Hay autos que tienen como objetivo llevarte de un lugar a otro. Y hay aquellos que, aunque cumplen con esa función inicial, están diseñados para que el conductor pueda crear una relación con ellos, que se vuelva un estilo de vida, como sucede con Mustang. “Es cómo te hace sentir cuando lo estás manejando. Hemos estado allá afuera por 55 años y desde el original ‘65 se ha vuelto un estilo de vida”, dice Jim Owens, vicepresidente de marketingde Mustang y profundo amante de los deportivos.
Podría ser sólo marketingdecir que estar al volante de un Mustang te hace sentir diferente, pero realmente no lo es. Empieza, por supuesto, con la vibración y el suave rugido del motor al encenderlo —cosa que sucede sin importar el modelo—, pero cuando realmente se siente es al tomar la primera curva con cierta velocidad. Ni siquiera tiene que ser demasiado rápido para entender qué es lo que Mustang hace sentir: es una extensión del mismo cuerpo, encendido por la adrenalina, que responde a los impulsos con precisión, que obedece al instinto. Se vuelve parte de ti.
No por nada Mustang tiene una de las comunidades más fuertes en todo el mundo. Hay clubes en seis de los siete continentes que organizan eventos para conocer a profundidad el mundo de estos autos. Tienen carreras para probar en un lugar seguro el performance, dan pláticas y conferencias, muestras históricas, desfiles. “Es mucho más que un auto, se vuelve parte de tu familia, algo que te emociona todos los días”, dice Owens de Mustang, que este 2019 está celebrando su aniversario número 55.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la producción de automóviles en Estados Unidos se encontraba en uno de sus mejores momentos. Había espacio para la experimentación y para producir autos que no sólo dieran buen rendimiento, sino que significaran mucho más. Querían que fuera una experiencia única, sin ser un auto de superlujo al que sólo pudieran acceder unos cuantos. Para lograrlo, Ford Motor Company llamó a Carroll Shelby —el piloto de carreras que también diseñaba los legendarios Shelby Cobras—, quien diseñó el ‘65 Shelby GT350, la primera de las conquistas Mustang.
Ford Motor Company siguió ganándose, modelo tras modelo, a los amantes de los autos. Se dieron cuenta de que los demográficos de sus compradores eran muy variados y, haciendo estudios, concluyeron que estaban analizando a la gente desde la perspectiva equivocada: “Es más sobre una época de la vida. Cuando eres joven, vas a comprar tu primer auto y quieres un deportivo, te sienta bien, lo haces ver bien; después, al crecer, ya han pasado muchas cosas en la vida, los niños ya se fueron, y puedes regresar a eso”, dice Owens para finalizar. “Es mucho más que la suma de las partes, es cómo te hace sentir y cómo se ve: se ve poderoso y rápido sin siquiera moverse”.
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