2024).

“Fue hace tres años cuando comienzo el proyecto del libro, ya con una molestia acumulada de años, como reportero contando violencia contra las mujeres, impunidad en esas violencias”, explica el también conductor de radio y televisión.

Lozano también es autor de los libros Mariguana a la mexicana (Grijalbo, 2018), Queremos Mota (Grijalbo, 2022) y El priista que todos llevamos dentro (Grijalbo, 2016), este último coescrito con la periodista María Scherer Ibarra. Foto: Aldo Sotelo.


Escuchar a más mujeres

Para construir Macho menos. Ideas para deconstruirse, Nacho Lozano decidió entrevistar a escritoras, periodistas, actrices, activistas, como Carmen Boullosa, Brenda Navarro, Tamara de Anda, María Scherer, María Clemente García, Cecilia Suárez, e incluso a la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez, para preguntarles acerca de las violencias que han vivido. Los testimonios que obtuvo relatan cómo en diferentes escalas y contextos, las mujeres enfrentan todos los días abusos y acosos.

“Hay que escucharlas más [a las mujeres], creo que no las hemos escuchado lo suficiente. Hay que ponerles atención. Hay que aprenderles”, dice Lozano sobre por qué decidió que las entrevistas para su libro de masculinidades fueran solo a mujeres. 

“Ellas tuvieron el tiempo y la voluntad de darme las entrevistas. La intención es escucharlas para saber, como hombres, que siguen ocurriendo violencias contra ellas, de las cuales somos responsables. Muchas de ellas tuvieron la gentileza de darme sus impresiones del machismo, donde ven ellas que comienza el machismo”.

Para el también conductor del noticiero nocturno de Imagen Televisión, las masculinidades hegemónicas en nuestro país son anacrónicas y ponen en riesgo derechos y libertades de las mujeres. Para dejar atrás estos comportamientos, explica, es necesario aprender de las luchas feministas, no apropiándose de ellas, sino escuchando, leyendo y observando.

“Creo que los caminos que las mujeres en este libro nos presentan, son caminos que nosotros podemos explorar”, detalla. “Sí creo que los feminismos son la fuente primordial de la educación de los hombres para generar las nuevas masculinidades. No podemos hacerlo sin los feminismos, sin entenderlos, sin respetarlos”.

Además de los testimonios que presenta, en su libro Lozano cita otros libros, novelas y ensayos, como Mira las luces, amor mío (Editorial Cabaret Voltaire, 2021) de la Premio Nobel Annie Ernaux o El invencible verano de Liliana (Penguin Random House, 2021), de Cristina Rivera Garza, que en 2022, durante la ceremonia de entrega del Premio Xavier Villaurrutia, tuvo que escuchar al académico y escritor Felipe Garrido cuestionar que el feminicida de su hermana Liliana tuviera un “lugar muy secundario” en la obra.

“Podemos revisar, escuchar, leer, poner atención, y a partir de ahí revisar nuestros comportamientos y nuestras conductas. Debemos trasladar todo esto a nuestra vida cotidiana, y nuestra vida cotidiana es el hogar. Ese es el lugar más peligroso para las mujeres, es donde los hombres tenemos primordialmente la tarea de deconstruirnos y ser creativos con las nuevas masculinidades”, dice el periodista.

Lozano también es autor de los libros Mariguana a la mexicana (Grijalbo, 2018), Queremos Mota (Grijalbo, 2022) y El priista que todos llevamos dentro (Grijalbo, 2016), este último coescrito con la periodista María Scherer Ibarra.

Aunque su nueva publicación busca inspirar a que otros hombres busquen deconstruirse, aclara que debe existir voluntad para hacerlo. “Yo no quiero educar a nadie. Yo no le quiero decir a ningún hombre cómo debe comportarse, cómo hablar”, dice. “Quien no lo quiera hacer; bueno, cada quién. Pero no es un asunto de elección, es un asunto de delito: no es normal abusar, acosar a una mujer”.

Con el avance de las luchas feministas en los últimos años, en internet han surgido movimientos de grupos de hombres jóvenes, como los de la Red Pill y los Incels, que difunden mensajes misóginos y buscan el reforzamiento de estereotipos de género. 

Hace tres años comenzó el proyecto del libro, ya con una molestia acumulada de años, como reportero contando violencia contra las mujeres, impunidad en esas violencias. Foto: Aldo Sotelo.

“Se sienten amenazados, sus privilegios están en riesgo, y dan una batalla narrativa ridícula, criminal, absolutamente condenable en todos los sentidos. Esto tiene que ver con la falta de educación, en buena medida tiene que ver con la falta de sensibilidad, con la ignorancia”, asegura Nacho Lozano. Y es que la violencia machista en México es innegable. Según la información más reciente del Inegi, en 2021, 70% de las mujeres mexicanas de 15 años y más han experimentado al menos un incidente de violencia, ya sea psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en al menos algún contexto a lo largo de su vida. También el 33% de niñas y adolescentes de 12 a 17 años que usaron internet, entre julio de 2021 y agosto de 2022, recibió fotos o videos de contenido sexual y al 32% de ellas le hicieron insinuaciones o propuestas de ese tipo. Además, los datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que se han registrado en México 7 435 feminicidios de enero de 2015 a febrero de 2024.

“Estos grupos van a terminar aislados, van a terminar expuestos y posiblemente perseguidos por algún delito que cometieron después de creer que sus comportamientos y maneras de pensar son normales”, augura.

