Silencios compartidos para vivir el cine como la actriz Alma Pöysti

Silencios compartidos para vivir el cine como la actriz Alma Pöysti

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Tiempo de Lectura: 00 min

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki nos presenta en Fallen Leaves un entrañable retrato del amor entre dos personas que necesitaban encontrarse para volver a vivir. Aquí una charla con su protagonista, Alma Pöysti, nominada al Golden Globe 2024.

Texto de
Fotografía de
Realización de
Ilustración de
Traducción de
Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Dos almas rotas que han dejado de vivir y solo existen. Dos cuerpos que deambulan sin amor, sin compañía, sin propósito alguno que los motive a sonreír y abandonar todos los días la cama. A seres como ellos, con la alegría robada, solo les queda una última esperanza: que el universo conspire a su favor y de a poco les devuelva a sus corazones la felicidad. “Oh, pero el destino es cruel y definitivamente va a jugar con ellos”, dice entre risas la actriz finlandesa Alma Pöysti, recordándonos que, aunque es sabia, la vida también posee un lado sádico y maquiavélico con el que hace de nosotros lo que le venga en gana.

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki hace de Fallen Leaves, su nueva película, el vivo retrato de la forma del destino para despojarte de todo, solo para otorgar una oportunidad de volver a comenzar. Alma Pöysti, protagonista de esta cinta, coincide con ello: “Cuando conocemos a Ansa, ella probablemente se ha dado por vencida en encontrar el amor. Eso es algo tan aterrador que incluso destruye a las personas. Pero es ahí cuando el destino entra en el juego, ella conoce a Holappa —interpretado por Jussi Vatanen— y estos dos conectan de forma instantánea, y a un nivel tan profundo que, de alguna manera, los sacude por completo y obliga a ambos a ser muy valientes a partir de ese momento”.

A la luz siempre la acompaña un poco de oscuridad; al amor, una dosis de profundo dolor. Por ello, es lógico que al llegar la felicidad, uno la reciba con mucha cautela… siempre a la espera de la tragedia. Tras acudir a la proyección de una película, Holappa sostiene con Ansa una conversación en apariencia inexpresiva, donde muestra su dureza. Ella rompe la tensión al dibujar una pequeña sonrisa. “Entonces, ¿nos volveremos a ver?”, pregunta el hombre con la misma seriedad. “¿Te gustaría?”, interviene ella, mirándolo a los ojos. Ante el entusiasmo inusitado de Holappa, Ansa anota su teléfono en un papel. “Ni siquiera sé tu nombre, ¿te acompaño a casa?”, dice Holappa a lo que Ansa responde “Te lo diré la próxima vez. Vivo cerca”, para dejar el resto en manos del destino.

“No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos", Alma Pöysti, actriz.

Los silencios compartidos

Sin importar el idioma, uno puede descubrir demasiado de una persona si es capaz de descifrar su alma. Y una forma de acceder a ella es a través de sus ojos. En Fallen Leaves, Alma Pöysti logra mostrarnos el espíritu de Ansa solo con su mirada y nos entrega un sinfín de sentimientos, muchas veces sin decir una palabra. Lo hace cuando un simple viaje en transporte público se vuelve una profunda reflexión de la vida. También cuando mira a través de una ventana y deposita sus sueños en la lluvia que observa o al momento de acariciar al hermoso perrito que la acompaña en su tristeza. Y sobre todo, cuando mira al hombre que se encuentra frente a ella y quien le parece devolver la felicidad.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

“En Finlandia estamos bastante cómodos con el silencio”, comenta Pöysti entre risas. “¡Incluso somos conocidos por ello y hasta es algo que buscamos compartir! Sé que en otras culturas esto puede hacer que la gente se sienta incómoda, pero en mi país es bastante normal. Puedes subirte a un autobús y la falta de sonido hará eco. Así que, para mí, estar en silencio es parte de nuestra cultura. Hay demasiadas cosas que ocurren entre dos personas cuando ninguna palabra es dicha”.

Quizá por ello sea tan emocionante ver cuando Ansa y Holappa solo se miran. Los grandes amores son distinguibles a simple vista, cuando solo el silencio los acompaña o en esos momentos de nerviosismo delator. Su primera cena es una cita retrasada por la perversidad del destino —o por la sagacidad del mismo (difícil saberlo)—, donde la simpleza de un platillo podría significar el entregar lo mucho o poco que uno tenga, pero con devoción. Es palpable la tensión de estar por primera vez al lado de quien te mueve las entrañas. Ese momento que se vive solo una vez: permanecer frente al amor de tu vida.

“Y lo que esta mudez hace por la audiencia en esta película es que le da espacio para proyectar lo que necesitan [para conectar] con la historia y llevar sus propias experiencias o sentimientos [hacia estos personajes]”, agrega Pöysti. “No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos. Él confía en la audiencia y les da el espacio suficiente para poner algo de su propio corazón en beneficio de la historia, para avivar los sentimientos y para conectar a profundidad con estos personajes”.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

El cine como la vida misma

Conocido por retratar el alma de sus personajes de una forma divertidamente cruda, el galardonado cineasta finlandés es identificado por la manera tan peculiar de filmar sus historias. “Bueno, él es realmente un cineasta”, explica la actriz. “Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma. Él tiene su propio método para conseguir las cualidades que busca y lo hace, además, mezclando actores profesionales con amateurs, lo cual nos lleva a encontrar un punto en común, muy Kaurismäki, como lo defino yo, entre la actuación y lo que realmente vive la gente”.

En esta conjunción de mundos, Fallen Leaves nos hace parte de un universo adornado con múltiples referencias a la historia del cine que van desde un póster de Limelight (1952), de Chaplin, un hermosa perrita llamada como el mencionado ícono del cine mudo, hasta la primera cita de los protagonistas enmarcada por una proyección de The Dead Don't Die (2019), de Jim Jarmusch. Por otro lado, la cinta hace uso de sus recursos cinematográficos para recordarnos el mundo, cruel y violento, que aguarda siempre afuera de las salas de cine y al que nunca debemos olvidar.

“Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma", Alma Pöysti, actriz.

A través de la radio, Ansa y el resto de los personajes, escuchan día a día el reporte de la invasión rusa a Ucrania y la forma en que la guerra, como un monstruo despiadado, arrastra con todo a su paso. “Ellos escuchan porque, de alguna forma, quieren estar presentes; quieren saber lo que está pasando y se sienten obligados a estar al tanto”, explica Pöysti. “La radio nos recuerda lo frágil que es la vida y, de alguna manera, nos invita a reflexionar qué haremos con ella. Aki mencionó alguna vez que […] hubiera sido imposible hacer una película sin tomar en cuenta esta guerra [y que lo incluyó en la trama] porque el cine sirve como una cápsula del tiempo, como un testigo de lo que está pasando ahora y es también una responsabilidad como artistas para tomar una postura sobre lo que está ocurriendo”.

También te puede interesar: "Porque parece mentira, la verdad se escurre en Anatomy of a Fall".

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Por todas estas emociones, los retos y las satisfacciones, Pöysti califica su primer acercamiento al universo de Kaurismäki como una gran experiencia de vida: “Fue un viaje de tal aprendizaje no solo el trabajar con él, sino con todo el equipo presente, con el que ha colaborado por más de 40 años. El rodaje de Fallen Leaves fue un regalo para mí. Y Aki fue tan generoso, cálido, amoroso y afectuoso que Jussi Vatanen, mi coprotagonista, y yo, disfrutábamos enormemente estar en el set. Era la primera vez que trabajábamos con él y no queríamos perdernos de nada. Aki Kaurismäki es tan exacto y preciso, que, desde el guion de sus historias, se nota exactamente lo que quiere. Y el libreto de esta película era absolutamente hermoso y demostraba una visión tan clara que te invitaba a realmente confiar en su visión”.

Personajes que lo dicen todo con la mirada. Encuadres que emulan momentos icónicos de la cinematografía. Seres acompañados por un dolor perpetuo. Salas de cine que encuadran los sentimientos más puros. Almas encontradas al interior de los infinitos silencios. Risas involuntarias que reparan corazones. Miradas que se buscan hasta encontrarse… así sea lo último que hagan. Así son los personajes de Aki Kaurismäki. Así es su cine. Y de alguna u otra forma así es nuestra vida.

La felicidad de las pequeñas cosas

Fallen Leaves ha llenado la carrera de la actriz del aplauso mundial en un viaje que inició con el Premio del Jurado en la edición 2023 del Festival de Cannes y que culminó con una inesperada nominación para ella en la entrega más reciente de los Golden Globes. Quizá por esto Alma Pöysti mira sonriente hacia la cámara de la videollamada que nos permite conversar pocos días antes del anuncio de nominaciones al Óscar 2024.

Si bien la cinta no consiguió espacio en la categoría a Mejor película internacional, en aquel momento de nuestra charla, Alma ya reconocía y celebraba lo más importante que Fallen Leaves le regaló desde el inicio: el corazón del público en sus manos. “Viajar con la película como lo hemos hecho, y ver a la gente realmente conmovida por nuestra historia, ha sido maravilloso”, comenta con una enorme sonrisa. “Nos muestra que realmente nos hemos robado su corazón e incluso nos agradecen por darles un poquito de esperanza ante este mundo tan rudo y en estos tiempos tan aterradores en los que vivimos. Y eso es hermoso. Es maravilloso cómo la sensibilidad, el humor, la humanidad de esta película ha funcionado en todo el mundo; desde Japón a América Latina. ¡En todas partes! Es realmente extraordinario y ha sido hermoso ser parte de esto”.

Fallen Leaves está disponible en la cartelera de la Cineteca Nacional y a través del catálogo de MUBI.

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Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki nos presenta en Fallen Leaves un entrañable retrato del amor entre dos personas que necesitaban encontrarse para volver a vivir. Aquí una charla con su protagonista, Alma Pöysti, nominada al Golden Globe 2024.

Texto de
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Dos almas rotas que han dejado de vivir y solo existen. Dos cuerpos que deambulan sin amor, sin compañía, sin propósito alguno que los motive a sonreír y abandonar todos los días la cama. A seres como ellos, con la alegría robada, solo les queda una última esperanza: que el universo conspire a su favor y de a poco les devuelva a sus corazones la felicidad. “Oh, pero el destino es cruel y definitivamente va a jugar con ellos”, dice entre risas la actriz finlandesa Alma Pöysti, recordándonos que, aunque es sabia, la vida también posee un lado sádico y maquiavélico con el que hace de nosotros lo que le venga en gana.

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki hace de Fallen Leaves, su nueva película, el vivo retrato de la forma del destino para despojarte de todo, solo para otorgar una oportunidad de volver a comenzar. Alma Pöysti, protagonista de esta cinta, coincide con ello: “Cuando conocemos a Ansa, ella probablemente se ha dado por vencida en encontrar el amor. Eso es algo tan aterrador que incluso destruye a las personas. Pero es ahí cuando el destino entra en el juego, ella conoce a Holappa —interpretado por Jussi Vatanen— y estos dos conectan de forma instantánea, y a un nivel tan profundo que, de alguna manera, los sacude por completo y obliga a ambos a ser muy valientes a partir de ese momento”.

A la luz siempre la acompaña un poco de oscuridad; al amor, una dosis de profundo dolor. Por ello, es lógico que al llegar la felicidad, uno la reciba con mucha cautela… siempre a la espera de la tragedia. Tras acudir a la proyección de una película, Holappa sostiene con Ansa una conversación en apariencia inexpresiva, donde muestra su dureza. Ella rompe la tensión al dibujar una pequeña sonrisa. “Entonces, ¿nos volveremos a ver?”, pregunta el hombre con la misma seriedad. “¿Te gustaría?”, interviene ella, mirándolo a los ojos. Ante el entusiasmo inusitado de Holappa, Ansa anota su teléfono en un papel. “Ni siquiera sé tu nombre, ¿te acompaño a casa?”, dice Holappa a lo que Ansa responde “Te lo diré la próxima vez. Vivo cerca”, para dejar el resto en manos del destino.

“No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos", Alma Pöysti, actriz.

Los silencios compartidos

Sin importar el idioma, uno puede descubrir demasiado de una persona si es capaz de descifrar su alma. Y una forma de acceder a ella es a través de sus ojos. En Fallen Leaves, Alma Pöysti logra mostrarnos el espíritu de Ansa solo con su mirada y nos entrega un sinfín de sentimientos, muchas veces sin decir una palabra. Lo hace cuando un simple viaje en transporte público se vuelve una profunda reflexión de la vida. También cuando mira a través de una ventana y deposita sus sueños en la lluvia que observa o al momento de acariciar al hermoso perrito que la acompaña en su tristeza. Y sobre todo, cuando mira al hombre que se encuentra frente a ella y quien le parece devolver la felicidad.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

“En Finlandia estamos bastante cómodos con el silencio”, comenta Pöysti entre risas. “¡Incluso somos conocidos por ello y hasta es algo que buscamos compartir! Sé que en otras culturas esto puede hacer que la gente se sienta incómoda, pero en mi país es bastante normal. Puedes subirte a un autobús y la falta de sonido hará eco. Así que, para mí, estar en silencio es parte de nuestra cultura. Hay demasiadas cosas que ocurren entre dos personas cuando ninguna palabra es dicha”.

Quizá por ello sea tan emocionante ver cuando Ansa y Holappa solo se miran. Los grandes amores son distinguibles a simple vista, cuando solo el silencio los acompaña o en esos momentos de nerviosismo delator. Su primera cena es una cita retrasada por la perversidad del destino —o por la sagacidad del mismo (difícil saberlo)—, donde la simpleza de un platillo podría significar el entregar lo mucho o poco que uno tenga, pero con devoción. Es palpable la tensión de estar por primera vez al lado de quien te mueve las entrañas. Ese momento que se vive solo una vez: permanecer frente al amor de tu vida.

“Y lo que esta mudez hace por la audiencia en esta película es que le da espacio para proyectar lo que necesitan [para conectar] con la historia y llevar sus propias experiencias o sentimientos [hacia estos personajes]”, agrega Pöysti. “No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos. Él confía en la audiencia y les da el espacio suficiente para poner algo de su propio corazón en beneficio de la historia, para avivar los sentimientos y para conectar a profundidad con estos personajes”.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

El cine como la vida misma

Conocido por retratar el alma de sus personajes de una forma divertidamente cruda, el galardonado cineasta finlandés es identificado por la manera tan peculiar de filmar sus historias. “Bueno, él es realmente un cineasta”, explica la actriz. “Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma. Él tiene su propio método para conseguir las cualidades que busca y lo hace, además, mezclando actores profesionales con amateurs, lo cual nos lleva a encontrar un punto en común, muy Kaurismäki, como lo defino yo, entre la actuación y lo que realmente vive la gente”.

En esta conjunción de mundos, Fallen Leaves nos hace parte de un universo adornado con múltiples referencias a la historia del cine que van desde un póster de Limelight (1952), de Chaplin, un hermosa perrita llamada como el mencionado ícono del cine mudo, hasta la primera cita de los protagonistas enmarcada por una proyección de The Dead Don't Die (2019), de Jim Jarmusch. Por otro lado, la cinta hace uso de sus recursos cinematográficos para recordarnos el mundo, cruel y violento, que aguarda siempre afuera de las salas de cine y al que nunca debemos olvidar.

“Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma", Alma Pöysti, actriz.

