Esta marca ultra-premium celebra sus raíces en cada paso, desde la cosecha del agave hasta la variedad de su portafolio. La constante: un tequila único, de la mejor calidad, que rinde homenaje a México en cada trago.
Mantener las tradiciones mexicanas donde quiera que se disfruten: este es uno de los objetivos principales de Tequila Patrón, una de las marcas de bebidas espirituosas más conocidas y respetadas a nivel mundial. Elaborado de manera artesanal y siempre cuidando cada detalle —desde la cosecha de Agave tequilana weber variedad azul hasta el etiquetado de cada botella—, este tequila ultra-premium destaca no solo por su gran calidad, sino por su versatilidad y por el compromiso con la tierra donde se produce.
Bajo la genialidad y el conocimiento del maestro destilador Francisco Alcaraz, Tequila Patrón nace en 1989 en los Altos de Jalisco, México, donde se produce hasta la fecha (específicamente en la Hacienda Patrón). Desde sus inicios, la marca buscó elevar la categoría del destilado partiendo de una fórmula infalible: respetar, replicar y perfeccionar el conocimiento tradicional en cada paso.
El proceso de elaboración artesanal de Tequila Patrón comienza en el campo, donde los jimadores trabajan arduamente para seleccionar y cosechar los mejores ejemplares de agave azul. Tras retirar las hojas de cada planta, las piñas —como se conoce a los corazones del agave— son cortadas a mano y se dejan cocer en un horno de mampostería, para después ser trasladadas al área de extracción de jugos. En esta parte de la producción, Tequila Patrón utiliza dos técnicas distintas, el molino de rodillos y la tahona —una piedra volcánica en forma de cilindro—, cada una de las cuales aporta su propio toque en términos de olor y sabor.
Después, los jugos se fermentan durante tres días en contenedores de madera de pino, fabricados también de forma artesanal para este proceso. El líquido es destilado en alambiques de cobre y se deja reposar y madurar en barricas de roble. En total, la elaboración de Tequila Patrón toma hasta siete días —sin contar el añejamiento— y cuenta con la participación de más de sesenta manos. Sin embargo, el factor artesanal no termina ahí, ya que se manifiesta en distintas fases posteriores, desde el diseño de las hermosas botellas de vidrio soplado hasta los eventos de lanzamiento de la marca.
Algo que vale la pena destacar es que cada paso de la producción se rige por procesos sustentables que buscan proteger y preservar el suelo de los Altos de Jalisco, tanto que el Gobierno mexicano ha reconocido a Tequila Patrón por su labor en la reducción de basura y la inversión en tecnología para minimizar el impacto ambiental que se genera al producir el destilado. De hecho, los esfuerzos de la marca se extienden hasta Portugal, donde se fabrican los corchos durante un periodo muy específico para alinearse con estos objetivos.
Cada año, en Hacienda Patrón se envasan más de cuarenta millones de botellas de tequila, cuya variedad en tamaños y presentaciones refleja la diversidad del portafolio de la marca. Patrón Silver —el blanco perfecto—, Patrón Reposado —cuyo sabor suave se debe a que se deja reposar de tres a cinco meses en barricas de roble blanco— y Patrón Añejo —que madura entre doce y catorce meses en barricas de roble e ideal para tomarse derecho— conforman el portafolio core, mientras que el portafolio Gran Patrón está integrado por los tequilas más sofisticados de la marca: Gran Patrón Piedra, Gran Patrón Platinum y Gran Patrón Burdeos, el cual, como su nombre indica, se termina de añejar en barricas de vino bordelés.
La pureza y calidad de un destilado no está peleada con su potencial en la mixología, sobre todo cuando no todos los paladares están acostumbrados al tequila derecho. Esto es algo que Tequila Patrón tiene muy claro, y por eso ha explorado diferentes caminos en términos de cocteles, con recetas tanto clásicas como propositivas. Algunos de nuestros favoritos son la Margarita Perfecta y la Paloma Perfecta, ambos con Patrón Reposado, hielo y cítricos —perfectos para cualquier ocasión—, y el Patronic, un trago con Patrón Silver, agua quina y hierbabuena. Para más información, visita patrontequila.com.
