Hace poco más de un año Apple lanzó al mercado, exitosamente, su esperadísimo Apple Watch. Impulsado en parte por el aparato de mercadotecnia Apple, basado en las aspiraciones de sus usuarios y en su necesidad por poseer “lo más in” en gadgets, al Apple Watch también lo acompañaban, en buena medida, las aseveraciones de especialistas en tecnología que en su momento juraron que se trataba de un dispositivo revolucionario. La realidad es que un año después, muchos de estos especialistas han cambiado de opinión y se han dado cuenta de que el Apple Watch no es más que un dispositivo superfluo para levantar las ventas de la marca. Dicho de otra forma, fue una tomada de pelo para hacernos creer que en verdad iba a cambiar nuestra manera de ver e interactuar con el iPhone. Sin embargo, la prensa especializada se ha dado cuenta de lo irrelevantes que pueden ser estos productos, poco parece importarle al consumidor que, aparentemente, tiene una gran predilección por los wearables que se conectan a sus teléfonos inteligentes. Hay quienes dirán: “poseo un Apple Watch y soy muy feliz con mi compra”. Es indudable, al final del día, el Apple Watch cumplió lo que prometió: es una pieza de tecnología que luce muy bien en la muñeca y sirve para tener al alcance de la mano algunas de las notificaciones más relevantes del smartphone en cuestión. Así como Apple, otras marcas también han lanzado a la venta “relojes inteligentes” –incluso antes que el Apple Watch– con la supuesta finalidad de hacerle la vida más fácil o más productiva al usuario. Samsung fue de los primeros, con su línea de relojes Samsung Gear, compatibles con sus equipos Galaxy; Motorola sacó el Moto 360, el primer modelo con pantalla circula; Sony también tiene su propio Smart Watch; y eso sin contar marcas “libres” como Pebble, Nike o Tag Heuer entre otras. Las funciones de un smartwatch Un smartwatch básicamente sirve como una segunda pantalla para tu smartphone. Desde ahí puedes ver tus mensajes, correos, hacer llamadas telefónicas, revisar el mapa mientras caminas o andas en bicicleta; en algunos casos puedes ver video y hasta sirven para saber tu ritmo cardiaco. Estas son las características generales que puedes encontrar en estos relojes (pueden variar según marca y modelo): - Reproductor de música - Reproducir de video - Acelerómetro - Barómetro - Brújula - GPS - Bluetooth - WiFi - Termómetro - Altímetro Según el sitio Observer, entre el 2014 y 2015 las ventas de estos dispositivos se incrementaron en un 316%. Mientras que Forbesestima que para el 2017 se venderán más de 322 millones de dispositivos usados como una prenda, es decir, relojes, pulseras deportivas y otros. Para el sitio Digital Trends, la situación es menos optimista. Ellos reportan que durante el World Mobile Congress –el evento de dispositivos móviles más importante del mundo–, la participación de este tipo de accesorios fue prácticamente nula salvo por la permanencia de algunas compañías especializadas en este producto. También cabe mencionar que medios especializados vaticinan que Apple se quedará con la hegemonía del mercado. Conociendo las políticas de sus productos, es poco probable que permitan la entrada de nuevas empresas que hagan competencia al Apple Watch. ¿Pero son realmente estos relojes algo necesario? La realidad es que hoy, estos accesorios tienen funciones limitadas y, en el caso de Apple, hasta podría decirse que su costo es excesivo. Los precios van de los 200 dólares en algunos modelos para Android hasta los 17 mil dólares en el caso de los Apple Watch de oro de 18 quilates. Esas cantidades a cambio de la comodidad de ver tus mensajes, correos y otras notificaciones sin sacar el teléfono del bolsillo. Aunque existen versiones encontradas sobre el futuro del smartwatch, es un hecho que se sostienen como predilectos del consumidor. Es cierto que tienen cierta utilidad y de alguna manera evitan que el usuario exponga su teléfono a los elementos o a la delincuencia, pero es una compra que debe meditarse a fondo. Después de todo, estos relojes digitales por ahora parecen más glorificados que verdaderamente indispensables.
