Wassily Kandinsky no tomo una sola clase de pintura antes de los treinta años, pero los años restantes le alcanzaron para transformar la tradición plástica de occidente. Kandinsky nació en Moscú, Rusia, el 4 de diciembre en el antiguo calendario ruso y el 16 con el que la mayor parte del mundo se rige hoy en día. Su papá, Vasili Silvéstrovich Kandinsky, era un comerciante de tés que provenían de una antigua población siberiana, muy cerca de la frontera con Mongolia. La familia del artista provenía por el lado paterno de la dinastía dinastía Gantimúrov, que se convirtió en parte de la aristocracia rusa y ucraniana. Del lado materno, los genes venían desde Alemania. Wassily Kandinsky creció entre Moscú y Odesa, el puerto más importante de Ucrania. En este último tomó clases de piano y violonchelo y cuando terminó la escuela, entró a la Universidad de Moscú a estudiar Derecho y Economía. Adoraba asistir a los conciertos y escuchar las grandes piezas en el Bolshoi. Hasta ese momento, el gran Kandinsky, que hoy abarrota los museos que exhiben sus obras abstractas, se había acercado al arte por su capacidad de conectar con las emociones, un camino que seguiría a lo largo de su carrera.[caption id="attachment_226649" align="aligncenter" width="620"]
"En blanco II" (1923) de Wassily Kandinsky[/caption]En 1895 en Moscú se montó una exposición de los impresionistas parisinos que por ese entonces estaban en pleno auge. Wassily Kandinsky visitó la puesta y al ver las obras de Monet se dio cuenta que el arte plástico podía provocar emociones muy fuertes, alimentar el alma. Se mudó a Munich, Alemania, para ingresar a Academia de Bellas Artes y comenzar con su práctica artística pero no fue aceptado, así que decidió unirse a la academia privada de Anton Ažbe, considerado como el pintor esloveno más importante de la segunda mitad del siglo XIX. Como maestro se regía por la libertad de exploración de sus alumnos, rechazando los patrones de pensamiento y estimulando las necesidades de los artistas de explorar diferentes técnicas. Kandinsky tomó clases ahí desde 1896, cuando tenía 30 años, y se quedó hasta 1900 cuando por fin lo aceptaron en la Academia de Arte, donde empezó a tomar clases con Franz von Stuck, un reconocido representante del simbolismo y el art nouveau. Unos años antes de comenzar a pintar, Kandinsky formó parte de un grupo de investigación de etnografía y en un viaje a una región del norte de de Moscú, se encontró con casas e iglesias decoradas con colores brillantísimos. Al entrar en ellas tuvo la sensación de estar atravesando una pintura. La experiencia quedó plasmada en Mirada retrospectiva. [caption id="attachment_226647" align="aligncenter" width="620"]
Mirada retrospectiva (1913) de Wassily Kandinsky[/caption]Además, Kandisky habló en repetidas ocasiones sobre la forma en que los colores y las formas que podía tomar la luz le causaban una fascinación especial desde que era niño. Sus primeros trabajos se inspiraron en esas obsesiones primarias que se tradujeron en piezas de colores brillantes sobre fondos oscuros. Cuando Franz von Stuck comenzó a ser su maestro le pareció que los colores en sus piezas eran excesivamente intensos, por lo que le exigió que durante un año no pintara más que en gamas de grises. Kandinsky continuó pintando paisajes, muy al estilo impresionista e implementó técnicas como el puntillismo. Sin embargo, su encuentro con el el fauvismo, que tiene como centro el uso del color, lo regresó a su obsesión original. A partir de entonces, el color fue siempre su mayor herramienta. En 1903 el artista ruso dio a conocer el cuadro Der Blaue Reiter (El jinete azul) que se convirtió en uno de los más representativos en su carrera, tanto que posteriormente, en 1910, fundó junto con los artistas Franz Marc y August Macke un movimiento expresionista en Munich con el mismo nombre, que se centraba en la creación de un almanaque de arte.[caption id="attachment_226646" align="aligncenter" width="620"]
Alamaque del jinete azul (1912) de Wassily Kandinsky[/caption]En esas páginas Kandinsky incluyó todo tipo de manifestaciones artísticas, mientras siguieran la línea del expresionismo, por lo que “el arte popular, el arte infantil o bien las obras procedentes de Extremo Oriente, de Oceanía o de África sirvieron para ilustrar este extraordinario Almanaque”, explicó el crítico de arte Juan Eduardo Cirlot en 1988. En 1922 Kandinsky fue invitado a dar clases a La Bauhaus. Ahí habló de sus trabajos sobre el estudio de las formas, que dieron como resultado la publicación de su segundo libro Punto y línea sobre el plano (1926). El primero se llamó De lo espiritual en el arte (1910) y ambas publicaciones son clara evidencia del nivel de la profundidad con la que el artista abordaba su práctica y la teoría que la respaldaba. y también el texto De lo Espiritual en el Arte, donde critica a las instituciones académicas tradicionalistas y la idea de arte en general. Ese libro es considerado el primero en describir la fundación teórica del movimiento abstracto y hablar que una nueva era en el arte, en la que la espiritualidad se traducía en trazos. La época en la que Kandinsky se dedicó a La Bauhaus fue muy prolífica y fue un periodo en el que las formas geométricas y la simplificación del color empezaron a manifestarse en sus piezas al óleo y acuarelas. También fue en esta época cuando su nombre empezó a resonar en Estados Unidos.
Wassily Kandinsky dejó la escuela alemana en 1932 cuando la presión nazi ya era demasiado fuerte y se fue a vivir a Francia. En la invasión de la milicia alemana muchas de las obras del ruso fueron destruidas por los nazis porque las consideraban degeneradas. Ya en Francia comenzó un nuevo periodo dentro de su obra que es conocido como "La gran síntesis", y que se ha considerado como un paso entre el estilo Bauhaus y el abstracto. Su encuentro con el libro Abstracción y empatía de Wilhelm Worringer (1908), lo llevó abrazar la abstracción de forma definitiva como un camino para explorar la resonancia emocional a partir de lo pictórico, alejándose de cualquier símbolo o representación. En su libro de 1912 explicó que el arte debe partir de un lenguaje de color basado en las propiedades emocionales de cada tono. A él no le interesaba el espectro en sí mismo, sino la capacidad que tenía de detonar una “respuesta del alma”. Wassily Kandinsky, el padre de la abstracción y pionero del expresionismo abstracto murió tras una prolífica carrera con más de 600 pinturas esparcidas por el mundo, el 13 de diciembre de 1944.
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