Transformar la movilidad de la CDMX
Con el cambio de gobierno, un nuevo plan para mejorar la caótica movilidad de la CDMX.
Toda ciudad –y más aún si es una de las más grandes del mundo– necesitan un plan de movilidad. La Ciudad de México ha tenido pedazos de planes, algunas ideas implementadas, algunas motivaciones. Sin embargo, entre el crecimiento exponencial, la topografía y otras razones, la movilidad en la Ciudad de México es torpe, lenta, sucia.
En unos días comienza el mandato de Claudia Sheinbaum como jefa de gobierno y una de sus primeras estrategias a seguir es el Plan estratégico de movilidad de la Ciudad de México 2019, para el cual declaró que se invertirán 10 mil 200 millones de pesos.
El equipo conformado por Andrés Lajous (secretario de movilidad), Florencia Serranía (metro), Roberto Capuano (metrobús), Guillermo Calderón (sistema de transportes eléctricos), Pavel Sosa (órgano regulador de transporte y responsable del cablebús), Ramón Jiménez (RTP), Rodrigo Díaz (subsecretario de planeación) y María de los Ángeles Muñoz (secretaria de transporte) trabajarán bajo el lema #UnaCiudadUnSistema.
Para lograrlo, desarrollaron el plan a partir de la experiencia del usuario. Según Rodrigo Díaz –un arquitecto y planificador urbano que nació en Chile pero vive en la Ciudad de México desde hace muchos años– hay cinco cosas que la gente espera en el momento de transportarse: esperar poco a que llegue el transporte, llegar rápido al destino, confiar en los modos de transporte y que haya comodidad y seguridad.
“Para eso nosotros estructuramos este plan en tres series que son integrar los sistemas que hoy están tremendamente fragmentados, mejorarlos, sobre todo aquellos gestionados por el estado y proteger al usuario, darle certidumbre y seguridad, particularmente a los más vulnerables”, declaró Díaz.
Se dará prioridad a los espacios para peatones, para ciclistas y para el transporte público. La parte de la integración es prioridad, según explica Díaz. El ejemplo que da es la separación de hombres y mujeres en los transportes masivos, “no sacamos nada separando hombres y mujeres si los accesos a esa estación son inseguros, si están oscuros, si están rodeados de lugares peligrosos”.
Transporte público
La implementación del plan comenzará con la mejora de sistemas en abandono y que no ofrecen un servicio de buena calidad. Díaz toma como ejemplo el Metro de la ciudad, que es el sistema que más territorio abarca y que es ocupada por 5.5 millones de usuarios diariamente.
Propone aumentar la frecuencia de trenes que pasan, lo cual evitará las aglomeraciones y con ello también aumentará la seguridad. Además aseguró que también se tienen que mejorar las estaciones y el acceso a ellas: deben estar bien iluminadas, limpias y con los suficientes cruces peatonales.
El 60% de los habitantes de la CDMX utilizan transporte colectivo (peseros, microbuses, camiones), pero son los que más tiempo demoran y también son los que menos regulaciones tienen. Como solución primaria al caos que provocan, Díaz habló de replicar un modo que ya se ha utilizado antes en la ciudad que es crear grandes operadoras que se formen a partir de otras más pequeñas, regidos por contratos de concesión. Este modelo fue utilizado en el Metrobus, y el subsecretario asegura que con esto se cambiarán los incentivos de los conductores y además se implementará un “mecanismo de financiamiento adecuado” con el cual serán capaces de cambiar la flota.
También se creará el sistema Cablebús, que actualmente existe pero al 63% de su capacidad (el 27% de los trolebuses están en desuso); la expansión de sistemas de transporte masivo Constitución 1917-Santa Marta, terminar la línea 5 del Metrobús y hacer otras dos nuevas, además de poner en buen funcionamiento la línea 12 del Metro.
Peatones y bicicleta
La movilidad sustentable es el centro de este programa. “Por cada peso que se invierta en infraestructura, vamos a meter 6 pesos en modos sustentables”, repitió Díaz después de que Sheinbaum lo había dicho en el Panel de Movilidad del 20 de noviembre.
“Se instalará infraestructura accesible, segura, cómoda y funcional para caminar y pedalear en la ciudad, conectada a redes de transporte público”, se lee en el plan. Rodrigo Díaz puso de ejemplo lo que se hizo en la calle 16 de septiembre, en el centro de la Ciudad de México, donde de tres carriles para autos queda tan sólo uno y las banquetas se han vuelto amplias. “Lo que queremos es que la redistribución de la calle refleje los intereses de este plan y facilite la circulación de modo sustentable”, explica el urbanista chileno.
Las líneas de acción para comenzar a hacer la movilidad de la CDMX más sustentable son el fortalecimiento de la red de infraestructura ciclista, la construcción de biciestacionamientos masivos con operación unificada, la integración de Ecobici a Semovi y la habilitación de pasos peatonales en estaciones de metro.
Seguridad
La quinta necesidad del usuario, la comodidad y la seguridad, se planean mejorar a partir de crear una política de seguridad vial orientada al cambio de conductas, crear un sistema de educación vial y un programa para la prevención y sanción de la violencia de género en la movilidad y crear infraestructura orientada a proteger a los usuarios más vulnerables de la vía.
Además, Sheinbaum declaró que “no podemos pensar en mejorar el sistema si no se erradica la corrupción. Se va a acabar el moche, se va acabar el pagar a los coyotes para poder sacar la revista, para obtener la tarjeta de circulación o la licencia, todo asociado a una mordida; se va acabar que los transportistas tengan que entregarle a las altas autoridades de movilidad una cuota para poder circular”.
Ojalá que el plan sea todo lo que promete y logre, de una vez por todas, hacer que la movilidad de esta gigantesca ciudad mejore.
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