Lo mejor del Festival Internacional de Cine de Morelia
“La camarista” de Lila Avilés se alza con el máximo premio del FICM; una selección con las mejores películas del festival se proyectará en la CDMX.
Morelia – Tal y como se había prometido desde el anuncio de la selección oficial de la 16º edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), las mujeres cineastas tuvieron una participación importante a lo largo de las jornadas de proyección y competencia del certamen michoacano, donde tres trabajos dirigidos por talento femenino se consolidaron como lo mejor del FICM.
La camarista, ópera prima de la también dramaturga Lila Avilés, arrasó en el apartado que reconoce a las mejores producciones nacionales de ficción llevándose dos de los premios más importantes del festival: Mejor Largometraje Mexicano de Ficción y el Premio Guerrero de la Prensa a Mejor Película. La cinta, que estrenará el próximo año, conquistó al público y la prensa gracias a la sensibilidad con la que aborda la historia de una camarista del hotel Presidente Intercontinental de la Ciudad de México (Gabriela Cartol) que aguanta las necesidades y exigencias de su oficio con el fin de acceder a una vida mejor para ella y su pequeño hijo.
Curiosamente, el premio a Mejor Actriz no le fue entregado a Cartol –como se había manejado a lo largo de la semana en la sala de prensa–, sino a la joven intérprete Naian González Norvind, quien protagoniza y coescribe el drama Leona, quizá la mayor sorpresa del certamen. En la película, dirigida por Isaac Cherem, González Norvind encarna a Ariela, una joven judía proveniente de una familia tradicional que se enfrenta a los reclamos de su círculo más cercano de parientes después entablar una relación con Iván (Christian Vázquez), un chico de clase media que no profesa su religión. Aunque la historia pudiera sonar a algo que el espectador ya ha visto en repetidas ocasiones, la forma en que González Norvind sostiene la acción, con la potencia de una chica rebelde llevada a la reducción dramática, impulsa al proyecto. Sótera Cruz fue reconocida con una mención especial en la categoría por su trabajo en El ombligo de Guie’dani, del director Xavi Sala.
Museo, de Alonso Ruizpalacios, también figuró entre los galardonados de esta edición al llevarse los premios a Mejor Dirección en un Largometraje de Ficción y el Premio del Público a Mejor Largometraje de Ficción. Por último, Raúl Briones sorprendió a propios y extraños al alzarse con el premio a Mejor Actor por su actuación en el drama Asfixia, una película que exhibe las habilidades visuales de su directora Kenya Márquez, pero cuya historia naufraga entre sus ocurrencias y atajos argumentativos, que hacen que la historia no lleve a ningún lugar.
En la sección documental, la experimentada cineasta Nuria Ibáñez Catañeda se alzó con el premio principal gracias a Una corriente salvaje, su tercer largometraje en el género. En el trabajo de 72 minutos de duración, Ibáñez hace un íntimo acercamiento a la relación que han establecido dos pescadores que viven en una playa desierta. Con cautela, la directora presenta la cotidianidad con la que ambos actúan y establece un vínculo que, por momentos, se asemeja más al de una pareja sentimental.
Por su parte, Melissa Elizondo conquistó el Premio del Público, el Premio Guerrero de la Prensa y el Premio a Documental Realizado por una Mujer, este último otorgado por la Asociación de Mujeres en el Cine y la Televisión de México, con El sembrador. El proyecto, producido por el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM (CUEC-UNAM), cuenta la historia de Bartolomé, un maestro de la sierra chiapaneca cuyos métodos humanistas de educación han preparado por años a sus alumnos para enfrentarse a todo aquello que la vida les tenía reservado y no figura en los libros de texto.
Ya me voy, de Lindsay Cordero y Armando Croda y M, de Eva Villaseñor también fueron reconocidos con una Mención Especial a Largometraje Documental Mexicano y el Premio Ambulante a Documental respectivamente.
En el apartado de cortometraje mexicano la historia no fue diferente. La realizadora sinaloense Betzabé García se alzó con el premio a Cortometraje de Ficción Mexicano con La chica de dos cabezas, una coproducción inglesa en la que una joven de 18 años comienza a replantearse el papel de la mujer a través de su relación con dos universos completamente diferentes: el de su madre, una mujer conservadora de mediana edad y el de sus compañeras de gimnasio, que coinciden con ella en edad, pensamiento y estilo de vida.
Por su parte, Laura Baumeister recibió una mención especial por parte del jurado gracias a su cortometraje Ombligo de agua, el quinto trabajo que la cineasta nicaragüense presenta en el FICM.
Otros ganadores en la categoría incluyen a El peso de los caídos, de Gastón Andrade, con el premio a Cortometraje Documental Mexicano; 32-Rbit, de Víctor Orozco Ramírez, con el premio a Cortometraje de Animación Mexicano; Las rancheras, de Hermann Neudert, con el Premio de la Selección de Cortometraje Mexicano en Línea y El aire delgado, de Pablo Giles, con el premio especial Renta Imagen.
Afortunadamente para los cinéfilos, el FICM no terminó con la ceremonia de premios celebrada en el Teatro Ocampo de la capital michoacana, pues una selección con treinta películas presentadas durante la 16º edición del certamen llegará al centro del país del 2 al 11 de noviembre.
