En 1998, Lincoln, la marca de los autos con más clase de Estados Unidos sacó la primer SUV americana de lujo. Desde principios del siglo, que Henry Leland empezó a desarrollar los autos Lincoln, sabía que lo que iba a resaltar de todos sus diseños era la suntuosidad. Veinte años después de la primera versión de la Navigator, sus cualidades de lujo se mantienen, pero pensadas para las familias del 2018, conectadas y con ganas de recorrer largos caminos con máxima comodidad.

En abril de este año se llevó a cabo uno de los eventos automotrices con más impacto en el mercado, el Autoshow de Nueva York. Ahí desfilan y se pavonean los autos más lujosos, además de mostrar los avances tecnológicos más inesperados pero increíblemente deseados. Es el lugar en el que se pueden descubrir las joyas de la corona del mundo automovilístico. Y es aquí donde la Lincoln Navigator 2018 fue declarada como el mejor vehículo del año.

La realidad es que esta SUV es el paquete completo. Su apariencia exterior es imponente y cuando el conductor se acerca, la carrocería se ilumina, en este ritual de bienvenida que destaca la tecnología Lincoln. Por dentro, la cabina es más que espaciosa, la antítesis de la claustrofobia. Las tres filas de asientos están diseñadas para una experiencia de primera clase, considerando a los de hasta adelante y a los de hasta atrás de igual manera.

El motor que carga, un V6, produce hasta 450 caballos de fuerza –70 más que el modelo 2017– distribuidos a través de una transmisión automática de diez velocidades. Ésta a su vez fue rediseñada por completo, para replicar la experiencia de tocar un instrumento musical con respuesta igual de melodiosa: el control de cambios I Ship se encuentra en el panel central, expuesto de manera horizontal, como un piano.

El control del auto está planeado más que nunca, y se desarrollaron modalidades para que la SUV se adapte al camino como una 4×4 automática – para una muy inclinada subida o para una carretera resbalosa. Además, al ser 90 Kg más ligera y tener un sistema de suspensión adaptativa que monitorea el camino en nanosegundos, el conductor tendrá mucho más control del vehículo sin necesidad de perder velocidad.

Esta nueva ligereza no significa falta de capacidad de arrastre, sino todo lo contrario: tiene capacidad para hasta 4 toneladas, y un sistema para que el remolque se enganche de forma casi automática.

La madera del interior es la misma que se usa para los pianos de cola de Yamaha, y para que la veta y el color fueran parejos, los diseñadores de Lincoln decidieron usar una sola pieza para cada auto, por lo que cada SUV es completamente única.

La tecnología dedicada a la conectividad tiene contemplado hasta el más mínimo detalle. El head-up display es el más brillante y grande del segmento, así que el conductor no tendrá que preocuparse por ver los detalles del coche detrás del volante, pues estarán dispuestos en el parabrisas. Además, en esta nueva versión se pueden reflejar mucho más contenidos, como las direcciones del mapa, para llegar al destino mucho más fácil y seguro.

Lujo sin comodidad no es nada. La Lincoln Navigator 2018 pensó en cada uno de los detalles de los asientos para que, sobre todo el conductor y el copiloto, tengan la mejor de las experiencias en sus viajes. Se pueden programar tres diferentes perfiles, y cada uno tiene alrededor de 80 ajustes entre asiento, espejos y volante, incluyendo masaje y calefacción personalizada de los cojines.

Desde principios del siglo pasado, Lincoln ha destacado por su capacidad de desarrollar los autos más lujosos, con más potencia y tecnología. La Navigator 2018 es la prueba de cómo continúan haciéndolo, haciendo de esta SUV un lujo total, el mejor auto del año.

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