Durante los últimos años, el cine de terror ha sido explotado de todas las formas posibles, principalmente en Hollywood. Esto ha llevado a que, desde tiempos de El proyecto de la Bruja de Blair (1999) técnicas como el found footage –formato donde una historia se narra a partir de grabaciones supuestamente descubiertas tras los sucesos– se convirtieran en el pan de cada día con series fílmicas como Actividad paranormal (2007-2015), V/H/S (2012-2014) y REC (2007-2014), además, por supuesto, de las historias plagadas de sustos, clichés y desenlaces de fórmula que se producen como pan caliente y provocaron un desgaste notable en el género. Sin embargo, no todo está perdido. El terror ha encontrado un respiro gracias a una nueva ola de cineastas que han redireccionado la situación actual del género a partir de trabajos independientes caracterizados por bajos presupuestos, actores de bajo perfil y propuestas frescas en cuanto a realización y narración. Basta con revisar filmes como The Babadook (Kent, 2014) e It Follows (Mitchell, 2014), que han sido alabados por la crítica y tienen un común denominador: alejarse de lo convencional y de las fórmulas explotadas hasta el cansancio en Hollywood. A este resurgir del género se suma The Witch, ópera prima del estadounidense Robert Eggers, que causó sensación en Sundance 2015, le valió a Eggers el galardón de Mejor Director en Drama Estadounidense en dicho festival y llega a cines mexicanos el 19 de mayo. Inspirada en las leyendas y testimonios de la Nueva Inglaterra del siglo XVII, The Witch –que se vio por primera vez en México durante la 4ª edición de Los Cabos International Film Fest– narra la historia de la familia de puritanos encabezada por William (Ralph Ineso), expulsados de su comunidad debido a diferencias ideológicas. En su exilio, William, su esposa (Kate Dickie) y sus cinco hijos descubrirán que, en el bosque aledaño a su granja, una bruja tiene la mira puesta en deshacer a su familia. El miedo, las mentiras, el instinto de supervivencia y las profundas convicciones religiosas de los integrantes de la familia protagónica reflejan las creencias de la época, tiempos caracterizados por la proliferación de procesos criminales y ejecuciones contra personas acusadas de brujería en esa región. Inundada por los prejuicios y la histeria, esta familia es traicionada por sus vicios y anhelos, sin importarles la corrupción o peligro de muerte de sus propios hijos. Lo que más sorprende del primer largometraje de Eggers es la calidad de su realización. Destaca la fotografía fina de Jarin Blaschke en conjunto con una producción que recrea un ambiente sombrío y genuino para alimentar las pesadillas de su audiencia. El guión, del mismo Eggers, teje su historia poco a poco, sin prisas, como una telaraña que espera paciente a su víctima. Además de las buenas actuaciones de Ineson y Dickie (ambos actores de Game of Thrones), existe un personaje fundamental en el filme: la música. La banda sonora compuesta por Mark Korven juega un rol fundamental en la creación de una atmosfera llena de tensión, estrés y ansiedad; es una fiel acompañante presente en las secuencias más perturbadoras y aterradoras. Incluso en las tomas panorámicas en las que aparentemente “no pasa nada”, la música es protagonista, algo similar a lo visto en The Shining (Kubrick, 1980). https://youtu.be/7xVwD9yN3z8 The Witch resulta un ejercicio realizado al estilo de la vieja escuela en donde el miedo y las palpitaciones no radican en los sustos, sino en lo psicológico. El de Eggers es un trabajo que remite al estilo de Haneke o Polanski, una cinta imprescindible para los amantes del género; una experiencia sin igual para el espectador. Un nuevo clásico del cine de terror.
Un nuevo clásico del cine de terror llega a cines mexicanos: “The Witch”, de Robert Eggers.