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Esta marca ultra-premium celebra sus raíces en cada paso, desde la cosecha del agave hasta la variedad de su portafolio. La constante: un tequila único, de la mejor calidad, que rinde homenaje a México en cada trago.
Mantener las tradiciones mexicanas donde quiera que se disfruten: este es uno de los objetivos principales de Tequila Patrón, una de las marcas de bebidas espirituosas más conocidas y respetadas a nivel mundial. Elaborado de manera artesanal y siempre cuidando cada detalle —desde la cosecha de Agave tequilana weber variedad azul hasta el etiquetado de cada botella—, este tequila ultra-premium destaca no solo por su gran calidad, sino por su versatilidad y por el compromiso con la tierra donde se produce.
Bajo la genialidad y el conocimiento del maestro destilador Francisco Alcaraz, Tequila Patrón nace en 1989 en los Altos de Jalisco, México, donde se produce hasta la fecha (específicamente en la Hacienda Patrón). Desde sus inicios, la marca buscó elevar la categoría del destilado partiendo de una fórmula infalible: respetar, replicar y perfeccionar el conocimiento tradicional en cada paso.
El proceso de elaboración artesanal de Tequila Patrón comienza en el campo, donde los jimadores trabajan arduamente para seleccionar y cosechar los mejores ejemplares de agave azul. Tras retirar las hojas de cada planta, las piñas —como se conoce a los corazones del agave— son cortadas a mano y se dejan cocer en un horno de mampostería, para después ser trasladadas al área de extracción de jugos. En esta parte de la producción, Tequila Patrón utiliza dos técnicas distintas, el molino de rodillos y la tahona —una piedra volcánica en forma de cilindro—, cada una de las cuales aporta su propio toque en términos de olor y sabor.
Después, los jugos se fermentan durante tres días en contenedores de madera de pino, fabricados también de forma artesanal para este proceso. El líquido es destilado en alambiques de cobre y se deja reposar y madurar en barricas de roble. En total, la elaboración de Tequila Patrón toma hasta siete días —sin contar el añejamiento— y cuenta con la participación de más de sesenta manos. Sin embargo, el factor artesanal no termina ahí, ya que se manifiesta en distintas fases posteriores, desde el diseño de las hermosas botellas de vidrio soplado hasta los eventos de lanzamiento de la marca.
Algo que vale la pena destacar es que cada paso de la producción se rige por procesos sustentables que buscan proteger y preservar el suelo de los Altos de Jalisco, tanto que el Gobierno mexicano ha reconocido a Tequila Patrón por su labor en la reducción de basura y la inversión en tecnología para minimizar el impacto ambiental que se genera al producir el destilado. De hecho, los esfuerzos de la marca se extienden hasta Portugal, donde se fabrican los corchos durante un periodo muy específico para alinearse con estos objetivos.
Cada año, en Hacienda Patrón se envasan más de cuarenta millones de botellas de tequila, cuya variedad en tamaños y presentaciones refleja la diversidad del portafolio de la marca. Patrón Silver —el blanco perfecto—, Patrón Reposado —cuyo sabor suave se debe a que se deja reposar de tres a cinco meses en barricas de roble blanco— y Patrón Añejo —que madura entre doce y catorce meses en barricas de roble e ideal para tomarse derecho— conforman el portafolio core, mientras que el portafolio Gran Patrón está integrado por los tequilas más sofisticados de la marca: Gran Patrón Piedra, Gran Patrón Platinum y Gran Patrón Burdeos, el cual, como su nombre indica, se termina de añejar en barricas de vino bordelés.
La pureza y calidad de un destilado no está peleada con su potencial en la mixología, sobre todo cuando no todos los paladares están acostumbrados al tequila derecho. Esto es algo que Tequila Patrón tiene muy claro, y por eso ha explorado diferentes caminos en términos de cocteles, con recetas tanto clásicas como propositivas. Algunos de nuestros favoritos son la Margarita Perfecta y la Paloma Perfecta, ambos con Patrón Reposado, hielo y cítricos —perfectos para cualquier ocasión—, y el Patronic, un trago con Patrón Silver, agua quina y hierbabuena. Para más información, visita patrontequila.com.