A través de la radio, Ansa y el resto de los personajes, escuchan día a día el reporte de la invasión rusa a Ucrania y la forma en que la guerra, como un monstruo despiadado, arrastra con todo a su paso. “Ellos escuchan porque, de alguna forma, quieren estar presentes; quieren saber lo que está pasando y se sienten obligados a estar al tanto”, explica Pöysti. “La radio nos recuerda lo frágil que es la vida y, de alguna manera, nos invita a reflexionar qué haremos con ella. Aki mencionó alguna vez que […] hubiera sido imposible hacer una película sin tomar en cuenta esta guerra [y que lo incluyó en la trama] porque el cine sirve como una cápsula del tiempo, como un testigo de lo que está pasando ahora y es también una responsabilidad como artistas para tomar una postura sobre lo que está ocurriendo”.

También te puede interesar: "Porque parece mentira, la verdad se escurre en Anatomy of a Fall".

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Por todas estas emociones, los retos y las satisfacciones, Pöysti califica su primer acercamiento al universo de Kaurismäki como una gran experiencia de vida: “Fue un viaje de tal aprendizaje no solo el trabajar con él, sino con todo el equipo presente, con el que ha colaborado por más de 40 años. El rodaje de Fallen Leaves fue un regalo para mí. Y Aki fue tan generoso, cálido, amoroso y afectuoso que Jussi Vatanen, mi coprotagonista, y yo, disfrutábamos enormemente estar en el set. Era la primera vez que trabajábamos con él y no queríamos perdernos de nada. Aki Kaurismäki es tan exacto y preciso, que, desde el guion de sus historias, se nota exactamente lo que quiere. Y el libreto de esta película era absolutamente hermoso y demostraba una visión tan clara que te invitaba a realmente confiar en su visión”.

Personajes que lo dicen todo con la mirada. Encuadres que emulan momentos icónicos de la cinematografía. Seres acompañados por un dolor perpetuo. Salas de cine que encuadran los sentimientos más puros. Almas encontradas al interior de los infinitos silencios. Risas involuntarias que reparan corazones. Miradas que se buscan hasta encontrarse… así sea lo último que hagan. Así son los personajes de Aki Kaurismäki. Así es su cine. Y de alguna u otra forma así es nuestra vida.

La felicidad de las pequeñas cosas

Fallen Leaves ha llenado la carrera de la actriz del aplauso mundial en un viaje que inició con el Premio del Jurado en la edición 2023 del Festival de Cannes y que culminó con una inesperada nominación para ella en la entrega más reciente de los Golden Globes. Quizá por esto Alma Pöysti mira sonriente hacia la cámara de la videollamada que nos permite conversar pocos días antes del anuncio de nominaciones al Óscar 2024.

Si bien la cinta no consiguió espacio en la categoría a Mejor película internacional, en aquel momento de nuestra charla, Alma ya reconocía y celebraba lo más importante que Fallen Leaves le regaló desde el inicio: el corazón del público en sus manos. “Viajar con la película como lo hemos hecho, y ver a la gente realmente conmovida por nuestra historia, ha sido maravilloso”, comenta con una enorme sonrisa. “Nos muestra que realmente nos hemos robado su corazón e incluso nos agradecen por darles un poquito de esperanza ante este mundo tan rudo y en estos tiempos tan aterradores en los que vivimos. Y eso es hermoso. Es maravilloso cómo la sensibilidad, el humor, la humanidad de esta película ha funcionado en todo el mundo; desde Japón a América Latina. ¡En todas partes! Es realmente extraordinario y ha sido hermoso ser parte de esto”.

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Archivo Gatopardo

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Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki nos presenta en Fallen Leaves un entrañable retrato del amor entre dos personas que necesitaban encontrarse para volver a vivir. Aquí una charla con su protagonista, Alma Pöysti, nominada al Golden Globe 2024.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Dos almas rotas que han dejado de vivir y solo existen. Dos cuerpos que deambulan sin amor, sin compañía, sin propósito alguno que los motive a sonreír y abandonar todos los días la cama. A seres como ellos, con la alegría robada, solo les queda una última esperanza: que el universo conspire a su favor y de a poco les devuelva a sus corazones la felicidad. “Oh, pero el destino es cruel y definitivamente va a jugar con ellos”, dice entre risas la actriz finlandesa Alma Pöysti, recordándonos que, aunque es sabia, la vida también posee un lado sádico y maquiavélico con el que hace de nosotros lo que le venga en gana.

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki hace de Fallen Leaves, su nueva película, el vivo retrato de la forma del destino para despojarte de todo, solo para otorgar una oportunidad de volver a comenzar. Alma Pöysti, protagonista de esta cinta, coincide con ello: “Cuando conocemos a Ansa, ella probablemente se ha dado por vencida en encontrar el amor. Eso es algo tan aterrador que incluso destruye a las personas. Pero es ahí cuando el destino entra en el juego, ella conoce a Holappa —interpretado por Jussi Vatanen— y estos dos conectan de forma instantánea, y a un nivel tan profundo que, de alguna manera, los sacude por completo y obliga a ambos a ser muy valientes a partir de ese momento”.

A la luz siempre la acompaña un poco de oscuridad; al amor, una dosis de profundo dolor. Por ello, es lógico que al llegar la felicidad, uno la reciba con mucha cautela… siempre a la espera de la tragedia. Tras acudir a la proyección de una película, Holappa sostiene con Ansa una conversación en apariencia inexpresiva, donde muestra su dureza. Ella rompe la tensión al dibujar una pequeña sonrisa. “Entonces, ¿nos volveremos a ver?”, pregunta el hombre con la misma seriedad. “¿Te gustaría?”, interviene ella, mirándolo a los ojos. Ante el entusiasmo inusitado de Holappa, Ansa anota su teléfono en un papel. “Ni siquiera sé tu nombre, ¿te acompaño a casa?”, dice Holappa a lo que Ansa responde “Te lo diré la próxima vez. Vivo cerca”, para dejar el resto en manos del destino.

“No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos", Alma Pöysti, actriz.

Los silencios compartidos

Sin importar el idioma, uno puede descubrir demasiado de una persona si es capaz de descifrar su alma. Y una forma de acceder a ella es a través de sus ojos. En Fallen Leaves, Alma Pöysti logra mostrarnos el espíritu de Ansa solo con su mirada y nos entrega un sinfín de sentimientos, muchas veces sin decir una palabra. Lo hace cuando un simple viaje en transporte público se vuelve una profunda reflexión de la vida. También cuando mira a través de una ventana y deposita sus sueños en la lluvia que observa o al momento de acariciar al hermoso perrito que la acompaña en su tristeza. Y sobre todo, cuando mira al hombre que se encuentra frente a ella y quien le parece devolver la felicidad.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

“En Finlandia estamos bastante cómodos con el silencio”, comenta Pöysti entre risas. “¡Incluso somos conocidos por ello y hasta es algo que buscamos compartir! Sé que en otras culturas esto puede hacer que la gente se sienta incómoda, pero en mi país es bastante normal. Puedes subirte a un autobús y la falta de sonido hará eco. Así que, para mí, estar en silencio es parte de nuestra cultura. Hay demasiadas cosas que ocurren entre dos personas cuando ninguna palabra es dicha”.

Quizá por ello sea tan emocionante ver cuando Ansa y Holappa solo se miran. Los grandes amores son distinguibles a simple vista, cuando solo el silencio los acompaña o en esos momentos de nerviosismo delator. Su primera cena es una cita retrasada por la perversidad del destino —o por la sagacidad del mismo (difícil saberlo)—, donde la simpleza de un platillo podría significar el entregar lo mucho o poco que uno tenga, pero con devoción. Es palpable la tensión de estar por primera vez al lado de quien te mueve las entrañas. Ese momento que se vive solo una vez: permanecer frente al amor de tu vida.

“Y lo que esta mudez hace por la audiencia en esta película es que le da espacio para proyectar lo que necesitan [para conectar] con la historia y llevar sus propias experiencias o sentimientos [hacia estos personajes]”, agrega Pöysti. “No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos. Él confía en la audiencia y les da el espacio suficiente para poner algo de su propio corazón en beneficio de la historia, para avivar los sentimientos y para conectar a profundidad con estos personajes”.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

El cine como la vida misma

Conocido por retratar el alma de sus personajes de una forma divertidamente cruda, el galardonado cineasta finlandés es identificado por la manera tan peculiar de filmar sus historias. “Bueno, él es realmente un cineasta”, explica la actriz. “Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma. Él tiene su propio método para conseguir las cualidades que busca y lo hace, además, mezclando actores profesionales con amateurs, lo cual nos lleva a encontrar un punto en común, muy Kaurismäki, como lo defino yo, entre la actuación y lo que realmente vive la gente”.

En esta conjunción de mundos, Fallen Leaves nos hace parte de un universo adornado con múltiples referencias a la historia del cine que van desde un póster de Limelight (1952), de Chaplin, un hermosa perrita llamada como el mencionado ícono del cine mudo, hasta la primera cita de los protagonistas enmarcada por una proyección de The Dead Don't Die (2019), de Jim Jarmusch. Por otro lado, la cinta hace uso de sus recursos cinematográficos para recordarnos el mundo, cruel y violento, que aguarda siempre afuera de las salas de cine y al que nunca debemos olvidar.

“Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma", Alma Pöysti, actriz.

A través de la radio, Ansa y el resto de los personajes, escuchan día a día el reporte de la invasión rusa a Ucrania y la forma en que la guerra, como un monstruo despiadado, arrastra con todo a su paso. “Ellos escuchan porque, de alguna forma, quieren estar presentes; quieren saber lo que está pasando y se sienten obligados a estar al tanto”, explica Pöysti. “La radio nos recuerda lo frágil que es la vida y, de alguna manera, nos invita a reflexionar qué haremos con ella. Aki mencionó alguna vez que […] hubiera sido imposible hacer una película sin tomar en cuenta esta guerra [y que lo incluyó en la trama] porque el cine sirve como una cápsula del tiempo, como un testigo de lo que está pasando ahora y es también una responsabilidad como artistas para tomar una postura sobre lo que está ocurriendo”.

También te puede interesar: "Porque parece mentira, la verdad se escurre en Anatomy of a Fall".

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Por todas estas emociones, los retos y las satisfacciones, Pöysti califica su primer acercamiento al universo de Kaurismäki como una gran experiencia de vida: “Fue un viaje de tal aprendizaje no solo el trabajar con él, sino con todo el equipo presente, con el que ha colaborado por más de 40 años. El rodaje de Fallen Leaves fue un regalo para mí. Y Aki fue tan generoso, cálido, amoroso y afectuoso que Jussi Vatanen, mi coprotagonista, y yo, disfrutábamos enormemente estar en el set. Era la primera vez que trabajábamos con él y no queríamos perdernos de nada. Aki Kaurismäki es tan exacto y preciso, que, desde el guion de sus historias, se nota exactamente lo que quiere. Y el libreto de esta película era absolutamente hermoso y demostraba una visión tan clara que te invitaba a realmente confiar en su visión”.

Personajes que lo dicen todo con la mirada. Encuadres que emulan momentos icónicos de la cinematografía. Seres acompañados por un dolor perpetuo. Salas de cine que encuadran los sentimientos más puros. Almas encontradas al interior de los infinitos silencios. Risas involuntarias que reparan corazones. Miradas que se buscan hasta encontrarse… así sea lo último que hagan. Así son los personajes de Aki Kaurismäki. Así es su cine. Y de alguna u otra forma así es nuestra vida.

La felicidad de las pequeñas cosas

Fallen Leaves ha llenado la carrera de la actriz del aplauso mundial en un viaje que inició con el Premio del Jurado en la edición 2023 del Festival de Cannes y que culminó con una inesperada nominación para ella en la entrega más reciente de los Golden Globes. Quizá por esto Alma Pöysti mira sonriente hacia la cámara de la videollamada que nos permite conversar pocos días antes del anuncio de nominaciones al Óscar 2024.

Si bien la cinta no consiguió espacio en la categoría a Mejor película internacional, en aquel momento de nuestra charla, Alma ya reconocía y celebraba lo más importante que Fallen Leaves le regaló desde el inicio: el corazón del público en sus manos. “Viajar con la película como lo hemos hecho, y ver a la gente realmente conmovida por nuestra historia, ha sido maravilloso”, comenta con una enorme sonrisa. “Nos muestra que realmente nos hemos robado su corazón e incluso nos agradecen por darles un poquito de esperanza ante este mundo tan rudo y en estos tiempos tan aterradores en los que vivimos. Y eso es hermoso. Es maravilloso cómo la sensibilidad, el humor, la humanidad de esta película ha funcionado en todo el mundo; desde Japón a América Latina. ¡En todas partes! Es realmente extraordinario y ha sido hermoso ser parte de esto”.

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Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki nos presenta en Fallen Leaves un entrañable retrato del amor entre dos personas que necesitaban encontrarse para volver a vivir. Aquí una charla con su protagonista, Alma Pöysti, nominada al Golden Globe 2024.

Dos almas rotas que han dejado de vivir y solo existen. Dos cuerpos que deambulan sin amor, sin compañía, sin propósito alguno que los motive a sonreír y abandonar todos los días la cama. A seres como ellos, con la alegría robada, solo les queda una última esperanza: que el universo conspire a su favor y de a poco les devuelva a sus corazones la felicidad. “Oh, pero el destino es cruel y definitivamente va a jugar con ellos”, dice entre risas la actriz finlandesa Alma Pöysti, recordándonos que, aunque es sabia, la vida también posee un lado sádico y maquiavélico con el que hace de nosotros lo que le venga en gana.

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki hace de Fallen Leaves, su nueva película, el vivo retrato de la forma del destino para despojarte de todo, solo para otorgar una oportunidad de volver a comenzar. Alma Pöysti, protagonista de esta cinta, coincide con ello: “Cuando conocemos a Ansa, ella probablemente se ha dado por vencida en encontrar el amor. Eso es algo tan aterrador que incluso destruye a las personas. Pero es ahí cuando el destino entra en el juego, ella conoce a Holappa —interpretado por Jussi Vatanen— y estos dos conectan de forma instantánea, y a un nivel tan profundo que, de alguna manera, los sacude por completo y obliga a ambos a ser muy valientes a partir de ese momento”.

A la luz siempre la acompaña un poco de oscuridad; al amor, una dosis de profundo dolor. Por ello, es lógico que al llegar la felicidad, uno la reciba con mucha cautela… siempre a la espera de la tragedia. Tras acudir a la proyección de una película, Holappa sostiene con Ansa una conversación en apariencia inexpresiva, donde muestra su dureza. Ella rompe la tensión al dibujar una pequeña sonrisa. “Entonces, ¿nos volveremos a ver?”, pregunta el hombre con la misma seriedad. “¿Te gustaría?”, interviene ella, mirándolo a los ojos. Ante el entusiasmo inusitado de Holappa, Ansa anota su teléfono en un papel. “Ni siquiera sé tu nombre, ¿te acompaño a casa?”, dice Holappa a lo que Ansa responde “Te lo diré la próxima vez. Vivo cerca”, para dejar el resto en manos del destino.

“No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos", Alma Pöysti, actriz.