Durante los últimos años, el cine de terror ha sido explotado de todas las formas posibles, principalmente en Hollywood. Esto ha llevado a que, desde tiempos de El proyecto de la Bruja de Blair (1999) técnicas como el found footage –formato donde una historia se narra a partir de grabaciones supuestamente descubiertas tras los sucesos– se convirtieran en el pan de cada día con series fílmicas como Actividad paranormal (2007-2015), V/H/S (2012-2014) y REC (2007-2014), además, por supuesto, de las historias plagadas de sustos, clichés y desenlaces de fórmula que se producen como pan caliente y provocaron un desgaste notable en el género. Sin embargo, no todo está perdido. El terror ha encontrado un respiro gracias a una nueva ola de cineastas que han redireccionado la situación actual del género a partir de trabajos independientes caracterizados por bajos presupuestos, actores de bajo perfil y propuestas frescas en cuanto a realización y narración. Basta con revisar filmes como The Babadook (Kent, 2014) e It Follows (Mitchell, 2014), que han sido alabados por la crítica y tienen un común denominador: alejarse de lo convencional y de las fórmulas explotadas hasta el cansancio en Hollywood. A este resurgir del género se suma The Witch, ópera prima del estadounidense Robert Eggers, que causó sensación en Sundance 2015, le valió a Eggers el galardón de Mejor Director en Drama Estadounidense en dicho festival y llega a cines mexicanos el 19 de mayo. Inspirada en las leyendas y testimonios de la Nueva Inglaterra del siglo XVII, The Witch –que se vio por primera vez en México durante la 4ª edición de Los Cabos International Film Fest– narra la historia de la familia de puritanos encabezada por William (Ralph Ineso), expulsados de su comunidad debido a diferencias ideológicas. En su exilio, William, su esposa (Kate Dickie) y sus cinco hijos descubrirán que, en el bosque aledaño a su granja, una bruja tiene la mira puesta en deshacer a su familia. El miedo, las mentiras, el instinto de supervivencia y las profundas convicciones religiosas de los integrantes de la familia protagónica reflejan las creencias de la época, tiempos caracterizados por la proliferación de procesos criminales y ejecuciones contra personas acusadas de brujería en esa región. Inundada por los prejuicios y la histeria, esta familia es traicionada por sus vicios y anhelos, sin importarles la corrupción o peligro de muerte de sus propios hijos. Lo que más sorprende del primer largometraje de Eggers es la calidad de su realización. Destaca la fotografía fina de Jarin Blaschke en conjunto con una producción que recrea un ambiente sombrío y genuino para alimentar las pesadillas de su audiencia. El guión, del mismo Eggers, teje su historia poco a poco, sin prisas, como una telaraña que espera paciente a su víctima. Además de las buenas actuaciones de Ineson y Dickie (ambos actores de Game of Thrones), existe un personaje fundamental en el filme: la música. La banda sonora compuesta por Mark Korven juega un rol fundamental en la creación de una atmosfera llena de tensión, estrés y ansiedad; es una fiel acompañante presente en las secuencias más perturbadoras y aterradoras. Incluso en las tomas panorámicas en las que aparentemente “no pasa nada”, la música es protagonista, algo similar a lo visto en The Shining (Kubrick, 1980). https://youtu.be/7xVwD9yN3z8 The Witch resulta un ejercicio realizado al estilo de la vieja escuela en donde el miedo y las palpitaciones no radican en los sustos, sino en lo psicológico. El de Eggers es un trabajo que remite al estilo de Haneke o Polanski, una cinta imprescindible para los amantes del género; una experiencia sin igual para el espectador. Un nuevo clásico del cine de terror.
Un nuevo clásico del cine de terror llega a cines mexicanos: “The Witch”, de Robert Eggers.
Durante los últimos años, el cine de terror ha sido explotado de todas las formas posibles, principalmente en Hollywood. Esto ha llevado a que, desde tiempos de El proyecto de la Bruja de Blair (1999) técnicas como el found footage –formato donde una historia se narra a partir de grabaciones supuestamente descubiertas tras los sucesos– se convirtieran en el pan de cada día con series fílmicas como Actividad paranormal (2007-2015), V/H/S (2012-2014) y REC (2007-2014), además, por supuesto, de las historias plagadas de sustos, clichés y desenlaces de fórmula que se producen como pan caliente y provocaron un desgaste notable en el género. Sin embargo, no todo está perdido. El terror ha encontrado un respiro gracias a una nueva ola de cineastas que han redireccionado la situación actual del género a partir de trabajos independientes caracterizados por bajos presupuestos, actores de bajo perfil y propuestas frescas en cuanto a realización y narración. Basta con revisar filmes como The Babadook (Kent, 2014) e It Follows (Mitchell, 2014), que han sido alabados por la crítica y tienen un común denominador: alejarse de lo convencional y de las fórmulas explotadas hasta el cansancio en Hollywood. A este resurgir del género se suma The