Martha Erika Alonso Hidalgo recibió este domingo —ante un fuerte operativo de seguridad— su constancia de mayoría como ganadora de la elección a gobernador en Puebla. Desde el comienzo, Alonso Hidalgo fue una candidata polémica. Varios articulistas y otros candidatos —incluso de su misma coalición, como Emilio Álvarez Icaza— se opusieron a su candidatura, pues consideraban que representaba un fenómeno común en México: el nepotismo. Su esposo, ex-gobernador de ese estado, publicó un libro titulado La fuerza del cambio, buscando colocarse como precandidato a la presidencia del país por la coalición México al Frente. El libro, que tuvo una campaña comercial en todo el territorio mexicano, incluso en anuncios en televisión y espectaculares, no fue precisamente un éxito en ventas y sobra decir que tampoco le ganó la precandidatura; pero su esposa, en cambio, fue nombrada candidata para gobernar el estado.

La Heroica Puebla de Zaragoza se tiñó la semana pasada del caos provocado por un conflicto postelectoral. Tras una elección cerrada y con denuncias de robo de urnas y tiroteos cercanos y al  interior de varias casillas, datos ratificados por la Junta Local del INE, no existe aún claridad sobre la legitimidad del proceso, ya que varios habitantes de la ciudad aseguran que los resultados de las casillas que fueron robadas no beneficiaban a la candidata del PAN, que según el conteo distrital obtuvo el 38.14%, es decir, un millón 153 mil 79 votos.

Durante esa semana, el martes 3 de julio, militantes de la coalición Juntos haremos historia (Morena, PT, PES) y Por México al Frente (PAN, PRD, Movimiento Ciudadano), se enfrentaron a golpes y palabras, en el hotel MM Grand Hotel al sur de Puebla, tras la sospecha de los morenistas, de que en ese hotel se encontraba alguna evidencia del robo de 70 urnas en el estado.

Un mes antes de las elecciones el candidato de Morena, Luis Miguel Barbosa, quien según el tribunal obtuvo 1 millón 31 mil 43 sufragios —es decir el 34.10 %— encabezaba varias encuestas con diez puntos de diferencia, entre ellas, la de la encuestadora Opinión Pública. Incluso las primeras encuestas de salida de Mitofsky—mismas que hicieron que Anaya y Meade reconocieran la victoria de López Obrador— el primero de julio, marcaban en Puebla una diferencia sustancial, de casi diez puntos, entre el candidato de Morena y la candidata del PAN. Fue hasta la madrugada del 2 de julio cuando el resultado cambió y a la mañana siguiente el PREP anunció a Martha Erika Alonso, como la virtual ganadora de la elección. En entrevista para Gatopardo, habitantes de la ciudad de Puebla cuentan desde las colonias donde se registraron los ataques, cómo vivieron esa tarde que el INE llamó histórica por la participación registrada en las urnas.

Martha Erika Alonso, candidata de la coalición conformada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

Carilú Gálvez, diseñadora gráfica que vive al sur de Puebla, en la colonia San José Mayorazgo, organizó una comida con sus amigos el domingo primero de julio. Cerca de las tres de la tarde el celular de sus invitados y el suyo comenzaron a sonar frenéticamente. Les estaban advirtiendo que a unas calles, en las casillas de Xilotzingo, se habían escuchado disparos.

Le contaron a través de mensajes de Whatsapp, que quienes portaban las armas aprovecharon el pánico para robarse las urnas. Ante la situación, una de sus amigas prefirió regresar a su casa. Al llegar, contactó a Gálvez para decirle que “la colonia parecía una ciudad fantasma, y que tuviera cuidado pues cerca de su casa había camiones del ejército”. En entrevista, Gálvez dijo que varios de sus vecinos que aún no habían votado, decidieron cambiar su voto, asumiendo que el PAN estaba detrás de esta balacera, que empezó a las 11 de la mañana en la Colonia San Manuel.

Orlando Oviedo y su familia ya habían votado desde temprano en la casilla 1197, en Loma Linda, Puebla. Más tarde, al salir de su casa, Orlando vio al otro lado de la calle a un joven con una sudadera negra y gorra. Cuando intercambiaron miradas, el joven abordó el asiento del copiloto de una camioneta negra que arrancó poco después rechinando las llantas. Alrededor de un minuto más tarde, escuchó los disparos provenientes de la casilla. Cuando llegó, la urna donde él y su familia depositaron su voto, ya no estaba.

Ivonne Aguilar, quien fue funcionaria en la casilla 1534, ubicada dentro de un jardín de niños en la Unidad Habitacional Xilotzingo, dijo en entrevista que a su casilla llegaron unos hombres encapuchados en una camioneta de la SEMEFO y dispararon varias veces al aire. «El pánico nos hizo correr intentando evitar los disparos y cuando volvimos las seis urnas habían desaparecido”, recuerda. La camioneta volcó al intentar huir. Ivonne y algunos de sus compañeros recogieron y contaron algunos votos, que terminaron tirados por la carretera y a lo largo de un riachuelo que pasa en las cercanías. Tras denunciar lo acontecido, reporta Ivonne, “no se presentó ninguna patrulla o ambulancia para auxiliarlos.”

Miguel Barbosa, candidato de la alianza Por Puebla Va, conformada por Morena, PT y Partido Encuentro Social.

Durante el último debate que organizó el Instituto Electoral de Puebla, Alonso Hidalgo, usó de referencia una popular serie de Netflix para hablar de su contrincante más cercano, el morenista Luis Miguel Barbosa:

—No haga honor a su nombre, Luis Miguel, usted más bien me suena a Luisito Rey y yo no soy “La incondicional”, soy una mujer poblana que no se va a dejar.

Tras el anuncio la entrega de constancia de mayoría, en el Instituto Electoral del Estado de Puebla, Alonso Hidalgo dijo a los presentes: “hago un llamado a todas las fuerzas políticas, incluso a la intolerancia de Morena, para que respetemos la voluntad de los ciudadanos y las ciudadanas expresados en las urnas”.

En las cercanías, cientos de ciudadanos poblanos se manifestaron en contra del anuncio, pues no consideran normal que tras una jornada electoral violenta el INE acepte esos resultados. Los morenistas poblanos, encabezados por Luis Miguel Barbosa, impugnaran próximamente el resultado de los comicios.

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