Los silencios compartidos

Sin importar el idioma, uno puede descubrir demasiado de una persona si es capaz de descifrar su alma. Y una forma de acceder a ella es a través de sus ojos. En Fallen Leaves, Alma Pöysti logra mostrarnos el espíritu de Ansa solo con su mirada y nos entrega un sinfín de sentimientos, muchas veces sin decir una palabra. Lo hace cuando un simple viaje en transporte público se vuelve una profunda reflexión de la vida. También cuando mira a través de una ventana y deposita sus sueños en la lluvia que observa o al momento de acariciar al hermoso perrito que la acompaña en su tristeza. Y sobre todo, cuando mira al hombre que se encuentra frente a ella y quien le parece devolver la felicidad.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

“En Finlandia estamos bastante cómodos con el silencio”, comenta Pöysti entre risas. “¡Incluso somos conocidos por ello y hasta es algo que buscamos compartir! Sé que en otras culturas esto puede hacer que la gente se sienta incómoda, pero en mi país es bastante normal. Puedes subirte a un autobús y la falta de sonido hará eco. Así que, para mí, estar en silencio es parte de nuestra cultura. Hay demasiadas cosas que ocurren entre dos personas cuando ninguna palabra es dicha”.

Quizá por ello sea tan emocionante ver cuando Ansa y Holappa solo se miran. Los grandes amores son distinguibles a simple vista, cuando solo el silencio los acompaña o en esos momentos de nerviosismo delator. Su primera cena es una cita retrasada por la perversidad del destino —o por la sagacidad del mismo (difícil saberlo)—, donde la simpleza de un platillo podría significar el entregar lo mucho o poco que uno tenga, pero con devoción. Es palpable la tensión de estar por primera vez al lado de quien te mueve las entrañas. Ese momento que se vive solo una vez: permanecer frente al amor de tu vida.

“Y lo que esta mudez hace por la audiencia en esta película es que le da espacio para proyectar lo que necesitan [para conectar] con la historia y llevar sus propias experiencias o sentimientos [hacia estos personajes]”, agrega Pöysti. “No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos. Él confía en la audiencia y les da el espacio suficiente para poner algo de su propio corazón en beneficio de la historia, para avivar los sentimientos y para conectar a profundidad con estos personajes”.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

El cine como la vida misma

Conocido por retratar el alma de sus personajes de una forma divertidamente cruda, el galardonado cineasta finlandés es identificado por la manera tan peculiar de filmar sus historias. “Bueno, él es realmente un cineasta”, explica la actriz. “Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma. Él tiene su propio método para conseguir las cualidades que busca y lo hace, además, mezclando actores profesionales con amateurs, lo cual nos lleva a encontrar un punto en común, muy Kaurismäki, como lo defino yo, entre la actuación y lo que realmente vive la gente”.

En esta conjunción de mundos, Fallen Leaves nos hace parte de un universo adornado con múltiples referencias a la historia del cine que van desde un póster de Limelight (1952), de Chaplin, un hermosa perrita llamada como el mencionado ícono del cine mudo, hasta la primera cita de los protagonistas enmarcada por una proyección de The Dead Don't Die (2019), de Jim Jarmusch. Por otro lado, la cinta hace uso de sus recursos cinematográficos para recordarnos el mundo, cruel y violento, que aguarda siempre afuera de las salas de cine y al que nunca debemos olvidar.

“Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma", Alma Pöysti, actriz.

A través de la radio, Ansa y el resto de los personajes, escuchan día a día el reporte de la invasión rusa a Ucrania y la forma en que la guerra, como un monstruo despiadado, arrastra con todo a su paso. “Ellos escuchan porque, de alguna forma, quieren estar presentes; quieren saber lo que está pasando y se sienten obligados a estar al tanto”, explica Pöysti. “La radio nos recuerda lo frágil que es la vida y, de alguna manera, nos invita a reflexionar qué haremos con ella. Aki mencionó alguna vez que […] hubiera sido imposible hacer una película sin tomar en cuenta esta guerra [y que lo incluyó en la trama] porque el cine sirve como una cápsula del tiempo, como un testigo de lo que está pasando ahora y es también una responsabilidad como artistas para tomar una postura sobre lo que está ocurriendo”.

También te puede interesar: "Porque parece mentira, la verdad se escurre en Anatomy of a Fall".

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Por todas estas emociones, los retos y las satisfacciones, Pöysti califica su primer acercamiento al universo de Kaurismäki como una gran experiencia de vida: “Fue un viaje de tal aprendizaje no solo el trabajar con él, sino con todo el equipo presente, con el que ha colaborado por más de 40 años. El rodaje de Fallen Leaves fue un regalo para mí. Y Aki fue tan generoso, cálido, amoroso y afectuoso que Jussi Vatanen, mi coprotagonista, y yo, disfrutábamos enormemente estar en el set. Era la primera vez que trabajábamos con él y no queríamos perdernos de nada. Aki Kaurismäki es tan exacto y preciso, que, desde el guion de sus historias, se nota exactamente lo que quiere. Y el libreto de esta película era absolutamente hermoso y demostraba una visión tan clara que te invitaba a realmente confiar en su visión”.

Personajes que lo dicen todo con la mirada. Encuadres que emulan momentos icónicos de la cinematografía. Seres acompañados por un dolor perpetuo. Salas de cine que encuadran los sentimientos más puros. Almas encontradas al interior de los infinitos silencios. Risas involuntarias que reparan corazones. Miradas que se buscan hasta encontrarse… así sea lo último que hagan. Así son los personajes de Aki Kaurismäki. Así es su cine. Y de alguna u otra forma así es nuestra vida.

La felicidad de las pequeñas cosas

Fallen Leaves ha llenado la carrera de la actriz del aplauso mundial en un viaje que inició con el Premio del Jurado en la edición 2023 del Festival de Cannes y que culminó con una inesperada nominación para ella en la entrega más reciente de los Golden Globes. Quizá por esto Alma Pöysti mira sonriente hacia la cámara de la videollamada que nos permite conversar pocos días antes del anuncio de nominaciones al Óscar 2024.

Si bien la cinta no consiguió espacio en la categoría a Mejor película internacional, en aquel momento de nuestra charla, Alma ya reconocía y celebraba lo más importante que Fallen Leaves le regaló desde el inicio: el corazón del público en sus manos. “Viajar con la película como lo hemos hecho, y ver a la gente realmente conmovida por nuestra historia, ha sido maravilloso”, comenta con una enorme sonrisa. “Nos muestra que realmente nos hemos robado su corazón e incluso nos agradecen por darles un poquito de esperanza ante este mundo tan rudo y en estos tiempos tan aterradores en los que vivimos. Y eso es hermoso. Es maravilloso cómo la sensibilidad, el humor, la humanidad de esta película ha funcionado en todo el mundo; desde Japón a América Latina. ¡En todas partes! Es realmente extraordinario y ha sido hermoso ser parte de esto”.

Fallen Leaves está disponible en la cartelera de la Cineteca Nacional y a través del catálogo de MUBI.

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Silencios compartidos para vivir el cine como la actriz Alma Pöysti

Silencios compartidos para vivir el cine como la actriz Alma Pöysti

Texto de
Fotografía de
Realización de
Ilustración de
Traducción de
01
.
02
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24
AAAA
Tiempo de Lectura: 00 min

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki nos presenta en Fallen Leaves un entrañable retrato del amor entre dos personas que necesitaban encontrarse para volver a vivir. Aquí una charla con su protagonista, Alma Pöysti, nominada al Golden Globe 2024.

Dos almas rotas que han dejado de vivir y solo existen. Dos cuerpos que deambulan sin amor, sin compañía, sin propósito alguno que los motive a sonreír y abandonar todos los días la cama. A seres como ellos, con la alegría robada, solo les queda una última esperanza: que el universo conspire a su favor y de a poco les devuelva a sus corazones la felicidad. “Oh, pero el destino es cruel y definitivamente va a jugar con ellos”, dice entre risas la actriz finlandesa Alma Pöysti, recordándonos que, aunque es sabia, la vida también posee un lado sádico y maquiavélico con el que hace de nosotros lo que le venga en gana.

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki hace de Fallen Leaves, su nueva película, el vivo retrato de la forma del destino para despojarte de todo, solo para otorgar una oportunidad de volver a comenzar. Alma Pöysti, protagonista de esta cinta, coincide con ello: “Cuando conocemos a Ansa, ella probablemente se ha dado por vencida en encontrar el amor. Eso es algo tan aterrador que incluso destruye a las personas. Pero es ahí cuando el destino entra en el juego, ella conoce a Holappa —interpretado por Jussi Vatanen— y estos dos conectan de forma instantánea, y a un nivel tan profundo que, de alguna manera, los sacude por completo y obliga a ambos a ser muy valientes a partir de ese momento”.

A la luz siempre la acompaña un poco de oscuridad; al amor, una dosis de profundo dolor. Por ello, es lógico que al llegar la felicidad, uno la reciba con mucha cautela… siempre a la espera de la tragedia. Tras acudir a la proyección de una película, Holappa sostiene con Ansa una conversación en apariencia inexpresiva, donde muestra su dureza. Ella rompe la tensión al dibujar una pequeña sonrisa. “Entonces, ¿nos volveremos a ver?”, pregunta el hombre con la misma seriedad. “¿Te gustaría?”, interviene ella, mirándolo a los ojos. Ante el entusiasmo inusitado de Holappa, Ansa anota su teléfono en un papel. “Ni siquiera sé tu nombre, ¿te acompaño a casa?”, dice Holappa a lo que Ansa responde “Te lo diré la próxima vez. Vivo cerca”, para dejar el resto en manos del destino.

“No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos", Alma Pöysti, actriz.

Los silencios compartidos

Sin importar el idioma, uno puede descubrir demasiado de una persona si es capaz de descifrar su alma. Y una forma de acceder a ella es a través de sus ojos. En Fallen Leaves, Alma Pöysti logra mostrarnos el espíritu de Ansa solo con su mirada y nos entrega un sinfín de sentimientos, muchas veces sin decir una palabra. Lo hace cuando un simple viaje en transporte público se vuelve una profunda reflexión de la vida. También cuando mira a través de una ventana y deposita sus sueños en la lluvia que observa o al momento de acariciar al hermoso perrito que la acompaña en su tristeza. Y sobre todo, cuando mira al hombre que se encuentra frente a ella y quien le parece devolver la felicidad.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

“En Finlandia estamos bastante cómodos con el silencio”, comenta Pöysti entre risas. “¡Incluso somos conocidos por ello y hasta es algo que buscamos compartir! Sé que en otras culturas esto puede hacer que la gente se sienta incómoda, pero en mi país es bastante normal. Puedes subirte a un autobús y la falta de sonido hará eco. Así que, para mí, estar en silencio es parte de nuestra cultura. Hay demasiadas cosas que ocurren entre dos personas cuando ninguna palabra es dicha”.

Quizá por ello sea tan emocionante ver cuando Ansa y Holappa solo se miran. Los grandes amores son distinguibles a simple vista, cuando solo el silencio los acompaña o en esos momentos de nerviosismo delator. Su primera cena es una cita retrasada por la perversidad del destino —o por la sagacidad del mismo (difícil saberlo)—, donde la simpleza de un platillo podría significar el entregar lo mucho o poco que uno tenga, pero con devoción. Es palpable la tensión de estar por primera vez al lado de quien te mueve las entrañas. Ese momento que se vive solo una vez: permanecer frente al amor de tu vida.

“Y lo que esta mudez hace por la audiencia en esta película es que le da espacio para proyectar lo que necesitan [para conectar] con la historia y llevar sus propias experiencias o sentimientos [hacia estos personajes]”, agrega Pöysti. “No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos. Él confía en la audiencia y les da el espacio suficiente para poner algo de su propio corazón en beneficio de la historia, para avivar los sentimientos y para conectar a profundidad con estos personajes”.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

El cine como la vida misma

Conocido por retratar el alma de sus personajes de una forma divertidamente cruda, el galardonado cineasta finlandés es identificado por la manera tan peculiar de filmar sus historias. “Bueno, él es realmente un cineasta”, explica la actriz. “Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma. Él tiene su propio método para conseguir las cualidades que busca y lo hace, además, mezclando actores profesionales con amateurs, lo cual nos lleva a encontrar un punto en común, muy Kaurismäki, como lo defino yo, entre la actuación y lo que realmente vive la gente”.

En esta conjunción de mundos, Fallen Leaves nos hace parte de un universo adornado con múltiples referencias a la historia del cine que van desde un póster de Limelight (1952), de Chaplin, un hermosa perrita llamada como el mencionado ícono del cine mudo, hasta la primera cita de los protagonistas enmarcada por una proyección de The Dead Don't Die (2019), de Jim Jarmusch. Por otro lado, la cinta hace uso de sus recursos cinematográficos para recordarnos el mundo, cruel y violento, que aguarda siempre afuera de las salas de cine y al que nunca debemos olvidar.

“Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma", Alma Pöysti, actriz.

A través de la radio, Ansa y el resto de los personajes, escuchan día a día el reporte de la invasión rusa a Ucrania y la forma en que la guerra, como un monstruo despiadado, arrastra con todo a su paso. “Ellos escuchan porque, de alguna forma, quieren estar presentes; quieren saber lo que está pasando y se sienten obligados a estar al tanto”, explica Pöysti. “La radio nos recuerda lo frágil que es la vida y, de alguna manera, nos invita a reflexionar qué haremos con ella. Aki mencionó alguna vez que […] hubiera sido imposible hacer una película sin tomar en cuenta esta guerra [y que lo incluyó en la trama] porque el cine sirve como una cápsula del tiempo, como un testigo de lo que está pasando ahora y es también una responsabilidad como artistas para tomar una postura sobre lo que está ocurriendo”.

También te puede interesar: "Porque parece mentira, la verdad se escurre en Anatomy of a Fall".

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Por todas estas emociones, los retos y las satisfacciones, Pöysti califica su primer acercamiento al universo de Kaurismäki como una gran experiencia de vida: “Fue un viaje de tal aprendizaje no solo el trabajar con él, sino con todo el equipo presente, con el que ha colaborado por más de 40 años. El rodaje de Fallen Leaves fue un regalo para mí. Y Aki fue tan generoso, cálido, amoroso y afectuoso que Jussi Vatanen, mi coprotagonista, y yo, disfrutábamos enormemente estar en el set. Era la primera vez que trabajábamos con él y no queríamos perdernos de nada. Aki Kaurismäki es tan exacto y preciso, que, desde el guion de sus historias, se nota exactamente lo que quiere. Y el libreto de esta película era absolutamente hermoso y demostraba una visión tan clara que te invitaba a realmente confiar en su visión”.

Personajes que lo dicen todo con la mirada. Encuadres que emulan momentos icónicos de la cinematografía. Seres acompañados por un dolor perpetuo. Salas de cine que encuadran los sentimientos más puros. Almas encontradas al interior de los infinitos silencios. Risas involuntarias que reparan corazones. Miradas que se buscan hasta encontrarse… así sea lo último que hagan. Así son los personajes de Aki Kaurismäki. Así es su cine. Y de alguna u otra forma así es nuestra vida.

La felicidad de las pequeñas cosas

Fallen Leaves ha llenado la carrera de la actriz del aplauso mundial en un viaje que inició con el Premio del Jurado en la edición 2023 del Festival de Cannes y que culminó con una inesperada nominación para ella en la entrega más reciente de los Golden Globes. Quizá por esto Alma Pöysti mira sonriente hacia la cámara de la videollamada que nos permite conversar pocos días antes del anuncio de nominaciones al Óscar 2024.