Educarse, entender y desaprender las violencias que ejercemos en nuestra cotidianidad es una obligación para cualquier hombre, dice Lozano. Pues si bien es necesario escuchar a las mujeres, la decisión de acabar con las conductas machistas recae en los hombres: “No están en las mujeres las respuestas sobre el machismo, están en nosotros”, finaliza.

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Educarse, entender y desaprender las violencias que ejercemos en nuestra cotidianidad es una obligación para cualquier hombre, de acuerdo con Nacho Lozano. Foto: Aldo Sotelo.
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En su libro <i>Macho menos. Ideas para deconstruirse</i> (Grijalbo, 2024) Nacho Lozano reflexiona sobre cómo el lenguaje y las conductas cotidianas refuerzan los estereotipos machistas.

Durante muchos años, en su niñez y adolescencia, el periodista mexicano Nacho Lozano sintió que algo estaba mal. Lo intuía. “Te das cuenta. Algo huele mal, se oye mal, se ve mal. Pero te dicen que es normal y lo dejas pasar”, recuerda el periodista originario de la Ciudad de México en entrevista para Gatopardo. Actitudes que veía en la televisión, en el barrio, en la escuela; las diferencias entre hombres y mujeres. No sabía cómo nombrar eso, pero era consciente de que ellas sufrían violencias que ellos no. “Y ya cuando creces hay una conciencia. Vas platicando con mujeres, lo comprendes mejor”, dice.

Por eso su malestar en 2021, cuando recibió como regalo de cumpleaños un Diccionario de mexicanismos (Academia Mexicana de la Lengua, 2010) y en él encontró que una de las acepciones de “madre” era “cosa insignificante o inútil”: “En el intercambio me dieron una madre que no sirve para nada”; y, en cambio, entre las acepciones de “padre” estaba la siguiente: “Referido a algo bonito, agradable: ‘Qué padre está tu coche’”.

Fue con este recordatorio de que el uso del lenguaje muchas veces es machista, que Nacho Lozano decidió emprender una investigación para entender cómo surgen las violencias misóginas. De esta búsqueda, surgió su nuevo libro Macho menos. Ideas para deconstruirse (Grijalbo, 2024).

“Fue hace tres años cuando comienzo el proyecto del libro, ya con una molestia acumulada de años, como reportero contando violencia contra las mujeres, impunidad en esas violencias”, explica el también conductor de radio y televisión.

Lozano también es autor de los libros Mariguana a la mexicana (Grijalbo, 2018), Queremos Mota (Grijalbo, 2022) y El priista que todos llevamos dentro (Grijalbo, 2016), este último coescrito con la periodista María Scherer Ibarra. Foto: Aldo Sotelo.


Escuchar a más mujeres

Para construir Macho menos. Ideas para deconstruirse, Nacho Lozano decidió entrevistar a escritoras, periodistas, actrices, activistas, como Carmen Boullosa, Brenda Navarro, Tamara de Anda, María Scherer, María Clemente García, Cecilia Suárez, e incluso a la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez, para preguntarles acerca de las violencias que han vivido. Los testimonios que obtuvo relatan cómo en diferentes escalas y contextos, las mujeres enfrentan todos los días abusos y acosos.

“Hay que escucharlas más [a las mujeres], creo que no las hemos escuchado lo suficiente. Hay que ponerles atención. Hay que aprenderles”, dice Lozano sobre por qué decidió que las entrevistas para su libro de masculinidades fueran solo a mujeres. 

“Ellas tuvieron el tiempo y la voluntad de darme las entrevistas. La intención es escucharlas para saber, como hombres, que siguen ocurriendo violencias contra ellas, de las cuales somos responsables. Muchas de ellas tuvieron la gentileza de darme sus impresiones del machismo, donde ven ellas que comienza el machismo”.

Para el también conductor del noticiero nocturno de Imagen Televisión, las masculinidades hegemónicas en nuestro país son anacrónicas y ponen en riesgo derechos y libertades de las mujeres. Para dejar atrás estos comportamientos, explica, es necesario aprender de las luchas feministas, no apropiándose de ellas, sino escuchando, leyendo y observando.

“Creo que los caminos que las mujeres en este libro nos presentan, son caminos que nosotros podemos explorar”, detalla. “Sí creo que los feminismos son la fuente primordial de la educación de los hombres para generar las nuevas masculinidades. No podemos hacerlo sin los feminismos, sin entenderlos, sin respetarlos”.

Además de los testimonios que presenta, en su libro Lozano cita otros libros, novelas y ensayos, como Mira las luces, amor mío (Editorial Cabaret Voltaire, 2021) de la Premio Nobel Annie Ernaux o El invencible verano de Liliana (Penguin Random House, 2021), de Cristina Rivera Garza, que en 2022, durante la ceremonia de entrega del Premio Xavier Villaurrutia, tuvo que escuchar al académico y escritor Felipe Garrido cuestionar que el feminicida de su hermana Liliana tuviera un “lugar muy secundario” en la obra.

“Podemos revisar, escuchar, leer, poner atención, y a partir de ahí revisar nuestros comportamientos y nuestras conductas. Debemos trasladar todo esto a nuestra vida cotidiana, y nuestra vida cotidiana es el hogar. Ese es el lugar más peligroso para las mujeres, es donde los hombres tenemos primordialmente la tarea de deconstruirnos y ser creativos con las nuevas masculinidades”, dice el periodista.

