Es una fortuna vivir en la Ciudad de México porque hay cultura en todas partes. Tanta que el tiempo no alcanza para ir a todas las exhibiciones, conciertos y obras de teatro. Esta vez fui a la galería Breve en la Roma. Se llama así porque solo abría los fines de semana originalmente, pero el proyecto creció tanto que sus fundadores, Begoña Irazábal y Jorge Rosano, se animaron a darle a Breve un espacio propio y permanente.

Un jueves por la tarde me escapé temprano del trabajo para llegar a la inauguración de “El origen de las cosas”, una muestra del artista Roberto Flores. Llegué de buen humor gracias a que puse uno de mis playlists. Solo así se puede sobrevivir al tráfico de la hora pico. Eso, y los asientos de piel del Buick Enclave.

Al llegar a Breve, me sorprendí por completo con la obra de Roberto: pinta sobre papel tornasol y los colores cambian según desde donde las mires. Begoña, quien es muy amable y platicadora, me explicaba el interés de Roberto por crear pinturas completamente abstractas, sin mensajes ocultos. Su intención fue únicamente experimentar con el color sobre el papel. Me contó también la historia de Roberto, quien empezó su carrera como ilustrador y es además un gran tatuador. Para su primera exposición individual en Breve decidió arriesgarse a probar algo distinto.

Me encanta esta galería porque se nota la vocación de Begoña y su socio por impulsar el coleccionismo entre los jóvenes. Aunque no lo crean, comprar arte es una buena inversión y es importante archivar las obras vivas de esos creadores de nuestro tiempo porque representan nuestra generación.

Además Begoña es una excelente asesora para comprar obra, así que aproveché para pedirle algunos consejos. Sus recomendaciones apuestan siempre a artistas emergentes con un futuro prometedor. No es un gasto sino una inversión.

El tiempo se pasó volando así que tendré que volver pronto para ver qué más traerá Breve de nuevo. Así son mis tardes: siempre hay que aprovechar el lujo de vivir estos momentos.