Kurt Vile, el nerd del folk
Uno de los músicos más reconocidos del folk indie, Kurt Vile, llega a México para un concierto único en El Plaza Condesa.
A sus casi 40 años, el talento del cantautor estadounidense Kurt Vile, insignia del folk indie, lo ha colocado entre los músicos más reconocidos de su género. Su álbum más reciente, b’lieve I’m goin down…, estuvo en las listas de los mejores discos del 2015 y su madurez musical es evidente en cada corte, producido por el mismo Vile y su compañero de banda Rob Blasko. En lugar de elegir a un productor experimentado, Vile se decidió por Blasko, con quien comparte intereses y entusiasmos. “¡Es un mago de los sintetizadores!” cuenta Vile en entrevista con Gatopardo. “Todas las personas que tocan conmigo es porque tienen personalidad única. Son obsesivos de la música. Son nerds de la música”.
“Pretty Pimpin’”, primer sencillo de b’lieve I’m goin down…, era la elección ideal para promocionar el material completo, un álbum lanzado hace dos años y que presentará en México el próximo 4 de febrero con un concierto en El Plaza Condesa.
“Definitivamente es el corte más pop del álbum y creímos que nos ayudaría a generar mayor impacto radial”, afirma. Mientras la melodía de “Pretty Pimpin’” se siente más relajada y comercial que el resto del álbum, su letra —sobre un hombre que no se reconoce a sí mismo en el espejo pero igual sigue con su vida— encaja con el estilo habitual de Vile: introspectivo y crudo. “Temáticamente y en cuanto a sonido y estilo, b’lieve I’m goin down… está más definido por la melancolía y un blues más loco”.
Como ha hecho con sus últimos lanzamientos, Vile y su banda —The Violators— buscaron inspiración para grabar en distintos puntos de Estados Unidos. “He viajado mucho para grabar, a estudios diferentes, en estados distintos, utilizando los recursos que tenemos a la mano. Hacerlo de esta forma te da una perspectiva fresca”. La influencia de sus trabajos anteriores y de su obsesión por descubrir música nueva le dan a este álbum una plasticidad rítmica cautivadora. Los destellos de piano y de banjo recuerdan su trasfondo folk.
“Siempre estoy volviendo a revisar temas, pero con ligeros cambios. En éste me fijé mucho más en las letras. A veces empezaba a componer una pieza en la guitarra y la letra aparecía sola. Podía dejar de tocar y las palabras seguían ahí, así que no me quedaba atado a los acordes iniciales”, dice sobre su proceso de escritura.
La naturalidad con la que la música parece llegar a las manos de Vile es sorprendente. Músico desde la adolescencia, Kurt Vile creció tocando el banjo y poco a poco se hizo de un abanico de instrumentos más diverso. Su pasión por la música se tradujo en una producción que comenzó en la adolescencia y que no se ha detenido, al contrario: sus álbumes son cada vez más refinados y su curiosidad más instintiva.
“Mi trabajo es tocar la guitarra, pero también toco porque estoy inspirado y de tanto tocar, vas mejorando con el tiempo. También aprendo escuchando música ajena. Es lo que hago, lo que amo. La música es mi personalidad, así que crece orgánicamente conmigo conforme me hago más viejo”, concluye.
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