Berlín es un conocido centro para los artistas emergentes en el mundo. Qué mejor lugar para dar la bienvenida a los casi 200 miembros de la familia artística, mentores, discípulos y asesores que conforman la Iniciativa Artística de Rolex Mentor et Protégé.
“Así es cómo a cientos de amantes del arte de la ciudad y de otros lugares ven de primera mano los beneficios que tiene un diálogo enriquecedor entre artistas de diferentes generaciones y culturas. El tiempo es un bien que apreciamos”, dijo Rebecca Irvin, directora de Filantropía en Rolex, durante el octavo ciclo celebrado el pasado febrero.Esta iniciativa lleva quince años celebrándose y da a todos los seleccionados la oportunidad única de presentar su trabajo y colaborar con personalidades reconocidas de diferentes disciplinas a lo largo de un año: arquitectura, danza, cine, literatura, música, teatro y artes visuales. “El programa es una experiencia que cambia sus vidas y está basado en la premisa de que el arte es continuo, una acumulación de experiencias pasadas de diferentes generaciones, y que todos los artistas se inspiran en artistas anteriores”, dijo Irvin.En el salón principal del hotel Adlon Kempinski, Irvin entrevistó a los mentores y sus discípulos sobre su experiencia de este año. El escenario estaba listo para que todas las parejas se sentaran juntas y así pudieran comentar conclusiones y anécdotas. Del otro lado del escenario, sentados en sillas perfectamente alineadas, se encontraban los invitados de prensa del mundo: una cuidadosa selección de medios de arte, cultura y estilo de vida que tienen gran interés por aprender de esta iniciativa.El grupo de mentores estuvo integrado por el arquitecto británico sir David Chipperfield, la artista de video y performance estadounidense Joan Jonas, el compositor americano Philip Glass, el escritor africano Mia Couto, el coreógrafo israelí Ohad Naharin, el experto canadiense en teatro Robert LePage y el director de cine mexicano Alfonso Cuarón.Las locaciones en Berlín para celebrar el fin de semana de la Iniciativa Artística de Rolex Mentor et Protégé fueron el Kulturforum, la Staatsbibliothek, el Deutsches Theater, el Teatro de la Ópera y el Konzerthaus, donde se llevaron a cabo eventos para celebrar el trabajo resultante de estas colaboraciones, desde charlas de arquitectura y cine, exhibiciones de artes visuales, videoinstalaciones, un simposio sobre el derecho a la educación artística, premieres de danza y música, y discusiones de literatura. La sensación al concluir esta experiencia de dos días, el tres y cuatro de febrero, fue de plena satisfacción, gente talentosa dispuesta a compartir su vida e intercambiar opiniones para mantener el arte vivo en el mundo.[caption id="attachment_211237" align="aligncenter" width="725"]
Kohza y su mentor, el coreógrafo Ohad Naharin - Foto: Rolex[/caption]Gatopardo entrevistó a Londiwe Khoza, bailarina sudafricana que durante un año fue discípula del coreógrafo Ohad Naharin.Gatopardo (G): ¿Qué fue lo más difícil que te tocó vivir a lo largo de este proceso?Londiwe Khoza (LK): El principio, porque nunca antes había bailado gaga (el método de Ohad). Fue una combinación de aprender cómo moverse, entender una nueva cultura, un nuevo idioma, un nuevo ambiente de compañía, un nuevo estilo. Los primeros meses fueron muy difíciles. Sentía que me habían aventado en las profundidades de la tierra y Ohad me dejó que sola fuera entendiendo lo que me estaba pasando. Muchas dudas, muchas preguntas, muchas cosas que tenía que ir soltando para poder recibir lo nuevo.G: ¿Cuántas horas bailas cada día?LK: Ahora bailo horas normales. De las diez a las cinco. Cuando estaba estudiando, bailaba muchas horas más porque tenía ensayos, después las horas normales y luego estudiar para los exámenes.G: ¿Cómo cambió la percepción de ti misma?LK: Aprendí mucho de mí, me hizo más segura, estoy más consciente de mi cuerpo, más sensible, me di cuenta de lo desensibilizada que estaba. Son estos dos últimos años que me han cambiado dentro y fuera del estudio. Experiencias más completas, ser más sensible, me ha hecho tener conciencia de mi vida.[caption id="attachment_211228" align="aligncenter" width="725"]
Kohza y su mentor, el coreógrafo Ohad Naharin - Foto: Rolex[/caption]G: ¿Te sentías insegura en los primeros momentos en que no había un espejo?LK: Sentirse cómoda al bailar sin espejo es difícil, más cuando te das cuenta de lo dependiente que eres de él. Antes me corregían a través del espejo. “Voltea a verte al espejo y corrígelo”, me decían. Así que aprender a tener la sensibilidad de poder entender cómo se debían sentir las posturas sin verlas, a trabajar mejor con mi cuerpo, así me convertí en una persona mucho más segura. Ya no necesito pensar en lo que la persona del espejo está haciendo. Ahora odio los espejos.G: ¿Te imaginaste alguna vez cambiando de baile clásico a gaga?LK: Creo que es algo que quería pero no me parecía posible. Siempre había estado en ballet y lo que seguía era entrar a una compañía de ballet clásico. Creo que siempre tuve la inquietud en algún lado.G: ¿Cómo es tu vida ahora en Tel Aviv?LK: Me encanta. Estoy mucho más asentada en Tel Aviv que cuando estaba en Sudáfrica. Me siento más en paz. Quiero vivir aquí varios años y seguir trabajando en la compañía de Ohad. Allá hay muchas más presentaciones, entre 140 y 180 shows por año. Viajamos mucho dentro del país y también tenemos algunos tours internacionales.G: ¿Te gustaría ser mentora en algún momento?LK: Sí, eventualmente me encantaría transmitir todo lo que he aprendido. Creo que sería muy valioso. Espero un día estar lista para poder enseñar.
