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<i>La nueva música clásica</i> fue el primer libro en México dedicado al rock. Durante años esta obra de José Agustín fue olvidada y hoy es reeditada. En entrevista, José Agustín Ramírez, hijo del escritor, habla sobre el libro, la melomanía de su padre y los esfuerzos por preservar su legado.
En mayo de 1968, José Agustín tenía veintitrés años y ya había publicado dos de sus novelas más famosas: La tumba y De perfil. También había escrito los cuentos que formarían después Inventando que sueño. Con ese ritmo prolífico de escritura, el escritor estaba por publicar una obra más: un texto breve, de unas 80 páginas, en la colección Cuadernos de la Juventud del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana. Un libro que después sería olvidado por la mayoría de sus lectores, pero no por José Agustín, que lo reescribió en 1985; un libro que, además, fue el primero en México que abordó el rock. Ese libro es La nueva música clásica.
Ahora, en este 2024, la editorial Grijalbo reeditó esta obra olvidada de José Agustín con ambas versiones del texto, la de 1968 y la de 1985, un prólogo de Alberto Blanco, reconocido poeta y ensayista mexicano especialista en rock y jazz, y un apartado escrito por José Agustín Ramírez, hijo del escritor.
Pionero en la difusión del rock
Un libro como La nueva música clásica sólo pudo surgir de un contexto muy específico, de alguien que tuviera un conocimiento casi enciclopédico de un género musical cuyo auge apenas comenzaba en México. En entrevista con Gatopardo, José Agustín Ramírez, hijo del escritor, comenta que el libro “surge de alguna forma gracias a su papá [el padre de José Agustín], que era piloto aviador comercial e iba mucho a Estados Unidos. Era una persona abierta, de un corazón y mente progresistas, y no tuvo ningún problema en traerle los discos de rock”, explica. “A mi padre también le habían regalado un radio con onda corta y podía escuchar algunas estaciones de Estados Unidos; él estaba muy atento y poniendo toda la oreja para ver qué se estaba sacando y haciendo su hit parade personal”.
Desde las primeras páginas del libro se leen nombres de bandas clásicas como The Beatles y The Rolling Stones, y artistas representativos como Raiders, Supremes, Dave Clark, Monkees, Association, Box Tops, y Animals. Uno de los principales méritos de La nueva música clásica es que se trata del primer libro escrito en nuestro país dedicado al rock. Eso lo menciona una de las reseñas del libro, escrita por el académico Dalibor Soldatic para la Revista de la Universidad en diciembre de 1968. Soldatic apunta que “además de ser un novelista conocido, José Agustín tiene fama de ser uno de los mejores conocedores y críticos de música moderna en México. Por consiguiente, la aparición de su primer ensayo sobre el tema despertó gran interés, tratándose de la primera publicación de este género en el país”. Esta opinión es respaldada por el crítico y escritor Alberto Blanco, quien en el prólogo a la nueva edición de Grijalbo menciona que: “nadie, que yo sepa, se había ocupado en la literatura mexicana del rock en esa época, y mucho menos se había atrevido a ir tan lejos como José Agustín al calificar al rock como una nueva música clásica. Ninguno de sus contemporáneos hizo cosa semejante”.
Aunque la obra de su padre continúa vigente entre lectores, para José Agustín Ramírez son varios los factores que influyeron en que este libro no obtuviera una gran recepción en las primeras dos ediciones. “Quedó ahí como un bicho raro de su obra, porque mucha gente tampoco aceptaba todavía el rock y también fue [publicado] en una editorial pequeña llamada Universo, y pues supongo que influye que es un ensayo y es autobiografía un poco”, dice el también escritor. Sin embargo, cree que con el uso de internet la obra adquiere una lectura más interesante y dinámica, porque ahora pueden consultarse de inmediato las referencias que menciona José Agustín a lo largo del libro.
Luego de la segunda edición de 1985, La nueva música clásica no había sido reeditada ni José Agustín trabajó en una tercera edición, aunque durante años siguió escribiendo sobre música en diversos medios culturales. “Quién sabe qué hubiera opinado [de la reedición]. Probablemente mi jefe nos hubiera mandado al cuerno”, dice José Agustín Ramírez riéndose. “Pero como el PDF de la primera edición estaba circulando y la segunda edición se vendía a precios muy chistosos [caros] en internet, entonces entendimos que el interés entre sus lectores sí existía, no dejaban morir el texto, aunque él lo desechara”.
Difundir el legado de José Agustín
José Agustín nunca dejó de disfrutar la música. La escuchaba en diferentes formatos: casetes, discos, vinilos; a cualquier hora, al mediodía, luego de despertar, por la noche o mientras trabajaba en su obra. “Cuando vivía en Estados Unidos, cuando fue profesor en universidades de allá, grababa del radio toda la música clásica y todo el rock que podía. Lo registraba todo con su letra minúscula casi ilegible, ponía todas las canciones atrás de los casetes, escribió absolutamente todos los datos que podía sobre esa música y la memorizaba toda”, cuenta José Agustín Ramírez. Luego de la segunda edición de La nueva música clásica, siguió interesándose en escuchar música y en descubrir nuevos ritmos, artistas de “música electrónica, también artistas como DJ Shadow, Massive Attack, Portishead”.
