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Charlotte Rampling: una carrera impecable

Celebramos el cumpleaños de la actriz inglesa Charlotte Rampling con cinco de sus mejores proyectos.

Tiempo de lectura: 6 minutos

Para una actriz de la talla de Charlotte Rampling, basta una mirada para conquistar a la audiencia. Por ejemplo, en la última escena del drama 45 años (45 years, 2015), el personaje de Rampling, Kate Mercer, baila con su esposo, Geoff (Tom Courtenay) durante la fiesta que organizaron para celebrar el 45º aniversario de su boda. Mientras la pareja se mueve al ritmo de «Smoke Gets In Your Eyes», de The Platters, Kate lidia con un conflicto que se le presentó días antes, cuando una carta llegó a su casa para informar que apareció el cadáver congelado del primer gran amor de su esposo. La noticia del hallazgo del cuerpo, que llevaba casi medio siglo perdido en los Alpes suizos, había alterado el comportamiento de su pareja de toda la vida.

A pesar de no decir una sola palabra, el espectador puede imaginarse lo que está pasando por la cabeza del personaje de Rampling a través de lo que transmiten sus ojos. Una mirada que indica la destrucción de algo que parecía estable. Una mirada que se va deteriorando en menos de tres minutos. Una mirada que hizo que Rampling, a sus 69 años, obtuviera el reconocimiento universal de la crítica y nominaciones a premios como el Oscar y el Critics’ Choice, además de otorgarle el Oso de Plata a la Mejor Actuación Femenina del Festival de Cine de Berlín de 2015.

Sin embargo, el reconocimiento a Rampling no fue cosa de suerte. De hecho, se podría considerar que sus múltiples nominaciones y reconocimientos no sólo fueron en honor a su actuación en el drama independiente dirigido por Andrew Haigh (como dato curioso, Brie Larson ganó el Oscar a Mejor Actriz por su actuación en Room, venciendo a Rampling, Saoirse Ronan y Cate Blanchett), sino un merecido homenaje por casi 50 años de carrera impecable para la actriz nacida en Sturmer, Essex el 5 de febrero de 1946.

Tessa Charlotte Rampling, hija del medallista olímpico Godfrey Rampling y la pintora Isabel Anne, vivió la mayor parte de sus primeros días en España, Francia y Gibraltar, antes de regresar al Reino Unido en 1964. Su primera participación en un escenario se dio junto a su hermana Sarah, con quien interpretó un espectáculo de cabaret durante su adolescencia.  Tras el suicido de su hermana, a mediados de la década de los noventa, Rampling continúo buscando un espacio en los escenarios. Su primer gran trabajo fue como modelo de un comercial de Cadbury, después le siguieron una participación como extra en la película musical A Hard Day’s Night, de 1964 y The Knack… and How to Get It, de 1965. Ese mismo año, Rampling fue invitada a sumarse a la comedia Georgy Girl, donde compartió créditos con Lynn Redgrave y James Mason, cuyos trabajos les valieron nominaciones al Oscar.

Desde entonces, Charlotte Rampling suma 129 créditos como actriz y cuatro más como intérprete musical. Además, ha recibido el César de Honor de la Academia Francesa; el premio a la Excelencia del Festival de Cine de Locarno; el reconocimiento a la trayectoria del Festival de Cine de Estocolmo; el medallón plateado del Festival de Cine de Telluride; y la Copa Volpi a la Mejor Actuación Femenina del Festival de Cine de Venecia en 2017 por su trabajo en el drama Hannah.

A propósito de su cumpleaños, rescatamos cinco de sus proyectos más interesantes:

La caída de los dioses

Tres años después del estreno de Georgy Girl, Rampling se puso bajo las órdenes del cineasta italiano Luchino Visconti en el drama histórico La caída de los dioses (La caduta degli Deli, 1969), que relataba la historia de una familia burguesa alemana que se enfrentaba a la entrada al poder del nacionalsocialismo sin saber hacia qué corriente era más conveniente inclinarse. En la película, Rampling interpretó a una joven judía que era enviada a un campo de concentración y que se convertía en el objeto de deseo de Martin Bruckmann (Helmut Berger), un playboy inmoral que comienza a acosar sexualmente a la joven y a su joven primo.

Aunque la actuación de Rampling era secundaria, su belleza y el misterioso porte con el que lidiaba con su situación la hicieron destacar en el reparto. Dirk Bogarde, quien interpretaba al patriarca de la familia Bruckmann, dijo que Rampling tenía «la mirada» perfecta, algo que se convirtió poco a poco en su marca personal. Después del filme de Visconti, nominado al Oscar a Mejor Guion, la actriz participó en el drama italiano ‘Tis Pity She’s a Whore, el musical Vanishing Point y el filme de terror Asylum.

