Tercerunquinto o el arte de negociar: el colectivo regiomontano visita Puebla

Tercerunquinto o el arte de negociar

El colectivo regiomontano ha reactivado sus piezas en una muestra que viajará de Puebla a Monterrey.

Tiempo de lectura: 3 minutos

A finales de los noventa, en la ciudad de Monterrey, se fundó Tercerunquinto, el colectivo integrado por los artistas Rolando Flores, Gabriel Cázares y, hasta 2014, por Julio Castro. Situaron su obra entre la escultura, la arquitectura y los sistemas constructivos, pero pronto empezaron a explorar la memoria política y lo institucional, así como los circuitos artísticos, las tensiones entre lo público y lo privado, y el centro y las periferias de las megalópolis en el tercer mundo.

“Tercerunquinto hizo del espacio urbano todo un laboratorio de cuestionamientos. Desde sus inicios ha sido un grupo que establece su práctica en un ir y venir entre la imagen y el centro, y la zona de informalidad y el espacio estetizado”, apunta quien los ha seguido de cerca, el curador Cuauhtémoc Medina, en entrevista para Gatopardo.

Sus obras surgen y son determinadas por una negociación institucional, es decir que involucra a distintos agentes tanto de la sociedad como del sistema artístico y gubernamental. Al respecto, Flores señala: “La negociación como concepto es más atrayente porque te involucra, no estás haciendo un señalamiento, estás dentro. Es un punto nodal de nuestra práctica. Uno suelta una idea y ésta empieza a definirse respecto a procesos y negociaciones, y el control ya no lo tiene uno”.

Un ejemplo es Proyecto para muca Roma (2004), una intervención que consistió en adaptar el museo como bodega para los vendedores ambulantes que trabajaban a la redonda. Tras el análisis de lo que la institución artística puede representar, el colectivo trastocó sus funciones al establecer una negociación con los vendedores informales, la UNAM —a la que pertenece el museo— así como el Departamento Jurídico, ya que se iban a resguardar productos pirata. Hicieron partícipes a todas las partes, fusionando el museo con el contexto y los mecanismos económicos del espacio público.

Tercerunquinto, 1

La arquitectura, entendida como un lenguaje que refleja una realidad política y social, ha estado estrechamente relacionada con su quehacer. Tal es el caso de Desmantelamiento y reinstalación del escudo nacional (2008), que se llevó a cabo en el marco del 40º aniversario del Movimiento Estudiantil de 1968. La intervención consistió en remover temporalmente el símbolo patrio integrado en la fachada de la antigua Secretaría de Relaciones Exteriores (actualmente el Centro Cultural Tlatelolco), de manera que la representación del Estado estuviera ausente durante dicha conmemoración. Con ello, evidenciaron la relación que existe entre la arquitectura y el discurso político. “Es la arquitectura al servicio del Estado. Ahí hay un diálogo y discurso de poder, filtrados a través de una forma arquitectónica”, dice Cázares.

Asimismo, Tercerunquinto reflexiona sobre el papel de la escultura en el espacio público. En 2003 realizó Escultura pública en la periferia urbana de Monterrey, que consistió en la colocación de una plancha de concreto de 50 m2 en un barrio periférico, donde las construcciones están hechas con materiales fácilmente desmontables ante el inminente desalojo por estar en territorio federal. Los artistas buscaban trastocar la función de la escultura pública, percibida como la coronación del espacio urbano, al construirla en un lugar carente de indicadores de desarrollo. El resultado fue la activación del lugar por parte de la comunidad al realizar eventos públicos, hasta que en 2006 fue apropiada por un comerciante informal.

Tercerunquinto, 2

“Su trabajo fluye con respecto a una serie de personas, casos, espacios que están en condición de informalidad. Es la demagogia encarnada. Y lo que Tercerunquinto subraya es este estado de deficiencia normativa, de simulacro de regulación, la ausencia de sentido, y cómo se opera en un campo donde está ocurriendo esta norma no obedecida”, agrega Medina.

Desde el pasado mes de junio, el Museo Amparo, de Puebla, presenta “Tercerunquinto. Obra inconclusa”, una exposición con la que el colectivo repasa dos décadas de trabajo, bajo la co-curaduría de Medina y Taiyana Pimentel. “El ejercicio de lectura más ambicioso y complejo de lo que hemos hecho. Una forma de administración del pasado. Es trabajar con la historia y plantearnos cómo lo podríamos hacer sin que tuviera un dejo de nostalgia”, dice Flores.

Tercerunquinto, 3

La muestra aborda su trabajo a partir de tres ejes argumentativos: Protocolos, Ocupaciones y Obra gris. Para ésta se “reactivaron” algunas piezas realizadas originalmente en otras ciudades del mundo, como el registro fotográfico de Arqueología del muro político. Palimpsesto de estudios preliminares, realizado esta vez por rotulistas locales en el contexto de las pasadas elecciones de Puebla.

A finales de agosto la exhibición viajará al Museo de Arte Contemporáneo, de Monterrey (MARCO), donde el énfasis estará en las intervenciones más representativas que el colectivo ha realizado en dicha ciudad.

Tercerunquinto. Obra inconclusa

Hasta el 8 de octubre
Museo Amparo
museoamparo.com

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