Como parte de la nueva edición, al final de las dos versiones de La nueva música clásica, se incluye un texto de José Agustín Ramírez donde él continúa con el catálogo de artistas y bandas, hasta llegar al 2024, con el álbum The Collective, de Kim Gordon. “De alguna forma yo acabé escribiendo la tercera parte. Es un orgullo, un honor, un privilegio; se siente padrísimo estar ahí, en un power trío con Alberto Blanco y José Agustín”, dice el también ilustrador. “Él siempre me aventaba al ruedo. Una vez me dijo ‘tú escribe la Tragicomedia mexicana, segunda parte’. Él me enseñó el periodismo musical, he trabajado en medios también”.
También te puede interesar el artículo de Pedro Adrián Zuluaga sobre la publicación de obras póstumas y el caso de Gabriel García Márquez.
Además de la reciente reedición de las obras más significativas de José Agustín en la editorial Debolsillo y la aparición de La nueva música clásica, José Agustín Ramírez cuenta que busca mantener el legado de su padre dentro de la literatura mexicana. Desde abril de 2024 se encuentra en el complejo cultural de Los Pinos la exposición José Agustín. Inventando que sueño (disponible hasta el 30 de septiembre de 2024), donde se exhiben textos, fotografías y discos de su padre. Además, se está preparando un documental: “Lo estoy intentando con Margot Cortázar, periodista y cineasta, con todo el material que dejó, que es muchísimo”.
También tiene interés en publicar la obra inédita que dejó su padre: “Él dejó inconclusas un par de novelas, eso es lo más extenso, como ochenta páginas una de ellas. Hay un montón de libretas escritas a mano. Hay poemas y cuentos breves, obras de teatro”, cuenta. Por último, espera que pronto pueda publicarse una biografía de José Agustín: “Guardaba cualquier referencia a él, a su obra. Está la idea, que tenemos mis hermanos y yo, de que se haga una biografía, a ver quién se atreverá a redactarla”.
La nueva música clásica, (Grijalbo, 2024). pp. 461
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José Agustín escribió el primer libro sobre la historia del rock en México.
<i>La nueva música clásica</i> fue el primer libro en México dedicado al rock. Durante años esta obra de José Agustín fue olvidada y hoy es reeditada. En entrevista, José Agustín Ramírez, hijo del escritor, habla sobre el libro, la melomanía de su padre y los esfuerzos por preservar su legado.
En mayo de 1968, José Agustín tenía veintitrés años y ya había publicado dos de sus novelas más famosas: La tumba y De perfil. También había escrito los cuentos que formarían después Inventando que sueño. Con ese ritmo prolífico de escritura, el escritor estaba por publicar una obra más: un texto breve, de unas 80 páginas, en la colección Cuadernos de la Juventud del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana. Un libro que después sería olvidado por la mayoría de sus lectores, pero no por José Agustín, que lo reescribió en 1985; un libro que, además, fue el primero en México que abordó el rock. Ese libro es La nueva música clásica.
Ahora, en este 2024, la editorial Grijalbo reeditó esta obra olvidada de José Agustín con ambas versiones del texto, la de 1968 y la de 1985, un prólogo de Alberto Blanco, reconocido poeta y ensayista mexicano especialista en rock y jazz, y un apartado escrito por José Agustín Ramírez, hijo del escritor.
Pionero en la difusión del rock
Un libro como La nueva música clásica sólo pudo surgir de un contexto muy específico, de alguien que tuviera un conocimiento casi enciclopédico de un género musical cuyo auge apenas comenzaba en México. En entrevista con Gatopardo, José Agustín Ramírez, hijo del escritor, comenta que el libro “surge de alguna forma gracias a su papá [el padre de José Agustín], que era piloto aviador comercial e iba mucho a Estados Unidos. Era una persona abierta, de un corazón y mente progresistas, y no tuvo ningún problema en traerle los discos de rock”, explica. “A mi padre también le habían regalado un radio con onda corta y podía escuchar algunas estaciones de Estados Unidos; él estaba muy atento y poniendo toda la oreja para ver qué se estaba sacando y haciendo su hit parade personal”.
Desde las primeras páginas del libro se leen nombres de bandas clásicas como The Beatles y The Rolling Stones, y artistas representativos como Raiders, Supremes, Dave Clark, Monkees, Association, Box Tops, y Animals. Uno de los principales méritos de La nueva música clásica es que se trata del primer libro escrito en nuestro país dedicado al rock. Eso lo menciona una de las reseñas del libro, escrita por el académico Dalibor Soldatic para la Revista de la Universidad en diciembre de 1968. Soldatic apunta que “además de ser un novelista conocido, José Agustín tiene fama de ser uno de los mejores conocedores y críticos de música moderna en México. Por consiguiente, la aparición de su primer ensayo sobre el tema despertó gran interés, tratándose de la primera publicación de este género en el país”. Esta opinión es respaldada por el crítico y escritor Alberto Blanco, quien en el prólogo a la nueva edición de Grijalbo menciona que: “nadie, que yo sepa, se había ocupado en la literatura mexicana del rock en esa época, y mucho menos se había atrevido a ir tan lejos como José Agustín al calificar al rock como una nueva música clásica. Ninguno de sus contemporáneos hizo cosa semejante”.
Aunque la obra de su padre continúa vigente entre lectores, para José Agustín Ramírez son varios los factores que influyeron en que este libro no obtuviera una gran recepción en las primeras dos ediciones. “Quedó ahí como un bicho raro de su obra, porque mucha gente tampoco aceptaba todavía el rock y también fue [publicado] en una editorial pequeña llamada Universo, y pues supongo que influye que es un ensayo y es autobiografía un poco”, dice el también escritor. Sin embargo, cree que con el uso de internet la obra adquiere una lectura más interesante y dinámica, porque ahora pueden consultarse de inmediato las referencias que menciona José Agustín a lo largo del libro.
