Hannes Meyer, el revolucionario de la arquitectura socialista
El Museo Franz Mayer hospeda la muestra retrospectiva de Hannes Meyer, quien marcó el rumbo del diseño colectivo y la arquitectura socialista en México.
A pesar de sus aportaciones a los campos de la arquitectura, el urbanismo y la educación, el nombre de Hannes Meyer parece borrarse con el paso del tiempo. Quien fuera el segundo director de la Bauhaus —la escuela de arquitectura alemana—, su obra navegó por Alemania, Suiza, la entonces Unión Soviética y hasta México, donde se estableció a finales de los años treinta. Porque el ambiente posrevolucionario de México, cargado de movimientos sociales y una política progresista, ofrecía un terreno fértil a los ideales comunistas de la arquitectura modernista.
Con la intención de rescatar su obra, el Museo Franz Mayer, la embajada de Alemania en México y el Goethe-Institut Mexiko presentan «El principio coop – Hannes Meyer y el concepto del diseño colectivo», bajo la curaduría de Raquel Franklin y Werner Möller.
A través de 150 piezas, entre fotografías, maquetas y planos, se exploran “las ideas que ocuparon el centro de su producción en los distintos ámbitos en los que se movió: la sociedad, la educación, la arquitectura y el paisaje”, señala Franklin para Gatopardo.
Nacido en Basilea, Suiza, en 1889, sus trabajos arquitectónicos tempranos estuvieron marcados por un apego a formas clásicas, sin embargo, sus ideales comunistas lo llevaron a desarrollar una arquitectura particular que partía de las necesidades de la sociedad, como la primera colonia cooperativa en Friesdorf.
La exposición revisa sus primeras obras, impregnadas de los ideales comunistas, el interés por un trabajo colaborativo, el desarrollo de un lenguaje, la importancia del paisaje como identidad y la concepción del arquitecto como una figura al servicio de la sociedad. De igual manera, aborda el impacto de la metodología educativa que Hannes Meyer implementó en la Bauhaus cuando fue invitado en 1927 por Walter Gropius. Se incluyen también algunos de los trabajos que ideó durante su estancia en la Unión Soviética.
Para esta exposición en México, los curadores desarrollaron una nueva sección que se enfoca en su experiencia en el país, como la creación y dirección del Instituto de Planificación y Urbanismo en el Instituto Politécnico Nacional, que duró un año —por sus diferencias con Juan O’Gorman y la acusación por parte de Diego Rivera de haber estado involucrado en el asesinato de León Trotsky—.
Entre sus proyectos se encuentran sus observaciones a la vida cultural de las vecindades del centro de la ciudad que lo inspiraron a diseñar el Conjunto Habitacional Lomas de Becerra, en el que la disposición de los edificios se maneja en torno a un área de encuentro comunitario.
“Para él, la construcción de comunidad era central a su pensamiento, de ahí que el análisis de dichas condiciones en espacios tradicionales fuera esencial para entender la mentalidad del mexicano para adaptar sus propuestas”, dice Franklin. Dicho conjunto no pudo ejecutarse, sin embargo, los estudios realizados de la zona fueron utilizados más tarde por el taller de Mario Pani para construir la Unidad Habitacional Santa Fe.
Otros proyectos incluidos son la planeación del balneario de Agua Hedionda en Cuautla, Morelos, el estudio urbano de la manzana de Corpus Christi para el Banco Nacional de México y su faceta como editor del Taller de Gráfica Popular.
En 1949, tras decepciones profesionales, Hannes Meyer regresó a Suiza, donde murió en 1954. Esta primera exposición en el país que fue su hogar por una década permite abrir una reflexión sobre su legado en cuanto al trabajo cooperativo, el estudio del paisaje y el rol social del arquitecto.
El principio coop–Hannes Meyer y el concepto del diseño colectivo
Del 15 de marzo al 28 de mayo
Museo Franz Mayer
Hidalgo 45, Centro Histórico, Ciudad de México
franzmayer.org.mx
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