Fotografías: Rolex/Tina Ruisinger y Rolex/Reto Albertalli.
También podría interesarte:
Roma: El secreto mejor guardado de Alfonso Cuarón
No items found.
No items found.
No items found.
No items found.
Una conversación con la bailarina sudafricana Londiwe Khoza, participante en el octavo ciclo de la Iniciativa Artística Rolex Mentor et Protégé.
Berlín es un conocido centro para los artistas emergentes en el mundo. Qué mejor lugar para dar la bienvenida a los casi 200 miembros de la familia artística, mentores, discípulos y asesores que conforman la Iniciativa Artística de Rolex Mentor et Protégé.
“Así es cómo a cientos de amantes del arte de la ciudad y de otros lugares ven de primera mano los beneficios que tiene un diálogo enriquecedor entre artistas de diferentes generaciones y culturas. El tiempo es un bien que apreciamos”, dijo Rebecca Irvin, directora de Filantropía en Rolex, durante el octavo ciclo celebrado el pasado febrero.Esta iniciativa lleva quince años celebrándose y da a todos los seleccionados la oportunidad única de presentar su trabajo y colaborar con personalidades reconocidas de diferentes disciplinas a lo largo de un año: arquitectura, danza, cine, literatura, música, teatro y artes visuales. “El programa es una experiencia que cambia sus vidas y está basado en la premisa de que el arte es continuo, una acumulación de experiencias pasadas de diferentes generaciones, y que todos los artistas se inspiran en artistas anteriores”, dijo Irvin.En el salón principal del hotel Adlon Kempinski, Irvin entrevistó a los mentores y sus discípulos sobre su experiencia de este año. El escenario estaba listo para que todas las parejas se sentaran juntas y así pudieran comentar conclusiones y anécdotas. Del otro lado del escenario, sentados en sillas perfectamente alineadas, se encontraban los invitados de prensa del mundo: una cuidadosa selección de medios de arte, cultura y estilo de vida que tienen gran interés por aprender de esta iniciativa.El grupo de mentores estuvo integrado por el arquitecto británico sir David Chipperfield, la artista de video y performance estadounidense Joan Jonas, el compositor americano Philip Glass, el escritor africano Mia Couto, el coreógrafo israelí Ohad Naharin, el experto canadiense en teatro Robert LePage y el director de cine mexicano Alfonso Cuarón.Las locaciones en Berlín para celebrar el fin de semana de la Iniciativa Artística de Rolex Mentor et Protégé fueron el Kulturforum, la Staatsbibliothek, el Deutsches Theater, el Teatro de la Ópera y el Konzerthaus, donde se llevaron a cabo eventos para celebrar el trabajo resultante de estas colaboraciones, desde charlas de arquitectura y cine, exhibiciones de artes visuales, videoinstalaciones, un simposio sobre el derecho a la educación artística, premieres de danza y música, y discusiones de literatura. La sensación al concluir esta experiencia de dos días, el tres y cuatro de febrero, fue de plena satisfacción, gente talentosa dispuesta a compartir su vida e intercambiar opiniones para mantener el arte vivo en el mundo.[caption id="attachment_211237" align="aligncenter" width="725"]
