Editorial 171

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El diseño y el arte se encuentran en esta edición de Gatopardo, con el artista Abraham Cruzvillegas en portada y nuestro Especial de Diseño.

Tiempo de lectura: 3 minutos

El diseño y el arte cohabitan, se complementan y dialogan. Gran parte de esta edición está dedicada a descubrir esos nexos que conectan las dos disciplinas. Comenzamos por nuestro personaje de portada: Abraham Cruzvillegas. Este artista, nacido en la Ciudad de México, presentó el año pasado Empty Lot en el Turbine Hall de la Tate Modern. Cruzvillegas trabajó durante seis meses en el diseño de la pieza monumental que se levanta sobre dos andamios divididos por una pasarela en la cual caminan los visitantes del museo londinense. En los andamios colocó cajones rellenos de tierra que recolectó en parques y áreas verdes de la capital inglesa. En ellas crecieron plantas de todo tipo.

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La comisión de la Tate Modern —muy prestigiosa en el circuito artístico— significó un salto en la carrera del mexicano. Sin embargo, como lo muestra Annuska Angulo en su agudo perfil, Cruzvillegas es, desde hace muchos años, uno de los creadores más relevantes del arte contemporáneo latinoamericano. Angulo reconstruye —y en este caso el término no es gratuito: gran parte de la obra de Cruzvillegas está agrupada bajo el título Autoconstrucción— los temas centrales de la obra del artista a partir de una extensa charla.

Entre las muchas reflexiones que nacen de la conversación, me llamó la atención una sobre el éxito. “Es decir: ‘me está yendo bien porque estoy vendiendo un chingo, porque me invitan a exponer mucho, porque tengo más novias, porque gano mucho dinero’ o ‘me está yendo bien porque tengo la posibilidad de generar un lenguaje propio, de hacer algo que no existía antes, que nunca antes nadie pudo haber dicho de una manera que sólo yo puedo hacer’. No se puede poner en el mismo nivel esas categorías de análisis”, dice Cruzvillegas.

Además, presentamos un Especial de diseño. Reunimos a los protagonistas del diseño en México y les pedimos que hablaran sobre sus proyectos, sobre las tendencias actuales y sobre los colegas que admiran. Ellos escogieron los objetos que están cambiando la manera como nos relacionamos con nuestro entorno. Así mismo, hicimos un recorrido por la Ciudad de México (que en 2018 será Capital Mundial del Diseño); una vista a la tienda Taxonomía que reúne algunos de los grandes éxitos del diseño mexicano; una historia sobre la relación del diseñador estadounidense Tommy Hilfiger con el arte; una selección de piezas que se encuentran en los almacenes de la Avenida Presidente Masaryk; y —en nuestra sección especial con la marca Jaeger-LeCoultre— un encuentro con el galerista Cristóbal Riestra.

Este mes continuamos con nuestra serie sobre presidentes latinoamericanos. En esta ocasión, tenemos un revelador perfil de Tabaré Vázquez, de Uruguay, escrito por César Bianchi. El cronista cuenta cómo Vázquez creció en un barrio humilde de Montevideo y, con una enorme dosis de trabajo, suerte y habilidad, se convirtió en un respetado médico, luego en el exitoso alcalde de su ciudad y, posteriormente, en el primer presidente de izquierda de su país. Vázquez terminó su primer periodo presidencial con una altísima popularidad y fue reemplazado por José Mujica. Ahora, en su segundo periodo, ha tenido que gobernar bajo la sombra de Pepe y ha girado sus políticas hacia el centro.

Publicamos un adelanto de Los doce mexicanos más pobres, de Editorial Planeta. El proyecto —coordinado por un gran amigo de esta casa: Salvador Frausto— reunió a un grupo interdisciplinario de reporteros, videastas y fotógrafos que localizaron a las doce personas con peor situación económica del país. En el capítulo que reproducimos, los cronistas Alejandra Sánchez Inzunza y José Luis Pardo acompañaron a una familia que sobrevive con menos de un dólar diario en uno de los estados más pobres de México: Tabasco. El texto, sobra decirlo, es un fresco aterrador de la miseria.

Concluimos con un perfil de Hugo Arrevillaga, escrito por Isabel Ibáñez. El texto describe a Arrevillaga como un director de teatro revolucionario, que está cambiando las reglas del arte dramático en su país.

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