Dentro de los filmes programados en la sección, titulada Lo mejor del FICM en la CDMX, se exhibirán algunos de los mejores largometrajes internacionales de esta edición, como El primer hombre en la Luna (First Man), La maestra de Kínder (The Kindergarten Teacher) y el documental español Muchos hijos, un mono y un castillo; además de las películas reconocidas en cada una de la secciones del festival, permitiendo a los espectadores gozar por adelantado de algunas de las mejores películas del año, producciones mexicanas destacables que llegarán a nuestras pantallas comerciales hasta el próximo año y trabajos que seguramente escucharemos constantemente en la temporada de premios de 2019.
Aquí un par de recomendaciones:
¿Puedes perdonarme? (Can You Ever Forgive Me?)
Basada en la historia de Lee Israel, una decadente biógrafa que en los noventa comenzó a falsificar cartas de escritores y estrellas de Hollywood fallecidas para poder subsistir en su departamento de Nueva York. El drama destaca entre los biopics convencionales gracias a la ambición de su directora, la experimentada Marielle Heller, la adaptación de Jeff Whitty y –la injustamente poco apreciada cineasta– Nicole Holofcener quienes construyen el argumento como un cuidadoso y amable estudio de dos solitarios personajes. Israel, interpretado con creces por Melissa McCarthy, y Jack Hock, una representación narrativa de uno de los amigos y cómplices de Israel, llevado a la pantalla por Richard E. Grant en una de las decisiones más afortunadas de su carrera.
Clímax (Climax)
Quienes conocen el cine del director argentino Gaspar Noé, saben a lo que se enfrentan cuando entran a ver su más reciente película, la producción francesa Clímax (Climax), que anteriormente se había presentado en los festivales de Sitges, Cannes y Toronto. La película, supuestamente basada en una historia real sucedida en París a mediados de la década de los noventa, sigue a un grupo de jóvenes bailarines urbanos que, tras ser convocados para aprender y practicar una coreografía que los llevará a una gira por Europa y Estados Unidos, deciden festejar en una fiesta a la mitad del bosque. Sin embargo, los planes de celebración del grupo se verán trastornados cuando descubren que alguien los ha drogado, introduciéndolos en una peligrosa atmósfera en la que todo se saldrá de control. No es sorpresa que Noé lleve al espectador hasta el límite de la locura y la violencia con su desquiciada trama, llena de excesos argumentativos y visuales. Sin embargo, es la forma en cómo los presenta, todo dentro de una misma locación, sin hacer cortes en secuencias que duran más de quince minutos y desarrollando todo en un ambiente neón con música dance saturando los sentidos, la que hace que su película sobresalga de otros trabajos en su filmografía, convirtiéndose en un entretenimiento sagaz para cualquiera que aguante las temáticas y el shock que el cineasta latino persigue en cada cuadro de su quinta película.
Todos lo saben (Everybody Knows)
Después de convertirse en un emblema del cine iraní (de hecho, él le ha dado al país asiático los únicos dos premios Oscar que poseen en su historia), el cineasta Asghar Farhadi sorprendió a todos cuando anunció que su próximo proyecto se rodaría en español, en locaciones españolas y con uno de los repartos iberoamericanos más atractivos de los últimos años. El resultado es Todos los saben (Everybody Knows), un thriller psicológico protagonizado por Javier Bardem, Penélope Cruz y Ricardo Darín. En la cinta, Cruz interpreta a Laura, una joven española que regresa a su pueblo natal después de vivir junto a su esposo (Darín) en Buenos Aires. Sin embargo, su visita será interrumpida cuando su hija es secuestrada durante la noche, lo que obliga que la relación que ha establecido con su familia, especialmente con su cuñado y viejo amante (Bardem) viva momentos críticos mientras todos los secretos que había guardado detrás de su apariencia salen a la luz. Con el control tras la cámara que lo ha caracterizado en su carrera, Farhadi ejecuta una historia que aumenta la tensión conforme el misterio que la ocupa se resuelve. Apoyándose del desgaste de sus personajes, bien interpretados por Bardem, Darín y especialmente Cruz, el cineasta iraní convence y atrapa con un filme que tiene tantas capas y lecturas como secretos.
Un caballero y su revólver (The Old Man & The Gun)
A veces las mejores historias están sepultadas entre ciudades vacías y artículos de revistas. La trama que da origen a Un caballero y su revólver (The Old Man & The Gun), es una de ellas. Basada en un artículo de The New Yorker que contaba la historia de Forrest Tucker (el legendario Robert Redford), un ladrón de bancos que dedicó su vida a asaltar cordialmente los centros bancarios del centro de los Estados Unidos, ser atrapado y escapar de prisión para poco después repetir el ciclo, la más reciente cinta de David Lowery, conocido en nuestro país por aquel pequeño drama independiente A Ghost Story, explora una anécdota fascinante. Además de presentar una película encantadora, Lowery crea un vehículo para el lucimiento y homenaje de Redford, quien se despedirá de la actuación con resultados formidables.
Lo mejor del FICM en la CDMX se presentará en los complejos Diana, Miyana, Oasis, Perisur y Universidad de Cinépolis, la Cineteca Nacional, la sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario de la UNAM; el Cine Tonalá; Le Cinéma IFAL, los centros Aragón y Milpa Alta de la Red de FAROS de la Secretaría de Cultura de la CDMX, la explanada de la alcaldía Cuauhtémoc y el estadio Marakaná de Tepito, en el Centro Histórico. Para más información recomendamos consultar carteleras.
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