En la época isabelina –durante el reinado de Isabel I de Inglaterra (1558 a 1603)– la gente solía asistir al ‘teatro abierto’, literal y metafóricamente. Las obras se representaban en espacios al aire libre en los que los actores tenían una mayor cercanía con el público, además de la posibilidad de utilizar la ironía y hablar entre líneas…
Tomando esos conceptos, Teatro en el Parque permitirá a los espectadores en México presenciar teatro en un entorno diferente y único –el Bosque de Chapultepec–y con montajes naturalistas y sin filtro.“Es definitivamente una forma distinta de ir al teatro. A veces se tiene la noción de que el teatro de pronto puede ser aburrido, y creo que hacer estas obras al aire libre, permitiéndote estar en el Bosque de Chapultepec; y después irte al parque, a pasear, al museo o hacer un picnic –porque vamos a tener paquetes de picnic– lo hacen una experiencia diferente, y única”, relata Claudio Sodi, uno de los productores del proyecto.[caption id="attachment_209476" align="aligncenter" width="715"]
"Algo de un tal Shakespeare".[/caption]Para Sara Pinet, una de las actrices que participa como parte del montaje Algo de un tal Shakespeare, este nuevo concepto permitirá a los actores lograr una mayor cercanía con el espectador.“El simple hecho de que la gente llegue a un espacio abierto, con luz natural, y que no haya luces artificiales ni nada que esté ocultando al actor, hace que tanto el público como nosotros sintamos una relación más directa. Siempre en un teatro hay cosas que no se ven, pero estar al aire libre, y con un escenario como éste, genera una complicidad muy especial con el espectador que los hace sentirse más libres para involucrarse; para participar, gritar, aplaudir, abuchear, algo. Aquí, todo puede pasar…”.Durante la primera función en este nuevo espacio: la Explanada del Museo Tamayo, se presentó la obra Romeo y Julieta de bolsillo, un montaje para toda la familia en la que dos profesores que darán una clase magistral sobre Shakespeare intentan debatir sobre si Romeo y Julieta termina bien o mal; y para definirlo, actúan toda la obra sólo ellos dos, haciendo a todos los personajes.La obra, dirigida por Alonso Íñiguez y actuada por Brenda de Arrigunaga o Adriana Montes de Oca y Santiago Zenteno o Pablo Chemor (alternando funciones) fue creada especialmente para este espacio. En su primera corrida ante un público, logró generar carcajadas mostrando a estos dos actores dándole toques de ‘mirrey’ a personajes como Paris y Teobaldo, o acentos brasileiros al padre; valiéndose en toda la obra de insumos de limpieza que sustituyen lúdicamente a los objetos de la obra: espadas por escobas, cascos por mechudos, y hasta el veneno.
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Si te gusta el teatro, lee:
Alfonso Herrera en Busca de librepensadores.
Poder al desnudo: Sabina Berman.
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En la segunda obra presentada en la inauguración: Algo de un tal Shakespeare, Sara Pinet y Adrián Vázquez interpretaron algunos de los mejores pasajes del dramaturgo nacido en Stratford-upon-Avon en abril de 1564, valiéndose de frutas y verduras con los que se representan a los personajes. Este trabajo los ha llevado a presentarse en diferentes estados de la República, y hasta en otros países, donde han tenido el reto de ‘recastear’ a sus coloridos personajes.“Lo que nos pasa mucho, sobre todo en las giras internacionales, es que es difícil encontrar frutas y verduras; por ejemplo un chayote en Europa. Ha sido muy divertido salir en estos países a hacer ‘casting de verduras’ para ver con cuáles hacemos a los personajes”, relata Pinet.Durante su primera función en Teatro en el Parque, ambos actores hicieron reír a carcajadas a los espectadores, e incluso interactuaron con ellos, logrando conectar en todo momento.“La noción del público presente sin toda la parafernalia de una escenografía, sino que sólo con la historia y los actores se consiga contagiar al espectador, me parece que es algo muy genuino y que parte del origen del teatro y la necesidad de contar historias. Esta es una manera muy directa de llegarle al público”, explica Vázquez.[caption id="attachment_209475" align="aligncenter" width="715"]
"Romeo y Julieta de bolsillo".[/caption]Para los actores de esta obra, escrita y dirigida por el propio Vázquez, Teatro en el Parque es una manera diferente de aproximarse al renombrado dramaturgo.“Hay mucha gente adulta, incluso dedicada al teatro, que no ha leído a Shakespeare, y nosotros intentamos, de manera divertida y jocosa, contarles anécdotas de Shakespeare para que, ojala, nazca en ellos la necesidad de saber más de su obra”, dice Vázquez.“Siento que si yo hubiera visto Algo de un tal Shakespeare cuando era morra, además de que me hubiera enamorado antes de Shakespeare, me hubiera enamorado del teatro. Es un trabajo que te invita a hacer algo; a que, como espectador, si tienes una idea te animes a llevarla a cabo, explorando y divirtiéndote”, añade Pinet.Para Sodi, tanto estos trabajos, como el resto de los montajes que se presentarán en abril y mayo: Mendoza (Dir. Juan Carrillo), Macbeth (Dir. Mauricio García Lozano), ¿Qué con Quique Quinto? ( Dir. Andrés Carreño), La sombra del Bardo ( Dir. Eduardo Castañeda) y Yo tenía un Ricardo, hasta que un Ricardo lo mató (Dir. Fausto Ramírez) lograrán que el público se acerque de manera distinta a Shakespeare.“Todas las obras tienen que ver con Shakespeare; lo que queríamos era hacer un acercamiento a sus textos, pero no forzosamente a sus clásicos marcados, sino que empezara a haber un dialogo entre lo que escribió, pero con adaptaciones mexicanas que creíamos prudentes para el momento. Mucho también fue dividir la programación en obras para adultos y obras para públicos infantiles y jóvenes (que se presentará en distintos horario)”, explicó el productor.Los boletos para Teatro en el Parque pueden adquirirse en Ticketmaster, en la taquilla del teatro (ubicada dentro del Museo) y en la página oficial. Parte de los boletos en el patio serán gratuitos, estos pueden obtenerse dando clic aquí.[caption id="attachment_209480" align="aligncenter" width="715"]
