Durante la primera quincena de junio, la Ciudad de México se mantuvo en contingencia por problemas de escasez o baja presión en su sistema de aguas, motivados por la temporada atípica de calor que golpeó al país en los últimos días, la ausencia de lluvias y diversos factores mecánicos y humanos que afectaron el funcionamiento de recolección y distribución del agua que abastece a la capital.
“El jefe de Gobierno nos pidió implementar un operativo de pipas para poder atender esta situación como lo que es, una emergencia. Sí, estamos en contingencia y es el mejor momento para extremar medidas y cuidar el agua en casa”, explicó Ramón Aguirre, director general del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, a Noticieros Televisa.

La crisis de agua potable podría incrementar en los próximos años. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Ciudad de México será una de las diez megalópolis en riesgo quedarse sin agua potable para el año 2030.

La medición, que también considera a Ciudad del Cabo, Sao Paulo, Bangalore, Pekín, El Cairo, Yakarta, Moscú, Estambul y Tokio, marca como principales causas de la escasez la necesidad de importar el 40% del sustento capitalino de fuentes distantes sin contar con la infraestructura para el reciclaje de aguas desperdiciadas.

Además, la demanda de servicios propia de la explosión demográfica de la Ciudad de México, perjudicará la distribución del líquido vital en las zonas de difícil acceso, afectando a más de un millón de habitantes en siete demarcaciones de la capital. Tan sólo esta semana, una fuga de 36 pulgadas de diámetro en el Acueducto Tulyehualco afectó el servicio en el 40% de la delegación Iztapalapa, una de las regiones más afectadas por el deficiente sistema de aguas de la CDMX. A esto se le sumó el aumento de altas temperaturas que incrementaron la demanda de agua en el área metropolitana hasta en un 20% y la sustracción de 700 mil litros de agua por segundo del sistema Cutzamala para apoyar a los ejidatarios del Valle de Lerma, en el Estado de México, con agua para sus campos de cultivo. Aunque este apoyo suele suspenderse en el mes de mayo, gracias a las precipitaciones previstas por la temporada, el retraso en las lluvias obligó a las autoridades a extender la ayuda.

Sí se considera el crecimiento poblacional que experimentan las grandes urbes del país, previsto para aumentar hasta 20.4 millones de habitantes entre 2020 y 2030, Monterrey, Querétaro y Guadalajara también podrían sufrir de desabasto a causa de la sobrepoblación.

En respuesta, en marzo de este año, mandatarios de Australia, Bangladesh, Hungría, Jordania, Mauricio, México, Países Bajos, Perú, Sudáfrica, Senegal y Tayikistán, integrantes del Panel de Alto Nivel sobre el Agua de la ONU, pidieron contemplar políticas públicas para que la administración del agua sea atractiva para la inversión y resistente a los desastres naturales, además de duplicar la inversión en infraestructura hídrica en los próximos cinco años.

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El pasado 5 de junio, en el marco del Día Internacional del Medio Ambiente, el presidente Enrique Peña Nieto firmó decretos que protegen de la sobreexplotación a diez cuencas hídricas para garantizar la disponibilidad de agua para la población los próximos 50 años. Los resultados están por verse.