Farewell, My Lovely

En 1974, Rampling obtuvo su primer protagónico en el drama erótico Il portiere di notte, dirigida por Liliana Cavani y coprotagonizada por Bogarde. Sin embargo, su primer gran papel fue el que desempeñó en el noir Farewell, My Lovely de 1975. En la cinta, basada en la novela homónima de Raymond Chandler y dirigida por Dick Richards, Rampling interpretaba a Helen Grayle, una misteriosa mujer casada que rápidamente se convierte en la obsesión del detective privado Philip Marlowe (interpretado por Robert Mitchum), a quien le han encargado encontrar a una bailarina de un club nocturno que ha desaparecido.

La película obtuvo una nominación al Oscar a Mejor Actriz de Reparto, otorgada a Sylvia Miles, pero impulsó la carrera de Rampling entre los grandes estudios de Hollywood. Tras aparecer en la película para televisión Sherlock Holmes in New York, de 1976; la película mexicana Foxtrot, dirigida por Arturo Ripstein; y el filme de terror Orca: ¡La ballena asesina! –una de las múltiples películas que surgieron gracias al éxito de Tiburón–, Rampling sumó tres interesantes participaciones a su curriculum: la primera, como el exesposa del director Sandy Bates en la comedia Recuerdos de un seductor (Starudst Memories), dirigida por Woody Allen; las siguientes, en el drama judicial Veredicto final (The Veredict), de Sidney Lumet y el noir de terror Angel Heart, donde compartió créditos con Robert De Niro.

Under the Sand

Tras el tibio recibimiento a Angel Heart, Rampling conoció al director francés François Ozon, quien apenas había estrenado tres largometrajes. Ozon invitó a Rampling a un proyecto en el que prometía hacerla lucir como nunca antes, ya que había tenido por años la idea principal del filme rondando su cabeza. Pocos meses después de conocerse, el cineasta galo le entregó el guión de Bajo la arena (Sous le sable), estrenada en 2000.

En la película, escrita por Ozon, Emmanuèle Bernheim, Marina de Van y Marcia Romano, Rampling interpretaba a Marie, una mujer que viaja junto a su esposo Jean (interpretado por Bruno Cremer), a la región de las Landas para pasar unas felices vacaciones. Desafortunadamente, el descanso de Marie se ve interrumpido cuando descubre que su marido ha desparecido sin dejar rastro.

La película, estrenada en el Festival de Cine de San Sebastián, recibió tres nominaciones a los Premios del Cine Europeo, además de tres menciones en los Premios César, incluyendo una para Rampling en la categoría de Mejor Actriz. Ozon había cumplido con su palabra.

Juegos perversos

El éxito de Bajo la arena acercó a Ozon y a Rampling, a quien tomó como su musa. Un par de años después, el director y la actriz volvieron a colaborar juntos en el drama Juegos perversos (Swimming Pool), en el que la intérprete británica encarnaba a Sasha Morton, una escritora británica de misterio que viaja al sur de Francia para descansar y encontrar inspiración para escribir su nueva novela. Al llegar a su destino, la casa de su editor (Charles Dance), Morton descubre a una competitiva mujer joven, la aparente hija de su anfitrión (Ludivine Sagnier), que la atrae a un mundo llevado por el deseo y el poder.

Por su actuación en la película, Rampling recibió el Premio del Cine Europeo a la Mejor Actriz, además de figurar una vez más por el César. La película, la segunda de cuatro colaboraciones que la británica hizo con Ozon, estrenó en el Festival de Cine de Cannes. Poco después, la actriz participó en la inexplicable secuela de Bajos instintos (Basic Instinct 2), la serie Dexter, la película de ciencia ficción Misión Babilonia (Babylon A.D.), el drama de época La duquesa (The Duchess) y la película apocalíptica Melancolía (Melancholia), dirigida por Lars von Trier.

London Spy
Es difícil elegir sólo un papel de Rampling en esta década. Por un lado apareció en la antes mencionada 45 años (45 years); en la miniserie Restless, por la que fue nominada al Emmy; y Hannah. Sin embargo, no sería descabellado elegir su breve pero imponente actuación como una madre fría en la miniserie London Spy, creada por Tom Rob Smith. En el serial, que contaba la historia de un hombre solitario que se enamoraba de un misterioso hombre que resulta ser un importante agente del Servicio Secreto de Inteligencia británico, Rampling se ponía en la piel de una mujer que estaría dispuesta a todo, incluso desmentir un asesinato y manchar la imagen de su hijo, que días antes había sido encontrado asesinado en una maleta dentro de su casa.

Rampling, nominada al Globo de Oro por su actuación, lograba transmitir todas sus emociones contenidas con tan solo una mirada. Esa mirada que la llevó a los Oscar; esa mirada que conquistó a los estudios y a su coprotagonista; esa mirada que hace incomparable a esta tremenda actriz.

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