Esta marca ultra-premium celebra sus raíces en cada paso, desde la cosecha del agave hasta la variedad de su portafolio. La constante: un tequila único, de la mejor calidad, que rinde homenaje a México en cada trago.
Mantener las tradiciones mexicanas donde quiera que se disfruten: este es uno de los objetivos principales de Tequila Patrón, una de las marcas de bebidas espirituosas más conocidas y respetadas a nivel mundial. Elaborado de manera artesanal y siempre cuidando cada detalle —desde la cosecha de Agave tequilana weber variedad azul hasta el etiquetado de cada botella—, este tequila ultra-premium destaca no solo por su gran calidad, sino por su versatilidad y por el compromiso con la tierra donde se produce.
Bajo la genialidad y el conocimiento del maestro destilador Francisco Alcaraz, Tequila Patrón nace en 1989 en los Altos de Jalisco, México, donde se produce hasta la fecha (específicamente en la Hacienda Patrón). Desde sus inicios, la marca buscó elevar la categoría del destilado partiendo de una fórmula infalible: respetar, replicar y perfeccionar el conocimiento tradicional en cada paso.
El proceso de elaboración artesanal de Tequila Patrón comienza en el campo, donde los jimadores trabajan arduamente para seleccionar y cosechar los mejores ejemplares de agave azul. Tras retirar las hojas de cada planta, las piñas —como se conoce a los corazones del agave— son cortadas a mano y se dejan cocer en un horno de mampostería, para después ser trasladadas al área de extracción de jugos. En esta parte de la producción, Tequila Patrón utiliza dos técnicas distintas, el molino de rodillos y la tahona —una piedra volcánica en forma de cilindro—, cada una de las cuales aporta su propio toque en términos de olor y sabor.
Después, los jugos se fermentan durante tres días en contenedores de madera de pino, fabricados también de forma artesanal para este proceso. El líquido es destilado en alambiques de cobre y se deja reposar y madurar en barricas de roble. En total, la elaboración de Tequila Patrón toma hasta siete días —sin contar el añejamiento— y cuenta con la participación de más de sesenta manos. Sin embargo, el factor artesanal no termina ahí, ya que se manifiesta en distintas fases posteriores, desde el diseño de las hermosas botellas de vidrio soplado hasta los eventos de lanzamiento de la marca.
Algo que vale la pena destacar es que cada paso de la producción se rige por procesos sustentables que buscan proteger y preservar el suelo de los Altos de Jalisco, tanto que el Gobierno mexicano ha reconocido a Tequila Patrón por su labor en la reducción de basura y la inversión en tecnología para minimizar el impacto ambiental que se genera al producir el destilado. De hecho, los esfuerzos de la marca se extienden hasta Portugal, donde se fabrican los corchos durante un periodo muy específico para alinearse con estos objetivos.
Cada año, en Hacienda Patrón se envasan más de cuarenta millones de botellas de tequila, cuya variedad en tamaños y presentaciones refleja la diversidad del portafolio de la marca. Patrón Silver —el blanco perfecto—, Patrón Reposado —cuyo sabor suave se debe a que se deja reposar de tres a cinco meses en barricas de roble blanco— y Patrón Añejo —que madura entre doce y catorce meses en barricas de roble e ideal para tomarse derecho— conforman el portafolio core, mientras que el portafolio Gran Patrón está integrado por los tequilas más sofisticados de la marca: Gran Patrón Piedra, Gran Patrón Platinum y Gran Patrón Burdeos, el cual, como su nombre indica, se termina de añejar en barricas de vino bordelés.
La pureza y calidad de un destilado no está peleada con su potencial en la mixología, sobre todo cuando no todos los paladares están acostumbrados al tequila derecho. Esto es algo que Tequila Patrón tiene muy claro, y por eso ha explorado diferentes caminos en términos de cocteles, con recetas tanto clásicas como propositivas. Algunos de nuestros favoritos son la Margarita Perfecta y la Paloma Perfecta, ambos con Patrón Reposado, hielo y cítricos —perfectos para cualquier ocasión—, y el Patronic, un trago con Patrón Silver, agua quina y hierbabuena. Para más información, visita patrontequila.com.