"A la sombra del Bardo".[/caption]Datos curiosos– El espacio de Teatro en el Parque tuvo como referentes: "Shakespeare in the Park" en Nueva York, al Globe Theatre de Londres y al Pop-up Globe de Auckland, Nueva Zelanda.– Los edificios del teatro isabelino tuvieron su origen en los circos de la época (en las peleas de osos o perros); por ello eran una construcción muy simple de madera o de piedra, a menudo circular y dotada de un amplio patio interno (cerrado todo alrededor, pero sin techo). Esa fue la esencia con la que se creó Teatro en el Parque.– El encargado de diseñar el espacio fue Adrián Martínez Frausto, responsable de la escenografía de obras como Hedda Gabler y La Tequilera, además del escenógrafo de uno de los montajes: Macbeth, que tuvo una temporada en el Teatro Milán.– El espacio tiene una capacidad aproximada para entre 400 y 500 espectadores (que varía según la configuración de la obra) y siempre habrá boletos gratuitos (disponibles en la web).– El proyecto es una iniciativa presentada por HSBC con apoyo de la Secretaría de Cultura Federal a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, la coordinación Nacional de Teatro y el sistema de teatros de la CDMX.– Se llevarán también a cabo funciones especiales con intérpretes de lenguaje de señas en determinadas presentaciones, y algunas funciones en las que se proyectarán obras en su idioma original con subtítulos.– Previo a la presentación de las obras, se pueden hacer visitas guiadas lúdicas (acompañadas de un actor) para involucrar a los asistentes con el espacio y darles contexto sobre el teatro isabelino; éstas pueden ser adquiridas en Ticketmaster.[caption id="attachment_209478" align="aligncenter" width="715"]
"Macbeth".[/caption]
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La llegada de Shakespeare en el Parque refresca la escena teatral mexicana y acerca el talento al público en un eco de Londres y Nueva York.
En la época isabelina –durante el reinado de Isabel I de Inglaterra (1558 a 1603)– la gente solía asistir al ‘teatro abierto’, literal y metafóricamente. Las obras se representaban en espacios al aire libre en los que los actores tenían una mayor cercanía con el público, además de la posibilidad de utilizar la ironía y hablar entre líneas…
Tomando esos conceptos, Teatro en el Parque permitirá a los espectadores en México presenciar teatro en un entorno diferente y único –el Bosque de Chapultepec–y con montajes naturalistas y sin filtro.“Es definitivamente una forma distinta de ir al teatro. A veces se tiene la noción de que el teatro de pronto puede ser aburrido, y creo que hacer estas obras al aire libre, permitiéndote estar en el Bosque de Chapultepec; y después irte al parque, a pasear, al museo o hacer un picnic –porque vamos a tener paquetes de picnic– lo hacen una experiencia diferente, y única”, relata Claudio Sodi, uno de los productores del proyecto.[caption id="attachment_209476" align="aligncenter" width="715"]
"Algo de un tal Shakespeare".[/caption]Para Sara Pinet, una de las actrices que participa como parte del montaje Algo de un tal Shakespeare, este nuevo concepto permitirá a los actores lograr una mayor cercanía con el espectador.“El simple hecho de que la gente llegue a un espacio abierto, con luz natural, y que no haya luces artificiales ni nada que esté ocultando al actor, hace que tanto el público como nosotros sintamos una relación más directa. Siempre en un teatro hay cosas que no se ven, pero estar al aire libre, y con un escenario como éste, genera una complicidad muy especial con el espectador que los hace sentirse más libres para involucrarse; para participar, gritar, aplaudir, abuchear, algo. Aquí, todo puede pasar…”.Durante la primera función en este nuevo espacio: la Explanada del Museo Tamayo, se presentó la obra Romeo y Julieta de bolsillo, un montaje para toda la familia en la que dos profesores que darán una clase magistral sobre Shakespeare intentan debatir sobre si Romeo y Julieta termina bien o mal; y para definirlo, actúan toda la obra sólo ellos dos, haciendo a todos los personajes.La obra, dirigida por Alonso Íñiguez y actuada por Brenda de Arrigunaga o Adriana Montes de Oca y Santiago Zenteno o Pablo Chemor (alternando funciones) fue creada especialmente para este espacio. En su primera corrida ante un público, logró generar carcajadas mostrando a estos dos actores dándole toques de ‘mirrey’ a personajes como Paris y Teobaldo, o acentos brasileiros al padre; valiéndose en toda la obra de insumos de limpieza que sustituyen lúdicamente a los objetos de la obra: espadas por escobas, cascos por mechudos, y hasta el veneno.