Lozano también es autor de los libros Mariguana a la mexicana (Grijalbo, 2018), Queremos Mota (Grijalbo, 2022) y El priista que todos llevamos dentro (Grijalbo, 2016), este último coescrito con la periodista María Scherer Ibarra.

Aunque su nueva publicación busca inspirar a que otros hombres busquen deconstruirse, aclara que debe existir voluntad para hacerlo. “Yo no quiero educar a nadie. Yo no le quiero decir a ningún hombre cómo debe comportarse, cómo hablar”, dice. “Quien no lo quiera hacer; bueno, cada quién. Pero no es un asunto de elección, es un asunto de delito: no es normal abusar, acosar a una mujer”.

Con el avance de las luchas feministas en los últimos años, en internet han surgido movimientos de grupos de hombres jóvenes, como los de la Red Pill y los Incels, que difunden mensajes misóginos y buscan el reforzamiento de estereotipos de género. 

Hace tres años comenzó el proyecto del libro, ya con una molestia acumulada de años, como reportero contando violencia contra las mujeres, impunidad en esas violencias. Foto: Aldo Sotelo.

“Se sienten amenazados, sus privilegios están en riesgo, y dan una batalla narrativa ridícula, criminal, absolutamente condenable en todos los sentidos. Esto tiene que ver con la falta de educación, en buena medida tiene que ver con la falta de sensibilidad, con la ignorancia”, asegura Nacho Lozano. Y es que la violencia machista en México es innegable. Según la información más reciente del Inegi, en 2021, 70% de las mujeres mexicanas de 15 años y más han experimentado al menos un incidente de violencia, ya sea psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en al menos algún contexto a lo largo de su vida. También el 33% de niñas y adolescentes de 12 a 17 años que usaron internet, entre julio de 2021 y agosto de 2022, recibió fotos o videos de contenido sexual y al 32% de ellas le hicieron insinuaciones o propuestas de ese tipo. Además, los datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que se han registrado en México 7 435 feminicidios de enero de 2015 a febrero de 2024.

“Estos grupos van a terminar aislados, van a terminar expuestos y posiblemente perseguidos por algún delito que cometieron después de creer que sus comportamientos y maneras de pensar son normales”, augura.

Educarse, entender y desaprender las violencias que ejercemos en nuestra cotidianidad es una obligación para cualquier hombre, dice Lozano. Pues si bien es necesario escuchar a las mujeres, la decisión de acabar con las conductas machistas recae en los hombres: “No están en las mujeres las respuestas sobre el machismo, están en nosotros”, finaliza.

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En su libro <i>Macho menos. Ideas para deconstruirse</i> (Grijalbo, 2024) Nacho Lozano reflexiona sobre cómo el lenguaje y las conductas cotidianas refuerzan los estereotipos machistas.

Durante muchos años, en su niñez y adolescencia, el periodista mexicano Nacho Lozano sintió que algo estaba mal. Lo intuía. “Te das cuenta. Algo huele mal, se oye mal, se ve mal. Pero te dicen que es normal y lo dejas pasar”, recuerda el periodista originario de la Ciudad de México en entrevista para Gatopardo. Actitudes que veía en la televisión, en el barrio, en la escuela; las diferencias entre hombres y mujeres. No sabía cómo nombrar eso, pero era consciente de que ellas sufrían violencias que ellos no. “Y ya cuando creces hay una conciencia. Vas platicando con mujeres, lo comprendes mejor”, dice.

Por eso su malestar en 2021, cuando recibió como regalo de cumpleaños un Diccionario de mexicanismos (Academia Mexicana de la Lengua, 2010) y en él encontró que una de las acepciones de “madre” era “cosa insignificante o inútil”: “En el intercambio me dieron una madre que no sirve para nada”; y, en cambio, entre las acepciones de “padre” estaba la siguiente: “Referido a algo bonito, agradable: ‘Qué padre está tu coche’”.

Fue con este recordatorio de que el uso del lenguaje muchas veces es machista, que Nacho Lozano decidió emprender una investigación para entender cómo surgen las violencias misóginas. De esta búsqueda, surgió su nuevo libro Macho menos. Ideas para deconstruirse (Grijalbo, 2024).

“Fue hace tres años cuando comienzo el proyecto del libro, ya con una molestia acumulada de años, como reportero contando violencia contra las mujeres, impunidad en esas violencias”, explica el también conductor de radio y televisión.

Lozano también es autor de los libros Mariguana a la mexicana (Grijalbo, 2018), Queremos Mota (Grijalbo, 2022) y El priista que todos llevamos dentro (Grijalbo, 2016), este último coescrito con la periodista María Scherer Ibarra. Foto: Aldo Sotelo.


Escuchar a más mujeres

Para construir Macho menos. Ideas para deconstruirse, Nacho Lozano decidió entrevistar a escritoras, periodistas, actrices, activistas, como Carmen Boullosa, Brenda Navarro, Tamara de Anda, María Scherer, María Clemente García, Cecilia Suárez, e incluso a la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez, para preguntarles acerca de las violencias que han vivido. Los testimonios que obtuvo relatan cómo en diferentes escalas y contextos, las mujeres enfrentan todos los días abusos y acosos.

