Tras semanas intensas de evaluaciones, el jurado del Instituto Nacional Electoral (INE), ha elegido a sus nuevos cuatro consejeros electorales, entre ellos, la nueva presienta. Jorge Montaño Ventura, actual fiscal de delitos electorales de Tabasco; Rita Bell López Vences, consejera del instituto electoral de Oaxaca; y Arturo Castillo Loza, secretario de Estudio y Cuenta del magistrado Vargas Valdez, fueron los tres consejeros electos; mientras que Guadalupe Taddei Zavala, quien fue presidenta del instituto electoral de Sonora, fue electa como presidenta consejera.

Durante el sexenio de López Obrador, el INE ha sido objeto de  recortes presupuestales e intentos de reformas electorales con la intención de debilitarlo, por lo que las recientes elecciones concejales cobraron una especial relevancia, principalmente después de que se diera a conocer que gran parte de los finalistas tenía alguna relación política con Morena, la mayoría a través de familiares involucrados en el gobierno. Esta revelación despertó dudas sobre la imparcialidad de los concursantes.

¿Qué tan preparados están los nuevos consejeros para enfrentar los próximos retos electorales? y ¿qué podemos esperar de la nueva conformación del INE?

Pero primero, revisemos el proceso de selección. En la primera fase se designó un Comité Técnico de Evaluación, con una función similar a la de un árbitro, encargado de evaluar a los aspirantes. Este comité se conforma por dos diputados de la Junta de Coordinación Política, dos funcionarios de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y dos funcionarios del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información, y desde esta designación comenzaron las polémicas, ya que de los siete miembros que conforman el Comité, cinco fueron señalados por ser demasiado cercanos a Morena.

Posteriormente, dicho comité empezó a trabajar con los 939 aspirantes que manifestaron su intención de ser consejeros; primero, se descartaron aquellos que no finalizaron su proceso de registro y luego se eliminaron a los que no cumplían con los requisitos legales establecidos; por ejemplo, no pueden ser consejeros aquellos que hayan sido candidatos, altos funcionarios de gobierno o dirigentes de algún partido político en los últimos cinco años; quienes tengan una segunda nacionalidad, quienes no tengan más de 30 años de edad, quienes no cuenten con un título profesional o, incluso, aquellos que no hayan vivido en México en los últimos años.

Una vez que se revisaron esos detalles, los participantes que pasaron a las siguientes etapas tuvieron que presentar un ensayo, hacer un examen de conocimientos y presentarse a una serie de entrevistas ante el comité. Después de esta exhaustiva evaluación, se seleccionaron los 20 perfiles finalistas, y la votación final se trasladó a la Cámara de Diputados, quienes, por ley, son los encargados de elegir a los consejeros electorales a través de una votación.

Sin embargo, en esta ocasión, no se pudieron poner de acuerdo  y las desiciones se terminaron  tomando al azar, ya que la constitución establece que si los diputados no logran llegar a un común acuerdo en la votación, los consejeros se eligen por sorteo, en una especie de tómbola. Así se eligió a Jorge Montaño, Rita Bell, Arturo Castillo y Guadalupe Taddei, quienes durante los próximos nueve años, o sea, hasta 2032, formarán parte del grupo de 11 consejeros que conforman al INE.

Horacio Vives, profesor del Departamento de Ciencia Política del ITAM, quien ha sido director del Centro de Estudios Alonso Lujambio, habla acerca del proceso de elección: “lo que me parece una verdadera tragedia en términos de fracaso del Congreso, que tiene que ser el lugar en el cual tienen que haber acuerdos, es que no han llegado justamente quienes debían ser nombrados y que este mecanismo se lo hayan dejado a la suerte. Con esta elección no queda todo el mundo feliz, ni todo el mundo derrotado, ya que, claramente, los elegidos tienen más o menos oficio, pericia y trayectoria en materia electoral, y creo que es bueno darles el beneficio de la duda porque van a tener una labor titánica por hacer, primero por los desafíos que tienen que sortear y, segundo, por las personas a las que están supliendo, ya que van a ser tremendamente observados”.

Por otro lado, Paula Sofía Sánchez Vazquez, abogada por la UNAM y analista política con más de 15 años de experiencia, encuentra algunos aspectos positivos en el resultado de la elección: “la suerte protegió muchísimo al INE, solo habrá que ver cómo se van desarrollando los consejeros. Creo que estamos dejando el chilangocentrismo atrás en la integración del INE y eso me parece una cosa interesante y valiosa, y me gusta que hayan consejeros que vengan de otras trayectorias y de otros lugares”.

Finalmente, Javier Martín Reyes, Doctor en Derecho por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM e investigador asociado en la misma institución, llega a la conclusión de que el origen de todas las controversias fue la elección de los miembros del Comité Técnico, encargado de designar a los finalistas:  “la piedra angular del sistema, en efecto, es el Comité Técnico de Evaluación y todos los problemas que vimos son una consecuencia de tener a tres integrantes que simple y sencillamente no tenían la capacidad técnica, la estatura ni la imparcialidad necesaria, porque francamente hubieron preguntas que estaban mal diseñadas. Quizás la designación de los integrantes del Comité Técnico tendría que ser por una mayoría calificada. En cuanto a los concursantes, hubo una ausencia de académicos, pero también de funcionarios al interior del INE con muy buenas trayectorias y con todas las credenciales, que no llegaron ni a las últimas etapas, aunque lo que sí vimos fueron personas que no tenían ni la más remota experiencia en materia electoral”.

Sin duda, durante los siguientes nueve años, los consejeros serán vigilados muy de cerca  y en Semanario Gatopardo estaremos muy pendientes de su gestión.

Si quieres conocer más del tema, escucha el episodio completo de esta semana, en voz de Fernanda Caso.