Luego de la segunda edición de 1985, La nueva música clásica no había sido reeditada ni José Agustín trabajó en una tercera edición, aunque durante años siguió escribiendo sobre música en diversos medios culturales. “Quién sabe qué hubiera opinado [de la reedición]. Probablemente mi jefe nos hubiera mandado al cuerno”, dice José Agustín Ramírez riéndose. “Pero como el PDF de la primera edición estaba circulando y la segunda edición se vendía a precios muy chistosos [caros] en internet, entonces entendimos que el interés entre sus lectores sí existía, no dejaban morir el texto, aunque él lo desechara”.
Difundir el legado de José Agustín
José Agustín nunca dejó de disfrutar la música. La escuchaba en diferentes formatos: casetes, discos, vinilos; a cualquier hora, al mediodía, luego de despertar, por la noche o mientras trabajaba en su obra. “Cuando vivía en Estados Unidos, cuando fue profesor en universidades de allá, grababa del radio toda la música clásica y todo el rock que podía. Lo registraba todo con su letra minúscula casi ilegible, ponía todas las canciones atrás de los casetes, escribió absolutamente todos los datos que podía sobre esa música y la memorizaba toda”, cuenta José Agustín Ramírez. Luego de la segunda edición de La nueva música clásica, siguió interesándose en escuchar música y en descubrir nuevos ritmos, artistas de “música electrónica, también artistas como DJ Shadow, Massive Attack, Portishead”.
Como parte de la nueva edición, al final de las dos versiones de La nueva música clásica, se incluye un texto de José Agustín Ramírez donde él continúa con el catálogo de artistas y bandas, hasta llegar al 2024, con el álbum The Collective, de Kim Gordon. “De alguna forma yo acabé escribiendo la tercera parte. Es un orgullo, un honor, un privilegio; se siente padrísimo estar ahí, en un power trío con Alberto Blanco y José Agustín”, dice el también ilustrador. “Él siempre me aventaba al ruedo. Una vez me dijo ‘tú escribe la Tragicomedia mexicana, segunda parte’. Él me enseñó el periodismo musical, he trabajado en medios también”.
También te puede interesar el artículo de Pedro Adrián Zuluaga sobre la publicación de obras póstumas y el caso de Gabriel García Márquez.
Además de la reciente reedición de las obras más significativas de José Agustín en la editorial Debolsillo y la aparición de La nueva música clásica, José Agustín Ramírez cuenta que busca mantener el legado de su padre dentro de la literatura mexicana. Desde abril de 2024 se encuentra en el complejo cultural de Los Pinos la exposición José Agustín. Inventando que sueño (disponible hasta el 30 de septiembre de 2024), donde se exhiben textos, fotografías y discos de su padre. Además, se está preparando un documental: “Lo estoy intentando con Margot Cortázar, periodista y cineasta, con todo el material que dejó, que es muchísimo”.
También tiene interés en publicar la obra inédita que dejó su padre: “Él dejó inconclusas un par de novelas, eso es lo más extenso, como ochenta páginas una de ellas. Hay un montón de libretas escritas a mano. Hay poemas y cuentos breves, obras de teatro”, cuenta. Por último, espera que pronto pueda publicarse una biografía de José Agustín: “Guardaba cualquier referencia a él, a su obra. Está la idea, que tenemos mis hermanos y yo, de que se haga una biografía, a ver quién se atreverá a redactarla”.
La nueva música clásica, (Grijalbo, 2024). pp. 461
<i>La nueva música clásica</i> fue el primer libro en México dedicado al rock. Durante años esta obra de José Agustín fue olvidada y hoy es reeditada. En entrevista, José Agustín Ramírez, hijo del escritor, habla sobre el libro, la melomanía de su padre y los esfuerzos por preservar su legado.
En mayo de 1968, José Agustín tenía veintitrés años y ya había publicado dos de sus novelas más famosas: La tumba y De perfil. También había escrito los cuentos que formarían después Inventando que sueño. Con ese ritmo prolífico de escritura, el escritor estaba por publicar una obra más: un texto breve, de unas 80 páginas, en la colección Cuadernos de la Juventud del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana. Un libro que después sería olvidado por la mayoría de sus lectores, pero no por José Agustín, que lo reescribió en 1985; un libro que, además, fue el primero en México que abordó el rock. Ese libro es La nueva música clásica.
Ahora, en este 2024, la editorial Grijalbo reeditó esta obra olvidada de José Agustín con ambas versiones del texto, la de 1968 y la de 1985, un prólogo de Alberto Blanco, reconocido poeta y ensayista mexicano especialista en rock y jazz, y un apartado escrito por José Agustín Ramírez, hijo del escritor.
Pionero en la difusión del rock
Un libro como La nueva música clásica sólo pudo surgir de un contexto muy específico, de alguien que tuviera un conocimiento casi enciclopédico de un género musical cuyo auge apenas comenzaba en México. En entrevista con Gatopardo, José Agustín Ramírez, hijo del escritor, comenta que el libro “surge de alguna forma gracias a su papá [el padre de José Agustín], que era piloto aviador comercial e iba mucho a Estados Unidos. Era una persona abierta, de un corazón y mente progresistas, y no tuvo ningún problema en traerle los discos de rock”, explica. “A mi padre también le habían regalado un radio con onda corta y podía escuchar algunas estaciones de Estados Unidos; él estaba muy atento y poniendo toda la oreja para ver qué se estaba sacando y haciendo su hit parade personal”.
