El que Sergio Ramírez obtuviese el Premio Cervantes, la distinción más importante de las letras hispánicas, era cuestión de tiempo. El escritor nicaragüense no sólo ha dejado un legado literario a su país, sino que es una institución de la cultura centroamericana en sí mismo. Ramírez es una figura prominente de la turbulenta historia reciente de su país. Es también, uno de los autores latinoamericanos más importantes de la época post-boom latinoamericano.

Prolífico como pocos, en los últimos 15 años Ramírez ha escrito cinco novelas –siendo la más reciente Sara (2014)–, cinco libros de relatos; y una serie de antologías y ensayos. Además publica en el diario El País y dirige la revista cultural Carátula. En 2012, creó el festival de narrativa Centroamérica Cuenta, que se ha convertido en uno de los principales eventos literarios de la región.

Su compromiso con la cultura y su particular historia, con una combinación singular de política y literatura, recuerdan a los autores de antaño. Su activo papel en las letras, y más allá de ellas, hacen de Ramírez uno de los escritores vivos más importantes de América Latina.

A continuación, seis textos para adentrarse en el universo de Sergio Ramírez.

Margarita está linda la mar (1998)
Con este título obtuvo el Premio Alfaguara de novela en 1998. En él, recrea dos momentos clave de la historia de Nicaragua que tuvieron lugar en la ciudad de León, la segunda más grande del país y donde Ramírez pasó muchos años de su vida: El regreso de Rubén Darío a su patria y su muerte en 1916, y el asesinato de Anastasio Somoza García en 1956. El libro brilla por el entretejido de ficción y no-ficción, así como el uso de palabras modernistas, producto de su profunda investigación literaria.

Adiós muchachos (1999)
Sergio Ramírez fue una pieza vital de la revolución que terminó en 1979 con la dictadura de Anastasio Somoza Debayle. En esta autobiografía, el autor narra de manera franca sus memorias sobre la turbulenta revolución sandinista: la efímera emoción de su inicio y la desolación de su segunda mitad. Mario Vargas Llosa lo describió como “Un libro sereno, muy bien escrito”.

“La función ha terminado” en El País (2017)
Al terminar su vida en la política –fue candidato presidencial en 1996, y la derrota le hizo abandonar su faceta activa en esa esfera–, Ramírez ha observado la política nacional e internacional desde la escritura. Éste es un artículo de opinión sobre la crisis venezolana publicado en junio de 2017. Léelo aquí.

Sara (2014)
En su novela más reciente, Ramírez reescribe el episodio bíblico de Abraham y su esposa Sara. Él sigue ciegamente las órdenes de Dios, mientras que ella debe proveer el sentido común. La fe de Abraham es puesta a prueba con un mandato divino que implica asesinar a su único hijo. En relato original, Dios detiene al hombre antes de terminar con una vida inocente. En la historia de Ramírez, es Sara quien detiene la mano de su esposo.

“La última isla” en Carátula (2017)
El papel de Ramírez en la cultura centroamericana es de una importancia indiscutible. Una de las facetas de esto es su revista Carátula, donde bimestralmente se explora el estado de la cultura de la región y los personajes que la hacen única en el mundo. Ésta es la entrada más reciente en su sección Hoja de ruta. En “La última isla”, Ramírez lamenta la muerte de dos jóvenes promesas de las letras nicaragüenses: Francisco Ruiz Udiel y Ulises Juárez Polanco. Léelo aquí.

Castigo divino (1988)
En su libro más popular, Ramírez retoma uno de los procesos criminales más sonados de la historia de su país: En 1933, tres mujeres de la alta sociedad han sido asesinadas, y todo apunta a Oliverio Castañeda. Así, examina y reflexiona sobre el estado de la sociedad nicaragüense previo a la dictadura de Anastasio Somoza García. ¿Qué hay del poder económico y las ventajas que se obtienen de una intriga en un caso así?. Ficción histórica que a ratos es un relato policial y a ratos, periodismo amarillista mezclado con melodrama.

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