Durante el Salón del Mueble en Milán, una de las más grandes ferias de diseño del mundo, MINI presentó una instalación en colaboración con el despacho de arquitectos SO-IL de Nueva York. La pieza, que invita al uso de la creatividad, llevó por título MINI LIVING – Breathe. El espacio celebra la sustentabilidad y reflexiona sobre el uso de recursos naturales disponibles en un ambiente urbano, como el uso de luz natural. Así nace un espacio habitable único.

Ubicado en un espacio en desuso de 50 metros cuadrados en Tortona, MINI LIVING – Breathe es una aproximación al futuro. Este prototipo parte de una visión holística de la vivienda, la instalación replantea tanto la clásica estructura de una casa como la utilidad de los espacios. En vez de tener funciones específicas, cada lugar ahora ofrece libertades de acuerdo con las necesidades de cada familia.

Compuesto por un marco de metal y una tela flexible que absorbe luz y divide los interiores como una barrera externa, cuenta con seis habitaciones y un roof garden. Su estructura ofrece intimidad pero sin dejar escapar la oportunidad de crear comunidad. Por ejemplo, en la planta baja se ubica la cocina, lo que da pie a una interacción más allá de los límites de la vivienda.

MINI LIVING – Breathe también está diseñado para desmontarse e instalarse de nuevo en cualquier lado, tomando en cuenta las necesidades de desplazamiento. Además de su practicidad estructural, la tela puede cambiar para adaptarse a distintos tipos de climas. Esta barrera flexible crea un microclima por sí sola.

“La pieza llama a cuestionar los conceptos convencionales de la vivienda e introduce una forma creativa de resolver problemas para los retos futuros de las áreas urbanas”, dijo Esther Bahne, jefe de estrategia de marca y de innovación empresarial de MINI en una entrevista para Designboom.

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