“Hay que escucharlas más [a las mujeres], creo que no las hemos escuchado lo suficiente. Hay que ponerles atención. Hay que aprenderles”, dice Lozano sobre por qué decidió que las entrevistas para su libro de masculinidades fueran solo a mujeres. 

“Ellas tuvieron el tiempo y la voluntad de darme las entrevistas. La intención es escucharlas para saber, como hombres, que siguen ocurriendo violencias contra ellas, de las cuales somos responsables. Muchas de ellas tuvieron la gentileza de darme sus impresiones del machismo, donde ven ellas que comienza el machismo”.

Para el también conductor del noticiero nocturno de Imagen Televisión, las masculinidades hegemónicas en nuestro país son anacrónicas y ponen en riesgo derechos y libertades de las mujeres. Para dejar atrás estos comportamientos, explica, es necesario aprender de las luchas feministas, no apropiándose de ellas, sino escuchando, leyendo y observando.

“Creo que los caminos que las mujeres en este libro nos presentan, son caminos que nosotros podemos explorar”, detalla. “Sí creo que los feminismos son la fuente primordial de la educación de los hombres para generar las nuevas masculinidades. No podemos hacerlo sin los feminismos, sin entenderlos, sin respetarlos”.

Además de los testimonios que presenta, en su libro Lozano cita otros libros, novelas y ensayos, como Mira las luces, amor mío (Editorial Cabaret Voltaire, 2021) de la Premio Nobel Annie Ernaux o El invencible verano de Liliana (Penguin Random House, 2021), de Cristina Rivera Garza, que en 2022, durante la ceremonia de entrega del Premio Xavier Villaurrutia, tuvo que escuchar al académico y escritor Felipe Garrido cuestionar que el feminicida de su hermana Liliana tuviera un “lugar muy secundario” en la obra.

“Podemos revisar, escuchar, leer, poner atención, y a partir de ahí revisar nuestros comportamientos y nuestras conductas. Debemos trasladar todo esto a nuestra vida cotidiana, y nuestra vida cotidiana es el hogar. Ese es el lugar más peligroso para las mujeres, es donde los hombres tenemos primordialmente la tarea de deconstruirnos y ser creativos con las nuevas masculinidades”, dice el periodista.

Lozano también es autor de los libros Mariguana a la mexicana (Grijalbo, 2018), Queremos Mota (Grijalbo, 2022) y El priista que todos llevamos dentro (Grijalbo, 2016), este último coescrito con la periodista María Scherer Ibarra.

Aunque su nueva publicación busca inspirar a que otros hombres busquen deconstruirse, aclara que debe existir voluntad para hacerlo. “Yo no quiero educar a nadie. Yo no le quiero decir a ningún hombre cómo debe comportarse, cómo hablar”, dice. “Quien no lo quiera hacer; bueno, cada quién. Pero no es un asunto de elección, es un asunto de delito: no es normal abusar, acosar a una mujer”.

Con el avance de las luchas feministas en los últimos años, en internet han surgido movimientos de grupos de hombres jóvenes, como los de la Red Pill y los Incels, que difunden mensajes misóginos y buscan el reforzamiento de estereotipos de género. 

Hace tres años comenzó el proyecto del libro, ya con una molestia acumulada de años, como reportero contando violencia contra las mujeres, impunidad en esas violencias. Foto: Aldo Sotelo.

“Se sienten amenazados, sus privilegios están en riesgo, y dan una batalla narrativa ridícula, criminal, absolutamente condenable en todos los sentidos. Esto tiene que ver con la falta de educación, en buena medida tiene que ver con la falta de sensibilidad, con la ignorancia”, asegura Nacho Lozano. Y es que la violencia machista en México es innegable. Según la información más reciente del Inegi, en 2021, 70% de las mujeres mexicanas de 15 años y más han experimentado al menos un incidente de violencia, ya sea psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en al menos algún contexto a lo largo de su vida. También el 33% de niñas y adolescentes de 12 a 17 años que usaron internet, entre julio de 2021 y agosto de 2022, recibió fotos o videos de contenido sexual y al 32% de ellas le hicieron insinuaciones o propuestas de ese tipo. Además, los datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que se han registrado en México 7 435 feminicidios de enero de 2015 a febrero de 2024.

“Estos grupos van a terminar aislados, van a terminar expuestos y posiblemente perseguidos por algún delito que cometieron después de creer que sus comportamientos y maneras de pensar son normales”, augura.

Educarse, entender y desaprender las violencias que ejercemos en nuestra cotidianidad es una obligación para cualquier hombre, dice Lozano. Pues si bien es necesario escuchar a las mujeres, la decisión de acabar con las conductas machistas recae en los hombres: “No están en las mujeres las respuestas sobre el machismo, están en nosotros”, finaliza.

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En su libro <i>Macho menos. Ideas para deconstruirse</i> (Grijalbo, 2024) Nacho Lozano reflexiona sobre cómo el lenguaje y las conductas cotidianas refuerzan los estereotipos machistas.

Durante muchos años, en su niñez y adolescencia, el periodista mexicano Nacho Lozano sintió que algo estaba mal. Lo intuía. “Te das cuenta. Algo huele mal, se oye mal, se ve mal. Pero te dicen que es normal y lo dejas pasar”, recuerda el periodista originario de la Ciudad de México en entrevista para Gatopardo. Actitudes que veía en la televisión, en el barrio, en la escuela; las diferencias entre hombres y mujeres. No sabía cómo nombrar eso, pero era consciente de que ellas sufrían violencias que ellos no. “Y ya cuando creces hay una conciencia. Vas platicando con mujeres, lo comprendes mejor”, dice.

