No hay libro sin derechos de autor
En México 4 de cada 10 libros son piratas.
Hace 24 años que la Conferencia General de la UNESCO -realizada en París- decidió rendir homenaje a la literatura a través de la designación del 23 de abril como el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor. La conmemoración además tiene como objetivo incentivar el descubrimiento del gozo de la lectura –principalmente entre los jóvenes- y la difusión de las contribuciones de un género artístico que ha impulsado el progreso social y cultural de la humanidad.
El libro como vínculo de inclusión y diversidad
Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, condensa la relevancia de la fecha en estas palabras: “En estos tiempos turbulentos, los libros encarnan la diversidad del ingenio humano, dando cuerpo a la riqueza de la experiencia, verbalizando la búsqueda de sentido y de expresión que todos compartimos y que hace avanzar a todas las sociedades. Los libros contribuyen a unir a la humanidad como una sola familia, compartiendo un pasado, una historia y un patrimonio, para forjar un destino común donde todas las voces sean escuchadas”.
¿Por qué el 23 de abril?
La elección del día corresponde a varios acontecimientos emblemáticos coincidentes para la literatura. Fue un 23 de abril pero de 1616, cuando fallecieron escritores de tremenda importancia como el español Miguel de Cervantes, el inglés William Shakespeare y el peruano Gómez Suárez de Figueroa, mejor conocido como Inca Garcilaso de la Vega; tres grandes representantes de la literatura universal. Curiosamente la fecha concuerda además con otros nacimientos o muertes de autores importantes, entre ellos el ruso Vladimir Nabokov (autor de Lolita), el catalán Josep Pla y el islandés Haldor K. Laxness (premio Nobel de Literatura 1995).
La celebración y las lenguas indígenas
Con cada día mundial del libro, la UNESCO dirige esfuerzos en el abordaje de un tópico específico. Este año esta dedicado a la lucha por proteger las lenguas nativas, en concordancia con el Año Internacional de las Lenguas Indígenas. La decisión parte de la convicción de que éstas reúnen a las personas en torno a una historia y un patrimonio común, al formar parte de culturas, identidades y factores invaluables de conocimiento que se encuentran en peligro.
Capital Mundial del Libro 2019
La UNESCO y la Unión Internacional de Editores, la Federación Internacional de Libreros y la Federación de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias eligen cada año una ciudad como capital mundial del libro, para que fomente la cultura de la lectura entre su población. Algunas de las ciudades capitales del mundo han sido: Turín, Italia (2006), Buenos Aires, Argentina (2011) y Atenas (2018). En 2019, por su naturaleza innovadora, integral e inclusiva en el rubro, correspondió el título a Sharjah, de los Emiratos Árabes Unidos. La finalidad principal de esta nueva capital será fomentar la cultura del libro en los Emiratos Árabes Unidos y crear nuevas iniciativas para incentivar la creación literaria en el mundo árabe.
Los Derechos de Autor
Quizá uno de los aspectos menos visibles de esta conmemoración sea el correspondiente a los Derechos de Autor. Pareciera que el persiste el estereotipo de escritor bohemio que sobrevive del aplauso y el reconocimiento; sin embargo hoy en día la mayoría de los escritores, por lo menos en México, deben realizar más de un trabajo y compaginarlo con la creación artística para sobrevivir. Si a esto le agregamos las trasgresiones normalizadas y constantes a sus derechos como creadores, su situación se vuelve compleja. Por ejemplo, el fotocopiado, una práctica demasiado común en México; al fotocopiar, total o parcialmente libros, se incurre en una práctica ilícita que genera grandes pérdidas económicas y perjudica a los autores o titulares de los derechos de propiedad intelectual.
- Según la CEMPRO (Centro Mexicano de Protección y Fomento de los Derechos de Autor, Sociedad de Gestión Colectiva) en México se hacen al año alrededor de 5 mil millones de fotocopias de material protegido por Derechos de Autor.
- Si cada libro fotocopiado tuviera 250 páginas, el fotocopiado realizado equivaldría a 20 millones de libros.
- Si cada libro costara, en promedio, $150.00 (ciento cincuenta pesos), se tendría un total de $3,000 millones de pesos.
¿Quiénes son los afectados?
Si de la cifra mencionada el porcentaje por concepto de regalías fuera del 8% resultaría que, anualmente, los creadores de esas obras, llámense investigadores, artistas gráficos, científicos o autores en general, dejarían de recibir 240 millones de pesos como retribución a su trabajo intelectual.
En México la producción anual de libros ronda los 350 millones y es una industria valuada en cerca de 9 mil millones de pesos, según la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM). La organización estima que hasta cuatro de cada 10 ejemplares vendidos en el país son piratas.
Al año la venta de libros piratas en México suma alrededor de 800 millones de pesos y según estimaciones del centro, las afectaciones totales por piratería y reproducción sin permiso de productos editoriales asciende a mil 300 millones de pesos anuales.
Estas cifras preocupantes nos invitan a repensar y dialogar sobre el respeto y reconocimiento de los derechos de autor.
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