Kohza y su mentor, el coreógrafo Ohad Naharin - Foto: Rolex[/caption]Gatopardo entrevistó a Londiwe Khoza, bailarina sudafricana que durante un año fue discípula del coreógrafo Ohad Naharin.Gatopardo (G): ¿Qué fue lo más difícil que te tocó vivir a lo largo de este proceso?Londiwe Khoza (LK): El principio, porque nunca antes había bailado gaga (el método de Ohad). Fue una combinación de aprender cómo moverse, entender una nueva cultura, un nuevo idioma, un nuevo ambiente de compañía, un nuevo estilo. Los primeros meses fueron muy difíciles. Sentía que me habían aventado en las profundidades de la tierra y Ohad me dejó que sola fuera entendiendo lo que me estaba pasando. Muchas dudas, muchas preguntas, muchas cosas que tenía que ir soltando para poder recibir lo nuevo.G: ¿Cuántas horas bailas cada día?LK: Ahora bailo horas normales. De las diez a las cinco. Cuando estaba estudiando, bailaba muchas horas más porque tenía ensayos, después las horas normales y luego estudiar para los exámenes.G: ¿Cómo cambió la percepción de ti misma?LK: Aprendí mucho de mí, me hizo más segura, estoy más consciente de mi cuerpo, más sensible, me di cuenta de lo desensibilizada que estaba. Son estos dos últimos años que me han cambiado dentro y fuera del estudio. Experiencias más completas, ser más sensible, me ha hecho tener conciencia de mi vida.[caption id="attachment_211228" align="aligncenter" width="725"]
Kohza y su mentor, el coreógrafo Ohad Naharin - Foto: Rolex[/caption]G: ¿Te sentías insegura en los primeros momentos en que no había un espejo?LK: Sentirse cómoda al bailar sin espejo es difícil, más cuando te das cuenta de lo dependiente que eres de él. Antes me corregían a través del espejo. “Voltea a verte al espejo y corrígelo”, me decían. Así que aprender a tener la sensibilidad de poder entender cómo se debían sentir las posturas sin verlas, a trabajar mejor con mi cuerpo, así me convertí en una persona mucho más segura. Ya no necesito pensar en lo que la persona del espejo está haciendo. Ahora odio los espejos.G: ¿Te imaginaste alguna vez cambiando de baile clásico a gaga?LK: Creo que es algo que quería pero no me parecía posible. Siempre había estado en ballet y lo que seguía era entrar a una compañía de ballet clásico. Creo que siempre tuve la inquietud en algún lado.G: ¿Cómo es tu vida ahora en Tel Aviv?LK: Me encanta. Estoy mucho más asentada en Tel Aviv que cuando estaba en Sudáfrica. Me siento más en paz. Quiero vivir aquí varios años y seguir trabajando en la compañía de Ohad. Allá hay muchas más presentaciones, entre 140 y 180 shows por año. Viajamos mucho dentro del país y también tenemos algunos tours internacionales.G: ¿Te gustaría ser mentora en algún momento?LK: Sí, eventualmente me encantaría transmitir todo lo que he aprendido. Creo que sería muy valioso. Espero un día estar lista para poder enseñar.
Fotografías: Rolex/Tina Ruisinger y Rolex/Reto Albertalli.
También podría interesarte:
Roma: El secreto mejor guardado de Alfonso Cuarón
Una conversación con la bailarina sudafricana Londiwe Khoza, participante en el octavo ciclo de la Iniciativa Artística Rolex Mentor et Protégé.
Berlín es un conocido centro para los artistas emergentes en el mundo. Qué mejor lugar para dar la bienvenida a los casi 200 miembros de la familia artística, mentores, discípulos y asesores que conforman la Iniciativa Artística de Rolex Mentor et Protégé.
