Todos somos Hijos de la Crisis
Un proyecto fotográfico que reflexiona sobre la realidad que acosa a los mexicanos.
Desde hace muchas generaciones, a México lo aquejan diferentes crisis: económicas, de violencia, de inseguridad, de corrupción, de falta de educación, de falta de tiempo, de falta de aire. Un país que ha crecido imitando a otros en vez de voltearse a ver a sí mismo y crecer de ahí. Con Estados Unidos como hermano mayor, y España como padre, presionando hacia el capitalismo y el liberalismo económico. Un país en el que, inevitablemente, todos somos hijos de la crisis.
«Del contacto de platicar con la gente, de ver en la calle, de realmente ver la situación en la que está el país», dice Óscar Lugo, respondiendo a de dónde salió la inspiración para su proyecto fotográfico Hijos de la Crisis. «Llevamos muchos años viviendo en crisis económicas y sociales en el país, y de asimilarla, aprender a vivir en ella; ni siquiera notamos que todos los días hay gente migrando, hay gente pepenando, que todos los días hay gente pidiendo dinero en las calles, que hay desempleo, hay violencia».
Lugo es fotógrafo de profesión, aunque su enfoque va más hacia el cine. En este proyecto decidió implementar un poco de las dos y que sus piezas tomaran forma en cinemagraphs, una técnica digital en la que se mezclan lo estático de la foto con el movimiento, como un gif. La primera vez que él vio esta técnica fue en Alemania, en forma de publicidad. «Se me ocurrió generar un proyecto, una serie que hablara de otra cosa, que no quisiera vender un producto, sino transmitir una idea», dijo en entrevista con Gatopardo. Obtuvo la beca del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Jalisco y desarrolló Hijos de la Crisis, el primer proyecto de su casa productora, Homíndo.
Abordó las crisis desde distintos ámbitos, considerando que no se trata sólo de una cuestión económica. «Intenté abordar varias clases sociales», dice Lugo. Un hombre de campo, un indigente, un migrante, gente que trabaja en oficinas, un hombre que llega agotado a su casa después de trabajar. Para el fotógrafo la crisis no se trata sólo de la falta de dinero, sino también de la falta de tiempo, que se traduce en la libertad del ser. «Cada vez tienes que producir más con menos y eso reduce el tiempo de esparcimiento, de reflexión, de hacer otra cosa que no sea trabajar», reclama.
Los Hijos de la Crisis nace de relatos sobre devaluaciones y desempleo, anécdotas de frustración y de carencia, de metas y de sueños abandonados por pertenecer a un contexto de poco bienestar social. Proviene de vivir en una sociedad distanciada entre sus núcleos, una sociedad tan acostumbrada a vivir en la crisis, que concibe como algo cotidiano ver violencia, desempleo y migración.
Las piezas, que viven exclusivamente en internet, retratan estas personas en las que las crisis ha recaído con más evidencia. No le interesa llevarlas a una galería, sacarlas de la world wide web. «Es poner la pauta en la plataforma más grande del mundo, la más democrática –si la podemos llamar así– e insertar esto con el simple propósito de que se vea, de comunicar», dice. «Es tratar de abordar el tema y volver a ver lo cotidiano desde otro punto de vista, con una reflexión».
Homínido, la casa productora que tiene junto con Aldonsa Contreras –realizadora audiovisual y antropóloga– busca levantar proyectos que rompan con la cotidianidad y con los discursos que nos hemos ido tragando para aguantar un centenar de crisis permanentes, enfocándose en la difusión internauta para que la mayor cantidad de gente tenga acceso, y que sea gratuito.
Puedes ver el proyecto completo aquí.
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