Witch, ópera prima del estadounidense Robert Eggers, que causó sensación en Sundance 2015, le valió a Eggers el galardón de Mejor Director en Drama Estadounidense en dicho festival y llega a cines mexicanos el 19 de mayo. Inspirada en las leyendas y testimonios de la Nueva Inglaterra del siglo XVII, The Witch –que se vio por primera vez en México durante la 4ª edición de Los Cabos International Film Fest– narra la historia de la familia de puritanos encabezada por William (Ralph Ineso), expulsados de su comunidad debido a diferencias ideológicas. En su exilio, William, su esposa (Kate Dickie) y sus cinco hijos descubrirán que, en el bosque aledaño a su granja, una bruja tiene la mira puesta en deshacer a su familia. El miedo, las mentiras, el instinto de supervivencia y las profundas convicciones religiosas de los integrantes de la familia protagónica reflejan las creencias de la época, tiempos caracterizados por la proliferación de procesos criminales y ejecuciones contra personas acusadas de brujería en esa región. Inundada por los prejuicios y la histeria, esta familia es traicionada por sus vicios y anhelos, sin importarles la corrupción o peligro de muerte de sus propios hijos. Lo que más sorprende del primer largometraje de Eggers es la calidad de su realización. Destaca la fotografía fina de Jarin Blaschke en conjunto con una producción que recrea un ambiente sombrío y genuino para alimentar las pesadillas de su audiencia. El guión, del mismo Eggers, teje su historia poco a poco, sin prisas, como una telaraña que espera paciente a su víctima. Además de las buenas actuaciones de Ineson y Dickie (ambos actores de Game of Thrones), existe un personaje fundamental en el filme: la música. La banda sonora compuesta por Mark Korven juega un rol fundamental en la creación de una atmosfera llena de tensión, estrés y ansiedad; es una fiel acompañante presente en las secuencias más perturbadoras y aterradoras. Incluso en las tomas panorámicas en las que aparentemente “no pasa nada”, la música es protagonista, algo similar a lo visto en The Shining (Kubrick, 1980). https://youtu.be/7xVwD9yN3z8 The Witch resulta un ejercicio realizado al estilo de la vieja escuela en donde el miedo y las palpitaciones no radican en los sustos, sino en lo psicológico. El de Eggers es un trabajo que remite al estilo de Haneke o Polanski, una cinta imprescindible para los amantes del género; una experiencia sin igual para el espectador. Un nuevo clásico del cine de terror.
Un nuevo clásico del cine de terror llega a cines mexicanos: “The Witch”, de Robert Eggers.
Durante los últimos años, el cine de terror ha sido explotado de todas las formas posibles, principalmente en Hollywood. Esto ha llevado a que, desde tiempos de El proyecto de la Bruja de Blair (1999) técnicas como el found footage –formato donde una historia se narra a partir de grabaciones supuestamente descubiertas tras los sucesos– se convirtieran en el pan de cada día con series fílmicas como Actividad paranormal (2007-2015), V/H/S (2012-2014) y REC (2007-2014), además, por supuesto, de las historias plagadas de sustos, clichés y desenlaces de fórmula que se producen como pan caliente y provocaron un desgaste notable en el género. Sin embargo, no todo está perdido. El terror ha encontrado un respiro gracias a una nueva ola de cineastas que han redireccionado la situación actual del género a partir de trabajos independientes caracterizados por bajos presupuestos, actores de bajo perfil y propuestas frescas en cuanto a realización y narración. Basta con revisar filmes como The Babadook (Kent, 2014) e It Follows (Mitchell, 2014), que han sido alabados por la crítica y tienen un común denominador: alejarse de lo convencional y de las fórmulas explotadas hasta el cansancio en Hollywood. A este resurgir del género se suma The Witch, ópera prima del estadounidense Robert Eggers, que causó sensación en Sundance 2015, le valió a Eggers el galardón de Mejor Director en Drama Estadounidense en dicho festival y llega a cines mexicanos el 19 de mayo. Inspirada en las leyendas y testimonios de la Nueva Inglaterra del siglo XVII, The Witch –que se vio por primera vez en México durante la 4ª edición de Los Cabos International Film Fest– narra la historia de la familia de puritanos encabezada por William (Ralph Ineso), expulsados de su comunidad debido a diferencias ideológicas. En su exilio, William, su esposa (Kate Dickie) y sus cinco hijos descubrirán que, en el bosque aledaño a su granja, una bruja tiene la mira puesta en deshacer a su familia. El miedo, las mentiras, el instinto de supervivencia y las profundas convicciones religiosas de los integrantes de la familia protagónica reflejan las creencias de la época, tiempos caracterizados por la proliferación de procesos criminales y ejecuciones contra personas acusadas de brujería en esa región. Inundada por los prejuicios y la histeria, esta familia es traicionada por sus vicios y anhelos, sin importarles la corrupción o peligro de muerte de sus propios hijos. Lo que más sorprende del primer largometraje