“Así es cómo a cientos de amantes del arte de la ciudad y de otros lugares ven de primera mano los beneficios que tiene un diálogo enriquecedor entre artistas de diferentes generaciones y culturas. El tiempo es un bien que apreciamos”, dijo Rebecca Irvin, directora de Filantropía en Rolex, durante el octavo ciclo celebrado el pasado febrero.Esta iniciativa lleva quince años celebrándose y da a todos los seleccionados la oportunidad única de presentar su trabajo y colaborar con personalidades reconocidas de diferentes disciplinas a lo largo de un año: arquitectura, danza, cine, literatura, música, teatro y artes visuales. “El programa es una experiencia que cambia sus vidas y está basado en la premisa de que el arte es continuo, una acumulación de experiencias pasadas de diferentes generaciones, y que todos los artistas se inspiran en artistas anteriores”, dijo Irvin.En el salón principal del hotel Adlon Kempinski, Irvin entrevistó a los mentores y sus discípulos sobre su experiencia de este año. El escenario estaba listo para que todas las parejas se sentaran juntas y así pudieran comentar conclusiones y anécdotas. Del otro lado del escenario, sentados en sillas perfectamente alineadas, se encontraban los invitados de prensa del mundo: una cuidadosa selección de medios de arte, cultura y estilo de vida que tienen gran interés por aprender de esta iniciativa.El grupo de mentores estuvo integrado por el arquitecto británico sir David Chipperfield, la artista de video y performance estadounidense Joan Jonas, el compositor americano Philip Glass, el escritor africano Mia Couto, el coreógrafo israelí Ohad Naharin, el experto canadiense en teatro Robert LePage y el director de cine mexicano Alfonso Cuarón.Las locaciones en Berlín para celebrar el fin de semana de la Iniciativa Artística de Rolex Mentor et Protégé fueron el Kulturforum, la Staatsbibliothek, el Deutsches Theater, el Teatro de la Ópera y el Konzerthaus, donde se llevaron a cabo eventos para celebrar el trabajo resultante de estas colaboraciones, desde charlas de arquitectura y cine, exhibiciones de artes visuales, videoinstalaciones, un simposio sobre el derecho a la educación artística, premieres de danza y música, y discusiones de literatura. La sensación al concluir esta experiencia de dos días, el tres y cuatro de febrero, fue de plena satisfacción, gente talentosa dispuesta a compartir su vida e intercambiar opiniones para mantener el arte vivo en el mundo.[caption id="attachment_211237" align="aligncenter" width="725"]
Kohza y su mentor, el coreógrafo Ohad Naharin - Foto: Rolex[/caption]Gatopardo entrevistó a Londiwe Khoza, bailarina sudafricana que durante un año fue discípula del coreógrafo Ohad Naharin.Gatopardo (G): ¿Qué fue lo más difícil que te tocó vivir a lo largo de este proceso?Londiwe Khoza (LK): El principio, porque nunca antes había bailado gaga (el método de Ohad). Fue una combinación de aprender cómo moverse, entender una nueva cultura, un nuevo idioma, un nuevo ambiente de compañía, un nuevo estilo. Los primeros meses fueron muy difíciles. Sentía que me habían aventado en las profundidades de la tierra y Ohad me dejó que sola fuera entendiendo lo que me estaba pasando. Muchas dudas, muchas preguntas, muchas cosas que tenía que ir soltando para poder recibir lo nuevo.G: ¿Cuántas horas bailas cada día?LK: Ahora bailo horas normales. De las diez a las cinco. Cuando estaba estudiando, bailaba muchas horas más porque tenía ensayos, después las horas normales y luego estudiar para los exámenes.G: ¿Cómo cambió la percepción de ti misma?LK: Aprendí mucho de mí, me hizo más segura, estoy más consciente de mi cuerpo, más sensible, me di cuenta de lo desensibilizada que estaba. Son estos dos últimos años que me han cambiado dentro y fuera del estudio. Experiencias más completas, ser más sensible, me ha hecho tener conciencia de mi vida.[caption id="attachment_211228" align="aligncenter" width="725"]
Kohza y su mentor, el coreógrafo Ohad Naharin - Foto: Rolex[/caption]G: ¿Te sentías insegura en los primeros momentos en que no había un espejo?LK: Sentirse cómoda al bailar sin espejo es difícil, más cuando te das cuenta de lo dependiente que eres de él. Antes me corregían a través del espejo. “Voltea a verte al espejo y corrígelo”, me decían. Así que aprender a tener la sensibilidad de poder entender cómo se debían sentir las posturas sin verlas, a trabajar mejor con mi cuerpo, así me convertí en una persona mucho más segura. Ya no necesito pensar en lo que la persona del espejo está haciendo. Ahora odio los espejos.G: ¿Te imaginaste alguna vez cambiando de baile clásico a gaga?LK: Creo que es algo que quería pero no me parecía posible. Siempre había estado en ballet y lo que seguía era entrar a una compañía de ballet clásico. Creo que siempre tuve la inquietud en algún lado.G: ¿Cómo es tu vida ahora en Tel Aviv?LK: Me encanta. Estoy mucho más asentada en Tel Aviv que cuando estaba en Sudáfrica. Me siento más en paz. Quiero vivir aquí varios años y seguir trabajando en la compañía de Ohad. Allá hay muchas más presentaciones, entre 140 y 180 shows por año. Viajamos mucho dentro del país y también tenemos algunos tours internacionales.G: ¿Te gustaría ser mentora en algún momento?LK: Sí, eventualmente me encantaría transmitir todo lo que he aprendido. Creo que sería muy valioso. Espero un día estar lista para poder enseñar.
Fotografías: Rolex/Tina Ruisinger y Rolex/Reto Albertalli.