Desde las primeras páginas del libro se leen nombres de bandas clásicas como The Beatles y The Rolling Stones, y artistas representativos como Raiders, Supremes, Dave Clark, Monkees, Association, Box Tops, y Animals. Uno de los principales méritos de La nueva música clásica es que se trata del primer libro escrito en nuestro país dedicado al rock. Eso lo menciona una de las reseñas del libro, escrita por el académico Dalibor Soldatic para la Revista de la Universidad en diciembre de 1968. Soldatic apunta que “además de ser un novelista conocido, José Agustín tiene fama de ser uno de los mejores conocedores y críticos de música moderna en México. Por consiguiente, la aparición de su primer ensayo sobre el tema despertó gran interés, tratándose de la primera publicación de este género en el país”. Esta opinión es respaldada por el crítico y escritor Alberto Blanco, quien en el prólogo a la nueva edición de Grijalbo menciona que: “nadie, que yo sepa, se había ocupado en la literatura mexicana del rock en esa época, y mucho menos se había atrevido a ir tan lejos como José Agustín al calificar al rock como una nueva música clásica. Ninguno de sus contemporáneos hizo cosa semejante”.
Aunque la obra de su padre continúa vigente entre lectores, para José Agustín Ramírez son varios los factores que influyeron en que este libro no obtuviera una gran recepción en las primeras dos ediciones. “Quedó ahí como un bicho raro de su obra, porque mucha gente tampoco aceptaba todavía el rock y también fue [publicado] en una editorial pequeña llamada Universo, y pues supongo que influye que es un ensayo y es autobiografía un poco”, dice el también escritor. Sin embargo, cree que con el uso de internet la obra adquiere una lectura más interesante y dinámica, porque ahora pueden consultarse de inmediato las referencias que menciona José Agustín a lo largo del libro.
Luego de la segunda edición de 1985, La nueva música clásica no había sido reeditada ni José Agustín trabajó en una tercera edición, aunque durante años siguió escribiendo sobre música en diversos medios culturales. “Quién sabe qué hubiera opinado [de la reedición]. Probablemente mi jefe nos hubiera mandado al cuerno”, dice José Agustín Ramírez riéndose. “Pero como el PDF de la primera edición estaba circulando y la segunda edición se vendía a precios muy chistosos [caros] en internet, entonces entendimos que el interés entre sus lectores sí existía, no dejaban morir el texto, aunque él lo desechara”.
Difundir el legado de José Agustín
José Agustín nunca dejó de disfrutar la música. La escuchaba en diferentes formatos: casetes, discos, vinilos; a cualquier hora, al mediodía, luego de despertar, por la noche o mientras trabajaba en su obra. “Cuando vivía en Estados Unidos, cuando fue profesor en universidades de allá, grababa del radio toda la música clásica y todo el rock que podía. Lo registraba todo con su letra minúscula casi ilegible, ponía todas las canciones atrás de los casetes, escribió absolutamente todos los datos que podía sobre esa música y la memorizaba toda”, cuenta José Agustín Ramírez. Luego de la segunda edición de La nueva música clásica, siguió interesándose en escuchar música y en descubrir nuevos ritmos, artistas de “música electrónica, también artistas como DJ Shadow, Massive Attack, Portishead”.
Como parte de la nueva edición, al final de las dos versiones de La nueva música clásica, se incluye un texto de José Agustín Ramírez donde él continúa con el catálogo de artistas y bandas, hasta llegar al 2024, con el álbum The Collective, de Kim Gordon. “De alguna forma yo acabé escribiendo la tercera parte. Es un orgullo, un honor, un privilegio; se siente padrísimo estar ahí, en un power trío con Alberto Blanco y José Agustín”, dice el también ilustrador. “Él siempre me aventaba al ruedo. Una vez me dijo ‘tú escribe la Tragicomedia mexicana, segunda parte’. Él me enseñó el periodismo musical, he trabajado en medios también”.
También te puede interesar el artículo de Pedro Adrián Zuluaga sobre la publicación de obras póstumas y el caso de Gabriel García Márquez.
Además de la reciente reedición de las obras más significativas de José Agustín en la editorial Debolsillo y la aparición de La nueva música clásica, José Agustín Ramírez cuenta que busca mantener el legado de su padre dentro de la literatura mexicana. Desde abril de 2024 se encuentra en el complejo cultural de Los Pinos la exposición José Agustín. Inventando que sueño (disponible hasta el 30 de septiembre de 2024), donde se exhiben textos, fotografías y discos de su padre. Además, se está preparando un documental: “Lo estoy intentando con Margot Cortázar, periodista y cineasta, con todo el material que dejó, que es muchísimo”.
También tiene interés en publicar la obra inédita que dejó su padre: “Él dejó inconclusas un par de novelas, eso es lo más extenso, como ochenta páginas una de ellas. Hay un montón de libretas escritas a mano. Hay poemas y cuentos breves, obras de teatro”, cuenta. Por último, espera que pronto pueda publicarse una biografía de José Agustín: “Guardaba cualquier referencia a él, a su obra. Está la idea, que tenemos mis hermanos y yo, de que se haga una biografía, a ver quién se atreverá a redactarla”.