Si bien la cinta no consiguió espacio en la categoría a Mejor película internacional, en aquel momento de nuestra charla, Alma ya reconocía y celebraba lo más importante que Fallen Leaves le regaló desde el inicio: el corazón del público en sus manos. “Viajar con la película como lo hemos hecho, y ver a la gente realmente conmovida por nuestra historia, ha sido maravilloso”, comenta con una enorme sonrisa. “Nos muestra que realmente nos hemos robado su corazón e incluso nos agradecen por darles un poquito de esperanza ante este mundo tan rudo y en estos tiempos tan aterradores en los que vivimos. Y eso es hermoso. Es maravilloso cómo la sensibilidad, el humor, la humanidad de esta película ha funcionado en todo el mundo; desde Japón a América Latina. ¡En todas partes! Es realmente extraordinario y ha sido hermoso ser parte de esto”.

Fallen Leaves está disponible en la cartelera de la Cineteca Nacional y a través del catálogo de MUBI.

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Silencios compartidos para vivir el cine como la actriz Alma Pöysti

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Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki nos presenta en Fallen Leaves un entrañable retrato del amor entre dos personas que necesitaban encontrarse para volver a vivir. Aquí una charla con su protagonista, Alma Pöysti, nominada al Golden Globe 2024.

Dos almas rotas que han dejado de vivir y solo existen. Dos cuerpos que deambulan sin amor, sin compañía, sin propósito alguno que los motive a sonreír y abandonar todos los días la cama. A seres como ellos, con la alegría robada, solo les queda una última esperanza: que el universo conspire a su favor y de a poco les devuelva a sus corazones la felicidad. “Oh, pero el destino es cruel y definitivamente va a jugar con ellos”, dice entre risas la actriz finlandesa Alma Pöysti, recordándonos que, aunque es sabia, la vida también posee un lado sádico y maquiavélico con el que hace de nosotros lo que le venga en gana.

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki hace de Fallen Leaves, su nueva película, el vivo retrato de la forma del destino para despojarte de todo, solo para otorgar una oportunidad de volver a comenzar. Alma Pöysti, protagonista de esta cinta, coincide con ello: “Cuando conocemos a Ansa, ella probablemente se ha dado por vencida en encontrar el amor. Eso es algo tan aterrador que incluso destruye a las personas. Pero es ahí cuando el destino entra en el juego, ella conoce a Holappa —interpretado por Jussi Vatanen— y estos dos conectan de forma instantánea, y a un nivel tan profundo que, de alguna manera, los sacude por completo y obliga a ambos a ser muy valientes a partir de ese momento”.

A la luz siempre la acompaña un poco de oscuridad; al amor, una dosis de profundo dolor. Por ello, es lógico que al llegar la felicidad, uno la reciba con mucha cautela… siempre a la espera de la tragedia. Tras acudir a la proyección de una película, Holappa sostiene con Ansa una conversación en apariencia inexpresiva, donde muestra su dureza. Ella rompe la tensión al dibujar una pequeña sonrisa. “Entonces, ¿nos volveremos a ver?”, pregunta el hombre con la misma seriedad. “¿Te gustaría?”, interviene ella, mirándolo a los ojos. Ante el entusiasmo inusitado de Holappa, Ansa anota su teléfono en un papel. “Ni siquiera sé tu nombre, ¿te acompaño a casa?”, dice Holappa a lo que Ansa responde “Te lo diré la próxima vez. Vivo cerca”, para dejar el resto en manos del destino.

“No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos", Alma Pöysti, actriz.

Los silencios compartidos

Sin importar el idioma, uno puede descubrir demasiado de una persona si es capaz de descifrar su alma. Y una forma de acceder a ella es a través de sus ojos. En Fallen Leaves, Alma Pöysti logra mostrarnos el espíritu de Ansa solo con su mirada y nos entrega un sinfín de sentimientos, muchas veces sin decir una palabra. Lo hace cuando un simple viaje en transporte público se vuelve una profunda reflexión de la vida. También cuando mira a través de una ventana y deposita sus sueños en la lluvia que observa o al momento de acariciar al hermoso perrito que la acompaña en su tristeza. Y sobre todo, cuando mira al hombre que se encuentra frente a ella y quien le parece devolver la felicidad.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

“En Finlandia estamos bastante cómodos con el silencio”, comenta Pöysti entre risas. “¡Incluso somos conocidos por ello y hasta es algo que buscamos compartir! Sé que en otras culturas esto puede hacer que la gente se sienta incómoda, pero en mi país es bastante normal. Puedes subirte a un autobús y la falta de sonido hará eco. Así que, para mí, estar en silencio es parte de nuestra cultura. Hay demasiadas cosas que ocurren entre dos personas cuando ninguna palabra es dicha”.

Quizá por ello sea tan emocionante ver cuando Ansa y Holappa solo se miran. Los grandes amores son distinguibles a simple vista, cuando solo el silencio los acompaña o en esos momentos de nerviosismo delator. Su primera cena es una cita retrasada por la perversidad del destino —o por la sagacidad del mismo (difícil saberlo)—, donde la simpleza de un platillo podría significar el entregar lo mucho o poco que uno tenga, pero con devoción. Es palpable la tensión de estar por primera vez al lado de quien te mueve las entrañas. Ese momento que se vive solo una vez: permanecer frente al amor de tu vida.

“Y lo que esta mudez hace por la audiencia en esta película es que le da espacio para proyectar lo que necesitan [para conectar] con la historia y llevar sus propias experiencias o sentimientos [hacia estos personajes]”, agrega Pöysti. “No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos. Él confía en la audiencia y les da el espacio suficiente para poner algo de su propio corazón en beneficio de la historia, para avivar los sentimientos y para conectar a profundidad con estos personajes”.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

El cine como la vida misma

Conocido por retratar el alma de sus personajes de una forma divertidamente cruda, el galardonado cineasta finlandés es identificado por la manera tan peculiar de filmar sus historias. “Bueno, él es realmente un cineasta”, explica la actriz. “Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma. Él tiene su propio método para conseguir las cualidades que busca y lo hace, además, mezclando actores profesionales con amateurs, lo cual nos lleva a encontrar un punto en común, muy Kaurismäki, como lo defino yo, entre la actuación y lo que realmente vive la gente”.

En esta conjunción de mundos, Fallen Leaves nos hace parte de un universo adornado con múltiples referencias a la historia del cine que van desde un póster de Limelight (1952), de Chaplin, un hermosa perrita llamada como el mencionado ícono del cine mudo, hasta la primera cita de los protagonistas enmarcada por una proyección de The Dead Don't Die (2019), de Jim Jarmusch. Por otro lado, la cinta hace uso de sus recursos cinematográficos para recordarnos el mundo, cruel y violento, que aguarda siempre afuera de las salas de cine y al que nunca debemos olvidar.

“Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma", Alma Pöysti, actriz.

A través de la radio, Ansa y el resto de los personajes, escuchan día a día el reporte de la invasión rusa a Ucrania y la forma en que la guerra, como un monstruo despiadado, arrastra con todo a su paso. “Ellos escuchan porque, de alguna forma, quieren estar presentes; quieren saber lo que está pasando y se sienten obligados a estar al tanto”, explica Pöysti. “La radio nos recuerda lo frágil que es la vida y, de alguna manera, nos invita a reflexionar qué haremos con ella. Aki mencionó alguna vez que […] hubiera sido imposible hacer una película sin tomar en cuenta esta guerra [y que lo incluyó en la trama] porque el cine sirve como una cápsula del tiempo, como un testigo de lo que está pasando ahora y es también una responsabilidad como artistas para tomar una postura sobre lo que está ocurriendo”.

También te puede interesar: "Porque parece mentira, la verdad se escurre en Anatomy of a Fall".

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Por todas estas emociones, los retos y las satisfacciones, Pöysti califica su primer acercamiento al universo de Kaurismäki como una gran experiencia de vida: “Fue un viaje de tal aprendizaje no solo el trabajar con él, sino con todo el equipo presente, con el que ha colaborado por más de 40 años. El rodaje de Fallen Leaves fue un regalo para mí. Y Aki fue tan generoso, cálido, amoroso y afectuoso que Jussi Vatanen, mi coprotagonista, y yo, disfrutábamos enormemente estar en el set. Era la primera vez que trabajábamos con él y no queríamos perdernos de nada. Aki Kaurismäki es tan exacto y preciso, que, desde el guion de sus historias, se nota exactamente lo que quiere. Y el libreto de esta película era absolutamente hermoso y demostraba una visión tan clara que te invitaba a realmente confiar en su visión”.

Personajes que lo dicen todo con la mirada. Encuadres que emulan momentos icónicos de la cinematografía. Seres acompañados por un dolor perpetuo. Salas de cine que encuadran los sentimientos más puros. Almas encontradas al interior de los infinitos silencios. Risas involuntarias que reparan corazones. Miradas que se buscan hasta encontrarse… así sea lo último que hagan. Así son los personajes de Aki Kaurismäki. Así es su cine. Y de alguna u otra forma así es nuestra vida.

La felicidad de las pequeñas cosas

Fallen Leaves ha llenado la carrera de la actriz del aplauso mundial en un viaje que inició con el Premio del Jurado en la edición 2023 del Festival de Cannes y que culminó con una inesperada nominación para ella en la entrega más reciente de los Golden Globes. Quizá por esto Alma Pöysti mira sonriente hacia la cámara de la videollamada que nos permite conversar pocos días antes del anuncio de nominaciones al Óscar 2024.

Si bien la cinta no consiguió espacio en la categoría a Mejor película internacional, en aquel momento de nuestra charla, Alma ya reconocía y celebraba lo más importante que Fallen Leaves le regaló desde el inicio: el corazón del público en sus manos. “Viajar con la película como lo hemos hecho, y ver a la gente realmente conmovida por nuestra historia, ha sido maravilloso”, comenta con una enorme sonrisa. “Nos muestra que realmente nos hemos robado su corazón e incluso nos agradecen por darles un poquito de esperanza ante este mundo tan rudo y en estos tiempos tan aterradores en los que vivimos. Y eso es hermoso. Es maravilloso cómo la sensibilidad, el humor, la humanidad de esta película ha funcionado en todo el mundo; desde Japón a América Latina. ¡En todas partes! Es realmente extraordinario y ha sido hermoso ser parte de esto”.

Fallen Leaves está disponible en la cartelera de la Cineteca Nacional y a través del catálogo de MUBI.

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Silencios compartidos para vivir el cine como la actriz Alma Pöysti

Silencios compartidos para vivir el cine como la actriz Alma Pöysti

Texto de
Fotografía de
Realización de
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Traducción de

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki nos presenta en Fallen Leaves un entrañable retrato del amor entre dos personas que necesitaban encontrarse para volver a vivir. Aquí una charla con su protagonista, Alma Pöysti, nominada al Golden Globe 2024.

Dos almas rotas que han dejado de vivir y solo existen. Dos cuerpos que deambulan sin amor, sin compañía, sin propósito alguno que los motive a sonreír y abandonar todos los días la cama. A seres como ellos, con la alegría robada, solo les queda una última esperanza: que el universo conspire a su favor y de a poco les devuelva a sus corazones la felicidad. “Oh, pero el destino es cruel y definitivamente va a jugar con ellos”, dice entre risas la actriz finlandesa Alma Pöysti, recordándonos que, aunque es sabia, la vida también posee un lado sádico y maquiavélico con el que hace de nosotros lo que le venga en gana.

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki hace de Fallen Leaves, su nueva película, el vivo retrato de la forma del destino para despojarte de todo, solo para otorgar una oportunidad de volver a comenzar. Alma Pöysti, protagonista de esta cinta, coincide con ello: “Cuando conocemos a Ansa, ella probablemente se ha dado por vencida en encontrar el amor. Eso es algo tan aterrador que incluso destruye a las personas. Pero es ahí cuando el destino entra en el juego, ella conoce a Holappa —interpretado por Jussi Vatanen— y estos dos conectan de forma instantánea, y a un nivel tan profundo que, de alguna manera, los sacude por completo y obliga a ambos a ser muy valientes a partir de ese momento”.

A la luz siempre la acompaña un poco de oscuridad; al amor, una dosis de profundo dolor. Por ello, es lógico que al llegar la felicidad, uno la reciba con mucha cautela… siempre a la espera de la tragedia. Tras acudir a la proyección de una película, Holappa sostiene con Ansa una conversación en apariencia inexpresiva, donde muestra su dureza. Ella rompe la tensión al dibujar una pequeña sonrisa. “Entonces, ¿nos volveremos a ver?”, pregunta el hombre con la misma seriedad. “¿Te gustaría?”, interviene ella, mirándolo a los ojos. Ante el entusiasmo inusitado de Holappa, Ansa anota su teléfono en un papel. “Ni siquiera sé tu nombre, ¿te acompaño a casa?”, dice Holappa a lo que Ansa responde “Te lo diré la próxima vez. Vivo cerca”, para dejar el resto en manos del destino.

“No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos", Alma Pöysti, actriz.

Los silencios compartidos

Sin importar el idioma, uno puede descubrir demasiado de una persona si es capaz de descifrar su alma. Y una forma de acceder a ella es a través de sus ojos. En Fallen Leaves, Alma Pöysti logra mostrarnos el espíritu de Ansa solo con su mirada y nos entrega un sinfín de sentimientos, muchas veces sin decir una palabra. Lo hace cuando un simple viaje en transporte público se vuelve una profunda reflexión de la vida. También cuando mira a través de una ventana y deposita sus sueños en la lluvia que observa o al momento de acariciar al hermoso perrito que la acompaña en su tristeza. Y sobre todo, cuando mira al hombre que se encuentra frente a ella y quien le parece devolver la felicidad.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

“En Finlandia estamos bastante cómodos con el silencio”, comenta Pöysti entre risas. “¡Incluso somos conocidos por ello y hasta es algo que buscamos compartir! Sé que en otras culturas esto puede hacer que la gente se sienta incómoda, pero en mi país es bastante normal. Puedes subirte a un autobús y la falta de sonido hará eco. Así que, para mí, estar en silencio es parte de nuestra cultura. Hay demasiadas cosas que ocurren entre dos personas cuando ninguna palabra es dicha”.

Quizá por ello sea tan emocionante ver cuando Ansa y Holappa solo se miran. Los grandes amores son distinguibles a simple vista, cuando solo el silencio los acompaña o en esos momentos de nerviosismo delator. Su primera cena es una cita retrasada por la perversidad del destino —o por la sagacidad del mismo (difícil saberlo)—, donde la simpleza de un platillo podría significar el entregar lo mucho o poco que uno tenga, pero con devoción. Es palpable la tensión de estar por primera vez al lado de quien te mueve las entrañas. Ese momento que se vive solo una vez: permanecer frente al amor de tu vida.

“Y lo que esta mudez hace por la audiencia en esta película es que le da espacio para proyectar lo que necesitan [para conectar] con la historia y llevar sus propias experiencias o sentimientos [hacia estos personajes]”, agrega Pöysti. “No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos. Él confía en la audiencia y les da el espacio suficiente para poner algo de su propio corazón en beneficio de la historia, para avivar los sentimientos y para conectar a profundidad con estos personajes”.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

El cine como la vida misma

Conocido por retratar el alma de sus personajes de una forma divertidamente cruda, el galardonado cineasta finlandés es identificado por la manera tan peculiar de filmar sus historias. “Bueno, él es realmente un cineasta”, explica la actriz. “Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma. Él tiene su propio método para conseguir las cualidades que busca y lo hace, además, mezclando actores profesionales con amateurs, lo cual nos lleva a encontrar un punto en común, muy Kaurismäki, como lo defino yo, entre la actuación y lo que realmente vive la gente”.

