El Tribunal Supremo de España ha confirmado la condena de 21 meses en prisión para Lionel Messi por tres fraudes fiscales, la cual fue anunciada originalmente por la Audiencia Provincial de Barcelona en 2016. El jugador estrella del FC Barcelona defraudó a Hacienda por 4.1 millones de euros durante 2007, 2008 y 2009 por no pagar los impuestos por los 10.1 millones que percibió por derechos de imagen durante ese periodo. La sentencia incluye una multa de dos millones de euros.

Jorge Horacio Messi, padre del jugador, fue condenado por fungir como cooperador necesario, y su condena bajó de 21 a 15 meses en prisión por el atenuante de devolver parte del dinero defraudado. Su sentencia también incluye una multa de 1.3 millones de euros.

El caso ahora volverá a la manos de la Audiencia Provincial de Barcelona. Por tratarse de una condena inferior a dos años, esta institución –que interpuso la condena en primer lugar en julio de 2016– puede promover la suspensión del ingreso a la cárcel a aquellos sin antecedentes penales mientras no se incurra en otros delitos. De ellos es la última palabra.

Messi vive cada derrota como si fuera el fin del mundo.

Los magistrados del Tribunal Supremo cuestionaron que los asesores fiscales de Lionel Messi y su padre no formaran parte de la acusación. Durante el juicio oral celebrado en Barcelona en junio 2016, el jugador declaró que le había transferido las responsabilidades fiscales a su padre y los asesores, pues él sólo se dedicaba a jugar futbol.

Para los cinco miembros del tribunal, Messi actuó dolosamente, pues no admiten que ignorara que debía pagar por las altas cifras obtenidas por el uso de su imagen. «No resulta acomodado a lógica admitir que quien percibe importantes ingresos ignore el deber de tributar por ello», señalan los magistrados en la sentencia.

También señalan que a pesar de alegar desconocimiento, no fue ajeno a las maniobras fiscales para evitar el pago de impuestos –como la cesión de derechos de imagen de Messi a sociedades en paraísos fiscales como Belice y Uruguay– que habían tenido lugar desde 2005, cuando su carrera empezaba a despuntar. Así, al firmar contratos entre esas sociedades y empresas en países como Reino Unido o Suiza con convenios de doble imposición –donde se grava al mismo sujeto por el mismo patrimonio en más de un estado–, el dinero nunca pasaba por la Agencia Estatal de Administración Tributaria de España.

Estas acciones fueron denunciadas en 2013 por un fiscal de Barcelona. El nombre de Lionel Messi también apareció en los Panama Papers, una base de datos sobre sociedades en paraísos fiscales. Esos documentos contienen pruebas de que el jugador y su padre adquirieron una cuenta bancaria extraterritorial en una sociedad instrumental el mismo día que se anunciaron los cargos que originaron el juicio del verano de 2016.

Con información de El País, Clarín y Toronto Star.