La nueva música clásica, (Grijalbo, 2024). pp. 461
José Agustín escribió el primer libro sobre la historia del rock en México.
<i>La nueva música clásica</i> fue el primer libro en México dedicado al rock. Durante años esta obra de José Agustín fue olvidada y hoy es reeditada. En entrevista, José Agustín Ramírez, hijo del escritor, habla sobre el libro, la melomanía de su padre y los esfuerzos por preservar su legado.
En mayo de 1968, José Agustín tenía veintitrés años y ya había publicado dos de sus novelas más famosas: La tumba y De perfil. También había escrito los cuentos que formarían después Inventando que sueño. Con ese ritmo prolífico de escritura, el escritor estaba por publicar una obra más: un texto breve, de unas 80 páginas, en la colección Cuadernos de la Juventud del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana. Un libro que después sería olvidado por la mayoría de sus lectores, pero no por José Agustín, que lo reescribió en 1985; un libro que, además, fue el primero en México que abordó el rock. Ese libro es La nueva música clásica.
Ahora, en este 2024, la editorial Grijalbo reeditó esta obra olvidada de José Agustín con ambas versiones del texto, la de 1968 y la de 1985, un prólogo de Alberto Blanco, reconocido poeta y ensayista mexicano especialista en rock y jazz, y un apartado escrito por José Agustín Ramírez, hijo del escritor.
Pionero en la difusión del rock
Un libro como La nueva música clásica sólo pudo surgir de un contexto muy específico, de alguien que tuviera un conocimiento casi enciclopédico de un género musical cuyo auge apenas comenzaba en México. En entrevista con Gatopardo, José Agustín Ramírez, hijo del escritor, comenta que el libro “surge de alguna forma gracias a su papá [el padre de José Agustín], que era piloto aviador comercial e iba mucho a Estados Unidos. Era una persona abierta, de un corazón y mente progresistas, y no tuvo ningún problema en traerle los discos de rock”, explica. “A mi padre también le habían regalado un radio con onda corta y podía escuchar algunas estaciones de Estados Unidos; él estaba muy atento y poniendo toda la oreja para ver qué se estaba sacando y haciendo su hit parade personal”.
Desde las primeras páginas del libro se leen nombres de bandas clásicas como The Beatles y The Rolling Stones, y artistas representativos como Raiders, Supremes, Dave Clark, Monkees, Association, Box Tops, y Animals. Uno de los principales méritos de La nueva música clásica es que se trata del primer libro escrito en nuestro país dedicado al rock. Eso lo menciona una de las reseñas del libro, escrita por el académico Dalibor Soldatic para la Revista de la Universidad en diciembre de 1968. Soldatic apunta que “además de ser un novelista conocido, José Agustín tiene fama de ser uno de los mejores conocedores y críticos de música moderna en México. Por consiguiente, la aparición de su primer ensayo sobre el tema despertó gran interés, tratándose de la primera publicación de este género en el país”. Esta opinión es respaldada por el crítico y escritor Alberto Blanco, quien en el prólogo a la nueva edición de Grijalbo menciona que: “nadie, que yo sepa, se había ocupado en la literatura mexicana del rock en esa época, y mucho menos se había atrevido a ir tan lejos como José Agustín al calificar al rock como una nueva música clásica. Ninguno de sus contemporáneos hizo cosa semejante”.
Aunque la obra de su padre continúa vigente entre lectores, para José Agustín Ramírez son varios los factores que influyeron en que este libro no obtuviera una gran recepción en las primeras dos ediciones. “Quedó ahí como un bicho raro de su obra, porque mucha gente tampoco aceptaba todavía el rock y también fue [publicado] en una editorial pequeña llamada Universo, y pues supongo que influye que es un ensayo y es autobiografía un poco”, dice el también escritor. Sin embargo, cree que con el uso de internet la obra adquiere una lectura más interesante y dinámica, porque ahora pueden consultarse de inmediato las referencias que menciona José Agustín a lo largo del libro.
Luego de la segunda edición de 1985, La nueva música clásica no había sido reeditada ni José Agustín trabajó en una tercera edición, aunque durante años siguió escribiendo sobre música en diversos medios culturales. “Quién sabe qué hubiera opinado [de la reedición]. Probablemente mi jefe nos hubiera mandado al cuerno”, dice José Agustín Ramírez riéndose. “Pero como el PDF de la primera edición estaba circulando y la segunda edición se vendía a precios muy chistosos [caros] en internet, entonces entendimos que el interés entre sus lectores sí existía, no dejaban morir el texto, aunque él lo desechara”.
Difundir el legado de José Agustín
José Agustín nunca dejó de disfrutar la música. La escuchaba en diferentes formatos: casetes, discos, vinilos; a cualquier hora, al mediodía, luego de despertar, por la noche o mientras trabajaba en su obra. “Cuando vivía en Estados Unidos, cuando fue profesor en universidades de allá, grababa del radio toda la música clásica y todo el rock que podía. Lo registraba todo con su letra minúscula casi ilegible, ponía todas las canciones atrás de los casetes, escribió absolutamente todos los datos que podía sobre esa música y la memorizaba toda”, cuenta José Agustín Ramírez. Luego de la segunda edición de La nueva música clásica, siguió interesándose en escuchar música y en descubrir nuevos ritmos, artistas de “música electrónica, también artistas como DJ Shadow, Massive Attack, Portishead”.