También podría interesarte:
Roma: El secreto mejor guardado de Alfonso Cuarón
Una conversación con la bailarina sudafricana Londiwe Khoza, participante en el octavo ciclo de la Iniciativa Artística Rolex Mentor et Protégé.
Berlín es un conocido centro para los artistas emergentes en el mundo. Qué mejor lugar para dar la bienvenida a los casi 200 miembros de la familia artística, mentores, discípulos y asesores que conforman la Iniciativa Artística de Rolex Mentor et Protégé.
“Así es cómo a cientos de amantes del arte de la ciudad y de otros lugares ven de primera mano los beneficios que tiene un diálogo enriquecedor entre artistas de diferentes generaciones y culturas. El tiempo es un bien que apreciamos”, dijo Rebecca Irvin, directora de Filantropía en Rolex, durante el octavo ciclo celebrado el pasado febrero.Esta iniciativa lleva quince años celebrándose y da a todos los seleccionados la oportunidad única de presentar su trabajo y colaborar con personalidades reconocidas de diferentes disciplinas a lo largo de un año: arquitectura, danza, cine, literatura, música, teatro y artes visuales. “El programa es una experiencia que cambia sus vidas y está basado en la premisa de que el arte es continuo, una acumulación de experiencias pasadas de diferentes generaciones, y que todos los artistas se inspiran en artistas anteriores”, dijo Irvin.En el salón principal del hotel Adlon Kempinski, Irvin entrevistó a los mentores y sus discípulos sobre su experiencia de este año. El escenario estaba listo para que todas las parejas se sentaran juntas y así pudieran comentar conclusiones y anécdotas. Del otro lado del escenario, sentados en sillas perfectamente alineadas, se encontraban los invitados de prensa del mundo: una cuidadosa selección de medios de arte, cultura y estilo de vida que tienen gran interés por aprender de esta iniciativa.El grupo de mentores estuvo integrado por el arquitecto británico sir David Chipperfield, la artista de video y performance estadounidense Joan Jonas, el compositor americano Philip Glass, el escritor africano Mia Couto, el coreógrafo israelí Ohad Naharin, el experto canadiense en teatro Robert LePage y el director de cine mexicano Alfonso Cuarón.Las locaciones en Berlín para celebrar el fin de semana de la Iniciativa Artística de Rolex Mentor et Protégé fueron el Kulturforum, la Staatsbibliothek, el Deutsches Theater, el Teatro de la Ópera y el Konzerthaus, donde se llevaron a cabo eventos para celebrar el trabajo resultante de estas colaboraciones, desde charlas de arquitectura y cine, exhibiciones de artes visuales, videoinstalaciones, un simposio sobre el derecho a la educación artística, premieres de danza y música, y discusiones de literatura. La sensación al concluir esta experiencia de dos días, el tres y cuatro de febrero, fue de plena satisfacción, gente talentosa dispuesta a compartir su vida e intercambiar opiniones para mantener el arte vivo en el mundo.[caption id="attachment_211237" align="aligncenter" width="725"]
Kohza y su mentor, el coreógrafo Ohad Naharin - Foto: Rolex[/caption]Gatopardo entrevistó a Londiwe Khoza, bailarina sudafricana que durante un año fue discípula del coreógrafo Ohad Naharin.Gatopardo (G): ¿Qué fue lo más difícil que te tocó vivir a lo largo de este proceso?Londiwe Khoza (LK): El principio, porque nunca antes había bailado gaga (el método de Ohad). Fue una combinación de aprender cómo moverse, entender una nueva cultura, un nuevo idioma, un nuevo ambiente de compañía, un nuevo estilo. Los primeros meses fueron muy difíciles. Sentía que me habían aventado en las profundidades de la tierra y Ohad me dejó que sola fuera entendiendo lo que me estaba pasando. Muchas dudas, muchas preguntas, muchas cosas que tenía que ir soltando para poder recibir lo nuevo.G: ¿Cuántas horas bailas cada día?LK: Ahora bailo horas normales. De las diez a las cinco. Cuando estaba estudiando, bailaba muchas horas más porque tenía ensayos, después las horas normales y luego estudiar para los exámenes.G: ¿Cómo cambió la percepción de ti misma?LK: Aprendí mucho de mí, me hizo más segura, estoy más consciente de mi cuerpo, más sensible, me di cuenta de lo desensibilizada que estaba. Son estos dos últimos años que me han cambiado dentro y fuera del estudio. Experiencias más completas, ser más sensible, me ha hecho tener conciencia de mi vida.[caption id="attachment_211228" align="aligncenter" width="725"]