de Eggers es la calidad de su realización. Destaca la fotografía fina de Jarin Blaschke en conjunto con una producción que recrea un ambiente sombrío y genuino para alimentar las pesadillas de su audiencia. El guión, del mismo Eggers, teje su historia poco a poco, sin prisas, como una telaraña que espera paciente a su víctima. Además de las buenas actuaciones de Ineson y Dickie (ambos actores de Game of Thrones), existe un personaje fundamental en el filme: la música. La banda sonora compuesta por Mark Korven juega un rol fundamental en la creación de una atmosfera llena de tensión, estrés y ansiedad; es una fiel acompañante presente en las secuencias más perturbadoras y aterradoras. Incluso en las tomas panorámicas en las que aparentemente “no pasa nada”, la música es protagonista, algo similar a lo visto en The Shining (Kubrick, 1980). https://youtu.be/7xVwD9yN3z8 The Witch resulta un ejercicio realizado al estilo de la vieja escuela en donde el miedo y las palpitaciones no radican en los sustos, sino en lo psicológico. El de Eggers es un trabajo que remite al estilo de Haneke o Polanski, una cinta imprescindible para los amantes del género; una experiencia sin igual para el espectador. Un nuevo clásico del cine de terror.
Un nuevo clásico del cine de terror llega a cines mexicanos: “The Witch”, de Robert Eggers.
Durante los últimos años, el cine de terror ha sido explotado de todas las formas posibles, principalmente en Hollywood. Esto ha llevado a que, desde tiempos de El proyecto de la Bruja de Blair (1999) técnicas como el found footage –formato donde una historia se narra a partir de grabaciones supuestamente descubiertas tras los sucesos– se convirtieran en el pan de cada día con series fílmicas como Actividad paranormal (2007-2015), V/H/S (2012-2014) y REC (2007-2014), además, por supuesto, de las historias plagadas de sustos, clichés y desenlaces de fórmula que se producen como pan caliente y provocaron un desgaste notable en el género. Sin embargo, no todo está perdido. El terror ha encontrado un respiro gracias a una nueva ola de cineastas que han redireccionado la situación actual del género a partir de trabajos independientes caracterizados por bajos presupuestos, actores de bajo perfil y propuestas frescas en cuanto a realización y narración. Basta con revisar filmes como The Babadook (Kent, 2014) e It Follows (Mitchell, 2014), que han sido alabados por la crítica y tienen un común denominador: alejarse de lo convencional y de las fórmulas explotadas hasta el cansancio en Hollywood. A este resurgir del género se suma The Witch, ópera prima del estadounidense Robert Eggers, que causó sensación en Sundance 2015, le valió a Eggers el galardón de Mejor Director en Drama Estadounidense en dicho festival y llega a cines mexicanos el 19 de mayo. Inspirada en las leyendas y testimonios de la Nueva Inglaterra del siglo XVII, The Witch –que se vio por primera vez en México durante la 4ª edición de Los Cabos International Film Fest– narra la historia de la familia de puritanos encabezada por William (Ralph Ineso), expulsados de su comunidad debido a diferencias ideológicas. En su exilio, William, su esposa (Kate Dickie) y sus cinco hijos descubrirán que, en el bosque aledaño a su granja, una bruja tiene la mira puesta en deshacer a su familia. El miedo, las mentiras, el instinto de supervivencia y las profundas convicciones religiosas de los integrantes de la familia protagónica reflejan las creencias de la época, tiempos caracterizados por la proliferación de procesos criminales y ejecuciones contra personas acusadas de brujería en esa región. Inundada por los prejuicios y la histeria, esta familia es traicionada por sus vicios y anhelos, sin importarles la corrupción o peligro de muerte de sus propios hijos. Lo que más sorprende del primer largometraje de Eggers es la calidad de su realización. Destaca la fotografía fina de Jarin Blaschke en conjunto con una producción que recrea un ambiente sombrío y genuino para alimentar las pesadillas de su audiencia. El guión, del mismo Eggers, teje su historia poco a poco, sin prisas, como una telaraña que espera paciente a su víctima. Además de las buenas actuaciones de Ineson y Dickie (ambos actores de Game of Thrones), existe un personaje fundamental en el filme: la música. La banda sonora compuesta por Mark Korven juega un rol fundamental en la creación de una atmosfera llena de tensión, estrés y ansiedad; es una fiel acompañante presente en las secuencias más perturbadoras y aterradoras. Incluso en las tomas panorámicas en las que aparentemente “no pasa nada”, la música es protagonista, algo similar a lo visto en The Shining (Kubrick, 1980). https://youtu.be/7xVwD9yN3z8 The Witch resulta un ejercicio realizado al estilo de la vieja escuela en donde el miedo y las palpitaciones no radican en los sustos, sino en lo psicológico. El de Eggers es un trabajo que remite al estilo de Haneke o Polanski, una cinta imprescindible para los amantes del género; una experiencia sin igual para el espectador. Un nuevo clásico del cine de terror.