Como parte de la nueva edición, al final de las dos versiones de La nueva música clásica, se incluye un texto de José Agustín Ramírez donde él continúa con el catálogo de artistas y bandas, hasta llegar al 2024, con el álbum The Collective, de Kim Gordon. “De alguna forma yo acabé escribiendo la tercera parte. Es un orgullo, un honor, un privilegio; se siente padrísimo estar ahí, en un power trío con Alberto Blanco y José Agustín”, dice el también ilustrador. “Él siempre me aventaba al ruedo. Una vez me dijo ‘tú escribe la Tragicomedia mexicana, segunda parte’. Él me enseñó el periodismo musical, he trabajado en medios también”.
También te puede interesar el artículo de Pedro Adrián Zuluaga sobre la publicación de obras póstumas y el caso de Gabriel García Márquez.
Además de la reciente reedición de las obras más significativas de José Agustín en la editorial Debolsillo y la aparición de La nueva música clásica, José Agustín Ramírez cuenta que busca mantener el legado de su padre dentro de la literatura mexicana. Desde abril de 2024 se encuentra en el complejo cultural de Los Pinos la exposición José Agustín. Inventando que sueño (disponible hasta el 30 de septiembre de 2024), donde se exhiben textos, fotografías y discos de su padre. Además, se está preparando un documental: “Lo estoy intentando con Margot Cortázar, periodista y cineasta, con todo el material que dejó, que es muchísimo”.
También tiene interés en publicar la obra inédita que dejó su padre: “Él dejó inconclusas un par de novelas, eso es lo más extenso, como ochenta páginas una de ellas. Hay un montón de libretas escritas a mano. Hay poemas y cuentos breves, obras de teatro”, cuenta. Por último, espera que pronto pueda publicarse una biografía de José Agustín: “Guardaba cualquier referencia a él, a su obra. Está la idea, que tenemos mis hermanos y yo, de que se haga una biografía, a ver quién se atreverá a redactarla”.
La nueva música clásica, (Grijalbo, 2024). pp. 461
<i>La nueva música clásica</i> fue el primer libro en México dedicado al rock. Durante años esta obra de José Agustín fue olvidada y hoy es reeditada. En entrevista, José Agustín Ramírez, hijo del escritor, habla sobre el libro, la melomanía de su padre y los esfuerzos por preservar su legado.
En mayo de 1968, José Agustín tenía veintitrés años y ya había publicado dos de sus novelas más famosas: La tumba y De perfil. También había escrito los cuentos que formarían después Inventando que sueño. Con ese ritmo prolífico de escritura, el escritor estaba por publicar una obra más: un texto breve, de unas 80 páginas, en la colección Cuadernos de la Juventud del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana. Un libro que después sería olvidado por la mayoría de sus lectores, pero no por José Agustín, que lo reescribió en 1985; un libro que, además, fue el primero en México que abordó el rock. Ese libro es La nueva música clásica.
Ahora, en este 2024, la editorial Grijalbo reeditó esta obra olvidada de José Agustín con ambas versiones del texto, la de 1968 y la de 1985, un prólogo de Alberto Blanco, reconocido poeta y ensayista mexicano especialista en rock y jazz, y un apartado escrito por José Agustín Ramírez, hijo del escritor.
Pionero en la difusión del rock
Un libro como La nueva música clásica sólo pudo surgir de un contexto muy específico, de alguien que tuviera un conocimiento casi enciclopédico de un género musical cuyo auge apenas comenzaba en México. En entrevista con Gatopardo, José Agustín Ramírez, hijo del escritor, comenta que el libro “surge de alguna forma gracias a su papá [el padre de José Agustín], que era piloto aviador comercial e iba mucho a Estados Unidos. Era una persona abierta, de un corazón y mente progresistas, y no tuvo ningún problema en traerle los discos de rock”, explica. “A mi padre también le habían regalado un radio con onda corta y podía escuchar algunas estaciones de Estados Unidos; él estaba muy atento y poniendo toda la oreja para ver qué se estaba sacando y haciendo su hit parade personal”.
Desde las primeras páginas del libro se leen nombres de bandas clásicas como The Beatles y The Rolling Stones, y artistas representativos como Raiders, Supremes, Dave Clark, Monkees, Association, Box Tops, y Animals. Uno de los principales méritos de La nueva música clásica es que se trata del primer libro escrito en nuestro país dedicado al rock. Eso lo menciona una de las reseñas del libro, escrita por el académico Dalibor Soldatic para la Revista de la Universidad en diciembre de 1968. Soldatic apunta que “además de ser un novelista conocido, José Agustín tiene fama de ser uno de los mejores conocedores y críticos de música moderna en México. Por consiguiente, la aparición de su primer ensayo sobre el tema despertó gran interés, tratándose de la primera publicación de este género en el país”. Esta opinión es respaldada por el crítico y escritor Alberto Blanco, quien en el prólogo a la nueva edición de Grijalbo menciona que: “nadie, que yo sepa, se había ocupado en la literatura mexicana del rock en esa época, y mucho menos se había atrevido a ir tan lejos como José Agustín al calificar al rock como una nueva música clásica. Ninguno de sus contemporáneos hizo cosa semejante”.
Aunque la obra de su padre continúa vigente entre lectores, para José Agustín Ramírez son varios los factores que influyeron en que este libro no obtuviera una gran recepción en las primeras dos ediciones. “Quedó ahí como un bicho raro de su obra, porque mucha gente tampoco aceptaba todavía el rock y también fue [publicado] en una editorial pequeña llamada Universo, y pues supongo que influye que es un ensayo y es autobiografía un poco”, dice el también escritor. Sin embargo, cree que con el uso de internet la obra adquiere una lectura más interesante y dinámica, porque ahora pueden consultarse de inmediato las referencias que menciona José Agustín a lo largo del libro.
