USMCA (United States-Mexico-Canada Agreement) es el nombre del nuevo tratado de libre comercio de los países de América del Norte. Pasaron 13 meses y medio y ocho rondas de negociación para que los tres países involucrados firmaran uno de los acuerdos comerciales con más peso económico en el continente.

Canadá firmó horas antes de la fecha límite impuesta por el presidente Donald Trump, y así, septiembre cerró con la noticia de un renovado acuerdo trilateral. El anuncio calmó las especulaciones, aunque algunos especialistas nunca creyeron que Canadá fuera a llegar al punto de abandonar el tratado.

“La región de América Del Norte es una región muy integrada y no se puede entender el funcionamiento de la economía canadiense sin Estados Unidos y sin México”, dice Luis de la Calle, economista encargado de las negociaciones del primer TLCAN. “[Canadá] tiene hay razones jurídicas, políticas y económicas para hacerlo”.

De la Calle aseveró en entrevista para Gatopardo que en caso de no haber firmado a tiempo (tenían hasta el 30 de septiembre), los procesos de aprobación por parte de los congresos de México y Estados Unidos se hubieran retrasado mucho más de lo normal, lo que tendría un impacto directo en los mercados norteamericanos a causa de la incertidumbre.

Canadá obtiene $268 mil millones de dólares anuales con las exportaciones a Estados Unidos y $7.83 mmd. con México; son el primer y cuarto destino principal de exportación. Esta es una de las razones estructurales por las que Canadá no podía renunciar al USMCA.

La tensión que prolongó el debate era de orden político. La balanza se inclinaba más hacia Estados Unidos, pues Donald Trump necesitaba lograr el acuerdo para conseguir la reelección, pues una de sus propuestas rumbo a las elecciones del 2016 era renegociar el acuerdo que llegó a describir como “el peor tratado comercial de la historia”.

Una de las principales razones por las que Canadá no estaba de acuerdo en firmar la propuesta de Trump, era el cambio a las normas de importación de lácteos. “Hace 25 años se excluyeron los lácteos de la negociación porque Canadá tenía un referéndum sobre la posible salida de Quebec”, explica De la Calle. Sin embargo México y Estados Unidos ya tenían negociaciones en ese sector.  Para Estados Unidos, modificar la postura de Canadá frente a los lácteos era muy importante, pues habían perdido mucho mercado al no poder comercializar libremente estos productos en el país del extremo norte, especialmente aquellos que son conocidos como «Clase 7», que incluyen leche en polvo y proteínas de leche. Sobre este tema, la postura de Luis de la Calle es que “ganan los consumidores de los tres países y en Canadá habrá un poco más de competencia en materia láctea de la que había antes”.

El TLCAN era uno de los tratados más importantes para México, al ser un acuerdo que involucraba 1.2 billones de dólares al año y según Marcelo Ebrard, el próximo secretario de Relaciones Exteriores, la firma del USMCA moderniza los mercados abriendo nuevas posibilidades. Sin embargo, a razón de la actitud inquisitoria de Donald Trump, México se vio obligado a elevar el nivel de la negociación. “También está a punto de entrar en vigor el TPP, el tratado con el Pacífico, y acabamos de modernizar el acuerdo con la Unión Europea, entonces México se ha convertido en una nueva plataforma para diversificar su comercio y exportaciones”.

Para México, uno de los temas más importantes a resguardar era la seguridad en materia energética. Luis de la Calle aseguró que con el UMSCA «México reafirma la propiedad de los yacimientos en el subsuelo y asegura el esquema de apertura en el sector energético para que las inversiones continúen», un tema que está en conflicto directo con la anunciada intención del presidente electo, López Obrador, de modificar la reforma energética.

La firma del USMCA significa, sobre todo, seguridad y mercados tranquilos. Cuando Canadá anunció que sí iba a participar en el acuerdo, el valor del dólar respecto al peso llegó a su mejor nivel en las últimas 7 semanas ( El peso se apreció hasta las 18.4975 unidades, con una ganancia de 0.77%). Queda esperar a que los congresos de cada país aprueben las cláusulas del tratado, para que entre en vigor el 1º de enero del 2020.  

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