Esta marca ultra-premium celebra sus raíces en cada paso, desde la cosecha del agave hasta la variedad de su portafolio. La constante: un tequila único, de la mejor calidad, que rinde homenaje a México en cada trago.
Mantener las tradiciones mexicanas donde quiera que se disfruten: este es uno de los objetivos principales de Tequila Patrón, una de las marcas de bebidas espirituosas más conocidas y respetadas a nivel mundial. Elaborado de manera artesanal y siempre cuidando cada detalle —desde la cosecha de Agave tequilana weber variedad azul hasta el etiquetado de cada botella—, este tequila ultra-premium destaca no solo por su gran calidad, sino por su versatilidad y por el compromiso con la tierra donde se produce.
Bajo la genialidad y el conocimiento del maestro destilador Francisco Alcaraz, Tequila Patrón nace en 1989 en los Altos de Jalisco, México, donde se produce hasta la fecha (específicamente en la Hacienda Patrón). Desde sus inicios, la marca buscó elevar la categoría del destilado partiendo de una fórmula infalible: respetar, replicar y perfeccionar el conocimiento tradicional en cada paso.
El proceso de elaboración artesanal de Tequila Patrón comienza en el campo, donde los jimadores trabajan arduamente para seleccionar y cosechar los mejores ejemplares de agave azul. Tras retirar las hojas de cada planta, las piñas —como se conoce a los corazones del agave— son cortadas a mano y se dejan cocer en un horno de mampostería, para después ser trasladadas al área de extracción de jugos. En esta parte de la producción, Tequila Patrón utiliza dos técnicas distintas, el molino de rodillos y la tahona —una piedra volcánica en forma de cilindro—, cada una de las cuales aporta su propio toque en términos de olor y sabor.
Después, los jugos se fermentan durante tres días en contenedores de madera de pino, fabricados también de forma artesanal para este proceso. El líquido es destilado en alambiques de cobre y se deja reposar y madurar en barricas de roble. En total, la elaboración de Tequila Patrón toma hasta siete días —sin contar el añejamiento— y cuenta con la participación de más de sesenta manos. Sin embargo, el factor artesanal no termina ahí, ya que se manifiesta en distintas fases posteriores, desde el diseño de las hermosas botellas de vidrio soplado hasta los eventos de lanzamiento de la marca.
Algo que vale la pena destacar es que cada paso de la producción se rige por procesos sustentables que buscan proteger y preservar el suelo de los Altos de Jalisco, tanto que el Gobierno mexicano ha reconocido a Tequila Patrón por su labor en la reducción de basura y la inversión en tecnología para minimizar el impacto ambiental que se genera al producir el destilado. De hecho, los esfuerzos de la marca se extienden hasta Portugal, donde se fabrican los corchos durante un periodo muy específico para alinearse con estos objetivos.
Cada año, en Hacienda Patrón se envasan más de cuarenta millones de botellas de tequila, cuya variedad en tamaños y presentaciones refleja la diversidad del portafolio de la marca. Patrón Silver —el blanco perfecto—, Patrón Reposado —cuyo sabor suave se debe a que se deja reposar de tres a cinco meses en barricas de roble blanco— y Patrón Añejo —que madura entre doce y catorce meses en barricas de roble e ideal para tomarse derecho— conforman el portafolio core, mientras que el portafolio Gran Patrón está integrado por los tequilas más sofisticados de la marca: Gran Patrón Piedra, Gran Patrón Platinum y Gran Patrón Burdeos, el cual, como su nombre indica, se termina de añejar en barricas de vino bordelés.
La pureza y calidad de un destilado no está peleada con su potencial en la mixología, sobre todo cuando no todos los paladares están acostumbrados al tequila derecho. Esto es algo que Tequila Patrón tiene muy claro, y por eso ha explorado diferentes caminos en términos de cocteles, con recetas tanto clásicas como propositivas. Algunos de nuestros favoritos son la Margarita Perfecta y la Paloma Perfecta, ambos con Patrón Reposado, hielo y cítricos —perfectos para cualquier ocasión—, y el Patronic, un trago con Patrón Silver, agua quina y hierbabuena. Para más información, visita patrontequila.com.