En esta conjunción de mundos, Fallen Leaves nos hace parte de un universo adornado con múltiples referencias a la historia del cine que van desde un póster de Limelight (1952), de Chaplin, un hermosa perrita llamada como el mencionado ícono del cine mudo, hasta la primera cita de los protagonistas enmarcada por una proyección de The Dead Don't Die (2019), de Jim Jarmusch. Por otro lado, la cinta hace uso de sus recursos cinematográficos para recordarnos el mundo, cruel y violento, que aguarda siempre afuera de las salas de cine y al que nunca debemos olvidar.

“Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma", Alma Pöysti, actriz.

A través de la radio, Ansa y el resto de los personajes, escuchan día a día el reporte de la invasión rusa a Ucrania y la forma en que la guerra, como un monstruo despiadado, arrastra con todo a su paso. “Ellos escuchan porque, de alguna forma, quieren estar presentes; quieren saber lo que está pasando y se sienten obligados a estar al tanto”, explica Pöysti. “La radio nos recuerda lo frágil que es la vida y, de alguna manera, nos invita a reflexionar qué haremos con ella. Aki mencionó alguna vez que […] hubiera sido imposible hacer una película sin tomar en cuenta esta guerra [y que lo incluyó en la trama] porque el cine sirve como una cápsula del tiempo, como un testigo de lo que está pasando ahora y es también una responsabilidad como artistas para tomar una postura sobre lo que está ocurriendo”.

También te puede interesar: "Porque parece mentira, la verdad se escurre en Anatomy of a Fall".

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Por todas estas emociones, los retos y las satisfacciones, Pöysti califica su primer acercamiento al universo de Kaurismäki como una gran experiencia de vida: “Fue un viaje de tal aprendizaje no solo el trabajar con él, sino con todo el equipo presente, con el que ha colaborado por más de 40 años. El rodaje de Fallen Leaves fue un regalo para mí. Y Aki fue tan generoso, cálido, amoroso y afectuoso que Jussi Vatanen, mi coprotagonista, y yo, disfrutábamos enormemente estar en el set. Era la primera vez que trabajábamos con él y no queríamos perdernos de nada. Aki Kaurismäki es tan exacto y preciso, que, desde el guion de sus historias, se nota exactamente lo que quiere. Y el libreto de esta película era absolutamente hermoso y demostraba una visión tan clara que te invitaba a realmente confiar en su visión”.

Personajes que lo dicen todo con la mirada. Encuadres que emulan momentos icónicos de la cinematografía. Seres acompañados por un dolor perpetuo. Salas de cine que encuadran los sentimientos más puros. Almas encontradas al interior de los infinitos silencios. Risas involuntarias que reparan corazones. Miradas que se buscan hasta encontrarse… así sea lo último que hagan. Así son los personajes de Aki Kaurismäki. Así es su cine. Y de alguna u otra forma así es nuestra vida.

La felicidad de las pequeñas cosas

Fallen Leaves ha llenado la carrera de la actriz del aplauso mundial en un viaje que inició con el Premio del Jurado en la edición 2023 del Festival de Cannes y que culminó con una inesperada nominación para ella en la entrega más reciente de los Golden Globes. Quizá por esto Alma Pöysti mira sonriente hacia la cámara de la videollamada que nos permite conversar pocos días antes del anuncio de nominaciones al Óscar 2024.

Si bien la cinta no consiguió espacio en la categoría a Mejor película internacional, en aquel momento de nuestra charla, Alma ya reconocía y celebraba lo más importante que Fallen Leaves le regaló desde el inicio: el corazón del público en sus manos. “Viajar con la película como lo hemos hecho, y ver a la gente realmente conmovida por nuestra historia, ha sido maravilloso”, comenta con una enorme sonrisa. “Nos muestra que realmente nos hemos robado su corazón e incluso nos agradecen por darles un poquito de esperanza ante este mundo tan rudo y en estos tiempos tan aterradores en los que vivimos. Y eso es hermoso. Es maravilloso cómo la sensibilidad, el humor, la humanidad de esta película ha funcionado en todo el mundo; desde Japón a América Latina. ¡En todas partes! Es realmente extraordinario y ha sido hermoso ser parte de esto”.

Fallen Leaves está disponible en la cartelera de la Cineteca Nacional y a través del catálogo de MUBI.

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Silencios compartidos para vivir el cine como la actriz Alma Pöysti

Silencios compartidos para vivir el cine como la actriz Alma Pöysti

01
.
02
.
24
AAAA
Tiempo de Lectura: 00 min

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki nos presenta en Fallen Leaves un entrañable retrato del amor entre dos personas que necesitaban encontrarse para volver a vivir. Aquí una charla con su protagonista, Alma Pöysti, nominada al Golden Globe 2024.

Texto de
Fotografía de
Realización de
Ilustración de
Traducción de

Dos almas rotas que han dejado de vivir y solo existen. Dos cuerpos que deambulan sin amor, sin compañía, sin propósito alguno que los motive a sonreír y abandonar todos los días la cama. A seres como ellos, con la alegría robada, solo les queda una última esperanza: que el universo conspire a su favor y de a poco les devuelva a sus corazones la felicidad. “Oh, pero el destino es cruel y definitivamente va a jugar con ellos”, dice entre risas la actriz finlandesa Alma Pöysti, recordándonos que, aunque es sabia, la vida también posee un lado sádico y maquiavélico con el que hace de nosotros lo que le venga en gana.

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki hace de Fallen Leaves, su nueva película, el vivo retrato de la forma del destino para despojarte de todo, solo para otorgar una oportunidad de volver a comenzar. Alma Pöysti, protagonista de esta cinta, coincide con ello: “Cuando conocemos a Ansa, ella probablemente se ha dado por vencida en encontrar el amor. Eso es algo tan aterrador que incluso destruye a las personas. Pero es ahí cuando el destino entra en el juego, ella conoce a Holappa —interpretado por Jussi Vatanen— y estos dos conectan de forma instantánea, y a un nivel tan profundo que, de alguna manera, los sacude por completo y obliga a ambos a ser muy valientes a partir de ese momento”.

A la luz siempre la acompaña un poco de oscuridad; al amor, una dosis de profundo dolor. Por ello, es lógico que al llegar la felicidad, uno la reciba con mucha cautela… siempre a la espera de la tragedia. Tras acudir a la proyección de una película, Holappa sostiene con Ansa una conversación en apariencia inexpresiva, donde muestra su dureza. Ella rompe la tensión al dibujar una pequeña sonrisa. “Entonces, ¿nos volveremos a ver?”, pregunta el hombre con la misma seriedad. “¿Te gustaría?”, interviene ella, mirándolo a los ojos. Ante el entusiasmo inusitado de Holappa, Ansa anota su teléfono en un papel. “Ni siquiera sé tu nombre, ¿te acompaño a casa?”, dice Holappa a lo que Ansa responde “Te lo diré la próxima vez. Vivo cerca”, para dejar el resto en manos del destino.

“No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos", Alma Pöysti, actriz.

Los silencios compartidos

Sin importar el idioma, uno puede descubrir demasiado de una persona si es capaz de descifrar su alma. Y una forma de acceder a ella es a través de sus ojos. En Fallen Leaves, Alma Pöysti logra mostrarnos el espíritu de Ansa solo con su mirada y nos entrega un sinfín de sentimientos, muchas veces sin decir una palabra. Lo hace cuando un simple viaje en transporte público se vuelve una profunda reflexión de la vida. También cuando mira a través de una ventana y deposita sus sueños en la lluvia que observa o al momento de acariciar al hermoso perrito que la acompaña en su tristeza. Y sobre todo, cuando mira al hombre que se encuentra frente a ella y quien le parece devolver la felicidad.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

“En Finlandia estamos bastante cómodos con el silencio”, comenta Pöysti entre risas. “¡Incluso somos conocidos por ello y hasta es algo que buscamos compartir! Sé que en otras culturas esto puede hacer que la gente se sienta incómoda, pero en mi país es bastante normal. Puedes subirte a un autobús y la falta de sonido hará eco. Así que, para mí, estar en silencio es parte de nuestra cultura. Hay demasiadas cosas que ocurren entre dos personas cuando ninguna palabra es dicha”.

Quizá por ello sea tan emocionante ver cuando Ansa y Holappa solo se miran. Los grandes amores son distinguibles a simple vista, cuando solo el silencio los acompaña o en esos momentos de nerviosismo delator. Su primera cena es una cita retrasada por la perversidad del destino —o por la sagacidad del mismo (difícil saberlo)—, donde la simpleza de un platillo podría significar el entregar lo mucho o poco que uno tenga, pero con devoción. Es palpable la tensión de estar por primera vez al lado de quien te mueve las entrañas. Ese momento que se vive solo una vez: permanecer frente al amor de tu vida.

“Y lo que esta mudez hace por la audiencia en esta película es que le da espacio para proyectar lo que necesitan [para conectar] con la historia y llevar sus propias experiencias o sentimientos [hacia estos personajes]”, agrega Pöysti. “No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos. Él confía en la audiencia y les da el espacio suficiente para poner algo de su propio corazón en beneficio de la historia, para avivar los sentimientos y para conectar a profundidad con estos personajes”.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

El cine como la vida misma

Conocido por retratar el alma de sus personajes de una forma divertidamente cruda, el galardonado cineasta finlandés es identificado por la manera tan peculiar de filmar sus historias. “Bueno, él es realmente un cineasta”, explica la actriz. “Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma. Él tiene su propio método para conseguir las cualidades que busca y lo hace, además, mezclando actores profesionales con amateurs, lo cual nos lleva a encontrar un punto en común, muy Kaurismäki, como lo defino yo, entre la actuación y lo que realmente vive la gente”.

En esta conjunción de mundos, Fallen Leaves nos hace parte de un universo adornado con múltiples referencias a la historia del cine que van desde un póster de Limelight (1952), de Chaplin, un hermosa perrita llamada como el mencionado ícono del cine mudo, hasta la primera cita de los protagonistas enmarcada por una proyección de The Dead Don't Die (2019), de Jim Jarmusch. Por otro lado, la cinta hace uso de sus recursos cinematográficos para recordarnos el mundo, cruel y violento, que aguarda siempre afuera de las salas de cine y al que nunca debemos olvidar.

“Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma", Alma Pöysti, actriz.

A través de la radio, Ansa y el resto de los personajes, escuchan día a día el reporte de la invasión rusa a Ucrania y la forma en que la guerra, como un monstruo despiadado, arrastra con todo a su paso. “Ellos escuchan porque, de alguna forma, quieren estar presentes; quieren saber lo que está pasando y se sienten obligados a estar al tanto”, explica Pöysti. “La radio nos recuerda lo frágil que es la vida y, de alguna manera, nos invita a reflexionar qué haremos con ella. Aki mencionó alguna vez que […] hubiera sido imposible hacer una película sin tomar en cuenta esta guerra [y que lo incluyó en la trama] porque el cine sirve como una cápsula del tiempo, como un testigo de lo que está pasando ahora y es también una responsabilidad como artistas para tomar una postura sobre lo que está ocurriendo”.

También te puede interesar: "Porque parece mentira, la verdad se escurre en Anatomy of a Fall".

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Por todas estas emociones, los retos y las satisfacciones, Pöysti califica su primer acercamiento al universo de Kaurismäki como una gran experiencia de vida: “Fue un viaje de tal aprendizaje no solo el trabajar con él, sino con todo el equipo presente, con el que ha colaborado por más de 40 años. El rodaje de Fallen Leaves fue un regalo para mí. Y Aki fue tan generoso, cálido, amoroso y afectuoso que Jussi Vatanen, mi coprotagonista, y yo, disfrutábamos enormemente estar en el set. Era la primera vez que trabajábamos con él y no queríamos perdernos de nada. Aki Kaurismäki es tan exacto y preciso, que, desde el guion de sus historias, se nota exactamente lo que quiere. Y el libreto de esta película era absolutamente hermoso y demostraba una visión tan clara que te invitaba a realmente confiar en su visión”.

Personajes que lo dicen todo con la mirada. Encuadres que emulan momentos icónicos de la cinematografía. Seres acompañados por un dolor perpetuo. Salas de cine que encuadran los sentimientos más puros. Almas encontradas al interior de los infinitos silencios. Risas involuntarias que reparan corazones. Miradas que se buscan hasta encontrarse… así sea lo último que hagan. Así son los personajes de Aki Kaurismäki. Así es su cine. Y de alguna u otra forma así es nuestra vida.

La felicidad de las pequeñas cosas

Fallen Leaves ha llenado la carrera de la actriz del aplauso mundial en un viaje que inició con el Premio del Jurado en la edición 2023 del Festival de Cannes y que culminó con una inesperada nominación para ella en la entrega más reciente de los Golden Globes. Quizá por esto Alma Pöysti mira sonriente hacia la cámara de la videollamada que nos permite conversar pocos días antes del anuncio de nominaciones al Óscar 2024.

Si bien la cinta no consiguió espacio en la categoría a Mejor película internacional, en aquel momento de nuestra charla, Alma ya reconocía y celebraba lo más importante que Fallen Leaves le regaló desde el inicio: el corazón del público en sus manos. “Viajar con la película como lo hemos hecho, y ver a la gente realmente conmovida por nuestra historia, ha sido maravilloso”, comenta con una enorme sonrisa. “Nos muestra que realmente nos hemos robado su corazón e incluso nos agradecen por darles un poquito de esperanza ante este mundo tan rudo y en estos tiempos tan aterradores en los que vivimos. Y eso es hermoso. Es maravilloso cómo la sensibilidad, el humor, la humanidad de esta película ha funcionado en todo el mundo; desde Japón a América Latina. ¡En todas partes! Es realmente extraordinario y ha sido hermoso ser parte de esto”.

Fallen Leaves está disponible en la cartelera de la Cineteca Nacional y a través del catálogo de MUBI.

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Silencios compartidos para vivir el cine como la actriz Alma Pöysti

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Traducción de
Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).
01
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Tiempo de Lectura: 00 min

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki nos presenta en Fallen Leaves un entrañable retrato del amor entre dos personas que necesitaban encontrarse para volver a vivir. Aquí una charla con su protagonista, Alma Pöysti, nominada al Golden Globe 2024.

Dos almas rotas que han dejado de vivir y solo existen. Dos cuerpos que deambulan sin amor, sin compañía, sin propósito alguno que los motive a sonreír y abandonar todos los días la cama. A seres como ellos, con la alegría robada, solo les queda una última esperanza: que el universo conspire a su favor y de a poco les devuelva a sus corazones la felicidad. “Oh, pero el destino es cruel y definitivamente va a jugar con ellos”, dice entre risas la actriz finlandesa Alma Pöysti, recordándonos que, aunque es sabia, la vida también posee un lado sádico y maquiavélico con el que hace de nosotros lo que le venga en gana.

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki hace de Fallen Leaves, su nueva película, el vivo retrato de la forma del destino para despojarte de todo, solo para otorgar una oportunidad de volver a comenzar. Alma Pöysti, protagonista de esta cinta, coincide con ello: “Cuando conocemos a Ansa, ella probablemente se ha dado por vencida en encontrar el amor. Eso es algo tan aterrador que incluso destruye a las personas. Pero es ahí cuando el destino entra en el juego, ella conoce a Holappa —interpretado por Jussi Vatanen— y estos dos conectan de forma instantánea, y a un nivel tan profundo que, de alguna manera, los sacude por completo y obliga a ambos a ser muy valientes a partir de ese momento”.

