Durante el E3 2016 varias compañías productoras de videojuegos mostraron los proyectos de realidad virtual (VR) en los que están trabajando. Con su PlayStation VR, Sony lleva la clara delantera en la parte de videojuegos y realidad virtual para el mercado de las consolas caseras, pero no es la única empresa que está apostando por esta tecnología.

Oculus es una de las “nuevas pioneras” en este rubro y es que desde hace varios años han trabajan en prototipos de visores (headsets) y juegos que pudieran ser comercializables para todo público. Han logrado su objetivo, pues además de ya estar a la venta y tener varios títulos disponibles, lograron que Facebook los adquiriera por la nada despreciable cantidad de dos billones de dólares.

Además, a esta nueva carrera tecnológica se han sumado otras empresas como Samsung con su Gear VR, HTC con el Vive desarrollado en conjunto con Valve Corporation y hasta el mismo Google con su modesta y económica Google Cardboard.

Aunque Microsoft no está desarrollando su propia tecnología de realidad virtual, el año pasado anunciaron la compatibilidad del control y algunos juegos del Xbox One con Oculus, esto con el propósito de brindarle al consumidor una opción más de entretenimiento.

Hasta la industria del entretenimiento para adultos está creando contenido VR para dispositivos móviles o la PC (dejando fuera a las consolas de videojuegos). Durante el E3 2016, una de estas compañías tuvo un pequeño pero exitoso booth con hombres y mujeres haciendo largas filas para probar esta nueva experiencia.

Headset de Oculus Rift.

¿De dónde viene el VR?

Aunque para muchos puede parecer algo nuevo en realidad esta tecnología tiene muchos años en desarrollo.

Desde la década de los 50 ya se trabajaba en ideas de realidad virtual, pero por las limitaciones de la época en su momento no pudo ofrecer una experiencia inmersiva. Aunque no lo crean, el famoso Viewmaster también es considerado tecnología VR.

En la década de los 90 se pudieron avances importantes en este campo, sobre todo gracias a la tecnología LDC que permitía mostrar imágenes de buena calidad en pantallas muy pequeñas, sin embargo, aún no podían lograr crear esa sensación inmersión que hoy en día tiene los nuevos headsets VR, es por ello que incluso el poderosísimo Nintendo fracasó con su Virtual Boy pues realmente no ofrecía nada novedoso.

Actualmente, los visores son capaces de ofrecer la sensación de inmersión necesaria para sentirse dentro de los mundos virtuales. En algunos casos, esta inmersión es capaz de engañar a tu cerebro para sentir el vértigo de estar en una montaña rusa o la fuerza G al tomar una curva en un automóvil deportivo.

Más que un gimmick temporal

Algunos creen que la tecnología VR no es otra cosa que un gimmick temporal, un accesorio cuya fama será pasajera y que pronto será olvidada, como le pasó al Kinect del Xbox 360, al Wii Remote y a las mismas televisiones 3D que hoy, ya casi nadie compra.

La gran diferencia de la realidad virtual en comparación con estas otras tecnologías es que no viene impulsada solamente por una consola de videojuegos. El VR funciona en prácticamente cualquier smartphone de gama alta que haya salido en los últimos 3 años y para 2017 los teléfonos se gama media seguramente podrán manejarlo sin ningún problema.

Más allá de la capacidad de entretenimiento que ofrece, se están considerando otras aplicaciones como por ejemplo, la turística para ofrecer a los posibles viajeros una probadita más real del destino que han escogido.

Otra ventaja es que no viene atada a una marca o consola, por el contrario, se puede usar en la PC, el smartphone y los visores disponibles son “universales”, es decir, se pueden usar con la mayoría de los teléfonos que hay actualmente.

Es justo mencionar que la tecnología de realidad virtual aún se encuentra en una etapa muy temprana de su desarrollo, pero da claros signos de fortaleza gracias al impulso que muchas marcas le están dando y, aunque Apple aún no ha querido participar, es probable que pronto decidan anunciar su iVR.