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Desmenuzamos las ventajas, desventajas y posibilidades de uno de los accesorios tecnológicos más populares: el smartwatch.
Hace poco más de un año Apple lanzó al mercado, exitosamente, su esperadísimo Apple Watch. Impulsado en parte por el aparato de mercadotecnia Apple, basado en las aspiraciones de sus usuarios y en su necesidad por poseer “lo más in” en gadgets, al Apple Watch también lo acompañaban, en buena medida, las aseveraciones de especialistas en tecnología que en su momento juraron que se trataba de un dispositivo revolucionario. La realidad es que un año después, muchos de estos especialistas han cambiado de opinión y se han dado cuenta de que el Apple Watch no es más que un dispositivo superfluo para levantar las ventas de la marca. Dicho de otra forma, fue una tomada de pelo para hacernos creer que en verdad iba a cambiar nuestra manera de ver e interactuar con el iPhone. Sin embargo, la prensa especializada se ha dado cuenta de lo irrelevantes que pueden ser estos productos, poco parece importarle al consumidor que, aparentemente, tiene una gran predilección por los wearables que se conectan a sus teléfonos inteligentes. Hay quienes dirán: “poseo un Apple Watch y soy muy feliz con mi compra”. Es indudable, al final del día, el Apple Watch cumplió lo que prometió: es una pieza de tecnología que luce muy bien en la muñeca y sirve para tener al alcance de la mano algunas de las notificaciones más relevantes del smartphone en cuestión. Así como Apple, otras marcas también han lanzado a la venta “relojes inteligentes” –incluso antes que el Apple Watch– con la supuesta finalidad de hacerle la vida más fácil o más productiva al usuario. Samsung fue de los primeros, con su línea de relojes Samsung Gear, compatibles con sus equipos Galaxy; Motorola sacó el Moto 360, el primer modelo con pantalla circula; Sony también tiene su propio Smart Watch; y eso sin contar marcas “libres” como Pebble, Nike o Tag Heuer entre otras. Las funciones de un smartwatch Un smartwatch básicamente sirve como una segunda pantalla para tu smartphone. Desde ahí puedes ver tus mensajes, correos, hacer llamadas telefónicas, revisar el mapa mientras caminas o andas en bicicleta; en algunos casos puedes ver video y hasta sirven para saber tu ritmo cardiaco. Estas son las características generales que puedes encontrar en estos relojes (pueden variar según marca y modelo): - Reproductor de música - Reproducir de video - Acelerómetro - Barómetro - Brújula - GPS - Bluetooth - WiFi - Termómetro - Altímetro Según el sitio Observer, entre el 2014 y 2015 las ventas de estos dispositivos se incrementaron en un 316%. Mientras que Forbesestima que para el 2017 se venderán más de 322 millones de dispositivos usados como una prenda, es decir, relojes, pulseras deportivas y otros. Para el sitio Digital Trends, la situación es menos optimista. Ellos reportan que durante el World Mobile Congress –el evento de dispositivos móviles más importante del mundo–, la participación de este tipo de accesorios fue prácticamente nula salvo por la permanencia de algunas compañías especializadas en este producto. También cabe mencionar que medios especializados vaticinan que Apple se quedará con la hegemonía del mercado. Conociendo las políticas de sus productos, es poco probable que permitan la entrada de nuevas empresas que hagan competencia al Apple Watch. ¿Pero son realmente estos relojes algo necesario? La realidad es que hoy, estos accesorios tienen funciones limitadas y, en el caso de Apple, hasta podría decirse que su costo es excesivo. Los precios van de los 200 dólares en algunos modelos para Android hasta los 17 mil dólares en el caso de los Apple Watch de oro de 18 quilates. Esas cantidades a cambio de la comodidad de ver tus mensajes, correos y otras notificaciones sin sacar el teléfono del bolsillo. Aunque existen versiones encontradas sobre el futuro del smartwatch, es un hecho que se sostienen como predilectos del consumidor. Es cierto que tienen cierta utilidad y de alguna manera evitan que el usuario exponga su teléfono a los elementos o a la delincuencia, pero es una compra que debe meditarse a fondo. Después de todo, estos relojes digitales por ahora parecen más glorificados que verdaderamente indispensables.