Esta marca ultra-premium celebra sus raíces en cada paso, desde la cosecha del agave hasta la variedad de su portafolio. La constante: un tequila único, de la mejor calidad, que rinde homenaje a México en cada trago.
Mantener las tradiciones mexicanas donde quiera que se disfruten: este es uno de los objetivos principales de Tequila Patrón, una de las marcas de bebidas espirituosas más conocidas y respetadas a nivel mundial. Elaborado de manera artesanal y siempre cuidando cada detalle —desde la cosecha de Agave tequilana weber variedad azul hasta el etiquetado de cada botella—, este tequila ultra-premium destaca no solo por su gran calidad, sino por su versatilidad y por el compromiso con la tierra donde se produce.
Bajo la genialidad y el conocimiento del maestro destilador Francisco Alcaraz, Tequila Patrón nace en 1989 en los Altos de Jalisco, México, donde se produce hasta la fecha (específicamente en la Hacienda Patrón). Desde sus inicios, la marca buscó elevar la categoría del destilado partiendo de una fórmula infalible: respetar, replicar y perfeccionar el conocimiento tradicional en cada paso.
El proceso de elaboración artesanal de Tequila Patrón comienza en el campo, donde los jimadores trabajan arduamente para seleccionar y cosechar los mejores ejemplares de agave azul. Tras retirar las hojas de cada planta, las piñas —como se conoce a los corazones del agave— son cortadas a mano y se dejan cocer en un horno de mampostería, para después ser trasladadas al área de extracción de jugos. En esta parte de la producción, Tequila Patrón utiliza dos técnicas distintas, el molino de rodillos y la tahona —una piedra volcánica en forma de cilindro—, cada una de las cuales aporta su propio toque en términos de olor y sabor.
Después, los jugos se fermentan durante tres días en contenedores de madera de pino, fabricados también de forma artesanal para este proceso. El líquido es destilado en alambiques de cobre y se deja reposar y madurar en barricas de roble. En total, la elaboración de Tequila Patrón toma hasta siete días —sin contar el añejamiento— y cuenta con la participación de más de sesenta manos. Sin embargo, el factor artesanal no termina ahí, ya que se manifiesta en distintas fases posteriores, desde el diseño de las hermosas botellas de vidrio soplado hasta los eventos de lanzamiento de la marca.
Algo que vale la pena destacar es que cada paso de la producción se rige por procesos sustentables que buscan proteger y preservar el suelo de los Altos de Jalisco, tanto que el Gobierno mexicano ha reconocido a Tequila Patrón por su labor en la reducción de basura y la inversión en tecnología para minimizar el impacto ambiental que se genera al producir el destilado. De hecho, los esfuerzos de la marca se extienden hasta Portugal, donde se fabrican los corchos durante un periodo muy específico para alinearse con estos objetivos.
Cada año, en Hacienda Patrón se envasan más de cuarenta millones de botellas de tequila, cuya variedad en tamaños y presentaciones refleja la diversidad del portafolio de la marca. Patrón Silver —el blanco perfecto—, Patrón Reposado —cuyo sabor suave se debe a que se deja reposar de tres a cinco meses en barricas de roble blanco— y Patrón Añejo —que madura entre doce y catorce meses en barricas de roble e ideal para tomarse derecho— conforman el portafolio core, mientras que el portafolio Gran Patrón está integrado por los tequilas más sofisticados de la marca: Gran Patrón Piedra, Gran Patrón Platinum y Gran Patrón Burdeos, el cual, como su nombre indica, se termina de añejar en barricas de vino bordelés.
La pureza y calidad de un destilado no está peleada con su potencial en la mixología, sobre todo cuando no todos los paladares están acostumbrados al tequila derecho. Esto es algo que Tequila Patrón tiene muy claro, y por eso ha explorado diferentes caminos en términos de cocteles, con recetas tanto clásicas como propositivas. Algunos de nuestros favoritos son la Margarita Perfecta y la Paloma Perfecta, ambos con Patrón Reposado, hielo y cítricos —perfectos para cualquier ocasión—, y el Patronic, un trago con Patrón Silver, agua quina y hierbabuena. Para más información, visita patrontequila.com.