Durante los últimos años, el cine de terror ha sido explotado de todas las formas posibles, principalmente en Hollywood. Esto ha llevado a que, desde tiempos de El proyecto de la Bruja de Blair (1999) técnicas como el found footage –formato donde una historia se narra a partir de grabaciones supuestamente descubiertas tras los sucesos– se convirtieran en el pan de cada día con series fílmicas como Actividad paranormal (2007-2015), V/H/S (2012-2014) y REC (2007-2014), además, por supuesto, de las historias plagadas de sustos, clichés y desenlaces de fórmula que se producen como pan caliente y provocaron un desgaste notable en el género. Sin embargo, no todo está perdido. El terror ha encontrado un respiro gracias a una nueva ola de cineastas que han redireccionado la situación actual del género a partir de trabajos independientes caracterizados por bajos presupuestos, actores de bajo perfil y propuestas frescas en cuanto a realización y narración. Basta con revisar filmes como The Babadook (Kent, 2014) e It Follows (Mitchell, 2014), que han sido alabados por la crítica y tienen un común denominador: alejarse de lo convencional y de las fórmulas explotadas hasta el cansancio en Hollywood. A este resurgir del género se suma The Witch, ópera prima del estadounidense Robert Eggers, que causó sensación en Sundance 2015, le valió a Eggers el galardón de Mejor Director en Drama Estadounidense en dicho festival y llega a cines mexicanos el 19 de mayo. Inspirada en las leyendas y testimonios de la Nueva Inglaterra del siglo XVII, The Witch –que se vio por primera vez en México durante la 4ª edición de Los Cabos International Film Fest– narra la historia de la familia de puritanos encabezada por William (Ralph Ineso), expulsados de su comunidad debido a diferencias ideológicas. En su exilio, William, su esposa (Kate Dickie) y sus cinco hijos descubrirán que, en el bosque aledaño a su granja, una bruja tiene la mira puesta en deshacer a su familia. El miedo, las mentiras, el instinto de supervivencia y las profundas convicciones religiosas de los integrantes de la familia protagónica reflejan las creencias de la época, tiempos caracterizados por la proliferación de procesos criminales y ejecuciones contra personas acusadas de brujería en esa región. Inundada por los prejuicios y la histeria, esta familia es traicionada por sus vicios y anhelos, sin importarles la corrupción o peligro de muerte de sus propios hijos. Lo que más sorprende del primer largometraje de Eggers es la calidad de su realización. Destaca la fotografía fina de Jarin Blaschke en conjunto con una producción que recrea un ambiente sombrío y genuino para alimentar las pesadillas de su audiencia. El guión, del mismo Eggers, teje su historia poco a poco, sin prisas, como una telaraña que espera paciente a su víctima. Además de las buenas actuaciones de Ineson y Dickie (ambos actores de Game of Thrones), existe un personaje fundamental en el filme: la música. La banda sonora compuesta por Mark Korven juega un rol fundamental en la creación de una atmosfera llena de tensión, estrés y ansiedad; es una fiel acompañante presente en las secuencias más perturbadoras y aterradoras. Incluso en las tomas panorámicas en las que aparentemente “no pasa nada”, la música es protagonista, algo similar a lo visto en The Shining (Kubrick, 1980). https://youtu.be/7xVwD9yN3z8 The Witch resulta un ejercicio realizado al estilo de la vieja escuela en donde el miedo y las palpitaciones no radican en los sustos, sino en lo psicológico. El de Eggers es un trabajo que remite al estilo de Haneke o Polanski, una cinta imprescindible para los amantes del género; una experiencia sin igual para el espectador. Un nuevo clásico del cine de terror.