Desmenuzamos las ventajas, desventajas y posibilidades de uno de los accesorios tecnológicos más populares: el smartwatch.
Hace poco más de un año Apple lanzó al mercado, exitosamente, su esperadísimo Apple Watch. Impulsado en parte por el aparato de mercadotecnia Apple, basado en las aspiraciones de sus usuarios y en su necesidad por poseer “lo más in” en gadgets, al Apple Watch también lo acompañaban, en buena medida, las aseveraciones de especialistas en tecnología que en su momento juraron que se trataba de un dispositivo revolucionario. La realidad es que un año después, muchos de estos especialistas han cambiado de opinión y se han dado cuenta de que el Apple Watch no es más que un dispositivo superfluo para levantar las ventas de la marca. Dicho de otra forma, fue una tomada de pelo para hacernos creer que en verdad iba a cambiar nuestra manera de ver e interactuar con el iPhone. Sin embargo, la prensa especializada se ha dado cuenta de lo irrelevantes que pueden ser estos productos, poco parece importarle al consumidor que, aparentemente, tiene una gran predilección por los wearables que se conectan a sus teléfonos inteligentes. Hay quienes dirán: “poseo un Apple Watch y soy muy feliz con mi compra”. Es indudable, al final del día, el Apple Watch cumplió lo que prometió: es una pieza de tecnología que luce muy bien en la muñeca y sirve para tener al alcance de la mano algunas de las notificaciones más relevantes del smartphone en cuestión. Así como Apple, otras marcas también han lanzado a la venta “relojes inteligentes” –incluso antes que el Apple Watch– con la supuesta finalidad de hacerle la vida más fácil o más productiva al usuario. Samsung fue de los primeros, con su línea de relojes Samsung Gear, compatibles con sus equipos Galaxy; Motorola sacó el Moto 360, el primer modelo con pantalla circula; Sony también tiene su propio Smart Watch; y eso sin contar marcas “libres” como Pebble, Nike o Tag Heuer entre otras. Las funciones de un smartwatch Un smartwatch básicamente sirve como una segunda pantalla para tu smartphone. Desde ahí puedes ver tus mensajes, correos, hacer llamadas telefónicas, revisar el mapa mientras caminas o andas en bicicleta; en algunos casos puedes ver video y hasta sirven para saber tu ritmo cardiaco. Estas son las características generales que puedes encontrar en estos relojes (pueden variar según marca y modelo): - Reproductor de música - Reproducir de video - Acelerómetro - Barómetro - Brújula - GPS - Bluetooth - WiFi - Termómetro - Altímetro Según el sitio Observer, entre el 2014 y 2015 las ventas de estos dispositivos se incrementaron en un 316%. Mientras que Forbesestima que para el 2017 se venderán más de 322 millones de dispositivos usados como una prenda, es decir, relojes, pulseras deportivas y otros. Para el sitio Digital Trends, la situación es menos optimista. Ellos reportan que durante el World Mobile Congress –el evento de dispositivos móviles más importante del mundo–, la participación de este tipo de accesorios fue prácticamente nula salvo por la permanencia de algunas compañías especializadas en este producto. También cabe mencionar que medios especializados vaticinan que Apple se quedará con la hegemonía del mercado. Conociendo las políticas de sus productos, es poco probable que permitan la entrada de nuevas empresas que hagan competencia al Apple Watch. ¿Pero son realmente estos relojes algo necesario? La realidad es que hoy, estos accesorios tienen funciones limitadas y, en el caso de Apple, hasta podría decirse que su costo es excesivo. Los precios van de los 200 dólares en algunos modelos para Android hasta los 17 mil dólares en el caso de los Apple Watch de oro de 18 quilates. Esas cantidades a cambio de la comodidad de ver tus mensajes, correos y otras notificaciones sin sacar el teléfono del bolsillo. Aunque existen versiones encontradas sobre el futuro del smartwatch, es un hecho que se sostienen como predilectos del consumidor. Es cierto que tienen cierta utilidad y de alguna manera evitan que el usuario exponga su teléfono a los elementos o a la delincuencia, pero es una compra que debe meditarse a fondo. Después de todo, estos relojes digitales por ahora parecen más glorificados que verdaderamente indispensables.