A la luz siempre la acompaña un poco de oscuridad; al amor, una dosis de profundo dolor. Por ello, es lógico que al llegar la felicidad, uno la reciba con mucha cautela… siempre a la espera de la tragedia. Tras acudir a la proyección de una película, Holappa sostiene con Ansa una conversación en apariencia inexpresiva, donde muestra su dureza. Ella rompe la tensión al dibujar una pequeña sonrisa. “Entonces, ¿nos volveremos a ver?”, pregunta el hombre con la misma seriedad. “¿Te gustaría?”, interviene ella, mirándolo a los ojos. Ante el entusiasmo inusitado de Holappa, Ansa anota su teléfono en un papel. “Ni siquiera sé tu nombre, ¿te acompaño a casa?”, dice Holappa a lo que Ansa responde “Te lo diré la próxima vez. Vivo cerca”, para dejar el resto en manos del destino.

“No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos", Alma Pöysti, actriz.

Los silencios compartidos

Sin importar el idioma, uno puede descubrir demasiado de una persona si es capaz de descifrar su alma. Y una forma de acceder a ella es a través de sus ojos. En Fallen Leaves, Alma Pöysti logra mostrarnos el espíritu de Ansa solo con su mirada y nos entrega un sinfín de sentimientos, muchas veces sin decir una palabra. Lo hace cuando un simple viaje en transporte público se vuelve una profunda reflexión de la vida. También cuando mira a través de una ventana y deposita sus sueños en la lluvia que observa o al momento de acariciar al hermoso perrito que la acompaña en su tristeza. Y sobre todo, cuando mira al hombre que se encuentra frente a ella y quien le parece devolver la felicidad.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

“En Finlandia estamos bastante cómodos con el silencio”, comenta Pöysti entre risas. “¡Incluso somos conocidos por ello y hasta es algo que buscamos compartir! Sé que en otras culturas esto puede hacer que la gente se sienta incómoda, pero en mi país es bastante normal. Puedes subirte a un autobús y la falta de sonido hará eco. Así que, para mí, estar en silencio es parte de nuestra cultura. Hay demasiadas cosas que ocurren entre dos personas cuando ninguna palabra es dicha”.

Quizá por ello sea tan emocionante ver cuando Ansa y Holappa solo se miran. Los grandes amores son distinguibles a simple vista, cuando solo el silencio los acompaña o en esos momentos de nerviosismo delator. Su primera cena es una cita retrasada por la perversidad del destino —o por la sagacidad del mismo (difícil saberlo)—, donde la simpleza de un platillo podría significar el entregar lo mucho o poco que uno tenga, pero con devoción. Es palpable la tensión de estar por primera vez al lado de quien te mueve las entrañas. Ese momento que se vive solo una vez: permanecer frente al amor de tu vida.

“Y lo que esta mudez hace por la audiencia en esta película es que le da espacio para proyectar lo que necesitan [para conectar] con la historia y llevar sus propias experiencias o sentimientos [hacia estos personajes]”, agrega Pöysti. “No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos. Él confía en la audiencia y les da el espacio suficiente para poner algo de su propio corazón en beneficio de la historia, para avivar los sentimientos y para conectar a profundidad con estos personajes”.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

El cine como la vida misma

Conocido por retratar el alma de sus personajes de una forma divertidamente cruda, el galardonado cineasta finlandés es identificado por la manera tan peculiar de filmar sus historias. “Bueno, él es realmente un cineasta”, explica la actriz. “Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma. Él tiene su propio método para conseguir las cualidades que busca y lo hace, además, mezclando actores profesionales con amateurs, lo cual nos lleva a encontrar un punto en común, muy Kaurismäki, como lo defino yo, entre la actuación y lo que realmente vive la gente”.

En esta conjunción de mundos, Fallen Leaves nos hace parte de un universo adornado con múltiples referencias a la historia del cine que van desde un póster de Limelight (1952), de Chaplin, un hermosa perrita llamada como el mencionado ícono del cine mudo, hasta la primera cita de los protagonistas enmarcada por una proyección de The Dead Don't Die (2019), de Jim Jarmusch. Por otro lado, la cinta hace uso de sus recursos cinematográficos para recordarnos el mundo, cruel y violento, que aguarda siempre afuera de las salas de cine y al que nunca debemos olvidar.

“Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma", Alma Pöysti, actriz.

A través de la radio, Ansa y el resto de los personajes, escuchan día a día el reporte de la invasión rusa a Ucrania y la forma en que la guerra, como un monstruo despiadado, arrastra con todo a su paso. “Ellos escuchan porque, de alguna forma, quieren estar presentes; quieren saber lo que está pasando y se sienten obligados a estar al tanto”, explica Pöysti. “La radio nos recuerda lo frágil que es la vida y, de alguna manera, nos invita a reflexionar qué haremos con ella. Aki mencionó alguna vez que […] hubiera sido imposible hacer una película sin tomar en cuenta esta guerra [y que lo incluyó en la trama] porque el cine sirve como una cápsula del tiempo, como un testigo de lo que está pasando ahora y es también una responsabilidad como artistas para tomar una postura sobre lo que está ocurriendo”.

También te puede interesar: "Porque parece mentira, la verdad se escurre en Anatomy of a Fall".

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Por todas estas emociones, los retos y las satisfacciones, Pöysti califica su primer acercamiento al universo de Kaurismäki como una gran experiencia de vida: “Fue un viaje de tal aprendizaje no solo el trabajar con él, sino con todo el equipo presente, con el que ha colaborado por más de 40 años. El rodaje de Fallen Leaves fue un regalo para mí. Y Aki fue tan generoso, cálido, amoroso y afectuoso que Jussi Vatanen, mi coprotagonista, y yo, disfrutábamos enormemente estar en el set. Era la primera vez que trabajábamos con él y no queríamos perdernos de nada. Aki Kaurismäki es tan exacto y preciso, que, desde el guion de sus historias, se nota exactamente lo que quiere. Y el libreto de esta película era absolutamente hermoso y demostraba una visión tan clara que te invitaba a realmente confiar en su visión”.

Personajes que lo dicen todo con la mirada. Encuadres que emulan momentos icónicos de la cinematografía. Seres acompañados por un dolor perpetuo. Salas de cine que encuadran los sentimientos más puros. Almas encontradas al interior de los infinitos silencios. Risas involuntarias que reparan corazones. Miradas que se buscan hasta encontrarse… así sea lo último que hagan. Así son los personajes de Aki Kaurismäki. Así es su cine. Y de alguna u otra forma así es nuestra vida.

La felicidad de las pequeñas cosas

Fallen Leaves ha llenado la carrera de la actriz del aplauso mundial en un viaje que inició con el Premio del Jurado en la edición 2023 del Festival de Cannes y que culminó con una inesperada nominación para ella en la entrega más reciente de los Golden Globes. Quizá por esto Alma Pöysti mira sonriente hacia la cámara de la videollamada que nos permite conversar pocos días antes del anuncio de nominaciones al Óscar 2024.

Si bien la cinta no consiguió espacio en la categoría a Mejor película internacional, en aquel momento de nuestra charla, Alma ya reconocía y celebraba lo más importante que Fallen Leaves le regaló desde el inicio: el corazón del público en sus manos. “Viajar con la película como lo hemos hecho, y ver a la gente realmente conmovida por nuestra historia, ha sido maravilloso”, comenta con una enorme sonrisa. “Nos muestra que realmente nos hemos robado su corazón e incluso nos agradecen por darles un poquito de esperanza ante este mundo tan rudo y en estos tiempos tan aterradores en los que vivimos. Y eso es hermoso. Es maravilloso cómo la sensibilidad, el humor, la humanidad de esta película ha funcionado en todo el mundo; desde Japón a América Latina. ¡En todas partes! Es realmente extraordinario y ha sido hermoso ser parte de esto”.

Fallen Leaves está disponible en la cartelera de la Cineteca Nacional y a través del catálogo de MUBI.

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01
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02
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AAAA
Tiempo de Lectura: 00 min

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki nos presenta en Fallen Leaves un entrañable retrato del amor entre dos personas que necesitaban encontrarse para volver a vivir. Aquí una charla con su protagonista, Alma Pöysti, nominada al Golden Globe 2024.

Dos almas rotas que han dejado de vivir y solo existen. Dos cuerpos que deambulan sin amor, sin compañía, sin propósito alguno que los motive a sonreír y abandonar todos los días la cama. A seres como ellos, con la alegría robada, solo les queda una última esperanza: que el universo conspire a su favor y de a poco les devuelva a sus corazones la felicidad. “Oh, pero el destino es cruel y definitivamente va a jugar con ellos”, dice entre risas la actriz finlandesa Alma Pöysti, recordándonos que, aunque es sabia, la vida también posee un lado sádico y maquiavélico con el que hace de nosotros lo que le venga en gana.

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki hace de Fallen Leaves, su nueva película, el vivo retrato de la forma del destino para despojarte de todo, solo para otorgar una oportunidad de volver a comenzar. Alma Pöysti, protagonista de esta cinta, coincide con ello: “Cuando conocemos a Ansa, ella probablemente se ha dado por vencida en encontrar el amor. Eso es algo tan aterrador que incluso destruye a las personas. Pero es ahí cuando el destino entra en el juego, ella conoce a Holappa —interpretado por Jussi Vatanen— y estos dos conectan de forma instantánea, y a un nivel tan profundo que, de alguna manera, los sacude por completo y obliga a ambos a ser muy valientes a partir de ese momento”.

A la luz siempre la acompaña un poco de oscuridad; al amor, una dosis de profundo dolor. Por ello, es lógico que al llegar la felicidad, uno la reciba con mucha cautela… siempre a la espera de la tragedia. Tras acudir a la proyección de una película, Holappa sostiene con Ansa una conversación en apariencia inexpresiva, donde muestra su dureza. Ella rompe la tensión al dibujar una pequeña sonrisa. “Entonces, ¿nos volveremos a ver?”, pregunta el hombre con la misma seriedad. “¿Te gustaría?”, interviene ella, mirándolo a los ojos. Ante el entusiasmo inusitado de Holappa, Ansa anota su teléfono en un papel. “Ni siquiera sé tu nombre, ¿te acompaño a casa?”, dice Holappa a lo que Ansa responde “Te lo diré la próxima vez. Vivo cerca”, para dejar el resto en manos del destino.

“No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos", Alma Pöysti, actriz.

Los silencios compartidos

Sin importar el idioma, uno puede descubrir demasiado de una persona si es capaz de descifrar su alma. Y una forma de acceder a ella es a través de sus ojos. En Fallen Leaves, Alma Pöysti logra mostrarnos el espíritu de Ansa solo con su mirada y nos entrega un sinfín de sentimientos, muchas veces sin decir una palabra. Lo hace cuando un simple viaje en transporte público se vuelve una profunda reflexión de la vida. También cuando mira a través de una ventana y deposita sus sueños en la lluvia que observa o al momento de acariciar al hermoso perrito que la acompaña en su tristeza. Y sobre todo, cuando mira al hombre que se encuentra frente a ella y quien le parece devolver la felicidad.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

“En Finlandia estamos bastante cómodos con el silencio”, comenta Pöysti entre risas. “¡Incluso somos conocidos por ello y hasta es algo que buscamos compartir! Sé que en otras culturas esto puede hacer que la gente se sienta incómoda, pero en mi país es bastante normal. Puedes subirte a un autobús y la falta de sonido hará eco. Así que, para mí, estar en silencio es parte de nuestra cultura. Hay demasiadas cosas que ocurren entre dos personas cuando ninguna palabra es dicha”.

Quizá por ello sea tan emocionante ver cuando Ansa y Holappa solo se miran. Los grandes amores son distinguibles a simple vista, cuando solo el silencio los acompaña o en esos momentos de nerviosismo delator. Su primera cena es una cita retrasada por la perversidad del destino —o por la sagacidad del mismo (difícil saberlo)—, donde la simpleza de un platillo podría significar el entregar lo mucho o poco que uno tenga, pero con devoción. Es palpable la tensión de estar por primera vez al lado de quien te mueve las entrañas. Ese momento que se vive solo una vez: permanecer frente al amor de tu vida.

“Y lo que esta mudez hace por la audiencia en esta película es que le da espacio para proyectar lo que necesitan [para conectar] con la historia y llevar sus propias experiencias o sentimientos [hacia estos personajes]”, agrega Pöysti. “No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos. Él confía en la audiencia y les da el espacio suficiente para poner algo de su propio corazón en beneficio de la historia, para avivar los sentimientos y para conectar a profundidad con estos personajes”.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

El cine como la vida misma

Conocido por retratar el alma de sus personajes de una forma divertidamente cruda, el galardonado cineasta finlandés es identificado por la manera tan peculiar de filmar sus historias. “Bueno, él es realmente un cineasta”, explica la actriz. “Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma. Él tiene su propio método para conseguir las cualidades que busca y lo hace, además, mezclando actores profesionales con amateurs, lo cual nos lleva a encontrar un punto en común, muy Kaurismäki, como lo defino yo, entre la actuación y lo que realmente vive la gente”.

En esta conjunción de mundos, Fallen Leaves nos hace parte de un universo adornado con múltiples referencias a la historia del cine que van desde un póster de Limelight (1952), de Chaplin, un hermosa perrita llamada como el mencionado ícono del cine mudo, hasta la primera cita de los protagonistas enmarcada por una proyección de The Dead Don't Die (2019), de Jim Jarmusch. Por otro lado, la cinta hace uso de sus recursos cinematográficos para recordarnos el mundo, cruel y violento, que aguarda siempre afuera de las salas de cine y al que nunca debemos olvidar.

“Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma", Alma Pöysti, actriz.

A través de la radio, Ansa y el resto de los personajes, escuchan día a día el reporte de la invasión rusa a Ucrania y la forma en que la guerra, como un monstruo despiadado, arrastra con todo a su paso. “Ellos escuchan porque, de alguna forma, quieren estar presentes; quieren saber lo que está pasando y se sienten obligados a estar al tanto”, explica Pöysti. “La radio nos recuerda lo frágil que es la vida y, de alguna manera, nos invita a reflexionar qué haremos con ella. Aki mencionó alguna vez que […] hubiera sido imposible hacer una película sin tomar en cuenta esta guerra [y que lo incluyó en la trama] porque el cine sirve como una cápsula del tiempo, como un testigo de lo que está pasando ahora y es también una responsabilidad como artistas para tomar una postura sobre lo que está ocurriendo”.

También te puede interesar: "Porque parece mentira, la verdad se escurre en Anatomy of a Fall".

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Por todas estas emociones, los retos y las satisfacciones, Pöysti califica su primer acercamiento al universo de Kaurismäki como una gran experiencia de vida: “Fue un viaje de tal aprendizaje no solo el trabajar con él, sino con todo el equipo presente, con el que ha colaborado por más de 40 años. El rodaje de Fallen Leaves fue un regalo para mí. Y Aki fue tan generoso, cálido, amoroso y afectuoso que Jussi Vatanen, mi coprotagonista, y yo, disfrutábamos enormemente estar en el set. Era la primera vez que trabajábamos con él y no queríamos perdernos de nada. Aki Kaurismäki es tan exacto y preciso, que, desde el guion de sus historias, se nota exactamente lo que quiere. Y el libreto de esta película era absolutamente hermoso y demostraba una visión tan clara que te invitaba a realmente confiar en su visión”.

