Desde 2014, la calurosa localidad de Pesquería, en el estado de Nuevo León, comenzó a trazar la ruta hacia una transformación radical: carreteras, zonas habitacionales, desarrollos comerciales y una nueva cara más industrial dieron la bienvenida a empresas extranjeras para convertirse en un polo magnético de inversiones. Una en particular, y quizás la más relevante por su tamaño, fue la inversión de la coreana KIA Motors al inaugurar, en septiembre de 2016, su primera planta de producción en el continente americano.
Ésta, la sexta fuera del territorio coreano, tuvo una inversión de tres mil millones de dólares y tardó dos años en construirse. En sus más de 37 000 metros cuadrados existe espacio suficiente para fabricar, potencialmente, 400 000 unidades. Pero más sorprendente es su velocidad: bastan 53 segundos para crear un auto nuevo, es decir, la planta arroja 68 unidades en una hora.
Con esta nueva nave de producción, KIA tiene la capacidad de fabricar, cada año y en todo el mundo, unos 3.5 millones de vehículos. Es aquí, en Pesquería, donde se produce el Kia Forte, un sedán (aunque también cuenta con versión Hatchback) que compite contra marcas bien posicionadas como Nissan y Volkswagen; y el KIA Rio, su auto más vendido.
Al término de 2017, se estima que 14 000 trabajadores estarán empleados por KIA Motors México y sus proveedores. Dado su potencial económico para el país, durante la ceremonia de apertura estuvieron presentes el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villareal; el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, y el alcalde de Pesquería, Miguel Ángel Lozano Munguía. De parte de la delegación de Corea, asistieron Mong-Koo Chung, presidente de Hyundai Motor Group, y Hyoung-Keun Lee, vicepresidente y ceo de KIA Motors Corporation, además de un centenar de personas del país asiático.
KIA Motors Corporation se fundó en 1944, lo que lo convierte en el fabricante de vehículos más antiguo de Corea. Al año produce más de tres millones de vehículos en cinco países, que se comercializan en 180.
Su objetivo ahora es tener una participación del mercado mexicano de 5 % para 2020. De la producción de esta planta, 80 % estará destinada para proveer a diversos países en la región, incluidos Estados Unidos y otros mercados de América Latina.
La planta tiene 420 robots que automatizan los procesos de las áreas de estampado, taller y pintura, así como la línea de ensamble. Dado que la etapa final del proceso de producción implica la evaluación de la calidad de los componentes, el control se lleva a cabo en colaboración con los proveedores coreanos.
También hay un centro de entrenamiento para trabajadores de la línea de ensamble. El enfoque sistemático de KIA a la formación profesional y el desarrollo de recursos humanos verá que cada trabajador complete un periodo de entrenamiento y capacitación de 15 días antes de ser asignados a su posición en la línea de ensamble, con mayores oportunidades de un entrenamiento más avanzado en un futuro.
La planta de KIA Motors México, en Pesquería, también invertirá aproximadamente un millón de dólares anualmente en acciones de Responsabilidad Social para los habitantes de la región, que incluyen donación de vehículos a organizaciones de seguridad pública, apoyo a hogares de bajos ingresos y la creación de instituciones educativas y becas.