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Hace poco más de un año Apple lanzó al mercado, exitosamente, su esperadísimo Apple Watch. Impulsado en parte por el aparato de mercadotecnia Apple, basado en las aspiraciones de sus usuarios y en su necesidad por poseer “lo más in” en gadgets, al Apple Watch también lo acompañaban, en buena medida, las aseveraciones de especialistas en tecnología que en su momento juraron que se trataba de un dispositivo revolucionario. La realidad es que un año después, muchos de estos especialistas han cambiado de opinión y se han dado cuenta de que el Apple Watch no es más que un dispositivo superfluo para levantar las ventas de la marca. Dicho de otra forma, fue una tomada de pelo para hacernos creer que en verdad iba a cambiar nuestra manera de ver e interactuar con el iPhone. Sin embargo, la prensa especializada se ha dado cuenta de lo irrelevantes que pueden ser estos productos, poco parece importarle al consumidor que, aparentemente, tiene una gran predilección por los wearables que se conectan a sus teléfonos inteligentes. Hay quienes dirán: “poseo un Apple Watch y soy muy feliz con mi compra”. Es indudable, al final del día, el Apple Watch cumplió lo que prometió: es una pieza de tecnología que luce muy bien en la muñeca y sirve para tener al alcance de la mano algunas de las notificaciones más relevantes del smartphone en cuestión. Así como Apple, otras marcas también han lanzado a la venta “relojes inteligentes” –incluso antes que el Apple Watch– con la supuesta finalidad de hacerle la vida más fácil o más productiva al usuario. Samsung fue de los primeros, con su línea de relojes Samsung Gear, compatibles con sus equipos Galaxy; Motorola sacó el Moto 360, el primer modelo con pantalla circula; Sony también tiene su propio Smart Watch; y eso sin contar marcas “libres” como Pebble, Nike o Tag Heuer entre otras. Las funciones de un smartwatch Un smartwatch básicamente sirve como una segunda pantalla para tu smartphone. Desde ahí puedes ver tus mensajes, correos, hacer llamadas telefónicas, revisar el mapa mientras caminas o andas en bicicleta; en algunos casos puedes ver video y hasta sirven para saber tu ritmo cardiaco. Estas son las características generales que puedes encontrar en estos relojes (pueden variar según marca y modelo): - Reproductor de música - Reproducir de video - Acelerómetro - Barómetro - Brújula - GPS - Bluetooth - WiFi - Termómetro - Altímetro Según el sitio Observer, entre el 2014 y 2015 las ventas de estos dispositivos se incrementaron en un 316%. Mientras que Forbesestima que para el 2017 se venderán más de 322 millones de dispositivos usados como una prenda, es decir, relojes, pulseras deportivas y otros. Para el sitio Digital Trends, la situación es menos optimista. Ellos reportan que durante el World Mobile Congress –el evento de dispositivos móviles más importante del mundo–, la participación de este tipo de accesorios fue prácticamente nula salvo por la permanencia de algunas compañías especializadas en este producto. También cabe mencionar que medios especializados vaticinan que Apple se quedará con la hegemonía del mercado. Conociendo las políticas de sus productos, es poco probable que permitan la entrada de nuevas empresas que hagan competencia al Apple Watch. ¿Pero son realmente estos relojes algo necesario? La realidad es que hoy, estos accesorios tienen funciones limitadas y, en el caso de Apple, hasta podría decirse que su costo es excesivo. Los precios van de los 200 dólares en algunos modelos para Android hasta los 17 mil dólares en el caso de los Apple Watch de oro de 18 quilates. Esas cantidades a cambio de la comodidad de ver tus mensajes, correos y otras notificaciones sin sacar el teléfono del bolsillo. Aunque existen versiones encontradas sobre el futuro del smartwatch, es un hecho que se sostienen como predilectos del consumidor. Es cierto que tienen cierta utilidad y de alguna manera evitan que el usuario exponga su teléfono a los elementos o a la delincuencia, pero es una compra que debe meditarse a fondo. Después de todo, estos relojes digitales por ahora parecen más glorificados que verdaderamente indispensables.