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En la segunda obra presentada en la inauguración: Algo de un tal Shakespeare, Sara Pinet y Adrián Vázquez interpretaron algunos de los mejores pasajes del dramaturgo nacido en Stratford-upon-Avon en abril de 1564, valiéndose de frutas y verduras con los que se representan a los personajes. Este trabajo los ha llevado a presentarse en diferentes estados de la República, y hasta en otros países, donde han tenido el reto de ‘recastear’ a sus coloridos personajes.“Lo que nos pasa mucho, sobre todo en las giras internacionales, es que es difícil encontrar frutas y verduras; por ejemplo un chayote en Europa. Ha sido muy divertido salir en estos países a hacer ‘casting de verduras’ para ver con cuáles hacemos a los personajes”, relata Pinet.Durante su primera función en Teatro en el Parque, ambos actores hicieron reír a carcajadas a los espectadores, e incluso interactuaron con ellos, logrando conectar en todo momento.“La noción del público presente sin toda la parafernalia de una escenografía, sino que sólo con la historia y los actores se consiga contagiar al espectador, me parece que es algo muy genuino y que parte del origen del teatro y la necesidad de contar historias. Esta es una manera muy directa de llegarle al público”, explica Vázquez.[caption id="attachment_209475" align="aligncenter" width="715"]
"Romeo y Julieta de bolsillo".[/caption]Para los actores de esta obra, escrita y dirigida por el propio Vázquez, Teatro en el Parque es una manera diferente de aproximarse al renombrado dramaturgo.“Hay mucha gente adulta, incluso dedicada al teatro, que no ha leído a Shakespeare, y nosotros intentamos, de manera divertida y jocosa, contarles anécdotas de Shakespeare para que, ojala, nazca en ellos la necesidad de saber más de su obra”, dice Vázquez.“Siento que si yo hubiera visto Algo de un tal Shakespeare cuando era morra, además de que me hubiera enamorado antes de Shakespeare, me hubiera enamorado del teatro. Es un trabajo que te invita a hacer algo; a que, como espectador, si tienes una idea te animes a llevarla a cabo, explorando y divirtiéndote”, añade Pinet.Para Sodi, tanto estos trabajos, como el resto de los montajes que se presentarán en abril y mayo: Mendoza (Dir. Juan Carrillo), Macbeth (Dir. Mauricio García Lozano), ¿Qué con Quique Quinto? ( Dir. Andrés Carreño), La sombra del Bardo ( Dir. Eduardo Castañeda) y Yo tenía un Ricardo, hasta que un Ricardo lo mató (Dir. Fausto Ramírez) lograrán que el público se acerque de manera distinta a Shakespeare.“Todas las obras tienen que ver con Shakespeare; lo que queríamos era hacer un acercamiento a sus textos, pero no forzosamente a sus clásicos marcados, sino que empezara a haber un dialogo entre lo que escribió, pero con adaptaciones mexicanas que creíamos prudentes para el momento. Mucho también fue dividir la programación en obras para adultos y obras para públicos infantiles y jóvenes (que se presentará en distintos horario)”, explicó el productor.Los boletos para Teatro en el Parque pueden adquirirse en Ticketmaster, en la taquilla del teatro (ubicada dentro del Museo) y en la página oficial. Parte de los boletos en el patio serán gratuitos, estos pueden obtenerse dando clic aquí.[caption id="attachment_209480" align="aligncenter" width="715"]
"A la sombra del Bardo".[/caption]Datos curiosos– El espacio de Teatro en el Parque tuvo como referentes: "Shakespeare in the Park" en Nueva York, al Globe Theatre de Londres y al Pop-up Globe de Auckland, Nueva Zelanda.– Los edificios del teatro isabelino tuvieron su origen en los circos de la época (en las peleas de osos o perros); por ello eran una construcción muy simple de madera o de piedra, a menudo circular y dotada de un amplio patio interno (cerrado todo alrededor, pero sin techo). Esa fue la esencia con la que se creó Teatro en el Parque.– El encargado de diseñar el espacio fue Adrián Martínez Frausto, responsable de la escenografía de obras como Hedda Gabler y La Tequilera, además del escenógrafo de uno de los montajes: Macbeth, que tuvo una temporada en el Teatro Milán.– El espacio tiene una capacidad aproximada para entre 400 y 500 espectadores (que varía según la configuración de la obra) y siempre habrá boletos gratuitos (disponibles en la web).– El proyecto es una iniciativa presentada por HSBC con apoyo de la Secretaría de Cultura Federal a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, la coordinación Nacional de Teatro y el sistema de teatros de la CDMX.– Se llevarán también a cabo funciones especiales con intérpretes de lenguaje de señas en determinadas presentaciones, y algunas funciones en las que se proyectarán obras en su idioma original con subtítulos.– Previo a la presentación de las obras, se pueden hacer visitas guiadas lúdicas (acompañadas de un actor) para involucrar a los asistentes con el espacio y darles contexto sobre el teatro isabelino; éstas pueden ser adquiridas en Ticketmaster.[caption id="attachment_209478" align="aligncenter" width="715"]
"Macbeth".[/caption]
La llegada de Shakespeare en el Parque refresca la escena teatral mexicana y acerca el talento al público en un eco de Londres y Nueva York.
En la época isabelina –durante el reinado de Isabel I de Inglaterra (1558 a 1603)– la gente solía asistir al ‘teatro abierto’, literal y metafóricamente. Las obras se representaban en espacios al aire libre en los que los actores tenían una mayor cercanía con el público, además de la posibilidad de utilizar la ironía y hablar entre líneas…
Tomando esos conceptos, Teatro en el Parque permitirá a los espectadores en México presenciar teatro en un entorno diferente y único –el Bosque de Chapultepec–y con montajes naturalistas y sin filtro.“Es definitivamente una forma distinta de ir al teatro. A veces se tiene la noción de que el teatro de pronto puede ser aburrido, y creo que hacer estas obras al aire libre, permitiéndote estar en el Bosque de Chapultepec; y después irte al parque, a pasear, al museo o hacer un picnic –porque vamos a tener paquetes de picnic– lo hacen una experiencia diferente, y única”, relata Claudio Sodi, uno de los productores del proyecto.[caption id="attachment_209476" align="aligncenter" width="715"]
"Algo de un tal Shakespeare".[/caption]Para Sara Pinet, una de las actrices que participa como parte del montaje Algo de un tal Shakespeare, este nuevo concepto permitirá a los actores lograr una mayor cercanía con el espectador.“El simple hecho de que la gente llegue a un espacio abierto, con luz natural, y que no haya luces artificiales ni nada que esté ocultando al actor, hace que tanto el público como nosotros sintamos una relación más directa. Siempre en un teatro hay cosas que no se ven, pero estar al aire libre, y con un escenario como éste, genera una complicidad muy especial con el espectador que los hace sentirse más libres para involucrarse; para participar, gritar, aplaudir, abuchear, algo. Aquí, todo puede pasar…”.Durante la primera función en este nuevo espacio: la Explanada del Museo Tamayo, se presentó la obra Romeo y Julieta de bolsillo, un montaje para toda la familia en la que dos profesores que darán una clase magistral sobre Shakespeare intentan debatir sobre si Romeo y Julieta termina bien o mal; y para definirlo, actúan toda la obra sólo ellos dos, haciendo a todos los personajes.La obra, dirigida por Alonso Íñiguez y actuada por Brenda de Arrigunaga o Adriana Montes de Oca y Santiago Zenteno o Pablo Chemor (alternando funciones) fue creada especialmente para este espacio. En su primera corrida ante un público, logró generar carcajadas mostrando a estos dos actores dándole toques de ‘mirrey’ a personajes como Paris y Teobaldo, o acentos brasileiros al padre; valiéndose en toda la obra de insumos de limpieza que sustituyen lúdicamente a los objetos de la obra: espadas por escobas, cascos por mechudos, y hasta el veneno.
