Una galería con vistas: Julius Heinemann
El artista alemán Julius Heinemann presenta «Prisma», en Proyectos Monclova, exhibición con la que reta a la mirada del espectador.
Solamente los allegados a la galería Proyectos Monclova y al propio artista saben que Julius Heinemann lleva alrededor de dos meses en la Ciudad de México preparando su próxima exhibición. El artista alemán (Munich, 1984) ha venido para presentar lo que será su primera exhibición en solitario para la renovada galería: “Prisma”. Aunque es un artista de nueva adquisición para Proyectos Monclova, Julius lleva muchos años conformando su trabajo artístico y centrándose en lo que para él resulta más interesante: la percepción de la pintura y el mundo a través del ojo humano y los juegos visuales derivados de ello.
Nada más entrar, Julius, alto y de compostura rígida, explica lo que será su nueva exhibición haciendo unos apuntes en un papel. En un plano dibuja la primera sala, donde colocará lienzos intervenidos a los que él mismo define como “la manera tradicional de la pintura”; en una segunda sala, creará una pequeña cámara obscura donde el público podrá observar las obras de la primera sala reflejadas y cuya imagen estará modificada por la presencia de objetos simples; en un último espacio, Julius situará una ventana donde la gente, a través de diferentes capas intervenidas pictóricamente, pueda ver el exterior de la galería.
Los intereses de Julius Heinemann no son causales. A los 10 años el artista ya contaba con una cámara en la mano a través de la cual retrataba sus vivencias. Más tarde, estudió artes plásticas en Londres donde cambió la foto por la pintura, sin dejar de indagar en la representación y sus percepciones. “Lo que más me interesa es cómo nosotros percibimos el mundo. Existe un agujero, después entra la luz y se proyecta en algún lado. Esto pasa con la cámara oscura al igual que con nuestro ojo. Yo lo intento explorar a través de la pintura. En este caso, nuestra tradición occidental estuvo marcada por el Renacimiento y la invención de la camera oscura. Cambió la percepción y la perspectiva del espacio en la pintura. Esta relación es lo que a mí me interesa. Las diferentes maneras de ver las cosas y sus relaciones con nosotros y el espacio”, cuenta Julius en entrevista para Gatopardo.
Para Julius Heinemann, la pintura está relacionada con el espacio arquitectónico. Los lienzos o tableaux son partes mismas de la pared dado que, para él, tienen las mismas características físicas que los muros. En ellos él deja trazas de su pintura, dando cada cierto tiempo capas de pintura blanca que no cubren el lienzo en su totalidad sino que revelan diferentes tonalidades y formas. El espectador podrá ver qué hay y qué hubo, haciendo del lienzo un espacio narrativo, donde lo anterior no se borra del todo y se percibe sutilmente.
“A la hora de pintar, elijo el formato primero. Siempre son lienzos blancos porque los relaciono con el muro, como si fuesen un fragmento. Después, empiezo con una idea o una marca que me interesa y de ahí desarrollo toda la pintura. Cada vez que decido que algo no tiene que estar ahí, pinto de blanco encima, como la pintura por capas. Es un largo proceso pero a la vez muy orgánico. Está relacionado con la vida. Haces algo y aunque no te guste, queda ahí. Puedes pintar encima hasta que no lo veas más pero ahí sigue. Siempre estará ahí”, comenta Julius Heinemann.
Las percepciones y los juegos que el artista crea también formarán parte del show en la galería. En una sala-almacén que se ubica entre un pasillo y la calle, el artista ejecutará un agujero a través del cual retará al ojo del asistente. “Haré un agujero en la pared del pasillo que da a una sala, donde colocaré una tela transparente. A través de esa tela se verán los objetos que se encuentren dentro de la habitación y al fondo, una ventana de la galería que da a la calle. Abriré la ventana para que la gente vea el mundo real, de la misma manera que la pintura es una ventana hacia un mundo diferente”, explica Julius.
Julius Heinemann reflexiona acerca de la pintura y su generador, el dibujo, hasta el punto de desmembrar cada uno de sus elementos hacia lo más básico. De hecho, el artista se encuentra desarrollando un libro que publicará donde aparecen sus dibujos; garabatos resultados del proceso de pintar y de su inmediatez en el inconsciente. Considera la pintura como un ejercicio frustrante, una lucha continua, dado que tampoco sabe muy bien definir cuando ha acabado con alguna de ellas: “solo sé que he acabado una pintura cuando hace un tiempo considerable desde la última vez que la intervine”. Así consigue saber Julius Heinemann cuando ha ilustrado una idea de la manera deseada. Ideas que se mezclarán y difuminarán entre realidades y percepciones desde el 23 de junio en la galería Proyectos Monclova.
Prisma
Julius Heinemann
23 de junio al 06 de agosto de 2016
Proyectos Monclova
Colima 55, Roma Norte
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