Por eso su malestar en 2021, cuando recibió como regalo de cumpleaños un Diccionario de mexicanismos (Academia Mexicana de la Lengua, 2010) y en él encontró que una de las acepciones de “madre” era “cosa insignificante o inútil”: “En el intercambio me dieron una madre que no sirve para nada”; y, en cambio, entre las acepciones de “padre” estaba la siguiente: “Referido a algo bonito, agradable: ‘Qué padre está tu coche’”.

Fue con este recordatorio de que el uso del lenguaje muchas veces es machista, que Nacho Lozano decidió emprender una investigación para entender cómo surgen las violencias misóginas. De esta búsqueda, surgió su nuevo libro Macho menos. Ideas para deconstruirse (Grijalbo, 2024).

“Fue hace tres años cuando comienzo el proyecto del libro, ya con una molestia acumulada de años, como reportero contando violencia contra las mujeres, impunidad en esas violencias”, explica el también conductor de radio y televisión.

Lozano también es autor de los libros Mariguana a la mexicana (Grijalbo, 2018), Queremos Mota (Grijalbo, 2022) y El priista que todos llevamos dentro (Grijalbo, 2016), este último coescrito con la periodista María Scherer Ibarra. Foto: Aldo Sotelo.


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Para construir Macho menos. Ideas para deconstruirse, Nacho Lozano decidió entrevistar a escritoras, periodistas, actrices, activistas, como Carmen Boullosa, Brenda Navarro, Tamara de Anda, María Scherer, María Clemente García, Cecilia Suárez, e incluso a la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez, para preguntarles acerca de las violencias que han vivido. Los testimonios que obtuvo relatan cómo en diferentes escalas y contextos, las mujeres enfrentan todos los días abusos y acosos.

“Hay que escucharlas más [a las mujeres], creo que no las hemos escuchado lo suficiente. Hay que ponerles atención. Hay que aprenderles”, dice Lozano sobre por qué decidió que las entrevistas para su libro de masculinidades fueran solo a mujeres. 

“Ellas tuvieron el tiempo y la voluntad de darme las entrevistas. La intención es escucharlas para saber, como hombres, que siguen ocurriendo violencias contra ellas, de las cuales somos responsables. Muchas de ellas tuvieron la gentileza de darme sus impresiones del machismo, donde ven ellas que comienza el machismo”.

Para el también conductor del noticiero nocturno de Imagen Televisión, las masculinidades hegemónicas en nuestro país son anacrónicas y ponen en riesgo derechos y libertades de las mujeres. Para dejar atrás estos comportamientos, explica, es necesario aprender de las luchas feministas, no apropiándose de ellas, sino escuchando, leyendo y observando.

“Creo que los caminos que las mujeres en este libro nos presentan, son caminos que nosotros podemos explorar”, detalla. “Sí creo que los feminismos son la fuente primordial de la educación de los hombres para generar las nuevas masculinidades. No podemos hacerlo sin los feminismos, sin entenderlos, sin respetarlos”.

Además de los testimonios que presenta, en su libro Lozano cita otros libros, novelas y ensayos, como Mira las luces, amor mío (Editorial Cabaret Voltaire, 2021) de la Premio Nobel Annie Ernaux o El invencible verano de Liliana (Penguin Random House, 2021), de Cristina Rivera Garza, que en 2022, durante la ceremonia de entrega del Premio Xavier Villaurrutia, tuvo que escuchar al académico y escritor Felipe Garrido cuestionar que el feminicida de su hermana Liliana tuviera un “lugar muy secundario” en la obra.

“Podemos revisar, escuchar, leer, poner atención, y a partir de ahí revisar nuestros comportamientos y nuestras conductas. Debemos trasladar todo esto a nuestra vida cotidiana, y nuestra vida cotidiana es el hogar. Ese es el lugar más peligroso para las mujeres, es donde los hombres tenemos primordialmente la tarea de deconstruirnos y ser creativos con las nuevas masculinidades”, dice el periodista.

Lozano también es autor de los libros Mariguana a la mexicana (Grijalbo, 2018), Queremos Mota (Grijalbo, 2022) y El priista que todos llevamos dentro (Grijalbo, 2016), este último coescrito con la periodista María Scherer Ibarra.

Aunque su nueva publicación busca inspirar a que otros hombres busquen deconstruirse, aclara que debe existir voluntad para hacerlo. “Yo no quiero educar a nadie. Yo no le quiero decir a ningún hombre cómo debe comportarse, cómo hablar”, dice. “Quien no lo quiera hacer; bueno, cada quién. Pero no es un asunto de elección, es un asunto de delito: no es normal abusar, acosar a una mujer”.

Con el avance de las luchas feministas en los últimos años, en internet han surgido movimientos de grupos de hombres jóvenes, como los de la Red Pill y los Incels, que difunden mensajes misóginos y buscan el reforzamiento de estereotipos de género. 

