Por más de 100 años el cine ha creado verdaderas joyas visuales y narrativas que forman parte de la riqueza cultural del mundo. A pesar de los obstáculos que les ha impuesto su género, el inconmensurable talento de estas mujeres les ha abierto camino en la industria cinematográfica. Gracias a la increíble capacidad histriónica que posee cada una de ellas, estas películas protagonizadas por mujeres se han convertido en emblemas de la historia del cine que nadie debería perderse.
María Candelaria (Emilio Fernández, 1944)
Como signo de admiración por Dolores del Río y su prolífica carrera de casi dos décadas en Hollywood, el mítico director Emilio Fernández le hizo un regalo a la actriz el día de su cumpleaños: María Candelaria, película que escribió para ella en una sola noche y la cual narra la historia de una desafortunada pareja de enamorados indígenas que desean casarse, pero antes deben enfrentarse a las desgracias de la pobreza y el desprecio de los pobladores debido a que María Candelaria es una prostituta. Esta producción tiene su lugar en la lista de las 100 mejores películas del cine mexicano, pues en el Festival de Cannes de 1946 fue galardonada con la Palma de Oro y Gabriel Figueroa fue reconocido por su cinematografía. María Candelaria fue para Dolores del Río su consagración como una de las actrices más queridas y prolíficas de la época del cine de oro mexicano.
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Una Eva y dos Adanes (Billy Wilder, 1959)
En esta película la legendaria Marilyn Monroe quedó inmortalizada como Sugar Kane, personaje que protagoniza Una Eva y dos Adanes. Considerada por muchos críticos como la mejor comedia de todos los tiempos, esta película narra la historia de dos músicos que luego de presenciar un ajuste de cuentas entre dos bandas rivales se ven obligados a huir, disfrazarse de mujeres y camuflarse en una orquesta femenina donde conocen a la vocalista, Sugar Kane. Juntos atraviesan una serie de disparates comiquísimos. A pesar de que Una Eva y dos Adanes, otra de estas grandes películas protagonizadas por mujeres, se enfrentó a la censura en gran parte de Estados Unidos debido a una escena de “amor” entre Monroe y su coprotagonista, Tony Curtis, décadas más tarde la película sería considerada “cultural, histórica y estéticamente significativa” por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y también aseguró su lugar en la lista de las 100 mejores películas estadounidenses de toda la historia.
Dos Mujeres (Vittorio De Sica, 1960)
Dirigida por el reconocido Vittorio De Sica, Dos Mujeres fue la película que dio el giro definitivo a la carrera de Sophia Loren, quien hoy es considerada una de las vacas sagradas en la historia del cine. El respeto de la crítica y el público se volcó sobre la interpretación de Loren como una madre que huye hacia el campo en un intento de proteger a su única hija de los horrores de la ocupación alemana en Italia durante la segunda Guerra Mundial. Por Dos Mujeres, Sophia Loren ganó 22 premios a la mejor actriz, entre ellos brillan el Oscar, el BAFTA y las de los festivales de cine más importantes del mundo: Cannes, Berlín y Venecia. Antes de Loren, nunca un actor o actriz cuyo idioma no fuera el inglés había sido premiada de tal manera. En la actualidad, la actriz italiana es considerada una de las últimas leyendas vivientes del cine clásico de Hollywood.
Todo Sobre mi Madre (Pedro Almodóvar, 1999)
Esta es una de las películas protagonizadas por mujeres, más emblemáticas del cine en español. La reconocida actriz argentina Cecilia Roth protagoniza Todo Sobre mi Madre, cinta que terminó de consolidar la carrera de Pedro Almodóvar en la escena internacional. Ésta relata la historia de Manuela, una madre que, tras la trágica muerte de su hijo de 17 años, decide volver a Barcelona, lugar del que huyó 18 años atrás. La mujer va en busca del padre, quien jamás se enteró que tendría un hijo. Para encarnar esta historia de trajines humanos y bondad, Roth compartió el quehacer actoral con otras grandes mujeres de la industria cinematográfica: Marisa Paredes, Penélope Cruz y Antonia San Juan. Gracias a sus magistrales actuaciones y un argumento conmovedor, además del toque Almodóvar, Todo Sobre mi Madre fue condecorada como la primera producción española en ganar el Oscar, el Globo de Oro y el BAFTA a la mejor película extranjera. La cinta también trajo a las arcas de Cecilia Roth un segundo premio Goya como la mejor actriz.
