Un clásico en Tulum
El hotel Azulik en Tulum, uno de los destinos más importantes de México, ofrece la mejor experiencia en hotelería sustentable.
Tulum es uno de los destinos estrella del turismo en México. Esto se debe, en buena parte, a su capacidad de adaptación a distintas necesidades y a diferentes épocas. El multifacético Tulum mezcla un estilo relajado con la sofisticación contemporánea. Por un lado, se encuentran los locales más tradicionales, donde aún se puede vivir el ambiente playero de otras épocas. También están los lujosos negocios que han abierto sus puertas recientemente. Uno de los grandes clásicos de la zona que ha logrado mantener estas dos condiciones y se ha adaptado es el hotel Azulik.
El hotel funciona desde hace más de 20 años en una de las propiedades más codiciadas de la zona. Su idea, desde el comienzo, fue ser un espacio poco intrusivo en el paisaje natural. Por eso, desde su construcción, se pensó en que se integrara a la naturaleza de una manera orgánica. Sus villas están construidas en madera y se mimetizan con la densa vegetación. Los materiales con que fueron construidas son de la zona. Así mismo, las terrazas y los espacios comunes parecen entrar naturalmente sobre los acantilados y la playa. El gran protagonista, claro, es el Caribe: todo el hotel está pensado como una escenografía para admirar el imponente mar de varias tonalidades de azul.
Una de las grandes cualidades del Azulik —y tiene muchas— es que sus huéspedes entran en una estado emocional diferente: desde la llegada se conectan con el entorno. Se trata de una propiedad sustentable en la que se consume muy poca luz y el agua se renueva. La construcción, que utiliza los recursos de la arquitectura tradicional de la zona —que también recuerda el estilo tailandés—, es una ingeniosa estructura que conecta las villas entre sí con puentes colgantes. También se destaca el puente elevado (a varios metros de altura) que une la sede del hotel con una sala de entretenimiento entre las copas de los árboles. Ahí, con una de las mejores vistas de la región, los huéspedes pueden ver cine mudo, leer uno de los libros de la biblioteca en las hamacas, tomar un coctel en la terraza o admirar el paisaje único.
Otro de los grandes atractivos del hotel es el restaurante Kin Toh, ubicado también en las alturas. Una original escalera de caracol de madera lleva a este espacio de ambiente envolvente. El Kin Toh es ideal para cenar platillos que se inspiran en lo mejor de la gastronomía de Yucatán. A un costado está el bar, donde se preparan cocteles a base de los productos que se cultivan en el huerto del lugar.
Azulik no es sólo un hotel, es una experiencia de comunión con la naturaleza y el mar. Su lujo consiste, precisamente, en desconectar a los huéspedes de su cotidianidad y permitirles un descanso real.
Azulik
Carretera Tulum Ruinas km 5, Quintana Roo
azulik.com
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