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Si te gusta el teatro, lee:
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Poder al desnudo: Sabina Berman.
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En la segunda obra presentada en la inauguración: Algo de un tal Shakespeare, Sara Pinet y Adrián Vázquez interpretaron algunos de los mejores pasajes del dramaturgo nacido en Stratford-upon-Avon en abril de 1564, valiéndose de frutas y verduras con los que se representan a los personajes. Este trabajo los ha llevado a presentarse en diferentes estados de la República, y hasta en otros países, donde han tenido el reto de ‘recastear’ a sus coloridos personajes.“Lo que nos pasa mucho, sobre todo en las giras internacionales, es que es difícil encontrar frutas y verduras; por ejemplo un chayote en Europa. Ha sido muy divertido salir en estos países a hacer ‘casting de verduras’ para ver con cuáles hacemos a los personajes”, relata Pinet.Durante su primera función en Teatro en el Parque, ambos actores hicieron reír a carcajadas a los espectadores, e incluso interactuaron con ellos, logrando conectar en todo momento.“La noción del público presente sin toda la parafernalia de una escenografía, sino que sólo con la historia y los actores se consiga contagiar al espectador, me parece que es algo muy genuino y que parte del origen del teatro y la necesidad de contar historias. Esta es una manera muy directa de llegarle al público”, explica Vázquez.[caption id="attachment_209475" align="aligncenter" width="715"]
"Romeo y Julieta de bolsillo".[/caption]Para los actores de esta obra, escrita y dirigida por el propio Vázquez, Teatro en el Parque es una manera diferente de aproximarse al renombrado dramaturgo.“Hay mucha gente adulta, incluso dedicada al teatro, que no ha leído a Shakespeare, y nosotros intentamos, de manera divertida y jocosa, contarles anécdotas de Shakespeare para que, ojala, nazca en ellos la necesidad de saber más de su obra”, dice Vázquez.“Siento que si yo hubiera visto Algo de un tal Shakespeare cuando era morra, además de que me hubiera enamorado antes de Shakespeare, me hubiera enamorado del teatro. Es un trabajo que te invita a hacer algo; a que, como espectador, si tienes una idea te animes a llevarla a cabo, explorando y divirtiéndote”, añade Pinet.Para Sodi, tanto estos trabajos, como el resto de los montajes que se presentarán en abril y mayo: Mendoza (Dir. Juan Carrillo), Macbeth (Dir. Mauricio García Lozano), ¿Qué con Quique Quinto? ( Dir. Andrés Carreño), La sombra del Bardo ( Dir. Eduardo Castañeda) y Yo tenía un Ricardo, hasta que un Ricardo lo mató (Dir. Fausto Ramírez) lograrán que el público se acerque de manera distinta a Shakespeare.“Todas las obras tienen que ver con Shakespeare; lo que queríamos era hacer un acercamiento a sus textos, pero no forzosamente a sus clásicos marcados, sino que empezara a haber un dialogo entre lo que escribió, pero con adaptaciones mexicanas que creíamos prudentes para el momento. Mucho también fue dividir la programación en obras para adultos y obras para públicos infantiles y jóvenes (que se presentará en distintos horario)”, explicó el productor.Los boletos para Teatro en el Parque pueden adquirirse en Ticketmaster, en la taquilla del teatro (ubicada dentro del Museo) y en la página oficial. Parte de los boletos en el patio serán gratuitos, estos pueden obtenerse dando clic aquí.[caption id="attachment_209480" align="aligncenter" width="715"]
"A la sombra del Bardo".[/caption]Datos curiosos– El espacio de Teatro en el Parque tuvo como referentes: "Shakespeare in the Park" en Nueva York, al Globe Theatre de Londres y al Pop-up Globe de Auckland, Nueva Zelanda.– Los edificios del teatro isabelino tuvieron su origen en los circos de la época (en las peleas de osos o perros); por ello eran una construcción muy simple de madera o de piedra, a menudo circular y dotada de un amplio patio interno (cerrado todo alrededor, pero sin techo). Esa fue la esencia con la que se creó Teatro en el Parque.– El encargado de diseñar el espacio fue Adrián Martínez Frausto, responsable de la escenografía de obras como Hedda Gabler y La Tequilera, además del escenógrafo de uno de los montajes: Macbeth, que tuvo una temporada en el Teatro Milán.– El espacio tiene una capacidad aproximada para entre 400 y 500 espectadores (que varía según la configuración de la obra) y siempre habrá boletos gratuitos (disponibles en la web).– El proyecto es una iniciativa presentada por HSBC con apoyo de la Secretaría de Cultura Federal a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, la coordinación Nacional de Teatro y el sistema de teatros de la CDMX.– Se llevarán también a cabo funciones especiales con intérpretes de lenguaje de señas en determinadas presentaciones, y algunas funciones en las que se proyectarán obras en su idioma original con subtítulos.– Previo a la presentación de las obras, se pueden hacer visitas guiadas lúdicas (acompañadas de un actor) para involucrar a los asistentes con el espacio y darles contexto sobre el teatro isabelino; éstas pueden ser adquiridas en Ticketmaster.[caption id="attachment_209478" align="aligncenter" width="715"]
"Macbeth".[/caption]
La llegada de Shakespeare en el Parque refresca la escena teatral mexicana y acerca el talento al público en un eco de Londres y Nueva York.