Desmenuzamos las ventajas, desventajas y posibilidades de uno de los accesorios tecnológicos más populares: el smartwatch.
Hace poco más de un año Apple lanzó al mercado, exitosamente, su esperadísimo Apple Watch. Impulsado en parte por el aparato de mercadotecnia Apple, basado en las aspiraciones de sus usuarios y en su necesidad por poseer “lo más in” en gadgets, al Apple Watch también lo acompañaban, en buena medida, las aseveraciones de especialistas en tecnología que en su momento juraron que se trataba de un dispositivo revolucionario. La realidad es que un año después, muchos de estos especialistas han cambiado de opinión y se han dado cuenta de que el Apple Watch no es más que un dispositivo superfluo para levantar las ventas de la marca. Dicho de otra forma, fue una tomada de pelo para hacernos creer que en verdad iba a cambiar nuestra manera de ver e interactuar con el iPhone. Sin embargo, la prensa especializada se ha dado cuenta de lo irrelevantes que pueden ser estos productos, poco parece importarle al consumidor que, aparentemente, tiene una gran predilección por los wearables que se conectan a sus teléfonos inteligentes. Hay quienes dirán: “poseo un Apple Watch y soy muy feliz con mi compra”. Es indudable, al final del día, el Apple Watch cumplió lo que prometió: es una pieza de tecnología que luce muy bien en la muñeca y sirve para tener al alcance de la mano algunas de las notificaciones más relevantes del smartphone en cuestión. Así como Apple, otras marcas también han lanzado a la venta “relojes inteligentes” –incluso antes que el Apple Watch– con la supuesta finalidad de hacerle la vida más fácil o más productiva al usuario. Samsung fue de los primeros, con su línea de relojes Samsung Gear, compatibles con sus equipos Galaxy; Motorola sacó el Moto 360, el primer modelo con pantalla circula; Sony también tiene su propio Smart Watch; y eso sin contar marcas “libres” como Pebble, Nike o Tag Heuer entre otras. Las funciones de un smartwatch Un smartwatch básicamente sirve como una segunda pantalla para tu smartphone. Desde ahí puedes ver tus mensajes, correos, hacer llamadas telefónicas, revisar el mapa mientras caminas o andas en bicicleta; en algunos casos puedes ver video y hasta sirven para saber tu ritmo cardiaco. Estas son las características generales que puedes encontrar en estos relojes (pueden variar según marca y modelo): - Reproductor de música - Reproducir de video - Acelerómetro - Barómetro - Brújula - GPS - Bluetooth - WiFi - Termómetro - Altímetro Según el sitio Observer, entre el 2014 y 2015 las ventas de estos dispositivos se incrementaron en un 316%. Mientras que Forbesestima que para el 2017 se venderán más de 322 millones de dispositivos usados como una prenda, es decir, relojes, pulseras deportivas y otros. Para el sitio Digital Trends, la situación es menos optimista. Ellos reportan que durante el World Mobile Congress –el evento de dispositivos móviles más importante del mundo–, la participación de este tipo de accesorios fue prácticamente nula salvo por la permanencia de algunas compañías especializadas en este producto. También cabe mencionar que medios especializados vaticinan que Apple se quedará con la hegemonía del mercado. Conociendo las políticas de sus productos, es poco probable que permitan la entrada de nuevas empresas que hagan competencia al Apple Watch. ¿Pero son realmente estos relojes algo necesario? La realidad es que hoy, estos accesorios tienen funciones limitadas y, en el caso de Apple, hasta podría decirse que su costo es excesivo. Los precios van de los 200 dólares en algunos modelos para Android hasta los 17 mil dólares en el caso de los Apple Watch de oro de 18 quilates. Esas cantidades a cambio de la comodidad de ver tus mensajes, correos y otras notificaciones sin sacar el teléfono del bolsillo. Aunque existen versiones encontradas sobre el futuro del smartwatch, es un hecho que se sostienen como predilectos del consumidor. Es cierto que tienen cierta utilidad y de alguna manera evitan que el usuario exponga su teléfono a los elementos o a la delincuencia, pero es una compra que debe meditarse a fondo. Después de todo, estos relojes digitales por ahora parecen más glorificados que verdaderamente indispensables.