Kohza y su mentor, el coreógrafo Ohad Naharin - Foto: Rolex[/caption]G: ¿Te sentías insegura en los primeros momentos en que no había un espejo?LK: Sentirse cómoda al bailar sin espejo es difícil, más cuando te das cuenta de lo dependiente que eres de él. Antes me corregían a través del espejo. “Voltea a verte al espejo y corrígelo”, me decían. Así que aprender a tener la sensibilidad de poder entender cómo se debían sentir las posturas sin verlas, a trabajar mejor con mi cuerpo, así me convertí en una persona mucho más segura. Ya no necesito pensar en lo que la persona del espejo está haciendo. Ahora odio los espejos.G: ¿Te imaginaste alguna vez cambiando de baile clásico a gaga?LK: Creo que es algo que quería pero no me parecía posible. Siempre había estado en ballet y lo que seguía era entrar a una compañía de ballet clásico. Creo que siempre tuve la inquietud en algún lado.G: ¿Cómo es tu vida ahora en Tel Aviv?LK: Me encanta. Estoy mucho más asentada en Tel Aviv que cuando estaba en Sudáfrica. Me siento más en paz. Quiero vivir aquí varios años y seguir trabajando en la compañía de Ohad. Allá hay muchas más presentaciones, entre 140 y 180 shows por año. Viajamos mucho dentro del país y también tenemos algunos tours internacionales.G: ¿Te gustaría ser mentora en algún momento?LK: Sí, eventualmente me encantaría transmitir todo lo que he aprendido. Creo que sería muy valioso. Espero un día estar lista para poder enseñar.
Fotografías: Rolex/Tina Ruisinger y Rolex/Reto Albertalli.
También podría interesarte:
Roma: El secreto mejor guardado de Alfonso Cuarón
Una conversación con la bailarina sudafricana Londiwe Khoza, participante en el octavo ciclo de la Iniciativa Artística Rolex Mentor et Protégé.
Berlín es un conocido centro para los artistas emergentes en el mundo. Qué mejor lugar para dar la bienvenida a los casi 200 miembros de la familia artística, mentores, discípulos y asesores que conforman la Iniciativa Artística de Rolex Mentor et Protégé.
“Así es cómo a cientos de amantes del arte de la ciudad y de otros lugares ven de primera mano los beneficios que tiene un diálogo enriquecedor entre artistas de diferentes generaciones y culturas. El tiempo es un bien que apreciamos”, dijo Rebecca Irvin, directora de Filantropía en Rolex, durante el octavo ciclo celebrado el pasado febrero.Esta iniciativa lleva quince años celebrándose y da a todos los seleccionados la oportunidad única de presentar su trabajo y colaborar con personalidades reconocidas de diferentes disciplinas a lo largo de un año: arquitectura, danza, cine, literatura, música, teatro y artes visuales. “El programa es una experiencia que cambia sus vidas y está basado en la premisa de que el arte es continuo, una acumulación de experiencias pasadas de diferentes generaciones, y que todos los artistas se inspiran en artistas anteriores”, dijo Irvin.En el salón principal del hotel Adlon Kempinski, Irvin entrevistó a los mentores y sus discípulos sobre su experiencia de este año. El escenario estaba listo para que todas las parejas se sentaran juntas y así pudieran comentar conclusiones y anécdotas. Del otro lado del escenario, sentados en sillas perfectamente alineadas, se encontraban los invitados de prensa del mundo: una cuidadosa selección de medios de arte, cultura y estilo de vida que tienen gran interés por aprender de esta iniciativa.El grupo de mentores estuvo integrado por el arquitecto británico sir David Chipperfield, la artista de video y performance estadounidense Joan Jonas, el compositor americano Philip Glass, el escritor africano Mia Couto, el coreógrafo israelí Ohad Naharin, el experto canadiense en teatro Robert LePage y el director de cine mexicano Alfonso