En la época isabelina –durante el reinado de Isabel I de Inglaterra (1558 a 1603)– la gente solía asistir al ‘teatro abierto’, literal y metafóricamente. Las obras se representaban en espacios al aire libre en los que los actores tenían una mayor cercanía con el público, además de la posibilidad de utilizar la ironía y hablar entre líneas…
Tomando esos conceptos, Teatro en el Parque permitirá a los espectadores en México presenciar teatro en un entorno diferente y único –el Bosque de Chapultepec–y con montajes naturalistas y sin filtro.“Es definitivamente una forma distinta de ir al teatro. A veces se tiene la noción de que el teatro de pronto puede ser aburrido, y creo que hacer estas obras al aire libre, permitiéndote estar en el Bosque de Chapultepec; y después irte al parque, a pasear, al museo o hacer un picnic –porque vamos a tener paquetes de picnic– lo hacen una experiencia diferente, y única”, relata Claudio Sodi, uno de los productores del proyecto.[caption id="attachment_209476" align="aligncenter" width="715"]
"Algo de un tal Shakespeare".[/caption]Para Sara Pinet, una de las actrices que participa como parte del montaje Algo de un tal Shakespeare, este nuevo concepto permitirá a los actores lograr una mayor cercanía con el espectador.“El simple hecho de que la gente llegue a un espacio abierto, con luz natural, y que no haya luces artificiales ni nada que esté ocultando al actor, hace que tanto el público como nosotros sintamos una relación más directa. Siempre en un teatro hay cosas que no se ven, pero estar al aire libre, y con un escenario como éste, genera una complicidad muy especial con el espectador que los hace sentirse más libres para involucrarse; para participar, gritar, aplaudir, abuchear, algo. Aquí, todo puede pasar…”.Durante la primera función en este nuevo espacio: la Explanada del Museo Tamayo, se presentó la obra Romeo y Julieta de bolsillo, un montaje para toda la familia en la que dos profesores que darán una clase magistral sobre Shakespeare intentan debatir sobre si Romeo y Julieta termina bien o mal; y para definirlo, actúan toda la obra sólo ellos dos, haciendo a todos los personajes.La obra, dirigida por Alonso Íñiguez y actuada por Brenda de Arrigunaga o Adriana Montes de Oca y Santiago Zenteno o Pablo Chemor (alternando funciones) fue creada especialmente para este espacio. En su primera corrida ante un público, logró generar carcajadas mostrando a estos dos actores dándole toques de ‘mirrey’ a personajes como Paris y Teobaldo, o acentos brasileiros al padre; valiéndose en toda la obra de insumos de limpieza que sustituyen lúdicamente a los objetos de la obra: espadas por escobas, cascos por mechudos, y hasta el veneno.
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En la segunda obra presentada en la inauguración: Algo de un tal Shakespeare, Sara Pinet y Adrián Vázquez interpretaron algunos de los mejores pasajes del dramaturgo nacido en Stratford-upon-Avon en abril de 1564, valiéndose de frutas y verduras con los que se representan a los personajes. Este trabajo los ha llevado a presentarse en diferentes estados de la República, y hasta en otros países, donde han tenido el reto de ‘recastear’ a sus coloridos personajes.“Lo que nos pasa mucho, sobre todo en las giras internacionales, es que es difícil encontrar frutas y verduras; por ejemplo un chayote en Europa. Ha sido muy divertido salir en estos países a hacer ‘casting de verduras’ para ver con cuáles hacemos a los personajes”, relata Pinet.Durante su primera función en Teatro en el Parque, ambos actores hicieron reír a carcajadas a los espectadores, e incluso interactuaron con ellos, logrando conectar en todo momento.“La noción del público presente sin toda la parafernalia de una escenografía, sino que sólo con la historia y los actores se consiga contagiar al espectador, me parece que es algo muy genuino y que parte del origen del teatro y la necesidad de contar historias. Esta es una manera muy directa de llegarle al público”, explica Vázquez.[caption id="attachment_209475" align="aligncenter" width="715"]
"Romeo y Julieta de bolsillo".[/caption]Para los actores de esta obra, escrita y dirigida por el propio Vázquez, Teatro en el Parque es una manera diferente de aproximarse al renombrado dramaturgo.“Hay mucha gente adulta, incluso dedicada al teatro, que no ha leído a Shakespeare, y nosotros intentamos, de manera divertida y jocosa, contarles anécdotas de Shakespeare para que, ojala, nazca en ellos la necesidad de saber más de su obra”, dice Vázquez.“Siento que si yo hubiera visto Algo de un tal Shakespeare cuando era morra, además de que me hubiera enamorado antes de Shakespeare, me hubiera enamorado del teatro. Es un trabajo que te invita a hacer algo; a que, como espectador, si tienes una idea te animes a llevarla a cabo, explorando y divirtiéndote”, añade Pinet.Para Sodi, tanto estos trabajos, como el resto de los montajes que se presentarán en abril y mayo: Mendoza (Dir. Juan Carrillo), Macbeth (Dir. Mauricio García Lozano), ¿Qué con Quique Quinto? ( Dir. Andrés Carreño), La sombra del Bardo ( Dir. Eduardo Castañeda) y Yo tenía un Ricardo, hasta que un Ricardo lo mató (Dir. Fausto Ramírez) lograrán que el público se acerque de manera distinta a Shakespeare.