Anabel Hernández es, sin duda, una de las reporteras mexicanas que mejor conoce el mundo del crimen organizado. Durante años se ha dedicado a investigar y reportear el funcionamiento y las macabras lógicas de estas organizaciones. Sus libros e investigaciones le han costado caro: ha sido amenazada varias veces y se ha visto obligada a dejar el país. Ella, sin embargo, continúa defendiendo su derecho a informar.

Para esta edición de Gatopardo, Anabel Hernández preparó una historia sobre uno de los enfrentamientos más ríspidos que se viven en este momento al interior del narco mexicano. Se trata de la batalla sangrienta entre los herederos de Joaquín Guzmán Loera, alias el Chapo. Durante décadas, el reconocido capo mexicano forjó uno de los imperios ilegales más grande del mundo, el Cartel de Sinaloa, que hoy tiene más ingresos que empresas como Google. El emporio, de varios billones de dólares, era dirigido por el Chapo con una crueldad que ya ha sido bien documentada. Sin embargo, desde su detención y posterior extradición a Estados Unidos, el dinosaurio quedó sin cabeza. La lógica dictaba que quienes heredarían el control del cartel serían sus hijos, conocidos como los Chapitos. Pero, al parecer, en el mundo del hampa no se respetan los derechos de sucesión.

Anabel Hernández narra en su crónica cómo uno de los colaboradores más cercanos del Chapo está decidido a amasar todo el poder. Se trata de Dámaso López Núñez, alias el Licenciado, un antiguo colaborador de Guzmán Loera que ahora reclama su lugar como el narcotraficante más poderoso del mundo. Más allá de la trama policiaca, esta historia deja claro el inmenso poder operativo de los grupos ilegales y el terror que siembran a su alrededor. Mientras no se legalicen las drogas, este baño de sangre jamás se detendrá.

Del otro lado de la destrucción está la creatividad. Por eso decidimos poner en nuestra portada a un gran artista mexicano. Se trata de Carlos Amorales, quien se ha dedicado por décadas a pensar su país desde las artes plásticas. La obra de Amorales es una de las más edificantes del México contemporáneo, como lo muestra el estupendo perfil de Alejandra González y los retratos de Ramiro Chaves. Es un honor tener en nuestra portada a un artista que, justamente, representará al país en la próxima Bienal de Venecia.

Por último, publicamos el perfil de Evgen Bavcar, un fotógrafo ciego. A pesar de que este hombre perdió la vista a los once años, se ha sobrepuesto y crea retratos que se inspiran en sus recuerdos. Santiago Rosero reconstruye el asombroso método de trabajo de este hombre en su texto. Parecería una contradicción, pero Bavcar produce imágenes desde las tinieblas.

Ambos casos, el de Amorales y Bavcar, son un ejemplo de trabajo y reflexión que se contraponen a la salvaje acción de los violentos. Y como ya lo hemos dicho varias veces desde las páginas de Gatopardo: la mejor respuesta contra la barbarie es la cultura.