Luego de la segunda edición de 1985, La nueva música clásica no había sido reeditada ni José Agustín trabajó en una tercera edición, aunque durante años siguió escribiendo sobre música en diversos medios culturales. “Quién sabe qué hubiera opinado [de la reedición]. Probablemente mi jefe nos hubiera mandado al cuerno”, dice José Agustín Ramírez riéndose. “Pero como el PDF de la primera edición estaba circulando y la segunda edición se vendía a precios muy chistosos [caros] en internet, entonces entendimos que el interés entre sus lectores sí existía, no dejaban morir el texto, aunque él lo desechara”.
Difundir el legado de José Agustín
José Agustín nunca dejó de disfrutar la música. La escuchaba en diferentes formatos: casetes, discos, vinilos; a cualquier hora, al mediodía, luego de despertar, por la noche o mientras trabajaba en su obra. “Cuando vivía en Estados Unidos, cuando fue profesor en universidades de allá, grababa del radio toda la música clásica y todo el rock que podía. Lo registraba todo con su letra minúscula casi ilegible, ponía todas las canciones atrás de los casetes, escribió absolutamente todos los datos que podía sobre esa música y la memorizaba toda”, cuenta José Agustín Ramírez. Luego de la segunda edición de La nueva música clásica, siguió interesándose en escuchar música y en descubrir nuevos ritmos, artistas de “música electrónica, también artistas como DJ Shadow, Massive Attack, Portishead”.
Como parte de la nueva edición, al final de las dos versiones de La nueva música clásica, se incluye un texto de José Agustín Ramírez donde él continúa con el catálogo de artistas y bandas, hasta llegar al 2024, con el álbum The Collective, de Kim Gordon. “De alguna forma yo acabé escribiendo la tercera parte. Es un orgullo, un honor, un privilegio; se siente padrísimo estar ahí, en un power trío con Alberto Blanco y José Agustín”, dice el también ilustrador. “Él siempre me aventaba al ruedo. Una vez me dijo ‘tú escribe la Tragicomedia mexicana, segunda parte’. Él me enseñó el periodismo musical, he trabajado en medios también”.
También te puede interesar el artículo de Pedro Adrián Zuluaga sobre la publicación de obras póstumas y el caso de Gabriel García Márquez.
Además de la reciente reedición de las obras más significativas de José Agustín en la editorial Debolsillo y la aparición de La nueva música clásica, José Agustín Ramírez cuenta que busca mantener el legado de su padre dentro de la literatura mexicana. Desde abril de 2024 se encuentra en el complejo cultural de Los Pinos la exposición José Agustín. Inventando que sueño (disponible hasta el 30 de septiembre de 2024), donde se exhiben textos, fotografías y discos de su padre. Además, se está preparando un documental: “Lo estoy intentando con Margot Cortázar, periodista y cineasta, con todo el material que dejó, que es muchísimo”.
También tiene interés en publicar la obra inédita que dejó su padre: “Él dejó inconclusas un par de novelas, eso es lo más extenso, como ochenta páginas una de ellas. Hay un montón de libretas escritas a mano. Hay poemas y cuentos breves, obras de teatro”, cuenta. Por último, espera que pronto pueda publicarse una biografía de José Agustín: “Guardaba cualquier referencia a él, a su obra. Está la idea, que tenemos mis hermanos y yo, de que se haga una biografía, a ver quién se atreverá a redactarla”.
La nueva música clásica, (Grijalbo, 2024). pp. 461
José Agustín escribió el primer libro sobre la historia del rock en México.
<i>La nueva música clásica</i> fue el primer libro en México dedicado al rock. Durante años esta obra de José Agustín fue olvidada y hoy es reeditada. En entrevista, José Agustín Ramírez, hijo del escritor, habla sobre el libro, la melomanía de su padre y los esfuerzos por preservar su legado.
En mayo de 1968, José Agustín tenía veintitrés años y ya había publicado dos de sus novelas más famosas: La tumba y De perfil. También había escrito los cuentos que formarían después Inventando que sueño. Con ese ritmo prolífico de escritura, el escritor estaba por publicar una obra más: un texto breve, de unas 80 páginas, en la colección Cuadernos de la Juventud del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana. Un libro que después sería olvidado por la mayoría de sus lectores, pero no por José Agustín, que lo reescribió en 1985; un libro que, además, fue el primero en México que abordó el rock. Ese libro es La nueva música clásica.
Ahora, en este 2024, la editorial Grijalbo reeditó esta obra olvidada de José Agustín con ambas versiones del texto, la de 1968 y la de 1985, un prólogo de Alberto Blanco, reconocido poeta y ensayista mexicano especialista en rock y jazz, y un apartado escrito por José Agustín Ramírez, hijo del escritor.
Pionero en la difusión del rock
Un libro como La nueva música clásica sólo pudo surgir de un contexto muy específico, de alguien que tuviera un conocimiento casi enciclopédico de un género musical cuyo auge apenas comenzaba en México. En entrevista con Gatopardo, José Agustín Ramírez, hijo del escritor, comenta que el libro “surge de alguna forma gracias a su papá [el padre de José Agustín], que era piloto aviador comercial e iba mucho a Estados Unidos. Era una persona abierta, de un corazón y mente progresistas, y no tuvo ningún problema en traerle los discos de rock”, explica. “A mi padre también le habían regalado un radio con onda corta y podía escuchar algunas estaciones de Estados Unidos; él estaba muy atento y poniendo toda la oreja para ver qué se estaba sacando y haciendo su hit parade personal”.
