El poeta que inspiró T.S. Eliot, Allen Ginsberg y James Joyce, murió por segunda vez hace 46 años.
La voz de Ezra Pound, tuvo un gran eco en la literatura norteamericana del siglo XX, como miembro de la “Generación pedida”, que defendió el rescate de la poesía antigua para ponerla al servicio de la modernidad. Lo mismo inspiró a T.S. Eliot a crear el famoso poema La tierra baldía en 1922, que a un joven Allen Ginsberg —30 años después— a crear Aullido, una de las obras más importantes de la llamada “Generación Beat”.
Años después esa misma voz lo llevó a vivir un largo encarcelamiento tras apoyar al régimen fascista de Italia, colaborando en el ámbito cultural de la República de Saló, un Estado que vivió muy poco, pues fue fundado en 1943 por Benito Mussolini y desaparecido una vez acabada la Segunda Guerra Mundial. Además, fue acusado de difundir a través de diversas emisiones radiales, propaganda y opiniones que veneraban al infame dictador italiano. En ellas, Pound acusó a algunos banqueros de origen judío de provocar la guerra y la crisis en ese país, enmarcado por el Mediterráneo. Por ello fue acusado también de antisemitismo.
Ezra Pound nació el 30 de octubre de 1885 en Estados Unidos. Su familia le contó varias veces el origen de su apellido, pues estaba cargado de historia. Los primeros Pound llegaron en el siglo XVII, al continente americano provenientes de Inglaterra, poco después de que los primeros colonizadores británicos se organizaran en 13 colonias.
Ya en el “Nuevo Mundo” los antepasado de Ezra lograron amasar una enorme fortuna en la industria de la madera, aunque la perdieron poco tiempo después. Un siglo y medio más tarde, con menos de 20 años y 80 dólares en la bolsa del pantalón, Ezra Pound emprendió un viaje, cruzando el Atlantico, al origen de su apellido, en búsqueda de fama y fortuna en el viejo continente.
Actualmente su apellido es un tema controversial para muchos, pues es también el apellido de un partido fascista — Casa Pound— que pertenece a la extrema derecha italiana. El discurso de este partido tiene fuertes tintes antiinmigración y su sede está asentada, como una declaración, en uno de los barrios romanos donde más extranjeros y migrantes habitan, el barrio “trendy”, como le llaman las guía turísticas, y céntrico de Esquilino.
Ezra Pound murió dos veces, la primera fue a pocos kilómetros de Roma, donde al finalizar la Segunda Guerra Mundial, fue apresado por partisanos italianos y entregado a las fuerzas norteamericanas, quienes lo encarcelaron en un campo de concentración en Pisa, donde por primera vez su fama de poeta, traductor y ensayista estuvo cerca de ser condenada al olvido.
Ahí, en reclusión escribió los Cantos Pisanos, parte de su enorme y ambiciosa obra Los Cantos —que empezó en 1917— que Pound esperaba convertir en una de las hazañas poéticas más grandes de todos los tiempos, sin embargo, nunca logró terminarla. En ella explora los orígenes del lenguaje, las mitologías y hasta la política y la economía, buscando dar una visión completa de la cultura del mundo a través de un épico poema.
Sus ideas políticas lo llevaron a estar cerca de acabar en la horca al igual que Mussolini. Intelectuales y amigos, como Ernest Hemingway, abogaron por él para que se le declarara como loco. Su aspecto en las fotografías ayudaba: un hombre con el pelo desaliñado, la mirada extraviada y profunda, y siempre con la obsesión de alcanzar con su trabajo la precisión y no las emociones. Tal vez por eso detestaba a los románticos y tenía un odio enconado contra William Shakespeare.
Durante los 12 años que estuvo internado en el psiquiátrico de St. Elizabeth en Washington D.C, al norte de los Estados Unidos, no sólo siguió escribiendo Los Cantos, sino que empezó una búsqueda estética y lingüística específica, inspirada en la poética china y japonesa y en la reducción simbólica que cargaban los ideogramas típicos de su abecedario. Tambien se dedicó a la traducción —cuestionada— de los textos de Confucio.
Tras salir del manicomio, volvió a una tierra ubicada entre Alemania e Italia, para instalarse en un enorme castillo con vista a un viñedo. Pocos se atrevieron a defender su obra, pero su hija lo cuido viviendo con él en ese lugar, donde actualmente se encuentra el Centro de Literatura Ezra Pound. El poeta vivió ahí hasta poco antes de su segunda muerte, el 1 de Noviembre de 1972.
Los registros oficiales dicen que murió en Venecia, por una obstrucción intestinal. La carta de defunción lo describe sin adornos, como a él le gustaba.
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