El Amazonas en crucero cinco estrellas
Tomar un crucero por el Amazonas es una experiencia triple: un viaje por el río, expediciones alucinantes y lujo incomparable.
Embarcamos un viernes por la noche y está tan oscuro que sólo podemos distinguir algunos puntos de luz. Podría ser cualquier río y no el Amazonas en Loreto, en la selva del Perú. Es difícil creer que el agua a nuestro alrededor nace en los Andes y se extiende por casi siete mil kilómetros a lo largo del Perú, Colombia y Brasil, alimentada por más de mil afluentes.
Estamos partiendo de Iquitos a bordo de Aria Amazon, un crucero-hotel boutique de Aqua Expeditions de 45 metros de largo, nueve de ancho, tres pisos de alto y 16 suites. Crucero de río, que también es de lujo, que también es de expedición: tres categorías al mismo tiempo cruzando la selva del Amazonas donde se descubre una especie cada dos días, según el último informe de la World Wildlife Fund. Es decir, al final de este viaje unas tres especies habrán sido encontradas.
Mimosas luego de una excursión agotadora, así como tener carta libre para beber vino, cerveza, agua, limonada y jugos de fruta exótica a bordo son algunas de las “atenciones de lujo” a las que uno se acostumbra en el viaje. Ninguno de estos detalles, sin embargo, llegará a compararse con la gran ventana frente a mi cama que me proveerá de amaneceres y panorámicas de la selva y radiantes vistas del río.
* * *
¿Te interesa viajar? Lee estas historias de Revista Travesías:
Siete hoteles en sitios arqueológicos.
El Queen Elizabeth II se estrena como hotel flotante en Dubai.
Regent: Un paseo por el Mediterráneo a todo lujo.
* * *
El Amazonas no parece un río, sino el mar. A veces sólo está nuestra lancha y la inmensidad de las aguas color café con leche; otras vemos de cerca a los vecinos fuera de sus cabañas. En las partes mucho más estrechas el agua se vuelve un espejo negro.
El crucero también es una clase exprés de zoología amazónica. Vemos colibríes nuquiblanca, mariposas azules, iguanas apashira, monos fraile y ranitas venenosas. Avistar animales es lo que más hacemos durante las excursiones, tardamos varios segundos en reconocer cuál es el árbol que debemos mirar y otros más en encontrar a la criatura que los guías han visto a metros de distancia.
Sagrados en el Amazonas, las personas no cazan delfines, los respetan. Según el mito, en las noches se convierten en muchachos rubios que pasean por los pueblos buscando novia. Pescando en las orillas comprobamos que las pirañas no son asesinas. Esos pececitos, que en el Amazonas tienen la panza roja, no van tras de ti como fieras hambrientas. Podemos llevar las que atrapemos al crucero, para que las cocinen. Yo pesqué dos pero luego tuve remordimientos. No soy una cazadora, soy una comensal.
La comida servida a bordo está hecha en un 70% a base de productos de la selva. El menú fue diseñado por Pedro Miguel Schiaffino, reconocido chef peruano, investigador y difusor de los insumos locales. Cada día se prepara un tipo de comida diferente: oriental, criolla, campestre, a la brasa, todos al estilo de la Amazonía.
En Aria Amazon se practica el soft adventure. Al final del día terminamos terrosos, transpirados. Esos días de excursión, en los que se hacen tres o cuatro actividades, son particularmente agotadores. Pero luego, al regresar al barco, te esperan los engreimientos de un hotel boutique.
La idea es que los viajeros también conozcan a la gente de la Amazonía. Cómo viven, de qué viven, qué les gusta comer. Por lo que Aqua Expeditions trabaja con alrededor de 22 comunidades nativas. Es una oportunidad de llevarles donaciones, las necesitan.
Otras veces uno sólo quiere quedarse dentro del crucero. Pedir alguna bebida al barman Robinson y quedarse en el jacuzzi, que está en la parte de la proa, elevado a unos centímetros del piso como un altar de aguas burbujeantes. O bien, echarse en la cama de la suite y mirar a través de la pared/ventana lo que sea que pase por delante: el sol, un ferry, las cabañas ribereñas o la luna, que aparece como un plato enorme sin quiñaduras.
Guía práctica
– El Aria Amazon cuenta con tres itinerarios: tres, cuatro y siete noches. Los vuelos a Iquitos no están incluidos en la tarifa.
– Las actividades de los itinerarios varían de acuerdo con las temporadas: agua baja (de junio a octubre) y agua alta (de noviembre a mayo).
– Sin importar el calor, lo mejor es llevar zapatillas, polos manga larga y pantalones. Es una buena forma de controlar las picaduras de los mosquitos.
– Al visitar las comunidades, los viajeros de Aqua Expeditions pueden donar a niños útiles escolares, ropa, artículos personales.
*Fragmento del reportaje “Cosas que suceden en el Amazonas si estas en un crucero cinco estrellas”, publicado en la revista Travesías, número 183. Conoce más en travesiasdigital.com
Recomendaciones Gatopardo
Más historias que podrían interesarte.