Desde las primeras páginas del libro se leen nombres de bandas clásicas como The Beatles y The Rolling Stones, y artistas representativos como Raiders, Supremes, Dave Clark, Monkees, Association, Box Tops, y Animals. Uno de los principales méritos de La nueva música clásica es que se trata del primer libro escrito en nuestro país dedicado al rock. Eso lo menciona una de las reseñas del libro, escrita por el académico Dalibor Soldatic para la Revista de la Universidad en diciembre de 1968. Soldatic apunta que “además de ser un novelista conocido, José Agustín tiene fama de ser uno de los mejores conocedores y críticos de música moderna en México. Por consiguiente, la aparición de su primer ensayo sobre el tema despertó gran interés, tratándose de la primera publicación de este género en el país”. Esta opinión es respaldada por el crítico y escritor Alberto Blanco, quien en el prólogo a la nueva edición de Grijalbo menciona que: “nadie, que yo sepa, se había ocupado en la literatura mexicana del rock en esa época, y mucho menos se había atrevido a ir tan lejos como José Agustín al calificar al rock como una nueva música clásica. Ninguno de sus contemporáneos hizo cosa semejante”.
Aunque la obra de su padre continúa vigente entre lectores, para José Agustín Ramírez son varios los factores que influyeron en que este libro no obtuviera una gran recepción en las primeras dos ediciones. “Quedó ahí como un bicho raro de su obra, porque mucha gente tampoco aceptaba todavía el rock y también fue [publicado] en una editorial pequeña llamada Universo, y pues supongo que influye que es un ensayo y es autobiografía un poco”, dice el también escritor. Sin embargo, cree que con el uso de internet la obra adquiere una lectura más interesante y dinámica, porque ahora pueden consultarse de inmediato las referencias que menciona José Agustín a lo largo del libro.
Luego de la segunda edición de 1985, La nueva música clásica no había sido reeditada ni José Agustín trabajó en una tercera edición, aunque durante años siguió escribiendo sobre música en diversos medios culturales. “Quién sabe qué hubiera opinado [de la reedición]. Probablemente mi jefe nos hubiera mandado al cuerno”, dice José Agustín Ramírez riéndose. “Pero como el PDF de la primera edición estaba circulando y la segunda edición se vendía a precios muy chistosos [caros] en internet, entonces entendimos que el interés entre sus lectores sí existía, no dejaban morir el texto, aunque él lo desechara”.
Difundir el legado de José Agustín
José Agustín nunca dejó de disfrutar la música. La escuchaba en diferentes formatos: casetes, discos, vinilos; a cualquier hora, al mediodía, luego de despertar, por la noche o mientras trabajaba en su obra. “Cuando vivía en Estados Unidos, cuando fue profesor en universidades de allá, grababa del radio toda la música clásica y todo el rock que podía. Lo registraba todo con su letra minúscula casi ilegible, ponía todas las canciones atrás de los casetes, escribió absolutamente todos los datos que podía sobre esa música y la memorizaba toda”, cuenta José Agustín Ramírez. Luego de la segunda edición de La nueva música clásica, siguió interesándose en escuchar música y en descubrir nuevos ritmos, artistas de “música electrónica, también artistas como DJ Shadow, Massive Attack, Portishead”.
Como parte de la nueva edición, al final de las dos versiones de La nueva música clásica, se incluye un texto de José Agustín Ramírez donde él continúa con el catálogo de artistas y bandas, hasta llegar al 2024, con el álbum The Collective, de Kim Gordon. “De alguna forma yo acabé escribiendo la tercera parte. Es un orgullo, un honor, un privilegio; se siente padrísimo estar ahí, en un power trío con Alberto Blanco y José Agustín”, dice el también ilustrador. “Él siempre me aventaba al ruedo. Una vez me dijo ‘tú escribe la Tragicomedia mexicana, segunda parte’. Él me enseñó el periodismo musical, he trabajado en medios también”.
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Además de la reciente reedición de las obras más significativas de José Agustín en la editorial Debolsillo y la aparición de La nueva música clásica, José Agustín Ramírez cuenta que busca mantener el legado de su padre dentro de la literatura mexicana. Desde abril de 2024 se encuentra en el complejo cultural de Los Pinos la exposición José Agustín. Inventando que sueño (disponible hasta el 30 de septiembre de 2024), donde se exhiben textos, fotografías y discos de su padre. Además, se está preparando un documental: “Lo estoy intentando con Margot Cortázar, periodista y cineasta, con todo el material que dejó, que es muchísimo”.
También tiene interés en publicar la obra inédita que dejó su padre: “Él dejó inconclusas un par de novelas, eso es lo más extenso, como ochenta páginas una de ellas. Hay un montón de libretas escritas a mano. Hay poemas y cuentos breves, obras de teatro”, cuenta. Por último, espera que pronto pueda publicarse una biografía de José Agustín: “Guardaba cualquier referencia a él, a su obra. Está la idea, que tenemos mis hermanos y yo, de que se haga una biografía, a ver quién se atreverá a redactarla”.
La nueva música clásica, (Grijalbo, 2024). pp. 461
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