Personajes que lo dicen todo con la mirada. Encuadres que emulan momentos icónicos de la cinematografía. Seres acompañados por un dolor perpetuo. Salas de cine que encuadran los sentimientos más puros. Almas encontradas al interior de los infinitos silencios. Risas involuntarias que reparan corazones. Miradas que se buscan hasta encontrarse… así sea lo último que hagan. Así son los personajes de Aki Kaurismäki. Así es su cine. Y de alguna u otra forma así es nuestra vida.

La felicidad de las pequeñas cosas

Fallen Leaves ha llenado la carrera de la actriz del aplauso mundial en un viaje que inició con el Premio del Jurado en la edición 2023 del Festival de Cannes y que culminó con una inesperada nominación para ella en la entrega más reciente de los Golden Globes. Quizá por esto Alma Pöysti mira sonriente hacia la cámara de la videollamada que nos permite conversar pocos días antes del anuncio de nominaciones al Óscar 2024.

Si bien la cinta no consiguió espacio en la categoría a Mejor película internacional, en aquel momento de nuestra charla, Alma ya reconocía y celebraba lo más importante que Fallen Leaves le regaló desde el inicio: el corazón del público en sus manos. “Viajar con la película como lo hemos hecho, y ver a la gente realmente conmovida por nuestra historia, ha sido maravilloso”, comenta con una enorme sonrisa. “Nos muestra que realmente nos hemos robado su corazón e incluso nos agradecen por darles un poquito de esperanza ante este mundo tan rudo y en estos tiempos tan aterradores en los que vivimos. Y eso es hermoso. Es maravilloso cómo la sensibilidad, el humor, la humanidad de esta película ha funcionado en todo el mundo; desde Japón a América Latina. ¡En todas partes! Es realmente extraordinario y ha sido hermoso ser parte de esto”.

Fallen Leaves está disponible en la cartelera de la Cineteca Nacional y a través del catálogo de MUBI.

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Silencios compartidos para vivir el cine como la actriz Alma Pöysti

Silencios compartidos para vivir el cine como la actriz Alma Pöysti

Texto de
Fotografía de
Realización de
Ilustración de
Traducción de
Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).
01
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AAAA
Tiempo de Lectura: 00 min

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki nos presenta en Fallen Leaves un entrañable retrato del amor entre dos personas que necesitaban encontrarse para volver a vivir. Aquí una charla con su protagonista, Alma Pöysti, nominada al Golden Globe 2024.

Dos almas rotas que han dejado de vivir y solo existen. Dos cuerpos que deambulan sin amor, sin compañía, sin propósito alguno que los motive a sonreír y abandonar todos los días la cama. A seres como ellos, con la alegría robada, solo les queda una última esperanza: que el universo conspire a su favor y de a poco les devuelva a sus corazones la felicidad. “Oh, pero el destino es cruel y definitivamente va a jugar con ellos”, dice entre risas la actriz finlandesa Alma Pöysti, recordándonos que, aunque es sabia, la vida también posee un lado sádico y maquiavélico con el que hace de nosotros lo que le venga en gana.

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki hace de Fallen Leaves, su nueva película, el vivo retrato de la forma del destino para despojarte de todo, solo para otorgar una oportunidad de volver a comenzar. Alma Pöysti, protagonista de esta cinta, coincide con ello: “Cuando conocemos a Ansa, ella probablemente se ha dado por vencida en encontrar el amor. Eso es algo tan aterrador que incluso destruye a las personas. Pero es ahí cuando el destino entra en el juego, ella conoce a Holappa —interpretado por Jussi Vatanen— y estos dos conectan de forma instantánea, y a un nivel tan profundo que, de alguna manera, los sacude por completo y obliga a ambos a ser muy valientes a partir de ese momento”.

A la luz siempre la acompaña un poco de oscuridad; al amor, una dosis de profundo dolor. Por ello, es lógico que al llegar la felicidad, uno la reciba con mucha cautela… siempre a la espera de la tragedia. Tras acudir a la proyección de una película, Holappa sostiene con Ansa una conversación en apariencia inexpresiva, donde muestra su dureza. Ella rompe la tensión al dibujar una pequeña sonrisa. “Entonces, ¿nos volveremos a ver?”, pregunta el hombre con la misma seriedad. “¿Te gustaría?”, interviene ella, mirándolo a los ojos. Ante el entusiasmo inusitado de Holappa, Ansa anota su teléfono en un papel. “Ni siquiera sé tu nombre, ¿te acompaño a casa?”, dice Holappa a lo que Ansa responde “Te lo diré la próxima vez. Vivo cerca”, para dejar el resto en manos del destino.

“No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos", Alma Pöysti, actriz.

Los silencios compartidos

Sin importar el idioma, uno puede descubrir demasiado de una persona si es capaz de descifrar su alma. Y una forma de acceder a ella es a través de sus ojos. En Fallen Leaves, Alma Pöysti logra mostrarnos el espíritu de Ansa solo con su mirada y nos entrega un sinfín de sentimientos, muchas veces sin decir una palabra. Lo hace cuando un simple viaje en transporte público se vuelve una profunda reflexión de la vida. También cuando mira a través de una ventana y deposita sus sueños en la lluvia que observa o al momento de acariciar al hermoso perrito que la acompaña en su tristeza. Y sobre todo, cuando mira al hombre que se encuentra frente a ella y quien le parece devolver la felicidad.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

“En Finlandia estamos bastante cómodos con el silencio”, comenta Pöysti entre risas. “¡Incluso somos conocidos por ello y hasta es algo que buscamos compartir! Sé que en otras culturas esto puede hacer que la gente se sienta incómoda, pero en mi país es bastante normal. Puedes subirte a un autobús y la falta de sonido hará eco. Así que, para mí, estar en silencio es parte de nuestra cultura. Hay demasiadas cosas que ocurren entre dos personas cuando ninguna palabra es dicha”.

Quizá por ello sea tan emocionante ver cuando Ansa y Holappa solo se miran. Los grandes amores son distinguibles a simple vista, cuando solo el silencio los acompaña o en esos momentos de nerviosismo delator. Su primera cena es una cita retrasada por la perversidad del destino —o por la sagacidad del mismo (difícil saberlo)—, donde la simpleza de un platillo podría significar el entregar lo mucho o poco que uno tenga, pero con devoción. Es palpable la tensión de estar por primera vez al lado de quien te mueve las entrañas. Ese momento que se vive solo una vez: permanecer frente al amor de tu vida.

“Y lo que esta mudez hace por la audiencia en esta película es que le da espacio para proyectar lo que necesitan [para conectar] con la historia y llevar sus propias experiencias o sentimientos [hacia estos personajes]”, agrega Pöysti. “No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos. Él confía en la audiencia y les da el espacio suficiente para poner algo de su propio corazón en beneficio de la historia, para avivar los sentimientos y para conectar a profundidad con estos personajes”.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

El cine como la vida misma

Conocido por retratar el alma de sus personajes de una forma divertidamente cruda, el galardonado cineasta finlandés es identificado por la manera tan peculiar de filmar sus historias. “Bueno, él es realmente un cineasta”, explica la actriz. “Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma. Él tiene su propio método para conseguir las cualidades que busca y lo hace, además, mezclando actores profesionales con amateurs, lo cual nos lleva a encontrar un punto en común, muy Kaurismäki, como lo defino yo, entre la actuación y lo que realmente vive la gente”.

En esta conjunción de mundos, Fallen Leaves nos hace parte de un universo adornado con múltiples referencias a la historia del cine que van desde un póster de Limelight (1952), de Chaplin, un hermosa perrita llamada como el mencionado ícono del cine mudo, hasta la primera cita de los protagonistas enmarcada por una proyección de The Dead Don't Die (2019), de Jim Jarmusch. Por otro lado, la cinta hace uso de sus recursos cinematográficos para recordarnos el mundo, cruel y violento, que aguarda siempre afuera de las salas de cine y al que nunca debemos olvidar.

“Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma", Alma Pöysti, actriz.

A través de la radio, Ansa y el resto de los personajes, escuchan día a día el reporte de la invasión rusa a Ucrania y la forma en que la guerra, como un monstruo despiadado, arrastra con todo a su paso. “Ellos escuchan porque, de alguna forma, quieren estar presentes; quieren saber lo que está pasando y se sienten obligados a estar al tanto”, explica Pöysti. “La radio nos recuerda lo frágil que es la vida y, de alguna manera, nos invita a reflexionar qué haremos con ella. Aki mencionó alguna vez que […] hubiera sido imposible hacer una película sin tomar en cuenta esta guerra [y que lo incluyó en la trama] porque el cine sirve como una cápsula del tiempo, como un testigo de lo que está pasando ahora y es también una responsabilidad como artistas para tomar una postura sobre lo que está ocurriendo”.

También te puede interesar: "Porque parece mentira, la verdad se escurre en Anatomy of a Fall".

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Por todas estas emociones, los retos y las satisfacciones, Pöysti califica su primer acercamiento al universo de Kaurismäki como una gran experiencia de vida: “Fue un viaje de tal aprendizaje no solo el trabajar con él, sino con todo el equipo presente, con el que ha colaborado por más de 40 años. El rodaje de Fallen Leaves fue un regalo para mí. Y Aki fue tan generoso, cálido, amoroso y afectuoso que Jussi Vatanen, mi coprotagonista, y yo, disfrutábamos enormemente estar en el set. Era la primera vez que trabajábamos con él y no queríamos perdernos de nada. Aki Kaurismäki es tan exacto y preciso, que, desde el guion de sus historias, se nota exactamente lo que quiere. Y el libreto de esta película era absolutamente hermoso y demostraba una visión tan clara que te invitaba a realmente confiar en su visión”.

Personajes que lo dicen todo con la mirada. Encuadres que emulan momentos icónicos de la cinematografía. Seres acompañados por un dolor perpetuo. Salas de cine que encuadran los sentimientos más puros. Almas encontradas al interior de los infinitos silencios. Risas involuntarias que reparan corazones. Miradas que se buscan hasta encontrarse… así sea lo último que hagan. Así son los personajes de Aki Kaurismäki. Así es su cine. Y de alguna u otra forma así es nuestra vida.

La felicidad de las pequeñas cosas

Fallen Leaves ha llenado la carrera de la actriz del aplauso mundial en un viaje que inició con el Premio del Jurado en la edición 2023 del Festival de Cannes y que culminó con una inesperada nominación para ella en la entrega más reciente de los Golden Globes. Quizá por esto Alma Pöysti mira sonriente hacia la cámara de la videollamada que nos permite conversar pocos días antes del anuncio de nominaciones al Óscar 2024.

Si bien la cinta no consiguió espacio en la categoría a Mejor película internacional, en aquel momento de nuestra charla, Alma ya reconocía y celebraba lo más importante que Fallen Leaves le regaló desde el inicio: el corazón del público en sus manos. “Viajar con la película como lo hemos hecho, y ver a la gente realmente conmovida por nuestra historia, ha sido maravilloso”, comenta con una enorme sonrisa. “Nos muestra que realmente nos hemos robado su corazón e incluso nos agradecen por darles un poquito de esperanza ante este mundo tan rudo y en estos tiempos tan aterradores en los que vivimos. Y eso es hermoso. Es maravilloso cómo la sensibilidad, el humor, la humanidad de esta película ha funcionado en todo el mundo; desde Japón a América Latina. ¡En todas partes! Es realmente extraordinario y ha sido hermoso ser parte de esto”.

Fallen Leaves está disponible en la cartelera de la Cineteca Nacional y a través del catálogo de MUBI.

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Silencios compartidos para vivir el cine como la actriz Alma Pöysti

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2024
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Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki nos presenta en Fallen Leaves un entrañable retrato del amor entre dos personas que necesitaban encontrarse para volver a vivir. Aquí una charla con su protagonista, Alma Pöysti, nominada al Golden Globe 2024.

Dos almas rotas que han dejado de vivir y solo existen. Dos cuerpos que deambulan sin amor, sin compañía, sin propósito alguno que los motive a sonreír y abandonar todos los días la cama. A seres como ellos, con la alegría robada, solo les queda una última esperanza: que el universo conspire a su favor y de a poco les devuelva a sus corazones la felicidad. “Oh, pero el destino es cruel y definitivamente va a jugar con ellos”, dice entre risas la actriz finlandesa Alma Pöysti, recordándonos que, aunque es sabia, la vida también posee un lado sádico y maquiavélico con el que hace de nosotros lo que le venga en gana.

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki hace de Fallen Leaves, su nueva película, el vivo retrato de la forma del destino para despojarte de todo, solo para otorgar una oportunidad de volver a comenzar. Alma Pöysti, protagonista de esta cinta, coincide con ello: “Cuando conocemos a Ansa, ella probablemente se ha dado por vencida en encontrar el amor. Eso es algo tan aterrador que incluso destruye a las personas. Pero es ahí cuando el destino entra en el juego, ella conoce a Holappa —interpretado por Jussi Vatanen— y estos dos conectan de forma instantánea, y a un nivel tan profundo que, de alguna manera, los sacude por completo y obliga a ambos a ser muy valientes a partir de ese momento”.

A la luz siempre la acompaña un poco de oscuridad; al amor, una dosis de profundo dolor. Por ello, es lógico que al llegar la felicidad, uno la reciba con mucha cautela… siempre a la espera de la tragedia. Tras acudir a la proyección de una película, Holappa sostiene con Ansa una conversación en apariencia inexpresiva, donde muestra su dureza. Ella rompe la tensión al dibujar una pequeña sonrisa. “Entonces, ¿nos volveremos a ver?”, pregunta el hombre con la misma seriedad. “¿Te gustaría?”, interviene ella, mirándolo a los ojos. Ante el entusiasmo inusitado de Holappa, Ansa anota su teléfono en un papel. “Ni siquiera sé tu nombre, ¿te acompaño a casa?”, dice Holappa a lo que Ansa responde “Te lo diré la próxima vez. Vivo cerca”, para dejar el resto en manos del destino.

“No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos", Alma Pöysti, actriz.

Los silencios compartidos

Sin importar el idioma, uno puede descubrir demasiado de una persona si es capaz de descifrar su alma. Y una forma de acceder a ella es a través de sus ojos. En Fallen Leaves, Alma Pöysti logra mostrarnos el espíritu de Ansa solo con su mirada y nos entrega un sinfín de sentimientos, muchas veces sin decir una palabra. Lo hace cuando un simple viaje en transporte público se vuelve una profunda reflexión de la vida. También cuando mira a través de una ventana y deposita sus sueños en la lluvia que observa o al momento de acariciar al hermoso perrito que la acompaña en su tristeza. Y sobre todo, cuando mira al hombre que se encuentra frente a ella y quien le parece devolver la felicidad.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

“En Finlandia estamos bastante cómodos con el silencio”, comenta Pöysti entre risas. “¡Incluso somos conocidos por ello y hasta es algo que buscamos compartir! Sé que en otras culturas esto puede hacer que la gente se sienta incómoda, pero en mi país es bastante normal. Puedes subirte a un autobús y la falta de sonido hará eco. Así que, para mí, estar en silencio es parte de nuestra cultura. Hay demasiadas cosas que ocurren entre dos personas cuando ninguna palabra es dicha”.