Cuarón.Las locaciones en Berlín para celebrar el fin de semana de la Iniciativa Artística de Rolex Mentor et Protégé fueron el Kulturforum, la Staatsbibliothek, el Deutsches Theater, el Teatro de la Ópera y el Konzerthaus, donde se llevaron a cabo eventos para celebrar el trabajo resultante de estas colaboraciones, desde charlas de arquitectura y cine, exhibiciones de artes visuales, videoinstalaciones, un simposio sobre el derecho a la educación artística, premieres de danza y música, y discusiones de literatura. La sensación al concluir esta experiencia de dos días, el tres y cuatro de febrero, fue de plena satisfacción, gente talentosa dispuesta a compartir su vida e intercambiar opiniones para mantener el arte vivo en el mundo.[caption id="attachment_211237" align="aligncenter" width="725"]
Kohza y su mentor, el coreógrafo Ohad Naharin - Foto: Rolex[/caption]Gatopardo entrevistó a Londiwe Khoza, bailarina sudafricana que durante un año fue discípula del coreógrafo Ohad Naharin.Gatopardo (G): ¿Qué fue lo más difícil que te tocó vivir a lo largo de este proceso?Londiwe Khoza (LK): El principio, porque nunca antes había bailado gaga (el método de Ohad). Fue una combinación de aprender cómo moverse, entender una nueva cultura, un nuevo idioma, un nuevo ambiente de compañía, un nuevo estilo. Los primeros meses fueron muy difíciles. Sentía que me habían aventado en las profundidades de la tierra y Ohad me dejó que sola fuera entendiendo lo que me estaba pasando. Muchas dudas, muchas preguntas, muchas cosas que tenía que ir soltando para poder recibir lo nuevo.G: ¿Cuántas horas bailas cada día?LK: Ahora bailo horas normales. De las diez a las cinco. Cuando estaba estudiando, bailaba muchas horas más porque tenía ensayos, después las horas normales y luego estudiar para los exámenes.G: ¿Cómo cambió la percepción de ti misma?LK: Aprendí mucho de mí, me hizo más segura, estoy más consciente de mi cuerpo, más sensible, me di cuenta de lo desensibilizada que estaba. Son estos dos últimos años que me han cambiado dentro y fuera del estudio. Experiencias más completas, ser más sensible, me ha hecho tener conciencia de mi vida.[caption id="attachment_211228" align="aligncenter" width="725"]
Kohza y su mentor, el coreógrafo Ohad Naharin - Foto: Rolex[/caption]G: ¿Te sentías insegura en los primeros momentos en que no había un espejo?LK: Sentirse cómoda al bailar sin espejo es difícil, más cuando te das cuenta de lo dependiente que eres de él. Antes me corregían a través del espejo. “Voltea a verte al espejo y corrígelo”, me decían. Así que aprender a tener la sensibilidad de poder entender cómo se debían sentir las posturas sin verlas, a trabajar mejor con mi cuerpo, así me convertí en una persona mucho más segura. Ya no necesito pensar en lo que la persona del espejo está haciendo. Ahora odio los espejos.G: ¿Te imaginaste alguna vez cambiando de baile clásico a gaga?LK: Creo que es algo que quería pero no me parecía posible. Siempre había estado en ballet y lo que seguía era entrar a una compañía de ballet clásico. Creo que siempre tuve la inquietud en algún lado.G: ¿Cómo es tu vida ahora en Tel Aviv?LK: Me encanta. Estoy mucho más asentada en Tel Aviv que cuando estaba en Sudáfrica. Me siento más en paz. Quiero vivir aquí varios años y seguir trabajando en la compañía de Ohad. Allá hay muchas más presentaciones, entre 140 y 180 shows por año. Viajamos mucho dentro del país y también tenemos algunos tours internacionales.G: ¿Te gustaría ser mentora en algún momento?LK: Sí, eventualmente me encantaría transmitir todo lo que he aprendido. Creo que sería muy valioso. Espero un día estar lista para poder enseñar.
Fotografías: Rolex/Tina Ruisinger y Rolex/Reto Albertalli.
También podría interesarte:
Roma: El secreto mejor guardado de Alfonso Cuarón
Berlín es un conocido centro para los artistas emergentes en el mundo. Qué mejor lugar para dar la bienvenida a los casi 200 miembros de la familia artística, mentores, discípulos y asesores que conforman la Iniciativa Artística de Rolex Mentor et Protégé.