“Todas las obras tienen que ver con Shakespeare; lo que queríamos era hacer un acercamiento a sus textos, pero no forzosamente a sus clásicos marcados, sino que empezara a haber un dialogo entre lo que escribió, pero con adaptaciones mexicanas que creíamos prudentes para el momento. Mucho también fue dividir la programación en obras para adultos y obras para públicos infantiles y jóvenes (que se presentará en distintos horario)”, explicó el productor.Los boletos para Teatro en el Parque pueden adquirirse en Ticketmaster, en la taquilla del teatro (ubicada dentro del Museo) y en la página oficial. Parte de los boletos en el patio serán gratuitos, estos pueden obtenerse dando clic aquí.[caption id="attachment_209480" align="aligncenter" width="715"]
"A la sombra del Bardo".[/caption]Datos curiosos– El espacio de Teatro en el Parque tuvo como referentes: "Shakespeare in the Park" en Nueva York, al Globe Theatre de Londres y al Pop-up Globe de Auckland, Nueva Zelanda.– Los edificios del teatro isabelino tuvieron su origen en los circos de la época (en las peleas de osos o perros); por ello eran una construcción muy simple de madera o de piedra, a menudo circular y dotada de un amplio patio interno (cerrado todo alrededor, pero sin techo). Esa fue la esencia con la que se creó Teatro en el Parque.– El encargado de diseñar el espacio fue Adrián Martínez Frausto, responsable de la escenografía de obras como Hedda Gabler y La Tequilera, además del escenógrafo de uno de los montajes: Macbeth, que tuvo una temporada en el Teatro Milán.– El espacio tiene una capacidad aproximada para entre 400 y 500 espectadores (que varía según la configuración de la obra) y siempre habrá boletos gratuitos (disponibles en la web).– El proyecto es una iniciativa presentada por HSBC con apoyo de la Secretaría de Cultura Federal a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, la coordinación Nacional de Teatro y el sistema de teatros de la CDMX.– Se llevarán también a cabo funciones especiales con intérpretes de lenguaje de señas en determinadas presentaciones, y algunas funciones en las que se proyectarán obras en su idioma original con subtítulos.– Previo a la presentación de las obras, se pueden hacer visitas guiadas lúdicas (acompañadas de un actor) para involucrar a los asistentes con el espacio y darles contexto sobre el teatro isabelino; éstas pueden ser adquiridas en Ticketmaster.[caption id="attachment_209478" align="aligncenter" width="715"]
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En la época isabelina –durante el reinado de Isabel I de Inglaterra (1558 a 1603)– la gente solía asistir al ‘teatro abierto’, literal y metafóricamente. Las obras se representaban en espacios al aire libre en los que los actores tenían una mayor cercanía con el público, además de la posibilidad de utilizar la ironía y hablar entre líneas…
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"Algo de un tal Shakespeare".[/caption]Para Sara Pinet, una de las actrices que participa como parte del montaje Algo de un tal Shakespeare, este nuevo concepto permitirá a los actores lograr una mayor cercanía con el espectador.“El simple hecho de que la gente llegue a un espacio abierto, con luz natural, y que no haya luces artificiales ni nada que esté ocultando al actor, hace que tanto el público como nosotros sintamos una relación más directa. Siempre en un teatro hay cosas que no se ven, pero estar al aire libre, y con un escenario como éste, genera una complicidad muy especial con el espectador que los hace sentirse más libres para involucrarse; para participar, gritar, aplaudir, abuchear, algo. Aquí, todo puede pasar…”.Durante la primera función en este nuevo espacio: la Explanada del Museo Tamayo, se presentó la obra Romeo y Julieta de bolsillo, un montaje para toda la familia en la que dos profesores que darán una clase magistral sobre Shakespeare intentan debatir sobre si Romeo y Julieta termina bien o mal; y para definirlo, actúan toda la obra sólo ellos dos, haciendo a todos los personajes.La obra, dirigida por Alonso Íñiguez y actuada por Brenda de Arrigunaga o Adriana Montes de Oca y Santiago Zenteno o Pablo Chemor (alternando funciones) fue creada especialmente para este espacio. En su primera corrida ante un público, logró generar carcajadas mostrando a estos dos actores dándole toques de ‘mirrey’ a personajes como Paris y Teobaldo, o acentos brasileiros al padre; valiéndose en toda la obra de insumos de limpieza que sustituyen lúdicamente a los objetos de la obra: espadas por escobas, cascos por mechudos, y hasta el veneno.
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Poder al desnudo: Sabina Berman.