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“Se sienten amenazados, sus privilegios están en riesgo, y dan una batalla narrativa ridícula, criminal, absolutamente condenable en todos los sentidos. Esto tiene que ver con la falta de educación, en buena medida tiene que ver con la falta de sensibilidad, con la ignorancia”, asegura Nacho Lozano. Y es que la violencia machista en México es innegable. Según la información más reciente del Inegi, en 2021, 70% de las mujeres mexicanas de 15 años y más han experimentado al menos un incidente de violencia, ya sea psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en al menos algún contexto a lo largo de su vida. También el 33% de niñas y adolescentes de 12 a 17 años que usaron internet, entre julio de 2021 y agosto de 2022, recibió fotos o videos de contenido sexual y al 32% de ellas le hicieron insinuaciones o propuestas de ese tipo. Además, los datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que se han registrado en México 7 435 feminicidios de enero de 2015 a febrero de 2024.

“Estos grupos van a terminar aislados, van a terminar expuestos y posiblemente perseguidos por algún delito que cometieron después de creer que sus comportamientos y maneras de pensar son normales”, augura.

Educarse, entender y desaprender las violencias que ejercemos en nuestra cotidianidad es una obligación para cualquier hombre, dice Lozano. Pues si bien es necesario escuchar a las mujeres, la decisión de acabar con las conductas machistas recae en los hombres: “No están en las mujeres las respuestas sobre el machismo, están en nosotros”, finaliza.

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Durante muchos años, en su niñez y adolescencia, el periodista mexicano Nacho Lozano sintió que algo estaba mal. Lo intuía. “Te das cuenta. Algo huele mal, se oye mal, se ve mal. Pero te dicen que es normal y lo dejas pasar”, recuerda el periodista originario de la Ciudad de México en entrevista para Gatopardo. Actitudes que veía en la televisión, en el barrio, en la escuela; las diferencias entre hombres y mujeres. No sabía cómo nombrar eso, pero era consciente de que ellas sufrían violencias que ellos no. “Y ya cuando creces hay una conciencia. Vas platicando con mujeres, lo comprendes mejor”, dice.

Por eso su malestar en 2021, cuando recibió como regalo de cumpleaños un Diccionario de mexicanismos (Academia Mexicana de la Lengua, 2010) y en él encontró que una de las acepciones de “madre” era “cosa insignificante o inútil”: “En el intercambio me dieron una madre que no sirve para nada”; y, en cambio, entre las acepciones de “padre” estaba la siguiente: “Referido a algo bonito, agradable: ‘Qué padre está tu coche’”.

Fue con este recordatorio de que el uso del lenguaje muchas veces es machista, que Nacho Lozano decidió emprender una investigación para entender cómo surgen las violencias misóginas. De esta búsqueda, surgió su nuevo libro Macho menos. Ideas para deconstruirse (Grijalbo, 2024).

“Fue hace tres años cuando comienzo el proyecto del libro, ya con una molestia acumulada de años, como reportero contando violencia contra las mujeres, impunidad en esas violencias”, explica el también conductor de radio y televisión.

Lozano también es autor de los libros Mariguana a la mexicana (Grijalbo, 2018), Queremos Mota (Grijalbo, 2022) y El priista que todos llevamos dentro (Grijalbo, 2016), este último coescrito con la periodista María Scherer Ibarra. Foto: Aldo Sotelo.


Escuchar a más mujeres

Para construir Macho menos. Ideas para deconstruirse, Nacho Lozano decidió entrevistar a escritoras, periodistas, actrices, activistas, como Carmen Boullosa, Brenda Navarro, Tamara de Anda, María Scherer, María Clemente García, Cecilia Suárez, e incluso a la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez, para preguntarles acerca de las violencias que han vivido. Los testimonios que obtuvo relatan cómo en diferentes escalas y contextos, las mujeres enfrentan todos los días abusos y acosos.

“Hay que escucharlas más [a las mujeres], creo que no las hemos escuchado lo suficiente. Hay que ponerles atención. Hay que aprenderles”, dice Lozano sobre por qué decidió que las entrevistas para su libro de masculinidades fueran solo a mujeres. 

“Ellas tuvieron el tiempo y la voluntad de darme las entrevistas. La intención es escucharlas para saber, como hombres, que siguen ocurriendo violencias contra ellas, de las cuales somos responsables. Muchas de ellas tuvieron la gentileza de darme sus impresiones del machismo, donde ven ellas que comienza el machismo”.

Para el también conductor del noticiero nocturno de Imagen Televisión, las masculinidades hegemónicas en nuestro país son anacrónicas y ponen en riesgo derechos y libertades de las mujeres. Para dejar atrás estos comportamientos, explica, es necesario aprender de las luchas feministas, no apropiándose de ellas, sino escuchando, leyendo y observando.

“Creo que los caminos que las mujeres en este libro nos presentan, son caminos que nosotros podemos explorar”, detalla. “Sí creo que los feminismos son la fuente primordial de la educación de los hombres para generar las nuevas masculinidades. No podemos hacerlo sin los feminismos, sin entenderlos, sin respetarlos”.

Además de los testimonios que presenta, en su libro Lozano cita otros libros, novelas y ensayos, como Mira las luces, amor mío (Editorial Cabaret Voltaire, 2021) de la Premio Nobel Annie Ernaux o El invencible verano de Liliana (Penguin Random House, 2021), de Cristina Rivera Garza, que en 2022, durante la ceremonia de entrega del Premio Xavier Villaurrutia, tuvo que escuchar al académico y escritor Felipe Garrido cuestionar que el feminicida de su hermana Liliana tuviera un “lugar muy secundario” en la obra.