“Así es cómo a cientos de amantes del arte de la ciudad y de otros lugares ven de primera mano los beneficios que tiene un diálogo enriquecedor entre artistas de diferentes generaciones y culturas. El tiempo es un bien que apreciamos”, dijo Rebecca Irvin, directora de Filantropía en Rolex, durante el octavo ciclo celebrado el pasado febrero.Esta iniciativa lleva quince años celebrándose y da a todos los seleccionados la oportunidad única de presentar su trabajo y colaborar con personalidades reconocidas de diferentes disciplinas a lo largo de un año: arquitectura, danza, cine, literatura, música, teatro y artes visuales. “El programa es una experiencia que cambia sus vidas y está basado en la premisa de que el arte es continuo, una acumulación de experiencias pasadas de diferentes generaciones, y que todos los artistas se inspiran en artistas anteriores”, dijo Irvin.En el salón principal del hotel Adlon Kempinski, Irvin entrevistó a los mentores y sus discípulos sobre su experiencia de este año. El escenario estaba listo para que todas las parejas se sentaran juntas y así pudieran comentar conclusiones y anécdotas. Del otro lado del escenario, sentados en sillas perfectamente alineadas, se encontraban los invitados de prensa del mundo: una cuidadosa selección de medios de arte, cultura y estilo de vida que tienen gran interés por aprender de esta iniciativa.El grupo de mentores estuvo integrado por el arquitecto británico sir David Chipperfield, la artista de video y performance estadounidense Joan Jonas, el compositor americano Philip Glass, el escritor africano Mia Couto, el coreógrafo israelí Ohad Naharin, el experto canadiense en teatro Robert LePage y el director de cine mexicano Alfonso Cuarón.Las locaciones en Berlín para celebrar el fin de semana de la Iniciativa Artística de Rolex Mentor et Protégé fueron el Kulturforum, la Staatsbibliothek, el Deutsches Theater, el Teatro de la Ópera y el Konzerthaus, donde se llevaron a cabo eventos para celebrar el trabajo resultante de estas colaboraciones, desde charlas de arquitectura y cine, exhibiciones de artes visuales, videoinstalaciones, un simposio sobre el derecho a la educación artística, premieres de danza y música, y discusiones de literatura. La sensación al concluir esta experiencia de dos días, el tres y cuatro de febrero, fue de plena satisfacción, gente talentosa dispuesta a compartir su vida e intercambiar opiniones para mantener el arte vivo en el mundo.[caption id="attachment_211237" align="aligncenter" width="725"]
Kohza y su mentor, el coreógrafo Ohad Naharin - Foto: Rolex[/caption]Gatopardo entrevistó a Londiwe Khoza, bailarina sudafricana que durante un año fue discípula del coreógrafo Ohad Naharin.Gatopardo (G): ¿Qué fue lo más difícil que te tocó vivir a lo largo de este proceso?Londiwe Khoza (LK): El principio, porque nunca antes había bailado gaga (el método de Ohad). Fue una combinación de aprender cómo moverse, entender una nueva cultura, un nuevo idioma, un nuevo ambiente de compañía, un nuevo estilo. Los primeros meses fueron muy difíciles. Sentía que me habían aventado en las profundidades de la tierra y Ohad me dejó que sola fuera entendiendo lo que me estaba pasando. Muchas dudas, muchas preguntas, muchas cosas que tenía que ir soltando para poder recibir lo nuevo.G: ¿Cuántas horas bailas cada día?LK: Ahora bailo horas normales. De las diez a las cinco. Cuando estaba estudiando, bailaba muchas horas más porque tenía ensayos, después las horas normales y luego estudiar para los exámenes.G: ¿Cómo cambió la percepción de ti misma?LK: Aprendí mucho de mí, me hizo más segura, estoy más consciente de mi cuerpo, más sensible, me di cuenta de lo desensibilizada que estaba. Son estos dos últimos años que me han cambiado dentro y fuera del estudio. Experiencias más completas, ser más sensible, me ha hecho tener conciencia de mi vida.[caption id="attachment_211228" align="aligncenter" width="725"]
Kohza y su mentor, el coreógrafo Ohad Naharin - Foto: Rolex[/caption]G: ¿Te sentías insegura en los primeros momentos en que no había un espejo?LK: Sentirse cómoda al bailar sin espejo es difícil, más cuando te das cuenta de lo dependiente que eres de él. Antes me corregían a través del espejo. “Voltea a verte al espejo y corrígelo”, me decían. Así que aprender a tener la sensibilidad de poder entender cómo se debían sentir las posturas sin verlas, a trabajar mejor con mi cuerpo, así me convertí en una persona mucho más segura. Ya no necesito pensar en lo que la persona del espejo está haciendo. Ahora odio los espejos.G: ¿Te imaginaste alguna vez cambiando de baile clásico a gaga?LK: Creo que es algo que quería pero no me parecía posible. Siempre había estado en ballet y lo que seguía era entrar a una compañía de ballet clásico. Creo que siempre tuve la inquietud en algún lado.G: ¿Cómo es tu vida ahora en Tel Aviv?LK: Me encanta. Estoy mucho más asentada en Tel Aviv que cuando estaba en Sudáfrica. Me siento más en paz. Quiero vivir aquí varios años y seguir trabajando en la compañía de Ohad. Allá hay muchas más presentaciones, entre 140 y 180 shows por año. Viajamos mucho dentro del país y también tenemos algunos tours internacionales.G: ¿Te gustaría ser mentora en algún momento?LK: Sí, eventualmente me encantaría transmitir todo lo que he aprendido. Creo que sería muy valioso. Espero un día estar lista para poder enseñar.
Fotografías: Rolex/Tina Ruisinger y Rolex/Reto Albertalli.
También podría interesarte:
Roma: El secreto mejor guardado de Alfonso Cuarón
No items found.