Descubrir a Remedios Varo a través de su obra
Recorrimos el Museo de Arte Moderno con Club Travesías para redescubrir a la pintora mexicana Remedios Varo.
Conocida como una de las pintoras mexicanas más representativas del surrealismo, Remedios Varo nació en Anglés, España y a sus 33 años de edad llegó a México, durante la Segunda Guerra Mundial, junto al poeta Benjamín Péret, su pareja en ese entonces. La pintora estuvo casada en dos ocasiones–la primera con el pintor Gerardo Lizárraga– y murió sorpresivamente con tan sólo 54 años. Varo pasó sus últimos momentos al lado del austriaco Walter Gruen, inspiración para muchas de sus obras y quien es además el responsable de que hoy en día las obras de Remedios sean reconocidas como Monumento Artístico Mexicano.
Remedios Varo pintó piezas como Vagabundo (1957), La creación de las aves (1957) y Mimetismo (1960). Cada una de éstas, rodeada de una exquisita atmósfera de misticismo del que Club Travesías fue testigo durante una visita al Museo de Arte Moderno (MAM) en los últimos días de la exhibición “Remedios Varo. Apuntes y anécdotas de una colección”. Guiados por Sol Vargas, Coordinadora de Desarrollo Institucional del MAM, los miembros de Club Travesías exploraron las 39 piezas realizadas por Varo y que en 2002 Walter Gruen y Anna Alexandra Varsoviano donaron al acervo del museo.
Algo que hace única esta exposición, además de poder admirar el detallado trabajo de Remedios Varo, son los testimonios que acompañan las obras. Son pequeños fragmentos de lo que amigos y clientes de la artista declararon tras el juicio que emprendió Beatriz Varo, sobrina de Remedios, para declararse como albacea de los bienes de Varo. Tras algunos meses, la voluntad de Walter Gruen fue respetada y las obras de Remedios Varo ahora pueden ser admiradas públicamente.
Durante la visita, Sol Vargas compartió con Club Travesías algunos detalles de la vida de Remedios Varo, entre estos se destaca que al llegar a la Ciudad de México, Remedios se convirtió en una pintora muy solicitada, sus obras eran asombrosas y trabajaba muchos cuadros por encargo. Sin embargo muchos otros fueron tan sólo regalos para sus amigos más cercanos como Eva Sulzer y Leonora Carrington, mismos que fueron inspiración para algunos de sus cuadros. Es por eso que en las obras destacan rostros conocidos que ayudaban a Varo a materializar lo que ocurría en su cabeza.
Conocer el trabajo de artistas emblemáticos, de la mano de expertos en el tema, es tan sólo una de las experiencias que ofrece la membresía de Club Travesías.
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