Quizá por ello sea tan emocionante ver cuando Ansa y Holappa solo se miran. Los grandes amores son distinguibles a simple vista, cuando solo el silencio los acompaña o en esos momentos de nerviosismo delator. Su primera cena es una cita retrasada por la perversidad del destino —o por la sagacidad del mismo (difícil saberlo)—, donde la simpleza de un platillo podría significar el entregar lo mucho o poco que uno tenga, pero con devoción. Es palpable la tensión de estar por primera vez al lado de quien te mueve las entrañas. Ese momento que se vive solo una vez: permanecer frente al amor de tu vida.

“Y lo que esta mudez hace por la audiencia en esta película es que le da espacio para proyectar lo que necesitan [para conectar] con la historia y llevar sus propias experiencias o sentimientos [hacia estos personajes]”, agrega Pöysti. “No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos. Él confía en la audiencia y les da el espacio suficiente para poner algo de su propio corazón en beneficio de la historia, para avivar los sentimientos y para conectar a profundidad con estos personajes”.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

El cine como la vida misma

Conocido por retratar el alma de sus personajes de una forma divertidamente cruda, el galardonado cineasta finlandés es identificado por la manera tan peculiar de filmar sus historias. “Bueno, él es realmente un cineasta”, explica la actriz. “Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma. Él tiene su propio método para conseguir las cualidades que busca y lo hace, además, mezclando actores profesionales con amateurs, lo cual nos lleva a encontrar un punto en común, muy Kaurismäki, como lo defino yo, entre la actuación y lo que realmente vive la gente”.

En esta conjunción de mundos, Fallen Leaves nos hace parte de un universo adornado con múltiples referencias a la historia del cine que van desde un póster de Limelight (1952), de Chaplin, un hermosa perrita llamada como el mencionado ícono del cine mudo, hasta la primera cita de los protagonistas enmarcada por una proyección de The Dead Don't Die (2019), de Jim Jarmusch. Por otro lado, la cinta hace uso de sus recursos cinematográficos para recordarnos el mundo, cruel y violento, que aguarda siempre afuera de las salas de cine y al que nunca debemos olvidar.

“Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma", Alma Pöysti, actriz.

A través de la radio, Ansa y el resto de los personajes, escuchan día a día el reporte de la invasión rusa a Ucrania y la forma en que la guerra, como un monstruo despiadado, arrastra con todo a su paso. “Ellos escuchan porque, de alguna forma, quieren estar presentes; quieren saber lo que está pasando y se sienten obligados a estar al tanto”, explica Pöysti. “La radio nos recuerda lo frágil que es la vida y, de alguna manera, nos invita a reflexionar qué haremos con ella. Aki mencionó alguna vez que […] hubiera sido imposible hacer una película sin tomar en cuenta esta guerra [y que lo incluyó en la trama] porque el cine sirve como una cápsula del tiempo, como un testigo de lo que está pasando ahora y es también una responsabilidad como artistas para tomar una postura sobre lo que está ocurriendo”.

También te puede interesar: "Porque parece mentira, la verdad se escurre en Anatomy of a Fall".

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Por todas estas emociones, los retos y las satisfacciones, Pöysti califica su primer acercamiento al universo de Kaurismäki como una gran experiencia de vida: “Fue un viaje de tal aprendizaje no solo el trabajar con él, sino con todo el equipo presente, con el que ha colaborado por más de 40 años. El rodaje de Fallen Leaves fue un regalo para mí. Y Aki fue tan generoso, cálido, amoroso y afectuoso que Jussi Vatanen, mi coprotagonista, y yo, disfrutábamos enormemente estar en el set. Era la primera vez que trabajábamos con él y no queríamos perdernos de nada. Aki Kaurismäki es tan exacto y preciso, que, desde el guion de sus historias, se nota exactamente lo que quiere. Y el libreto de esta película era absolutamente hermoso y demostraba una visión tan clara que te invitaba a realmente confiar en su visión”.

Personajes que lo dicen todo con la mirada. Encuadres que emulan momentos icónicos de la cinematografía. Seres acompañados por un dolor perpetuo. Salas de cine que encuadran los sentimientos más puros. Almas encontradas al interior de los infinitos silencios. Risas involuntarias que reparan corazones. Miradas que se buscan hasta encontrarse… así sea lo último que hagan. Así son los personajes de Aki Kaurismäki. Así es su cine. Y de alguna u otra forma así es nuestra vida.

La felicidad de las pequeñas cosas

Fallen Leaves ha llenado la carrera de la actriz del aplauso mundial en un viaje que inició con el Premio del Jurado en la edición 2023 del Festival de Cannes y que culminó con una inesperada nominación para ella en la entrega más reciente de los Golden Globes. Quizá por esto Alma Pöysti mira sonriente hacia la cámara de la videollamada que nos permite conversar pocos días antes del anuncio de nominaciones al Óscar 2024.

Si bien la cinta no consiguió espacio en la categoría a Mejor película internacional, en aquel momento de nuestra charla, Alma ya reconocía y celebraba lo más importante que Fallen Leaves le regaló desde el inicio: el corazón del público en sus manos. “Viajar con la película como lo hemos hecho, y ver a la gente realmente conmovida por nuestra historia, ha sido maravilloso”, comenta con una enorme sonrisa. “Nos muestra que realmente nos hemos robado su corazón e incluso nos agradecen por darles un poquito de esperanza ante este mundo tan rudo y en estos tiempos tan aterradores en los que vivimos. Y eso es hermoso. Es maravilloso cómo la sensibilidad, el humor, la humanidad de esta película ha funcionado en todo el mundo; desde Japón a América Latina. ¡En todas partes! Es realmente extraordinario y ha sido hermoso ser parte de esto”.

Fallen Leaves está disponible en la cartelera de la Cineteca Nacional y a través del catálogo de MUBI.

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01
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Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki nos presenta en Fallen Leaves un entrañable retrato del amor entre dos personas que necesitaban encontrarse para volver a vivir. Aquí una charla con su protagonista, Alma Pöysti, nominada al Golden Globe 2024.

Texto de
Fotografía de
Realización de
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Traducción de

Dos almas rotas que han dejado de vivir y solo existen. Dos cuerpos que deambulan sin amor, sin compañía, sin propósito alguno que los motive a sonreír y abandonar todos los días la cama. A seres como ellos, con la alegría robada, solo les queda una última esperanza: que el universo conspire a su favor y de a poco les devuelva a sus corazones la felicidad. “Oh, pero el destino es cruel y definitivamente va a jugar con ellos”, dice entre risas la actriz finlandesa Alma Pöysti, recordándonos que, aunque es sabia, la vida también posee un lado sádico y maquiavélico con el que hace de nosotros lo que le venga en gana.

Fiel al espíritu que ha distinguido a su filmografía, el galardonado cineasta finlandés Aki Kaurismäki hace de Fallen Leaves, su nueva película, el vivo retrato de la forma del destino para despojarte de todo, solo para otorgar una oportunidad de volver a comenzar. Alma Pöysti, protagonista de esta cinta, coincide con ello: “Cuando conocemos a Ansa, ella probablemente se ha dado por vencida en encontrar el amor. Eso es algo tan aterrador que incluso destruye a las personas. Pero es ahí cuando el destino entra en el juego, ella conoce a Holappa —interpretado por Jussi Vatanen— y estos dos conectan de forma instantánea, y a un nivel tan profundo que, de alguna manera, los sacude por completo y obliga a ambos a ser muy valientes a partir de ese momento”.

A la luz siempre la acompaña un poco de oscuridad; al amor, una dosis de profundo dolor. Por ello, es lógico que al llegar la felicidad, uno la reciba con mucha cautela… siempre a la espera de la tragedia. Tras acudir a la proyección de una película, Holappa sostiene con Ansa una conversación en apariencia inexpresiva, donde muestra su dureza. Ella rompe la tensión al dibujar una pequeña sonrisa. “Entonces, ¿nos volveremos a ver?”, pregunta el hombre con la misma seriedad. “¿Te gustaría?”, interviene ella, mirándolo a los ojos. Ante el entusiasmo inusitado de Holappa, Ansa anota su teléfono en un papel. “Ni siquiera sé tu nombre, ¿te acompaño a casa?”, dice Holappa a lo que Ansa responde “Te lo diré la próxima vez. Vivo cerca”, para dejar el resto en manos del destino.

“No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos", Alma Pöysti, actriz.

Los silencios compartidos

Sin importar el idioma, uno puede descubrir demasiado de una persona si es capaz de descifrar su alma. Y una forma de acceder a ella es a través de sus ojos. En Fallen Leaves, Alma Pöysti logra mostrarnos el espíritu de Ansa solo con su mirada y nos entrega un sinfín de sentimientos, muchas veces sin decir una palabra. Lo hace cuando un simple viaje en transporte público se vuelve una profunda reflexión de la vida. También cuando mira a través de una ventana y deposita sus sueños en la lluvia que observa o al momento de acariciar al hermoso perrito que la acompaña en su tristeza. Y sobre todo, cuando mira al hombre que se encuentra frente a ella y quien le parece devolver la felicidad.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

“En Finlandia estamos bastante cómodos con el silencio”, comenta Pöysti entre risas. “¡Incluso somos conocidos por ello y hasta es algo que buscamos compartir! Sé que en otras culturas esto puede hacer que la gente se sienta incómoda, pero en mi país es bastante normal. Puedes subirte a un autobús y la falta de sonido hará eco. Así que, para mí, estar en silencio es parte de nuestra cultura. Hay demasiadas cosas que ocurren entre dos personas cuando ninguna palabra es dicha”.

Quizá por ello sea tan emocionante ver cuando Ansa y Holappa solo se miran. Los grandes amores son distinguibles a simple vista, cuando solo el silencio los acompaña o en esos momentos de nerviosismo delator. Su primera cena es una cita retrasada por la perversidad del destino —o por la sagacidad del mismo (difícil saberlo)—, donde la simpleza de un platillo podría significar el entregar lo mucho o poco que uno tenga, pero con devoción. Es palpable la tensión de estar por primera vez al lado de quien te mueve las entrañas. Ese momento que se vive solo una vez: permanecer frente al amor de tu vida.

“Y lo que esta mudez hace por la audiencia en esta película es que le da espacio para proyectar lo que necesitan [para conectar] con la historia y llevar sus propias experiencias o sentimientos [hacia estos personajes]”, agrega Pöysti. “No hay nadie ahí en la pantalla explicándote lo que se supone que debes sentir. Y eso fue algo que me encantó de Aki Kaurismäki. Creo que él es un maestro del silencio en muchos sentidos. Él confía en la audiencia y les da el espacio suficiente para poner algo de su propio corazón en beneficio de la historia, para avivar los sentimientos y para conectar a profundidad con estos personajes”.

Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

El cine como la vida misma

Conocido por retratar el alma de sus personajes de una forma divertidamente cruda, el galardonado cineasta finlandés es identificado por la manera tan peculiar de filmar sus historias. “Bueno, él es realmente un cineasta”, explica la actriz. “Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma. Él tiene su propio método para conseguir las cualidades que busca y lo hace, además, mezclando actores profesionales con amateurs, lo cual nos lleva a encontrar un punto en común, muy Kaurismäki, como lo defino yo, entre la actuación y lo que realmente vive la gente”.

En esta conjunción de mundos, Fallen Leaves nos hace parte de un universo adornado con múltiples referencias a la historia del cine que van desde un póster de Limelight (1952), de Chaplin, un hermosa perrita llamada como el mencionado ícono del cine mudo, hasta la primera cita de los protagonistas enmarcada por una proyección de The Dead Don't Die (2019), de Jim Jarmusch. Por otro lado, la cinta hace uso de sus recursos cinematográficos para recordarnos el mundo, cruel y violento, que aguarda siempre afuera de las salas de cine y al que nunca debemos olvidar.

“Aki es un apasionado del cine. Es todo un maestro, chapado a la antigua, que usa una cámara de 35mm, que no ensaya [con sus actores] y que filma sus escenas en una sola toma", Alma Pöysti, actriz.

A través de la radio, Ansa y el resto de los personajes, escuchan día a día el reporte de la invasión rusa a Ucrania y la forma en que la guerra, como un monstruo despiadado, arrastra con todo a su paso. “Ellos escuchan porque, de alguna forma, quieren estar presentes; quieren saber lo que está pasando y se sienten obligados a estar al tanto”, explica Pöysti. “La radio nos recuerda lo frágil que es la vida y, de alguna manera, nos invita a reflexionar qué haremos con ella. Aki mencionó alguna vez que […] hubiera sido imposible hacer una película sin tomar en cuenta esta guerra [y que lo incluyó en la trama] porque el cine sirve como una cápsula del tiempo, como un testigo de lo que está pasando ahora y es también una responsabilidad como artistas para tomar una postura sobre lo que está ocurriendo”.

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Fallen Leaves, Aki Kaurismäki (2023).

Por todas estas emociones, los retos y las satisfacciones, Pöysti califica su primer acercamiento al universo de Kaurismäki como una gran experiencia de vida: “Fue un viaje de tal aprendizaje no solo el trabajar con él, sino con todo el equipo presente, con el que ha colaborado por más de 40 años. El rodaje de Fallen Leaves fue un regalo para mí. Y Aki fue tan generoso, cálido, amoroso y afectuoso que Jussi Vatanen, mi coprotagonista, y yo, disfrutábamos enormemente estar en el set. Era la primera vez que trabajábamos con él y no queríamos perdernos de nada. Aki Kaurismäki es tan exacto y preciso, que, desde el guion de sus historias, se nota exactamente lo que quiere. Y el libreto de esta película era absolutamente hermoso y demostraba una visión tan clara que te invitaba a realmente confiar en su visión”.

Personajes que lo dicen todo con la mirada. Encuadres que emulan momentos icónicos de la cinematografía. Seres acompañados por un dolor perpetuo. Salas de cine que encuadran los sentimientos más puros. Almas encontradas al interior de los infinitos silencios. Risas involuntarias que reparan corazones. Miradas que se buscan hasta encontrarse… así sea lo último que hagan. Así son los personajes de Aki Kaurismäki. Así es su cine. Y de alguna u otra forma así es nuestra vida.

La felicidad de las pequeñas cosas

Fallen Leaves ha llenado la carrera de la actriz del aplauso mundial en un viaje que inició con el Premio del Jurado en la edición 2023 del Festival de Cannes y que culminó con una inesperada nominación para ella en la entrega más reciente de los Golden Globes. Quizá por esto Alma Pöysti mira sonriente hacia la cámara de la videollamada que nos permite conversar pocos días antes del anuncio de nominaciones al Óscar 2024.

Si bien la cinta no consiguió espacio en la categoría a Mejor película internacional, en aquel momento de nuestra charla, Alma ya reconocía y celebraba lo más importante que Fallen Leaves le regaló desde el inicio: el corazón del público en sus manos. “Viajar con la película como lo hemos hecho, y ver a la gente realmente conmovida por nuestra historia, ha sido maravilloso”, comenta con una enorme sonrisa. “Nos muestra que realmente nos hemos robado su corazón e incluso nos agradecen por darles un poquito de esperanza ante este mundo tan rudo y en estos tiempos tan aterradores en los que vivimos. Y eso es hermoso. Es maravilloso cómo la sensibilidad, el humor, la humanidad de esta película ha funcionado en todo el mundo; desde Japón a América Latina. ¡En todas partes! Es realmente extraordinario y ha sido hermoso ser parte de esto”.

Fallen Leaves está disponible en la cartelera de la Cineteca Nacional y a través del catálogo de MUBI.

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