“Podemos revisar, escuchar, leer, poner atención, y a partir de ahí revisar nuestros comportamientos y nuestras conductas. Debemos trasladar todo esto a nuestra vida cotidiana, y nuestra vida cotidiana es el hogar. Ese es el lugar más peligroso para las mujeres, es donde los hombres tenemos primordialmente la tarea de deconstruirnos y ser creativos con las nuevas masculinidades”, dice el periodista.

Lozano también es autor de los libros Mariguana a la mexicana (Grijalbo, 2018), Queremos Mota (Grijalbo, 2022) y El priista que todos llevamos dentro (Grijalbo, 2016), este último coescrito con la periodista María Scherer Ibarra.

Aunque su nueva publicación busca inspirar a que otros hombres busquen deconstruirse, aclara que debe existir voluntad para hacerlo. “Yo no quiero educar a nadie. Yo no le quiero decir a ningún hombre cómo debe comportarse, cómo hablar”, dice. “Quien no lo quiera hacer; bueno, cada quién. Pero no es un asunto de elección, es un asunto de delito: no es normal abusar, acosar a una mujer”.

Con el avance de las luchas feministas en los últimos años, en internet han surgido movimientos de grupos de hombres jóvenes, como los de la Red Pill y los Incels, que difunden mensajes misóginos y buscan el reforzamiento de estereotipos de género. 

Hace tres años comenzó el proyecto del libro, ya con una molestia acumulada de años, como reportero contando violencia contra las mujeres, impunidad en esas violencias. Foto: Aldo Sotelo.

“Se sienten amenazados, sus privilegios están en riesgo, y dan una batalla narrativa ridícula, criminal, absolutamente condenable en todos los sentidos. Esto tiene que ver con la falta de educación, en buena medida tiene que ver con la falta de sensibilidad, con la ignorancia”, asegura Nacho Lozano. Y es que la violencia machista en México es innegable. Según la información más reciente del Inegi, en 2021, 70% de las mujeres mexicanas de 15 años y más han experimentado al menos un incidente de violencia, ya sea psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en al menos algún contexto a lo largo de su vida. También el 33% de niñas y adolescentes de 12 a 17 años que usaron internet, entre julio de 2021 y agosto de 2022, recibió fotos o videos de contenido sexual y al 32% de ellas le hicieron insinuaciones o propuestas de ese tipo. Además, los datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que se han registrado en México 7 435 feminicidios de enero de 2015 a febrero de 2024.

“Estos grupos van a terminar aislados, van a terminar expuestos y posiblemente perseguidos por algún delito que cometieron después de creer que sus comportamientos y maneras de pensar son normales”, augura.

Educarse, entender y desaprender las violencias que ejercemos en nuestra cotidianidad es una obligación para cualquier hombre, dice Lozano. Pues si bien es necesario escuchar a las mujeres, la decisión de acabar con las conductas machistas recae en los hombres: “No están en las mujeres las respuestas sobre el machismo, están en nosotros”, finaliza.

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Educarse, entender y desaprender las violencias que ejercemos en nuestra cotidianidad es una obligación para cualquier hombre, de acuerdo con Nacho Lozano. Foto: Aldo Sotelo.

“Las respuestas al machismo no están en las mujeres”: Nacho Lozano, autor de <i>Macho menos</i>

“Las respuestas al machismo no están en las mujeres”: Nacho Lozano, autor de <i>Macho menos</i>

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En su libro <i>Macho menos. Ideas para deconstruirse</i> (Grijalbo, 2024) Nacho Lozano reflexiona sobre cómo el lenguaje y las conductas cotidianas refuerzan los estereotipos machistas.

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Durante muchos años, en su niñez y adolescencia, el periodista mexicano Nacho Lozano sintió que algo estaba mal. Lo intuía. “Te das cuenta. Algo huele mal, se oye mal, se ve mal. Pero te dicen que es normal y lo dejas pasar”, recuerda el periodista originario de la Ciudad de México en entrevista para Gatopardo. Actitudes que veía en la televisión, en el barrio, en la escuela; las diferencias entre hombres y mujeres. No sabía cómo nombrar eso, pero era consciente de que ellas sufrían violencias que ellos no. “Y ya cuando creces hay una conciencia. Vas platicando con mujeres, lo comprendes mejor”, dice.

Por eso su malestar en 2021, cuando recibió como regalo de cumpleaños un Diccionario de mexicanismos (Academia Mexicana de la Lengua, 2010) y en él encontró que una de las acepciones de “madre” era “cosa insignificante o inútil”: “En el intercambio me dieron una madre que no sirve para nada”; y, en cambio, entre las acepciones de “padre” estaba la siguiente: “Referido a algo bonito, agradable: ‘Qué padre está tu coche’”.

Fue con este recordatorio de que el uso del lenguaje muchas veces es machista, que Nacho Lozano decidió emprender una investigación para entender cómo surgen las violencias misóginas. De esta búsqueda, surgió su nuevo libro Macho menos. Ideas para deconstruirse (Grijalbo, 2024).

“Fue hace tres años cuando comienzo el proyecto del libro, ya con una molestia acumulada de años, como reportero contando violencia contra las mujeres, impunidad en esas violencias”, explica el también conductor de radio y televisión.

Lozano también es autor de los libros Mariguana a la mexicana (Grijalbo, 2018), Queremos Mota (Grijalbo, 2022) y El priista que todos llevamos dentro (Grijalbo, 2016), este último coescrito con la periodista María Scherer Ibarra. Foto: Aldo Sotelo.