Fargo (Joel Coen y Ethan Coen, 1996)
Frances McDormand ganaría el primero de sus dos premios Oscar a Mejor Actriz gracias a su interpretación en Fargo, película considerada una de las obras más significativas de los prominentes hermanos Coen. Ésta narra la investigación liderada por la jefa de policía de Minnesota sobre tres homicidios cometidos después de que un fracasado vendedor de automóviles contratará a dos criminales para secuestrar a su esposa y así exigir a su millonario suegro la cifra del rescate. La ubicación geográfica de la historia exigía un acento con influencia escandinava notoria y McDormand dio en el clavo. Fargo ha pasado a la historia del cine como una de las mejores películas estadounidenses de todos los tiempos y su estreno fue un éxito tanto crítico como comercial que acarreó múltiples nominaciones internacionales en distintas categorías, la más importante fue, sin duda, la Palma de Oro del Festival de Cannes de 1996.
Blancanieves (Pablo Berger, 2012)
La segunda película del director Pablo Berger, Blancanieves es una osada propuesta cinematográfica, pues además de que, en pleno siglo XXI, apostó por el cine mudo y el blanco y negro, esta película convirtió el clásico cuento de los hermanos Grimm en un relato flamenco que toma como protagonista a la altiva madrastra de Blancanieves. Sólo una actriz de la talla de Maribel Verdú tendría la tenacidad actoral para sobresalir a pesar de la falta de diálogos e interpretar solamente con el cuerpo a una ambiciosa y despiadada mujer. La brillante actuación de Verdú es la pieza perfecta para completar una proeza del cine español. Blancanieves estuvo cerca de ser nominada a los premios Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera, aunque finalmente la Academia tomó la decisión de dejarla fuera. Sin embargo, esto no impidió que la película arrasara con una decena de premios Goya, de los cuales uno fue para Verdú como la Mejor Actriz.
Monster (Patty Jenkins, 2003)
Monster relata la historia de Aileen Wuornos, una prostituta que debido al desgarrador historial de actos violentos que sufrió desde la infancia, termina por convertirse en asesina serial de hombres.Para encarnar el perjudicado físico de Wuornos, Theron subió más de 15 kilos y tuvo que usar prótesis faciales y corporales. La interpretación de la actriz sudafricana atrajo elogios a la película y la hizo ganadora del Oscar a la Mejor Actriz, así como un BAFTA, un Globo de Oro y un Oso de Plata del Festival de Cine de Berlín. Monster también sentó un precedente en la carrera de Patty Jenkins como directora, ya que unos años después se convertiría en la primera mujer en dirigir una superproducción (Wonder Woman) de 150 millones de dólares.
Amelie (Jean-Pierre Jeunet, 2001)
El mundo entero quedó cautivado con el talento de la actriz Audrey Tautou cuando protagonizó Amélie, película que relata la historia de una camarera que, en una pared de su departamento, encuentra una caja con recuerdos de la infancia que algún extraño escondió allí cuarenta años atrás. Luego de lograr devolverla al dueño y ver cómo su vida mejora gracias a su acto, Amélie se propone hacer más feliz la vida de las personas que la rodean. Otra favorita entre las películas protagonizadas por mujeres, esta cinta recibió cinco nominaciones al Oscar, entre muchas otras candidaturas a premios internacionales de cine, pero el verdadero éxito fue cosechado en las taquillas del mundo. El público, fascinado por la historia y por el carisma de Audrey Tautou, convirtió Amélie en la película más taquillera de la historia del cine francés (en el 2012 fue desplazada al segundo lugar por la película Intouchables). Después de Amélie, Tautou forjó una sólida carrera tanto en el cine francés como a nivel internacional. En 2006 llegó a compartir créditos con Tom Hanks en una de las películas estadounidenses más taquilleras del siglo, El código Da Vinci.
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