Veinte años de peregrinaje digital
Alain Mongeau es el visionario que encontró en la cultura rave un potente nicho. Así nació MUTEK.
No tomó mucho tiempo para que MUTEK ofreciera una de las legendarias actuaciones de la electrónica contemporánea. Fue en 2003, en la cuarta edición del festival de Montreal, cuando Ricardo Villalobos convocó a algo asombroso: un jam con varios exponentes del minimal techno y el microhouse, bajo el nombre de Narod Niki. Estuvieron Richie Hawtin, Akufen, Dandy Jack, Luciano, Robert Henke, Zip, Daniel Bell, Cabanne, y varios más. Todos llevaban sus laptops con un programa entonces experimental llamado Ableton Live —que ahora se ha convertido en un estándar para las grabaciones y presentaciones en vivo—, mientras tocaban algo sin premeditar. En un género donde el minimalismo y el anonimato son atesorados, tanto culto de personalidad sobre el escenario fue histórico, todo para celebrar el techno y hacer algo atrevido. Esto sólo pudo propiciarse en MUTEK, un festival expansivo, una celebración de la creatividad digital.
Este 2019, el festival de Montreal llega a 20 ediciones contando una historia que sigue mirando hacia el futuro. MUTEK es sinónimo de música electrónica de avanzada, un espacio para conocer propuestas novedosas y disfrutar de los sonidos de exponentes que pronto se convertirían en nombres respetados y admirados: Jon Hopkins, Flying Lotus, The Field, James Holden, Holly Herndon, Richie Hawtin y Ricardo Villalobos son sólo algunos de los artistas que ha formado. Pero este festival es mucho más que música del mañana.
Fundado por Alain Mongeau, MUTEK ha establecido una red mundial de festivales con el mismo concepto, en Tokio, San Francisco, Buenos Aires, Dubái y Barcelona. En especial se ha hecho una relación estrecha con Ciudad de México, donde se presenta este año su edición número 16. Parte de su éxito se debe a su compromiso con escenas locales, así como a darle espacio a creatividad digital aplicada a disciplinas como el performance, instalaciones sonoras, presentaciones audiovisuales y desarrollo de tecnología alrededor del arte.
Los comienzos de MUTEK tienen que ver directamente con Mongeau. A través de la cultura rave que se dio a finales de los ochenta y principios de los noventa —donde la música invitaba a noches interminables y la gente se dejaba ir sin preocupaciones, estimulados por visuales, luces y el trance provocado por música y drogas—, Mongeau se maravilló con lo que él califica como un “tipo de utopía”. Para mediados de los noventa, vio cómo la cultura rave se iba comercializando y encontró la necesidad de no dejarla morir. Al mismo tiempo, crecía en su carrera como artista digital y multimedia, en la intersección entre el arte y la tecnología. Al notar que Montreal tenía poco en cuanto a sus áreas de interés, decidió hacer MUTEK. “O me mudaba o hacía algo para que mi ciudad se pusiera a la altura de lo que estaba sucediendo en otros lugares del mundo”, recuerda en entrevista con Gatopardo.
Tuvo que irse ganando la aceptación oficial por parte de instituciones locales. Hablaba directamente con los músicos por teléfono para “bookearlos”. “Hoy hasta los más jóvenes ya tienen managers y agentes de booking”, recuerda.
Esta edición presenta una oportunidad de festejo aunque no haya cambios desde su trinchera. “De cierta manera es otra edición y nada más, pero estoy seguro de que hay una carga simbólica bastante grande. Es casi un milagro que siga existiendo [el festival]”, cuenta. “Cuando empezamos, hubo gente que tenía dudas de que algo así podía tener permanencia, pensaban que era una moda que iba a pasar rápidamente, pero aquí estamos 20 años después”.
“El desafío se renueva con cada edición”, continúa. “Queremos artistas nuevos o trabajos nuevos de artistas que ya están establecidos. Cuando la gente ve el lineup se queda bastante sorprendida. Siempre hay una nueva criatura que tenemos que promover y hacer que la gente le ponga atención. Hay muchos artistas que fueron conocidos por MUTEK. El trabajo de quebrar el hielo lo hacemos nosotros”.
La edición 20 de Montreal, que ocurrirá del 20 al 25 de agosto, traerá una mezcla de viejos amigos como Akufen, Tim Hecker, Matmos, así como nuevas caras como Jlin, Huerco S. y Deena Abdelwahed. Adicionalmente, habrá exposiciones y demostraciones de realidad aumentada e inteligencia artificial. MUTEK tiene la infraestructura de seguir por muchas décadas más, algo que es obvio al escuchar hablar a Mongeau.
“Cuando llega el festival hay una magia única e increíble que nos anima”, explica Mongeau. “El encuentro de los artistas con el público es fascinante. Lo hace casi como un peregrinaje”.
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