Escuchar a más mujeres

Para construir Macho menos. Ideas para deconstruirse, Nacho Lozano decidió entrevistar a escritoras, periodistas, actrices, activistas, como Carmen Boullosa, Brenda Navarro, Tamara de Anda, María Scherer, María Clemente García, Cecilia Suárez, e incluso a la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez, para preguntarles acerca de las violencias que han vivido. Los testimonios que obtuvo relatan cómo en diferentes escalas y contextos, las mujeres enfrentan todos los días abusos y acosos.

“Hay que escucharlas más [a las mujeres], creo que no las hemos escuchado lo suficiente. Hay que ponerles atención. Hay que aprenderles”, dice Lozano sobre por qué decidió que las entrevistas para su libro de masculinidades fueran solo a mujeres. 

“Ellas tuvieron el tiempo y la voluntad de darme las entrevistas. La intención es escucharlas para saber, como hombres, que siguen ocurriendo violencias contra ellas, de las cuales somos responsables. Muchas de ellas tuvieron la gentileza de darme sus impresiones del machismo, donde ven ellas que comienza el machismo”.

Para el también conductor del noticiero nocturno de Imagen Televisión, las masculinidades hegemónicas en nuestro país son anacrónicas y ponen en riesgo derechos y libertades de las mujeres. Para dejar atrás estos comportamientos, explica, es necesario aprender de las luchas feministas, no apropiándose de ellas, sino escuchando, leyendo y observando.

“Creo que los caminos que las mujeres en este libro nos presentan, son caminos que nosotros podemos explorar”, detalla. “Sí creo que los feminismos son la fuente primordial de la educación de los hombres para generar las nuevas masculinidades. No podemos hacerlo sin los feminismos, sin entenderlos, sin respetarlos”.

Además de los testimonios que presenta, en su libro Lozano cita otros libros, novelas y ensayos, como Mira las luces, amor mío (Editorial Cabaret Voltaire, 2021) de la Premio Nobel Annie Ernaux o El invencible verano de Liliana (Penguin Random House, 2021), de Cristina Rivera Garza, que en 2022, durante la ceremonia de entrega del Premio Xavier Villaurrutia, tuvo que escuchar al académico y escritor Felipe Garrido cuestionar que el feminicida de su hermana Liliana tuviera un “lugar muy secundario” en la obra.

“Podemos revisar, escuchar, leer, poner atención, y a partir de ahí revisar nuestros comportamientos y nuestras conductas. Debemos trasladar todo esto a nuestra vida cotidiana, y nuestra vida cotidiana es el hogar. Ese es el lugar más peligroso para las mujeres, es donde los hombres tenemos primordialmente la tarea de deconstruirnos y ser creativos con las nuevas masculinidades”, dice el periodista.

Lozano también es autor de los libros Mariguana a la mexicana (Grijalbo, 2018), Queremos Mota (Grijalbo, 2022) y El priista que todos llevamos dentro (Grijalbo, 2016), este último coescrito con la periodista María Scherer Ibarra.

Aunque su nueva publicación busca inspirar a que otros hombres busquen deconstruirse, aclara que debe existir voluntad para hacerlo. “Yo no quiero educar a nadie. Yo no le quiero decir a ningún hombre cómo debe comportarse, cómo hablar”, dice. “Quien no lo quiera hacer; bueno, cada quién. Pero no es un asunto de elección, es un asunto de delito: no es normal abusar, acosar a una mujer”.

Con el avance de las luchas feministas en los últimos años, en internet han surgido movimientos de grupos de hombres jóvenes, como los de la Red Pill y los Incels, que difunden mensajes misóginos y buscan el reforzamiento de estereotipos de género. 

Hace tres años comenzó el proyecto del libro, ya con una molestia acumulada de años, como reportero contando violencia contra las mujeres, impunidad en esas violencias. Foto: Aldo Sotelo.

“Se sienten amenazados, sus privilegios están en riesgo, y dan una batalla narrativa ridícula, criminal, absolutamente condenable en todos los sentidos. Esto tiene que ver con la falta de educación, en buena medida tiene que ver con la falta de sensibilidad, con la ignorancia”, asegura Nacho Lozano. Y es que la violencia machista en México es innegable. Según la información más reciente del Inegi, en 2021, 70% de las mujeres mexicanas de 15 años y más han experimentado al menos un incidente de violencia, ya sea psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en al menos algún contexto a lo largo de su vida. También el 33% de niñas y adolescentes de 12 a 17 años que usaron internet, entre julio de 2021 y agosto de 2022, recibió fotos o videos de contenido sexual y al 32% de ellas le hicieron insinuaciones o propuestas de ese tipo. Además, los datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que se han registrado en México 7 435 feminicidios de enero de 2015 a febrero de 2024.

“Estos grupos van a terminar aislados, van a terminar expuestos y posiblemente perseguidos por algún delito que cometieron después de creer que sus comportamientos y maneras de pensar son normales”, augura.

Educarse, entender y desaprender las violencias que ejercemos en nuestra cotidianidad es una obligación para cualquier hombre, dice Lozano. Pues si bien es necesario escuchar a las mujeres, la decisión de acabar con las conductas machistas recae en los hombres: “No están en las mujeres las respuestas sobre el machismo, están en nosotros”, finaliza.

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