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En la segunda obra presentada en la inauguración: Algo de un tal Shakespeare, Sara Pinet y Adrián Vázquez interpretaron algunos de los mejores pasajes del dramaturgo nacido en Stratford-upon-Avon en abril de 1564, valiéndose de frutas y verduras con los que se representan a los personajes. Este trabajo los ha llevado a presentarse en diferentes estados de la República, y hasta en otros países, donde han tenido el reto de ‘recastear’ a sus coloridos personajes.“Lo que nos pasa mucho, sobre todo en las giras internacionales, es que es difícil encontrar frutas y verduras; por ejemplo un chayote en Europa. Ha sido muy divertido salir en estos países a hacer ‘casting de verduras’ para ver con cuáles hacemos a los personajes”, relata Pinet.Durante su primera función en Teatro en el Parque, ambos actores hicieron reír a carcajadas a los espectadores, e incluso interactuaron con ellos, logrando conectar en todo momento.“La noción del público presente sin toda la parafernalia de una escenografía, sino que sólo con la historia y los actores se consiga contagiar al espectador, me parece que es algo muy genuino y que parte del origen del teatro y la necesidad de contar historias. Esta es una manera muy directa de llegarle al público”, explica Vázquez.[caption id="attachment_209475" align="aligncenter" width="715"]
"Romeo y Julieta de bolsillo".[/caption]Para los actores de esta obra, escrita y dirigida por el propio Vázquez, Teatro en el Parque es una manera diferente de aproximarse al renombrado dramaturgo.“Hay mucha gente adulta, incluso dedicada al teatro, que no ha leído a Shakespeare, y nosotros intentamos, de manera divertida y jocosa, contarles anécdotas de Shakespeare para que, ojala, nazca en ellos la necesidad de saber más de su obra”, dice Vázquez.“Siento que si yo hubiera visto Algo de un tal Shakespeare cuando era morra, además de que me hubiera enamorado antes de Shakespeare, me hubiera enamorado del teatro. Es un trabajo que te invita a hacer algo; a que, como espectador, si tienes una idea te animes a llevarla a cabo, explorando y divirtiéndote”, añade Pinet.Para Sodi, tanto estos trabajos, como el resto de los montajes que se presentarán en abril y mayo: Mendoza (Dir. Juan Carrillo), Macbeth (Dir. Mauricio García Lozano), ¿Qué con Quique Quinto? ( Dir. Andrés Carreño), La sombra del Bardo ( Dir. Eduardo Castañeda) y Yo tenía un Ricardo, hasta que un Ricardo lo mató (Dir. Fausto Ramírez) lograrán que el público se acerque de manera distinta a Shakespeare.“Todas las obras tienen que ver con Shakespeare; lo que queríamos era hacer un acercamiento a sus textos, pero no forzosamente a sus clásicos marcados, sino que empezara a haber un dialogo entre lo que escribió, pero con adaptaciones mexicanas que creíamos prudentes para el momento. Mucho también fue dividir la programación en obras para adultos y obras para públicos infantiles y jóvenes (que se presentará en distintos horario)”, explicó el productor.Los boletos para Teatro en el Parque pueden adquirirse en Ticketmaster, en la taquilla del teatro (ubicada dentro del Museo) y en la página oficial. Parte de los boletos en el patio serán gratuitos, estos pueden obtenerse dando clic aquí.[caption id="attachment_209480" align="aligncenter" width="715"]
"A la sombra del Bardo".[/caption]Datos curiosos– El espacio de Teatro en el Parque tuvo como referentes: "Shakespeare in the Park" en Nueva York, al Globe Theatre de Londres y al Pop-up Globe de Auckland, Nueva Zelanda.– Los edificios del teatro isabelino tuvieron su origen en los circos de la época (en las peleas de osos o perros); por ello eran una construcción muy simple de madera o de piedra, a menudo circular y dotada de un amplio patio interno (cerrado todo alrededor, pero sin techo). Esa fue la esencia con la que se creó Teatro en el Parque.– El encargado de diseñar el espacio fue Adrián Martínez Frausto, responsable de la escenografía de obras como Hedda Gabler y La Tequilera, además del escenógrafo de uno de los montajes: Macbeth, que tuvo una temporada en el Teatro Milán.– El espacio tiene una capacidad aproximada para entre 400 y 500 espectadores (que varía según la configuración de la obra) y siempre habrá boletos gratuitos (disponibles en la web).– El proyecto es una iniciativa presentada por HSBC con apoyo de la Secretaría de Cultura Federal a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, la coordinación Nacional de Teatro y el sistema de teatros de la CDMX.– Se llevarán también a cabo funciones especiales con intérpretes de lenguaje de señas en determinadas presentaciones, y algunas funciones en las que se proyectarán obras en su idioma original con subtítulos.– Previo a la presentación de las obras, se pueden hacer visitas guiadas lúdicas (acompañadas de un actor) para involucrar a los asistentes con el espacio y darles contexto sobre el teatro isabelino; éstas pueden ser adquiridas en Ticketmaster.[caption id="attachment_209478" align="aligncenter" width="715"]
"Macbeth".[/caption]
En la época isabelina –durante el reinado de Isabel I de Inglaterra (1558 a 1603)– la gente solía asistir al ‘teatro abierto’, literal y metafóricamente. Las obras se representaban en espacios al aire libre en los que los actores tenían una mayor cercanía con el público, además de la posibilidad de utilizar la ironía y hablar entre líneas…
Tomando esos conceptos, Teatro en el Parque permitirá a los espectadores en México presenciar teatro en un entorno diferente y único –el Bosque de Chapultepec–y con montajes naturalistas y sin filtro.“Es definitivamente una forma distinta de ir al teatro. A veces se tiene la noción de que el teatro de pronto puede ser aburrido, y creo que hacer estas obras al aire libre, permitiéndote estar en el Bosque de Chapultepec; y después irte al parque, a pasear, al museo o hacer un picnic –porque vamos a tener paquetes de picnic– lo hacen una experiencia diferente, y única”, relata Claudio Sodi, uno de los productores del proyecto.[caption id="attachment_209476" align="aligncenter" width="715"]
"Algo de un tal Shakespeare".[/caption]Para Sara Pinet, una de las actrices que participa como parte del montaje Algo de un tal Shakespeare, este nuevo concepto permitirá a los actores lograr una mayor cercanía con el espectador.“El simple hecho de que la gente llegue a un espacio abierto, con luz natural, y que no haya luces artificiales ni nada que esté ocultando al actor, hace que tanto el público como nosotros sintamos una relación más directa. Siempre en un teatro hay cosas que no se ven, pero estar al aire libre, y con un escenario como éste, genera una complicidad muy especial con el espectador que los hace sentirse más libres para involucrarse; para participar, gritar, aplaudir, abuchear, algo. Aquí, todo puede pasar…”.Durante la primera función en este nuevo espacio: la Explanada del Museo Tamayo, se presentó la obra Romeo y Julieta de bolsillo, un montaje para toda la familia en la que dos profesores que darán una clase magistral sobre Shakespeare intentan debatir sobre si Romeo y Julieta termina bien o mal; y para definirlo, actúan toda la obra sólo ellos dos, haciendo a todos los personajes.La obra, dirigida por Alonso Íñiguez y actuada por Brenda de Arrigunaga o Adriana Montes de Oca y Santiago Zenteno o Pablo Chemor (alternando funciones) fue creada especialmente para este espacio. En su primera corrida ante un público, logró generar carcajadas mostrando a estos dos actores dándole toques de ‘mirrey’ a personajes como Paris y Teobaldo, o acentos brasileiros al padre; valiéndose en toda la obra de insumos de limpieza que sustituyen lúdicamente a los objetos de la obra: espadas por escobas, cascos por mechudos, y hasta el veneno.
