México es el país miembro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) con la mayor tasa de natalidad en mujeres adolescentes, de acuerdo con Save the Children. Esta organización no gubernamental fundada en 1919 lanzó a principios de marzo de 2016 el reporte “Estado de las madres en México: Embarazos y maternidad adolescente”, que establece que hay 77 nacimientos por cada mil mujeres entre 15 y 19 años.

Las adolescentes embarazadas o con hijos están en un mayor riesgo de exclusión, como apunta este reporte. Aunque el estudio determina que una tercera parte de los embarazos en adolescentes no son planeados, una buena parte del resto son deseados en relación con la falta de oportunidades en sus comunidades; particularmente, aquellas en las que el único rol femenino que tiene valor es el de madre.

Save the Children señala un promedio de más de 460,000 nacimientos en mujeres menores de 20 años cada año. Observando las cifras de 2007 a 2012, la organización encontró un aumento del 15%. Recientemente, la ONG lanzó la campaña global “Hasta el último niño y niña” para generar conciencia sobre estas cifras.

El 83.9% de los egresos hospitalarios de mujeres entre 15 y 19 años se relacionan a partos, embarazos y el periodo de puerperio; a pesar de ello, la organización reporta un alza sostenida en la mortalidad materna en adolescentes desde 2010.

María Josefina Menéndez, Directora Ejecutiva de Save the Children en México, señala que una de cada dos adolescentes entre 12 y 19 años que inicia su vida sexual se embaraza por causas relacionadas con la violencia sexual, la nupcialidad temprana, el no uso o uso incorrecto de anticonceptivos, además del limitado acceso a información sobre salud reproductiva.

Entre 2006 y 2014, hubo casi 100 mil nacimientos en mujeres menores de 15 años, que la organización relaciona con abuso y violencia; sin embargo, los obstáculos para denunciar la violencia sexual en México impiden cuantificar el abuso de manera precisa.

El 33% de las mujeres entre 20 y 24 años que fueron madres adolescentes forman parte de la quinta parte más pobre de la población nacional. La organización vincula esta cifra a los niveles de educación entre madres jóvenes, pues el 59% de ellas solo completaron la secundaria.

El estudio también aborda la nupcialidad temprana, señalando que una de cada cinco mujeres pasa a ser parte de una unión conyugal antes de cumplir la mayoría de edad, a pesar de que desde el 2015, el Código Civil Federal señala que la edad mínima para contraer matrimonio es 18 años. Las jóvenes en regiones indígenas de Guerrero, Chiapas y Veracruz son aún más propensas a esto. Ahí, la cifra de matrimonio infantil supera el 40%.

“De no trabajar con estos factores de raíz, las adolescentes embarazadas o con hijos seguirán enfrentando niveles altos de exclusión en su educación, economía y por su puesto en la toma de decisiones sobre su vida”, concluyó la directora de Save the Children.

Más información sobre la campaña Hasta el último niño y niña en la web de Save the Children.