Tapete con historias
Bi Yuu es un estudio de diseño textil que produce “tapetes con alma”: joyas tejidas por artesanos de Teotitlán del Valle, Oaxaca.
En Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México, se esconde un estudio de diseño textil con piezas magníficas que narran diversas historias que dialogan con la tradición y el diseño contemporáneo. Tapetes que uno observa en una habitación como si fueran la pintura o el retrato de un paisaje, estos son los increíbles tapetes que produce Bi Yuu.
Desde siempre los tapetes han sido narradores y portadores de historias. La palabra “texto”, de hecho, viene del latín texere, “tejer”, que es la base técnica de todos los relatos. Uno teje historias como se teje un tapete, y la mexicana Marisol Centeno, creadora de los tapetes Bi Yuu, lo sabe bien. El papel de sus piezas es el de contar la historia misma de su hechura: de dónde vienen, quién las hizo…, y al mismo tiempo cuentan una historia enteramente nueva y original.
Además de actriz de películas como Fecha de caducidad y La última mirada, Centeno es diseñadora textil y prefiere los relatos al ornamento. Ella y todos los que hacen posible Bi Yuu cuentan la historia de una realidad latente en México: la pluriculturalidad y la belleza. “La belleza”, señala, “es importante, pero cuando tiene una razón de ser el resultado es más potente”, dice Centeno. La razón de ser de estos objetos es precisamente la de narrar historias que contribuyan de alguna manera al mundo. Y la belleza queda clara en cada colección, que tiene su propio mito.
Desde sus inicios hace seis años, Bi Yuu ha ido implementando un modelo colaborativo de trabajo que hoy cuenta con 32 artesanos, todos originarios de Teotitlán del Valle, Oaxaca. El verdadero valor de esta producción textil es que, desde una perspectiva del lujo, todas las piezas están hechas a mano y, por lo tanto, se respeta el proceso ritual y el tiempo que requiere una producción artesanal. Además de esto, cada tapete implica un ir y venir entre diseñadores, artesanos y clientes donde se involucran cuestiones íntimas y lúdicas que terminan por ser los elementos que tejen la trama. Y aunque el proceso creativo se realice bajo la dirección de Centeno, el proyecto es de todos, de ahí su leyenda “tapetes con alma”.
Ahora ha lanzado Norte 61, su más reciente colección textil que está inspirada en la construcción del ferrocarril Chepe, que viaja de Chihuahua al Pacífico, esa máquina promesa del progreso que llegó al norte del país en la década de los sesenta. El Chepe fue el arquetipo de la máquina que irrumpe en la naturaleza para acelerarla, pero que la naturaleza eventualmente oxida, corroe y acaba por destruirla.
Para esta colección, el equipo experimentó por primera vez con shibori, la milenaria técnica japonesa de amarre y teñido que produce patrones predeterminados. “La sorpresa de notar que podemos descubrir cosas nuevas juntos es muy gratificante, y son estos detalles los que manifiestan la horizontalidad de Bi Yuu, que poco a poco se ha logrado gracias a la colaboración, el respeto, la paciencia y, aunque suene cursi, el amor por el trabajo”, dice.
Tener un tapete brinda calidez y estilo, es el lienzo perfecto para reposar los ojos. Para mayor información, visita su página biyuu.mx.
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