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Si te gusta el teatro, lee:
Alfonso Herrera en Busca de librepensadores.
Poder al desnudo: Sabina Berman.
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En la segunda obra presentada en la inauguración: Algo de un tal Shakespeare, Sara Pinet y Adrián Vázquez interpretaron algunos de los mejores pasajes del dramaturgo nacido en Stratford-upon-Avon en abril de 1564, valiéndose de frutas y verduras con los que se representan a los personajes. Este trabajo los ha llevado a presentarse en diferentes estados de la República, y hasta en otros países, donde han tenido el reto de ‘recastear’ a sus coloridos personajes.“Lo que nos pasa mucho, sobre todo en las giras internacionales, es que es difícil encontrar frutas y verduras; por ejemplo un chayote en Europa. Ha sido muy divertido salir en estos países a hacer ‘casting de verduras’ para ver con cuáles hacemos a los personajes”, relata Pinet.Durante su primera función en Teatro en el Parque, ambos actores hicieron reír a carcajadas a los espectadores, e incluso interactuaron con ellos, logrando conectar en todo momento.“La noción del público presente sin toda la parafernalia de una escenografía, sino que sólo con la historia y los actores se consiga contagiar al espectador, me parece que es algo muy genuino y que parte del origen del teatro y la necesidad de contar historias. Esta es una manera muy directa de llegarle al público”, explica Vázquez.[caption id="attachment_209475" align="aligncenter" width="715"]
"Romeo y Julieta de bolsillo".[/caption]Para los actores de esta obra, escrita y dirigida por el propio Vázquez, Teatro en el Parque es una manera diferente de aproximarse al renombrado dramaturgo.“Hay mucha gente adulta, incluso dedicada al teatro, que no ha leído a Shakespeare, y nosotros intentamos, de manera divertida y jocosa, contarles anécdotas de Shakespeare para que, ojala, nazca en ellos la necesidad de saber más de su obra”, dice Vázquez.“Siento que si yo hubiera visto Algo de un tal Shakespeare cuando era morra, además de que me hubiera enamorado antes de Shakespeare, me hubiera enamorado del teatro. Es un trabajo que te invita a hacer algo; a que, como espectador, si tienes una idea te animes a llevarla a cabo, explorando y divirtiéndote”, añade Pinet.Para Sodi, tanto estos trabajos, como el resto de los montajes que se presentarán en abril y mayo: Mendoza (Dir. Juan Carrillo), Macbeth (Dir. Mauricio García Lozano), ¿Qué con Quique Quinto? ( Dir. Andrés Carreño), La sombra del Bardo ( Dir. Eduardo Castañeda) y Yo tenía un Ricardo, hasta que un Ricardo lo mató (Dir. Fausto Ramírez) lograrán que el público se acerque de manera distinta a Shakespeare.“Todas las obras tienen que ver con Shakespeare; lo que queríamos era hacer un acercamiento a sus textos, pero no forzosamente a sus clásicos marcados, sino que empezara a haber un dialogo entre lo que escribió, pero con adaptaciones mexicanas que creíamos prudentes para el momento. Mucho también fue dividir la programación en obras para adultos y obras para públicos infantiles y jóvenes (que se presentará en distintos horario)”, explicó el productor.Los boletos para Teatro en el Parque pueden adquirirse en Ticketmaster, en la taquilla del teatro (ubicada dentro del Museo) y en la página oficial. Parte de los boletos en el patio serán gratuitos, estos pueden obtenerse dando clic aquí.[caption id="attachment_209480" align="aligncenter" width="715"]
"A la sombra del Bardo".[/caption]Datos curiosos– El espacio de Teatro en el Parque tuvo como referentes: "Shakespeare in the Park" en Nueva York, al Globe Theatre de Londres y al Pop-up Globe de Auckland, Nueva Zelanda.– Los edificios del teatro isabelino tuvieron su origen en los circos de la época (en las peleas de osos o perros); por ello eran una construcción muy simple de madera o de piedra, a menudo circular y dotada de un amplio patio interno (cerrado todo alrededor, pero sin techo). Esa fue la esencia con la que se creó Teatro en el Parque.– El encargado de diseñar el espacio fue Adrián Martínez Frausto, responsable de la escenografía de obras como Hedda Gabler y La Tequilera, además del escenógrafo de uno de los montajes: Macbeth, que tuvo una temporada en el Teatro Milán.– El espacio tiene una capacidad aproximada para entre 400 y 500 espectadores (que varía según la configuración de la obra) y siempre habrá boletos gratuitos (disponibles en la web).– El proyecto es una iniciativa presentada por HSBC con apoyo de la Secretaría de Cultura Federal a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, la coordinación Nacional de Teatro y el sistema de teatros de la CDMX.– Se llevarán también a cabo funciones especiales con intérpretes de lenguaje de señas en determinadas presentaciones, y algunas funciones en las que se proyectarán obras en su idioma original con subtítulos.– Previo a la presentación de las obras, se pueden hacer visitas guiadas lúdicas (acompañadas de un actor) para involucrar a los asistentes con el espacio y darles contexto sobre el teatro isabelino; éstas pueden ser adquiridas en Ticketmaster.[caption id="attachment_209478" align="aligncenter" width="715"]
"Macbeth".[/caption]
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