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Transicionó hace 15 años y desde hace cuatro, además de ejercer el trabajo sexual, se ha dedicado al acompañamiento comunitario y la defensa de derechos humanos de las mujeres trans en la capital.
Natalia Lane es defensora de derechos humanos, trabajadora sexual, transfeminista y transexual. Vive en la Ciudad de México y desde el año pasado, junto con otras compañeras echó a andar el proyecto Haciendo Calle para recolectar donativos, insumos y despensas para las mujeres (cis y trans) que ejercen el trabajo sexual en calle y que se han visto afectadas por la pandemia.
Natalia también es comunicóloga egresada de la UNAM, asambleísta consultiva en COPRED y coordinadora de proyectos del Centro de Apoyo a las Identidades Trans. Desde hace cuatro años se ha dedicado al acompañamiento comunitario y la defensa de derechos humanos de las mujeres trans en la capital. Pero de lo que ella se siente más orgullosa es de reivindicarse como "puta callejera". “Nosotras no somos sólo tristeza y dolor, también somos resiliencia, amor, alegría y zorroridad”, afirma.
Transicionó hace 15 años y desde hace cuatro, además de ejercer el trabajo sexual, se ha dedicado al acompañamiento comunitario y la defensa de derechos humanos de las mujeres trans en la capital.
Natalia Lane es defensora de derechos humanos, trabajadora sexual, transfeminista y transexual. Vive en la Ciudad de México y desde el año pasado, junto con otras compañeras echó a andar el proyecto Haciendo Calle para recolectar donativos, insumos y despensas para las mujeres (cis y trans) que ejercen el trabajo sexual en calle y que se han visto afectadas por la pandemia.
Natalia también es comunicóloga egresada de la UNAM, asambleísta consultiva en COPRED y coordinadora de proyectos del Centro de Apoyo a las Identidades Trans. Desde hace cuatro años se ha dedicado al acompañamiento comunitario y la defensa de derechos humanos de las mujeres trans en la capital. Pero de lo que ella se siente más orgullosa es de reivindicarse como "puta callejera". “Nosotras no somos sólo tristeza y dolor, también somos resiliencia, amor, alegría y zorroridad”, afirma.
Transicionó hace 15 años y desde hace cuatro, además de ejercer el trabajo sexual, se ha dedicado al acompañamiento comunitario y la defensa de derechos humanos de las mujeres trans en la capital.
Natalia Lane es defensora de derechos humanos, trabajadora sexual, transfeminista y transexual. Vive en la Ciudad de México y desde el año pasado, junto con otras compañeras echó a andar el proyecto Haciendo Calle para recolectar donativos, insumos y despensas para las mujeres (cis y trans) que ejercen el trabajo sexual en calle y que se han visto afectadas por la pandemia.
Natalia también es comunicóloga egresada de la UNAM, asambleísta consultiva en COPRED y coordinadora de proyectos del Centro de Apoyo a las Identidades Trans. Desde hace cuatro años se ha dedicado al acompañamiento comunitario y la defensa de derechos humanos de las mujeres trans en la capital. Pero de lo que ella se siente más orgullosa es de reivindicarse como "puta callejera". “Nosotras no somos sólo tristeza y dolor, también somos resiliencia, amor, alegría y zorroridad”, afirma.
Transicionó hace 15 años y desde hace cuatro, además de ejercer el trabajo sexual, se ha dedicado al acompañamiento comunitario y la defensa de derechos humanos de las mujeres trans en la capital.
Natalia Lane es defensora de derechos humanos, trabajadora sexual, transfeminista y transexual. Vive en la Ciudad de México y desde el año pasado, junto con otras compañeras echó a andar el proyecto Haciendo Calle para recolectar donativos, insumos y despensas para las mujeres (cis y trans) que ejercen el trabajo sexual en calle y que se han visto afectadas por la pandemia.
Natalia también es comunicóloga egresada de la UNAM, asambleísta consultiva en COPRED y coordinadora de proyectos del Centro de Apoyo a las Identidades Trans. Desde hace cuatro años se ha dedicado al acompañamiento comunitario y la defensa de derechos humanos de las mujeres trans en la capital. Pero de lo que ella se siente más orgullosa es de reivindicarse como "puta callejera". “Nosotras no somos sólo tristeza y dolor, también somos resiliencia, amor, alegría y zorroridad”, afirma.
Transicionó hace 15 años y desde hace cuatro, además de ejercer el trabajo sexual, se ha dedicado al acompañamiento comunitario y la defensa de derechos humanos de las mujeres trans en la capital.
Natalia Lane es defensora de derechos humanos, trabajadora sexual, transfeminista y transexual. Vive en la Ciudad de México y desde el año pasado, junto con otras compañeras echó a andar el proyecto Haciendo Calle para recolectar donativos, insumos y despensas para las mujeres (cis y trans) que ejercen el trabajo sexual en calle y que se han visto afectadas por la pandemia.
Natalia también es comunicóloga egresada de la UNAM, asambleísta consultiva en COPRED y coordinadora de proyectos del Centro de Apoyo a las Identidades Trans. Desde hace cuatro años se ha dedicado al acompañamiento comunitario y la defensa de derechos humanos de las mujeres trans en la capital. Pero de lo que ella se siente más orgullosa es de reivindicarse como "puta callejera". “Nosotras no somos sólo tristeza y dolor, también somos resiliencia, amor, alegría y zorroridad”, afirma.
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