Hace poco más de un año Apple lanzó al mercado, exitosamente, su esperadísimo Apple Watch. Impulsado en parte por el aparato de mercadotecnia Apple, basado en las aspiraciones de sus usuarios y en su necesidad por poseer “lo más in” en gadgets, al Apple Watch también lo acompañaban, en buena medida, las aseveraciones de especialistas en tecnología que en su momento juraron que se trataba de un dispositivo revolucionario. La realidad es que un año después, muchos de estos especialistas han cambiado de opinión y se han dado cuenta de que el Apple Watch no es más que un dispositivo superfluo para levantar las ventas de la marca. Dicho de otra forma, fue una tomada de pelo para hacernos creer que en verdad iba a cambiar nuestra manera de ver e interactuar con el iPhone. Sin embargo, la prensa especializada se ha dado cuenta de lo irrelevantes que pueden ser estos productos, poco parece importarle al consumidor que, aparentemente, tiene una gran predilección por los wearables que se conectan a sus teléfonos inteligentes. Hay quienes dirán: “poseo un Apple Watch y soy muy feliz con mi compra”. Es indudable, al final del día, el Apple Watch cumplió lo que prometió: es una pieza de tecnología que luce muy bien en la muñeca y sirve para tener al alcance de la mano algunas de las notificaciones más relevantes del smartphone en cuestión. Así como Apple, otras marcas también han lanzado a la venta “relojes inteligentes” –incluso antes que el Apple Watch– con la supuesta finalidad de hacerle la vida más fácil o más productiva al usuario. Samsung fue de los primeros, con su línea de relojes Samsung Gear, compatibles con sus equipos Galaxy; Motorola sacó el Moto 360, el primer modelo con pantalla circula; Sony también tiene su propio Smart Watch; y eso sin contar marcas “libres” como Pebble, Nike o Tag Heuer entre otras. Las funciones de un smartwatch Un smartwatch básicamente sirve como una segunda pantalla para tu smartphone. Desde ahí puedes ver tus mensajes, correos, hacer llamadas telefónicas, revisar el mapa mientras caminas o andas en bicicleta; en algunos casos puedes ver video y hasta sirven para saber tu ritmo cardiaco. Estas son las características generales que puedes encontrar en estos relojes (pueden variar según marca y modelo): - Reproductor de música - Reproducir de video - Acelerómetro - Barómetro - Brújula - GPS - Bluetooth - WiFi - Termómetro - Altímetro Según el sitio Observer, entre el 2014 y 2015 las ventas de estos dispositivos se incrementaron en un 316%. Mientras que Forbesestima que para el 2017 se venderán más de 322 millones de dispositivos usados como una prenda, es decir, relojes, pulseras deportivas y otros. Para el sitio Digital Trends, la situación es menos optimista. Ellos reportan que durante el World Mobile Congress –el evento de dispositivos móviles más importante del mundo–, la participación de este tipo de accesorios fue prácticamente nula salvo por la permanencia de algunas compañías especializadas en este producto. También cabe mencionar que medios especializados vaticinan que Apple se quedará con la hegemonía del mercado. Conociendo las políticas de sus productos, es poco probable que permitan la entrada de nuevas empresas que hagan competencia al Apple Watch. ¿Pero son realmente estos relojes algo necesario? La realidad es que hoy, estos accesorios tienen funciones limitadas y, en el caso de Apple, hasta podría decirse que su costo es excesivo. Los precios van de los 200 dólares en algunos modelos para Android hasta los 17 mil dólares en el caso de los Apple Watch de oro de 18 quilates. Esas cantidades a cambio de la comodidad de ver tus mensajes, correos y otras notificaciones sin sacar el teléfono del bolsillo. Aunque existen versiones encontradas sobre el futuro del smartwatch, es un hecho que se sostienen como predilectos del consumidor. Es cierto que tienen cierta utilidad y de alguna manera evitan que el usuario exponga su teléfono a los elementos o a la delincuencia, pero es una compra que debe meditarse a fondo. Después de todo, estos relojes digitales por ahora parecen más glorificados que verdaderamente indispensables.
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