La Casa de las Flores entra por la ‘puerta grande’
La nueva serie de Netflix explora la necesidad de proteger y perdonar a los seres queridos, sin importar lo incómodo que eso pueda ser.
Manolo Caro se dio a conocer como director de obras como No Sé Si Cortarme Las Venas o Dejármelas Largas; 1,2,3 por mí y Por Todos Mis Amores. Luego, llevó esas mismas obras a la pantalla grande en comedias que resultaron un éxito. Ahora Caro se aventura por primera vez a la pantalla chica con la dirección de La Casa de las Flores, una serie original de Netflix.
El año pasado, cuando Manolo se encontraba en el Festival de Los Cabos, tuvo un primer acercamiento con el equipo de Netflix. «Se me acercaron después de haber visto mis tres últimas películas. En aquel entonces todavía no estrenaba La Vida Inmoral de La Pareja Ideal, y fue cuando tuve el ofrecimiento de hacer un proyecto original para ellos y la idea me agradó muchísimo”. El realizador reconoce que, aunque no lo había hecho antes, sí se había imaginado trabajando en la pantalla chica. “La televisión es algo que está en la mente y en la vida del mexicano, hemos crecido viendo televisión. Y ahorita con este auge mundial de las series, y de la mano de Netflix, pues era una oferta que no podía desaprovechar. Justo llegaba en un momento muy importante para mí por tener la oportunidad de crear algo nuevo en un esquema diferente, en un formato diferente. Estar a punto de estrenarlo, ha sido de las satisfacciones más grandes que me ha dado esta carrera.”
La Casa de las Flores cuenta las historias familiares que se esconden detrás del stand de una florería, el negocio familiar. La serie explora la necesidad de proteger y perdonar a los seres queridos, sin importar lo incómodo que eso pueda ser.
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“La selección del elenco fue de las cosas más padres, porque justo cuando se me propone hacer la serie, lo primero que se nos vino a la cabeza –tanto a la plataforma como a mí–, fue seguir contando historias de esta generación, que está en los 30s, y que venían de Amor de Mis amores, o No Sé Si Cortarme…» Pero el director detuvo el impulso, pues era una gran oportunidad para plantearse un nuevo reto envuelto en este nuevo comienzo, y terminó con un elenco que incluye a Verónica Castro, Cecilia Suárez, Aislin Derbez, Sawandi Wilson, Juan Pablo Medina y Dario Yazbek Bernal.
“Decidí hacer una serie que hablara del núcleo familiar y de cómo se desenvuelve, y para eso tenía que encontrar a un elenco atractivo para diferentes generaciones, quería ampliar un poco el espectro. Lo primero que pensé fue recurrir a actores con los que me siento cómodo, con los que tengo una carrera recorrida (Cecilia Suárez y Juan Pablo Medina), y justo cuando llegó la idea de buscar quién podría ser la mamá y pilar de esta familia –porque la serie habla de un matriarcado–, era casi una asignatura pendiente convencer a Verónica Castro». Y le fue bastante difícil converncer a la actriz de icónicas telenovelas como Rosa Salvajey Los Ricos También Lloran “Verónica es una actriz que tiene la inteligencia de darse cuenta de que si regresaba, tenía que ser para reinventar su carrera, y qué mejor que hacerlo con Netflix y con un público que a lo mejor no creció viendo sus telenovelas, pero sabe perfecto quién es Verónica Castro”.
Acercarse a una plataforma que le daría acceso a millones de televidentes era un gran privilegio, pero Manolo sabía que también implicaba una enorme responsabilidad. “Lo primero es saber justo la responsabilidad de salir brandeado con el logo de Netflix, que sin duda es el logo, la empresa y la estructura más importante a nivel mundial. Yo creo que a todos los que nos dedicamos a esto nos llama la atención y nos hace un guiño lo que han venido haciendo en los demás países, cómo lo comunican, y cómo se vuelve tan grande e inmediato estrenar en 190 países para tantas personas. Saber que tu proyecto puede estar a la mano de gente que a lo mejor nunca pensaste o imaginaste poder llegar», explica el director. Admite también que requiere una gran responsabilidad y osadía, pues ese mismo alcance que atrae tanto puede ser motivo del deseo de huir. «Cuando yo dije que sí, y cerramos el compromiso, lo primero que hice fue no reparar en darme cuenta de lo grande y lo fuerte que era asumir este reto, porque sino iba a terminar atemorizado, con miedo y paralizado. Una vez que fue luz verde, fue no parar, y no parar hasta este 10 de agosto, día del estreno mundial”.
El cambio a la producción televisiva le ha brindado aprendizajes, un rigor que no tenía. La demanda de trabajo que exige una serie para televisión lo exprimió, lo dejó agotado física y mentalmente, pero también le ha dado un aprendizaje nuevo que podrá continuar aplicando en sus siguientes producciones. “En televisión la gente se tiene que quedar enganchada y tiene que querer ver más; querer presionarle play al siguiente capítulo. Es una responsabilidad fuertísima, porque con tanta oferta en una plataforma como Netflix, es muy fácil que te dejen de ver. Para mí fue agotador, pero muy enriquecedor, y también me dio la oportunidad de regresar ahora al teatro, a la temporada de Straight,y ver las cosas de manera diferente”.
“Las horas de talacha, y las horas en el set, al final se convierten en experiencias; ya no soy aquel niño cuando empecé en No Sé Si cortarme…, ése que tenía miedo de enfrentarse a la cámara, y a un grupo de actores”. Y aunque podría pensarse que el teatro siempre será ‘su medio’, Manolo adelanta que en esta serie conoceremos una faceta que no hemos visto de él. “Creo que a la gente que le gusta mi trabajo la va a disfrutar, y lo puedo asegurar porque –se va a escuchar mal que yo lo diga–, pero es más yo que nunca. Es un proyecto muy personal, muy hilarante; un proyecto de una oscuridad y de una complejidad en ciertos puntos, y de una irreverencia en otros. Y a los que no les gustó, o no han conocido mi trabajo, la familia es un tema que no le es ajeno a nadie. Todos tenemos en nuestra familia virtudes, defectos, mentiras, verdades, y eso es lo que retratamos aquí.
“También entender que no porque sea tu madre, o porque sea tu hermana, te tiene que caer bien, o que tienes que amar sin condiciones. Porque por ejemplo, si un amigo te hace una fregadera le dejas de hablar y ahí acaba la historia; pero con tu familia hay algo más que lo tienes que transformar, y yo creo que eso es lo que hace interesante La Casa de Las Flores”.
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