Mantener las tradiciones mexicanas donde quiera que se disfruten: este es uno de los objetivos principales de Tequila Patrón, una de las marcas de bebidas espirituosas más conocidas y respetadas a nivel mundial. Elaborado de manera artesanal y siempre cuidando cada detalle —desde la cosecha de Agave tequilana weber variedad azul hasta el etiquetado de cada botella—, este tequila ultra-premium destaca no solo por su gran calidad, sino por su versatilidad y por el compromiso con la tierra donde se produce.
Bajo la genialidad y el conocimiento del maestro destilador Francisco Alcaraz, Tequila Patrón nace en 1989 en los Altos de Jalisco, México, donde se produce hasta la fecha (específicamente en la Hacienda Patrón). Desde sus inicios, la marca buscó elevar la categoría del destilado partiendo de una fórmula infalible: respetar, replicar y perfeccionar el conocimiento tradicional en cada paso.
El proceso de elaboración artesanal de Tequila Patrón comienza en el campo, donde los jimadores trabajan arduamente para seleccionar y cosechar los mejores ejemplares de agave azul. Tras retirar las hojas de cada planta, las piñas —como se conoce a los corazones del agave— son cortadas a mano y se dejan cocer en un horno de mampostería, para después ser trasladadas al área de extracción de jugos. En esta parte de la producción, Tequila Patrón utiliza dos técnicas distintas, el molino de rodillos y la tahona —una piedra volcánica en forma de cilindro—, cada una de las cuales aporta su propio toque en términos de olor y sabor.
Después, los jugos se fermentan durante tres días en contenedores de madera de pino, fabricados también de forma artesanal para este proceso. El líquido es destilado en alambiques de cobre y se deja reposar y madurar en barricas de roble. En total, la elaboración de Tequila Patrón toma hasta siete días —sin contar el añejamiento— y cuenta con la participación de más de sesenta manos. Sin embargo, el factor artesanal no termina ahí, ya que se manifiesta en distintas fases posteriores, desde el diseño de las hermosas botellas de vidrio soplado hasta los eventos de lanzamiento de la marca.
Algo que vale la pena destacar es que cada paso de la producción se rige por procesos sustentables que buscan proteger y preservar el suelo de los Altos de Jalisco, tanto que el Gobierno mexicano ha reconocido a Tequila Patrón por su labor en la reducción de basura y la inversión en tecnología para minimizar el impacto ambiental que se genera al producir el destilado. De hecho, los esfuerzos de la marca se extienden hasta Portugal, donde se fabrican los corchos durante un periodo muy específico para alinearse con estos objetivos.
Cada año, en Hacienda Patrón se envasan más de cuarenta millones de botellas de tequila, cuya variedad en tamaños y presentaciones refleja la diversidad del portafolio de la marca. Patrón Silver —el blanco perfecto—, Patrón Reposado —cuyo sabor suave se debe a que se deja reposar de tres a cinco meses en barricas de roble blanco— y Patrón Añejo —que madura entre doce y catorce meses en barricas de roble e ideal para tomarse derecho— conforman el portafolio core, mientras que el portafolio Gran Patrón está integrado por los tequilas más sofisticados de la marca: Gran Patrón Piedra, Gran Patrón Platinum y Gran Patrón Burdeos, el cual, como su nombre indica, se termina de añejar en barricas de vino bordelés.
La pureza y calidad de un destilado no está peleada con su potencial en la mixología, sobre todo cuando no todos los paladares están acostumbrados al tequila derecho. Esto es algo que Tequila Patrón tiene muy claro, y por eso ha explorado diferentes caminos en términos de cocteles, con recetas tanto clásicas como propositivas. Algunos de nuestros favoritos son la Margarita Perfecta y la Paloma Perfecta, ambos con Patrón Reposado, hielo y cítricos —perfectos para cualquier ocasión—, y el Patronic, un trago con Patrón Silver, agua quina y hierbabuena. Para más información, visita patrontequila.com.
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